Partida Rol por web

Al ver que la criatura se queda quieta sin reaccionar, aprovecho para subirme a alguna roca y sacar mi arco.

- Muere , bicho repugnante

Al ver que la criatura no parece hacer nada, aparovechas para encaramarte a una de las grandes estalagmitas, la cual parece tener una base donde poder apoyarte... Agilmente, asciende un par de metros con rapidez, logrando alcanzar la cima, plana, de la estalgmita.

Sin pensartelo dos veces, empuñas tu arco, a la vez que fijas tu mirada en la babosa... Esta, que ha continuado inflando su boca, parece alzarse y encogerse un segundo, como un acordeón, y de repente se estira, abriendo sus fauces y expulsando una especie de escupitajo, denso y verdoso....

El escupitajo vuelva hacia ti, pero poco a poco pierde velocidad, e impacta contra la fria y humeda estalgamita, a poca distancia de tu posición...

La babosa vuelve a cerrar su boca, la cual empieza a hincharse nuevamente, mientras se arrastra en tu dirección....

"Aelyn, mi Diosa, haz que esta flecha hiera a mis enemigos y les castigue duramente" rezo para mi mismo mientras tenso la cuerda de mi arco y apunto directamente a uno de esos 5 agujeros que brillan con luz verdosa y que pienso son los ojos de la criatura.

Mis brazos tiemblan por el esfuerzo de tensar fuertemente mis músculos con objeto de que la flecha vuele lo más rápidaemnte posible...escucho un crujido de madera procedente del extremo del arco...¡YA¡ , suelto mi flecha y rápidamente cojo otra que disparo intentado cegar otro de esos "ojos".

Tu priemra flecha sale desviada, golpeando el frio suelo lejos de la babosa, pero errabietado, recargas el arco y vuelves a disparar...

Tu proyectil vuela certero hacia su objetivo y se clava, con precisión, en el cuerpo de la criatura. Todavia con la rabia recorriendo tu cuerpo, ves como un leve humillo surge de su cuerpo, seguramente la punta de la flecha al contacto con el ácido, pero tambien observas que un líquido oscuro gotea de la herida que le ha inflingido el asta de tu flecha...

La babosa parece enojarse, pues tiembla con fuerza, pero aun sigue con vida y sus ojos fijos en ti. Su boca sigue hinchandose...

Animado ante la perspectiva de acabar con la criatura rápidamente echo mi mano hacia atrás para coger nuevamente una flecha.

Me relajo, tal y como me enseñaron en mi juventud intentando desacelerar mi respiración, "Calma Ric, un disparo sin calma será un disparo desacertado" recuerdo las palabras de uno de los montaraces de Vinharet. Fijo la vista, tenso y zaaaak, otra flecha vuela hacia la babosa.

Rápidamente repito el movimiento y lanzo una nueva flecha esperando acertar.

Tu primer disparo, nuevamente, es fallido, pero el segundo, ya con la respiracion acompasada y acompañando tus movimientos, es certero y mortal, y cuando alcanza a la criatura, esta se alza, parece temblar un instante, y luego cae mientras un oscuro liquido surge de la herida, fatal, que le has ocasionado...

Un primer sentimiento de alivio recorre mi cuerpo, sin embargo enseguida me pongo nuevamente en tensión "Quien dice que no habrá nuevas criaturas rondadno por ahí, Ric..no puedes bajar la guardia", me digo a mi mismo.

De un salto bajo donde está la criatura para observar si hay algo relevante, me agacho e inspecciono el lugar entre esas babas de ácido, pero sin tocarlas, evidentemente no espero encontrar mis flechas.

De repente recuerdo que una de mis flechas de calidad había fallado, me doy la vuelta y me dirijo al lugar al que pienso debe estar mi flecha.

Tras asegurarte que la babosa está muerta, y sin hallar nada de relevancia en su cadaver, te dirges hacia donde crees que ha caido una de tus flechas. Afortunado, la hallas cerca de una estalgmita, donde seguramente impactó. Una vez la guardas, reinicias la marcha, sin una dirección decidida, pues eliges el camino siguiendo una intuición...

Cuando tan solo llevas unos minutos de marcha, perdido en los incontables caminos que forman las enormes estalgmitas y estalactitas, un familiar sonido llega tus oidos... El inconfundible arrastrar de la babosa penetra en tu mente.... Asustado, te detienes un instante, con el oido atento a los sonidos que te llegan...

Tras escuchar detenidamente durnate lo que parece una eternidad, llegas a la conclusión, que en esta ocasión, el número de esas repelentes criaturas es superior a la media docena, y todas ellas parecen acercarse por tu espalda... o eso crees....

" Vaya, si mis sentidos no me engañan este es un combate dificil de ganar, quizás pueda intentar esconderme" , pienso, ... y con la idea en la cabeza y un ruego a Aelyn para que las Babosas no tengan sentido del olfato, busco rápida y sigilosamente un sitio donde esconderme.

Ante los sonidos acuciantes que se te acercan, decides buscar un lugar donde esconderte, asi que te internas entra las estalagmitas, buscando... Cada vez que crees hallar un lugar adecuado, la aparicion de una de las babosas logra que lo desetimes, y tras varios minutos asi, te das cuenta de que será imposible esconderte de ellas... Sea como sea, parecen poder saber donde estas en cada momento, como si percibiesen tus movimientos, o tu olor, o simplemente tu presencia...

- ¡Ohh, Ohh...!, exclamo al ver la situación; las gotas de sudor resbalan por mi frente mientras me debato entre un ataque suicida o una huída. No veo mas que babosas por todos lados.

Mientras cargo una vez más una flecha en mi arco decidido a llevarme conmigo a todas las babosas que pueda antes de convertirme en puré de carne, echo un último vistazo a mi alrededor en un intento desesperado de encontrar una vía de escape.

Con la frialdad necesaria para sobrevivir en situaciones como esta, echas un vistazo a tu alrededor, en busca de una salida a la situación, comprometida, en la que estas.

Por suerte divisas un camino, a tu derecha, que parece libre de babosas, o al menos no las ves, y crees que puede ser una salida viable, al menos de momento....

Como alma que lleva el Diablo me lanzo a la desesperada hacia la derecha "Ric...corre como nunca antes lo has hecho.", pienso para mi mismo mientras me lanzo a una huída desperada.

Voy esquivando babosas a medida que me encuentre con ellas, por que lo que mas me importa ahora es la rapidez.

Si en algún momento me encuentro algún sitio en el que no divise babosas me paro para recuperar el aliento y hechar un nuevo vistazo a ver si voy hacia algún sitio en concreto.

Te vuelves lo más rápido que puedes y echas a correr por las peligrosas y resbaladizas piedras..... A tu espalda, mientras inicias tu carrera, percibes como los escupitajos caen sobre el suelo, en la posición que estabas décimas antes...

Al darte cuenta que ningun tipo de sustancia cae sobre ti, murmuras una plegaria a Aelyn, a la vez que aceleras tu marcha, impaciente y deseoso de dejar atrás a esas babosas.... Tus piernas te guian por los estrechos corredores, esquivando y girando cada pocas estalagmitas, hasta que de repente uno de tus pies resbala en las húmedas piedras.... Con el equilibrio perdido, intentas frenar la caida, pero te es imposible, y tu cuerpo se va al suelo, de lado.... la inercia de tu carrera, y la humedad del suelo logran que resbales varios metros, con tan mala suerte que tu cabeza golpea, con fuerza una estalgamita....

Atontado, sudoroso y cansado, te sientas en el suelo apoyando tu espalda en la fria piedra de la estalagmita. Respirando con dificultad, tomas aire mientras llevas tu mano derecha a la zona golpeada de la cabeza. Cuando la retiras, la sangre mancha tus dedos...

Lo único bueno, es que no oyes nada, puede que hayas dejado atrás a las babosas...

Con la vista algo nublada, miras a tu alrededor, y te quedas sorprendido al aparecer a Amyra, que avanza hacia tí, a pocos metros de tu posición...

Dolorido y desorientado mi primer impulso es gritar de emoción. "Amyra, estás a salvo, Dios Bendiga a Aelyn, no estoy sólo" , pienso incorporandome....

Me detengo un momento, desconfío, ¿será ella?.

¿Amyra?, ¿eres tú? , digo dubitativo.

Avanzo hacia ella con precaución pero aparentando seguridad, en el fondo de mi no dudo que ella es la amiga de mi niñez (o quizás es que no quiero dudarlo)

Un vez te incorporas, avanzas con porte seguro, aunque precavido, hacia quien crees que es Amyra, y cuando la distancia es menor confirmas tus deseos, pues la figura que tienes ante ti no es otra que tu amiga del alma...

Si es verdad, la puse como cerrada!!, ...ya está solucionado.