Partida Rol por web

Lost in the Blue Sky [+18]

En alguna parte de Nekrodum...

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09/03/2021, 15:33
N - O'lupent

       Gracias...- le comentaba a la pequeña Eli mientras le palmeaba ligeramente la cabeza al ver que no tenia problemas con mi presencia sobre ella, pero de alli en mas, de mi no hubo mucha reacción mientras intentaba procesar todo lo que se estaba hablando.

   .... ¿ que significa Coloso ?...

... ¿ cual es la diferencia entre las luciernagas y los angeles ?...

... ¿ de que va toda aquel pleito que estas gentes parecieran tener ?...

... ¿ por que la señorita tenia la necesidad de ocultarse de esta manera ?...

     ... ¿ cuantos pisos ya hemos bajado ?....

   ... ¿ debería preguntarle a Eli en caso de ?...

    Aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.... - se escuchaba desde dentro del sobrero que llevaba la pequeña, pues la verdad es que desde mi parte estaba sintiendo un asco horrible, tal que podría fácilmente vomitado si no fuera por que era consciente que estaba sobre mi compañera, pero si, no tuve mas opción que asomar mi cabeza fuera del sombrero, pues ante tal aversión necesitaba saber que era lo que me lo estaba provocando ... y asi saber como evitarlo en un futuro...

    E...es como.... l...lamer... a...algo podrido - comentaba sin mucha cortesía - ¿ p...por que guardar algo asi ? - comentaba pues en mi cabeza y por lo que sabia, la gente solo guardaba en sus casas cosas de sumo valor para ellos y este tipo de trato hacia aquel trozo de piedra no es el de los mas gratos - ¿ E...es... lo que estaba buscando ? - preguntaba entonces a Schwi pues a diferencia mia o de la pequeña Eli, parecia que ella si tenia algo mas de control dentro de la escena que teníamos enfrente .... cuando dije experiencias nuevas y coloridas.... me esperaba algo menos amargo...

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10/03/2021, 14:03
N - Eli

-Un inicio malo... con un final peor... provocado por mi - No quise darle más vueltas al asunto, así que pronto cerré aquello con un suspiro apenas sin sonido para luego reunirme con los demás y ver que ocurría, para luego sorprenderme del conocimiento de Vox - ¿Cómo es que sabes tanto Vox? Desde hace muchos años pensaba que tan solo eras una simple y mera voz de mi cabeza creada para no hablar sola pero... tanto como sabes... No sé que podría hacer sin ti - le reconocí un poco más entrañable, haciéndole ver que siempre tuve a alguien desde el inicio y no solo a ellos tres ahora. Y también, que era consciente de que lo tomaba como alguien vivo.

Respondiera lo que respondiera, luego se hizo el silencio ante el hecho de estar destinada a lo que estaba ocurriendo, palabras que me hacían temblar en mi interior y al mismo tiempo me hacían desear saber más y más que ocurría.

Tras ello empezamos a bajar poco a poco durante todo aquel largo trayecto, cosa que me hizo pensar en mi pequeño compañero de caminata que ahora iba sobre mi cabeza y en como se cansó solo de subir los pisos hacia arriba. Pensar que luego tendría que subir tanto me hizo encoger la cabeza para sonreir levemente, sonrisa que tapé por temor a que alguien me reprendiera... gajes de haberlo hecho tantas veces y estar acostumbrada a ello.

Justo ya abajo me quedé observando lo que todos miraban siendo que me preocupaba más por la sensación que estaba notando de Vox - ¿Vox? ¿Estas bien? ¿Qué te ocurre? ¿Puedo hacer algo por que estes mejor? - incluso le pregunté con temor a que pudiera estar peor.

Por mi lado miraría a esa piedra blanca y luego al cristal de atrás sin entender nada - El coloso... ese es el dios que dijiste antes. ¿Es su corazón? Pero... ¿Alguien puede vivir sin corazón? - pregunté tonta de mi pues era algo obvio el simple hecho decir que no, no obstante mi preocupación y orejas gachas me hacían atender a los que estaban más mal en ese momento que eran Vox y... Schwi, la cual estaba absorta en lo que había enfrente suya.

Al escuchar que O'Lupent incluso estaba queriendo hablarle me acerqué a nuestra compañera común y le tiré del brazo para que se diera cuenta de nosotros, aún con actitud preocupada, y luego señalé a O'Lupent para que le escuchara

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11/03/2021, 14:46
† Tamiel †

Entrecerré la mirada extremadamente molesta con el comentario acerca de mi origen. Entonces olvidé por un instante mi primera intención de pasar sutilmente por aquella entrada. - Sí, soy una híbrida ¿Y qué con eso? Nuestros asuntos no os incumben, y si piensan intentar detener nuestra entrada, las cosas irán peor para ustedes. 

Si no me detenía seguiría avanzando hacia ellos con el ceño fruncido y los labios apretados, desenvaine una de mis espadas, la que ellos más temen, y apunté en su dirección - Abrid las puertas o lo haremos nosotros mismos. 

Notas de juego

Aun me hago un lío con los nombres de los personajes @.@

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12/03/2021, 23:47
N - Nasai Gomen

Desde luego los guardias, como era de esperar... querían saber porque aquel grupo tan raro que éramos  entre los cuales había gente que obviamente les asqueaba, queríamos entrar en el coliseo. Y a ver, razón no les faltaba de desconfiar, no sabía bien que esperábamos quedándonos prácticamente callados.

Al final Tamiel se enfadó, y amenazó para que nos dejaran entrar, lo cual me preocupó bastante, pues tampoco creo que fuera buena idea entrar de esa forma amenazando... pues seguramente con ellos funcionaría; pero dudo que a medida que entrásemos la gente quisiera hacerlo. Además de que eso no nos ayudaba demasiado a saber a donde dirigirnos y por donde entrar. Tenía una idea en la cabeza desde hace rato... y tal vez fuera el mejor momento para hacerlo, para poder hacer que ellos anden con cierta libertad y que a mi me lleven por varios puntos del coliseo -Vi-vienen a... ve-venderme...- dije entonces con la cabeza gacha, mirándoles a todos con miedo y tristeza -Pe-perdón po-por i-interrumpirla... pe-pero... si e-entramos a-así... n-no da-darán el pre-precio que Maese Leviathan qui-quiere...- dije disculpándome con Tamiel, mirando luego a los guardias -Vi-vienen a ve-venderme... Maese Leviathan... s-se ha ca-cansado de mi... y-y... pre-prefiere que sa-sacarme be-beneficio y que me a-apaleen en co-combates... e-en lugar de ma-matarme...- terminé explicando con mi tono de resignación y tristeza habitual... lo cual realmente tampoco es que fuera a sorprender a nadie. Soy un inútil; quizás ni siquiera les sorprendería que por fin mi amo haya decidido venderme y deshacerse de mi al igual que hizo con el hijo del Rey Supremo... Y tampoco les sorprendería que fuera yo quien lo explicase y fuera tan sumiso... así de penoso y patético soy.

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13/03/2021, 15:09
N - Lavinia Astartea

La enana arqueó una de sus peculiares cejas hacia arriba de cara a la respuesta de Belmont, no obstante era complicado negar que el vampiro tenía un buen punto allí. — Con eso me basta — así pues terminó por aceptar de buena gana, pero lejos de solo quedarse con eso la pastora de incautos centró entonces su atención en otra cosa.

Mi prioridad es y será Einar, porque él es mi cómplice — esta fue aclarar a Tamiel mientras la miraba con agudeza, sin embargo un instante después el rostro de Lavinia adquirió un deje de dulzura así fuera mediante una sonrisa a todas luces maliciosa — De ahí en más no tengo problema en concentrarme menos sobre otros que no sean el durmiente, no te preocupes por eso — luego agregó de modo que su tono coincidiera con el gesto antes descrito.

La maldita sacerdotisa pudo ceder en aquello ya que al fin y al cabo para ella era mucho mayor la conveniencia de trabajar junto a los otros que las ganas de querer “ser libre” en un ambiente peligroso, de modo que una lucha de personalidades no tendría caso ni utilidad, y esto quizás era cierto para todos los frentes, además a la diablesa le resultaba positivamente curioso el hecho de que la hija de Leviathan buscara defender su punto con tanto empeño… por ahora.

*****

De cara a la entrada del coliseo la confesión de Daemon hizo cosquillas a la curiosidad de la habladora por ser tan escueta; Astartea querría haber insistido en sus preguntas, pues el asunto parecía tener más trasfondo del que pensó en un primer momento, pero el tiempo no estaba de su parte. Esto último se volvió especialmente cierto cuando, provocada por la pregunta de la chusma, la mitad ángel no tardó en mostrar un carácter amenazante.

Por suerte Nasai también estaba allí, y aunque había hablado poco no tardó en salir a defender a su señora a la par que intentaba justificar las cosas. Tal vez solían tratarle peor que a muchos esclavos, sin embargo el seguidor de la Serpiente mostraba peculiar valía una vez más. Lavinia frunció su ceño un poco.

Oh vaya, lo siento por quienes, incapaces de comprender su lugar, vaya en contra de los designios del señor Leviathan — aun con lo anterior la enana emergió más pronto que tarde de entre el grupo, ello mientras enfatizaba su lado “amable”. — Cuestionarnos aquí y ahora, me temo, incurre en un pecado muy grave, y no me refiero a mojigaterías como las que defienden los seguidores del Coloso ni nada similar, sino a algo más básico: venimos desde el castillo a hacer negocios, por ello la presencia del comandante a modo de escolta — explicó valiéndose del motivo antes dicho por Nasai.

Obviamente nadie los atacará… si son educados y nos dejan pasar sin molestar mucho; quizás no lo comprendan pero no somos enemigos de Nekrodum o de los lícitos emprendimientos de sus habitantes, todo lo contrario — amplió su sonrisa ante los guardias — Es más, si logramos terminar rápido lo que venimos a hacer, es posible que la misma Serpiente de Nekrodum quiera recompensarnos, y la abundancia es mejor cuando se comparte, dicen, de modo que habría que ser muy testarudos para terminar convirtiendo una oportunidad de crecimiento en una horrible masacre que haga a la violencia de los gladiadores parecer un juego de niños, ¿verdad? — preguntó hacia los que bloqueaban el paso pero luego hizo como si extendiera su pregunta hacia el grupo con el que llegó, especialmente hacia Tamiel, esperando con ello ayudar a tranquilizarla.

Lo notaran o no, Lavinia evitó siquiera mencionar a Gladius de manera singular, mas tomando en cuenta a quienes avanzaron primero y al mentado Daemon la maldita sacerdotisa pretendía desviar en lo posible la atención de aquellos que no se le antojaban muy distintos a la gente de su congregación, o sea sujetos de vidas grises, posiblemente orillados por sus situaciones a trabajar en un puesto de mierda como era ser guardias de allí. — Al final resulta que tendríamos que haber venido no solo con invitación, sino con el resto del ejército demoniaco… y solo para vender a algo que terminará beneficiando a este lugar, pero supongo que hay personas muy cortas de miras… — llegada a ese punto les dio la espalda a los cuidadores al tiempo que se encogía de hombros; incluso comenzó a fingir que se iría sin más, a todas luces subestimando la inteligencia ajena, no obstante en su experiencia había dos grandes grupos de personas en el mundo: aquellos frente a los que una provocación así no funcionaría en el mejor de los casos y quienes eran tan ordinarios que difícilmente podrían resistirse ante una promesa que mezclaba peligro y recompensas fáciles.

Ahora que, de no funcionar aquello, el “plan B” estaría allí en forma de espadas y rayos mágicos…

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18/03/2021, 03:51
N - Einar Stälnve
Sólo para el director

-Entiendo, pues hare lo mejor para volver a hablar con usted campeón.- Aunque las negociaciones no habían salido bien, tampoco había sido un mal desenlace, pues a fin de cuentas, existía la minúscula posibilidad de poder volver a entablar una charla con aquel que parecía ser quien tenía la mayor potestad en el lugar. Pero por sobre todas las cosas, ya el hecho de no haber sido arrojado de la misma forma que Vetto, era una victoria considerable para el enano en las negociaciones.

Suspiro decepcionado el de larga barba oscura y solo le dedico una sonrisa amistosa al de gran porte, antes de que aquel insignificante y regordete enano, en comparación al anterior, comenzara a echar nuevamente al profano sacerdote con la ayuda de los guardias del recinto, algo innecesario pero ellos eran cuidadosos, no dejarían a Einar sin vigilancia, pues un momento era todo lo que necesitaba para poner ese lugar de cabeza, o al menos, esa era la imagen que había parecido generar para sus enemigos. De solo pensar en ello podía sonreír regocijándose y mas aun cuando era llevado y noto el detalle de sus cadena.

"Muchas gracias campeón, y Vetto, que en paz descanses."

Mentalizo aquella frase junto a los rostros de aquellos nombrados, casi como si estos pudiesen estar allí frente a el para darles las gracias. Pero no era así por el momento y estaba siendo vigilado, podría deshacerse de sus carceleros e intentar escapar, pero a falta de la información necesaria sobre una ruta de escape directa, pues debía suponer que la conexión del coliseo con el exterior del mismo debían estar o bien en el nivel central o en el superior, y claramente, la mayor concentración de guardias debía estar en el nivel superior, debía ser cuidadoso y usar la información que tenía en su beneficio, como el hecho de la muerte de Vetto, un detalle que usaría a su favor.

No ofrecería resistencia en lo que sería llevado hacia la sala de espera para su combate, manteniendo un silencio sepulcral hasta que finalmente llegase a destino y pudiera divisar entre los demás "reclusos" a algunos que pudieran haberle visto cuando partió antes. Necesitaba a esos mismos por que sino su carta del triunfo no serviría entonces.

-Me toca ir a luchar a mi, y contra el carnicero, no es emocionante ho ho hooooo.- Se acicalaría su barba y cuando notase que los guardias no estuviesen mirando aprovecharía para romper sus cadenas delante de los demás esclavos guerreros. -Vetto me vendio, y ni eso lo salvo del campeón, dijo lo que era obvio, no me quedare de brazos cruzados ni de cara a la muerte, así que si este es mi último día, les daré una oportunidad de oro, queda en ustedes tomarla...Si creen que delatar lo que hare, los salvara, y creen apañarselas mejor que Vetto, haganlo.- A pesar de sus palabras, las intenciones del enano no estaba en provocar terror con estas, sino ese aspecto de un hombre que se preocupa por que aquellos a los que juro liberar lo hagan, y siempre por sus propias decisiones. Esto usualmente provocaba un sentimiento de culpa que reforzaba el impulso a ayudarle y eso era algo con lo que contaba.

-Quienes son los mas fuertes aquí?, debilitare sus cadenas para que puedan romperlas fácilmente, así como la cerradura...Tienen que aprovechar el momento en que me lleven a la arena, dada mi reputación, seguro los guardias estaran mas atentos a mi, así como los espectadores, esa sera su oportunidad de oro para liberarse, tomar la sala de armas y abrirse un paso a la salida...o incluso a los podios de aquellos que dicen ser sus amos, y bueno, hacerles probar el frio del acero...Nada me haría mas feliz como mi ultimo deseo que ver a uno o dos de esos bastardos siendo degollado, pero son sus vidas no las mías, solo puedo darles esas oportunidades...busquen ser libres por que aquí no tienen futuro....oh casi lo olvido.-

Mostraría sus cadenas rotas a aquellos que le estuviese contando su plan, con el cuidado de no ser visto por un guardía y de ser necesario, ocultar sus manos bajo su frondosa barba para simular las apariencias cuando fuese necesario.

-Tengo la sospecha que el campeón esperaba que hiciera algo, sino, por que otra razón el mismo rompería discretamente mis cadenas?, con suerte estará de nuestro lado en el momento de la verdad....Es todo lo que puedo hacer por ustedes...y bien? alguien quiere que rompa sus cadenas?.-

La gillotina ya estaba bajando sobre su grueso cuello, aunque lo suficientemente lento para intentar sacar algo bueno de todo eso. Ya sabía como crear una distracción medianamente impactante en la arena para darle una oportunidad a los esclavos que quisieran dejar de serlo. Utilizaría su magia para debilitar las cadenas de aquellos que se ofrecieran, no necesitaba usar toda su energía, pero tampoco pensaba quedarse seco para el combate, necesitaba al menos lo suficiente para tener una ultima charla con Sutr.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No se si tengo que tirar varias veces por varias cadenas o una sola, tu dime.

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21/03/2021, 22:53
Director

 La voz en la cabeza de Eli decidiría deja que diese final al asunto con aquel suspiro, más aún estando allí para responder a su observación sobre su conocimiento.

 -Es… Difícil de explicar. Se que soy más que una simple voz en tu cabeza, pero no tengo recuerdos claros al respecto… Algo me dice que era alguien importante, pero no tengo la menor idea: es como si algo me impidiera pensar al respecto -se explicó Vox con cierto tono pensativo. -. En todo caso, dudo que sea una voz creada para mantenerte cuerda: eres fuerte, Eli, y si he acabado dentro de ti habrá sido por algo…

 Una vez en uno de los sótanos de aquel castillo, la voz permanecería en silencio hasta que Eli se percató de su obvia incomodidad.

 -Esa cosa… es peligrosa… -fue lo único que dijo.

 Por otro lado, aquel tirón por parte de la gata seria suficiente para que Eli volviese a prestarles atención.

 -Oh, lo lamento, es que… No me esperaba encontrarme con esto… -se disculpó antes de decir nada. -. Entiendo que ahora debes sentirte terrible, O´lupent, pero poco a poco te acostumbraras. Es normal que siendo un demonio el corazón de El Coloso te cause una terrible sensación: los demonios son débiles a la magia bendita, y El Coloso es la representación de la misma, pero… Hay un motivo importante que hace valer la pena guardarlo aquí… -concluyó, regresando su mirada hacia Leviathan. -. Leviathan-sama, ¿podrías explicarles…? Seguramente estarán encantados de ayudar una vez sepan lo que está sucediendo.

 -Uhm… Supongo que todos acabarán involucrados tarde o temprano, por lo que al menos puedo explicarles el por qué...-respondió el hombre antes de mirarles de manera pensativa, como si meditase la manera en la que les iba a explicar lo que significaba todo aquello. -. Verá, seguramente saben que existen varios dioses en Terra, ¿no es así?

 -O´lupent no lo sabe… -intervino Schwi un tanto apenada.

 Leviathan miraría un tanto incredulo a la chica antes de volver su vista hacia el sapo, esperando que este confirmase su comentario antes de suspirar.

 -Bien, empecemos desde el inicio entonces… Hay varios dioses, para ser específicos: cuatro elementales, uno de la suerte, y dos principales. El Coloso, uno de los principales, fue el creador de Terra, sus seres vivos y demás: el caso es que actualmente es venerado por muchos como el Dios Verdadero, un ser bondadoso que traerá la paz y demás mentiras, pero la realidad es que es tan terrible como el Rey Divino, el otro dios principal que desde hace mucho lleva descansando en la sala del trono de este castillo y es señalado como el único malo  -les fue explicando, tomándose una pausa para que pudiesen ir procesando los datos que iba soltando. -. Schwi es un ángel, servidores de El Coloso, siendo que específicamente forma parte de los cuatro arcángeles, los cuatro ángeles más poderosos entre las fuerzas de este dios… Pero sucede que El Coloso desea acabar con toda su creación y no dejar nada, y ella fue capaz de darse cuenta de ello y por eso ha huido del cielo -haciendo otra breve pausa, giraría para observar la piedra encadenada. -. Tal vez la palabra corazón no sea la más acertada: en realidad esa roca es solo un sello que mantiene al coloso encerrado en su mundo de nubes y luces, y la única manera de romper ese sello es usando tres objetos sagrados: una espada, un espejo, y un colgante de gemas. El primero se encuentra en nuestra propiedad, pero el colgante y el espejo están en otros territorios. Los ángeles han descendido con la intención de recuperar esos tres objetos y romper el sello para así permitir la entrada de su dios a Terra, y con ello traer su fin -regresando entonces su visión a ustedes, cruzaría los brazos a la vez que cerraba los ojos, pensativo. -. Desde hace mucho tiempo los tres clanes están en guerra, y los ángeles se aprovecharán de eso para juntar a los otros dos en nuestra contra y hacerse con el sello…  Y allí es cuando entramos nosotros -abrió los ojos, dedicando a todos una sonrisa de confianza. -. Si nos hacemos con los tres objetos, podemos olvidarnos de la amenaza del coloso, y el Rey Divino podrá gobernar sobre toda Terra, acabando finalmente la guerra… -concluyó orgulloso.

 -Leviathan-sama, ¿qué el Rey Demonio gobierne no sería igual de… malo…? -preguntó Schwi, un tanto dudosa.

 -Para algunos tal vez -soltó una risa el hombre. -. A lo que quiero llegar con todo esto, es que la guerra se hará más intensa y las personas de todos los clanes acabarán involucradas, quieran o no -la atención del hombre se centraría en ustedes con seriedad. -. Pueden unirse a nosotros, y hacer de Terra un mundo mejor, o pueden retirarse y cruzar los dedos para no cruzarse con los ángeles -pasaría entonces a señalar a O´lupent y a Astaroth. -. A ustedes los cazarán a muerte simplemente por ser demonios -y entonces, señalaría a Eli. -. Y a ti te cazarán por la entidad en tu interior… -bajaría los brazos, volviendo a sonreír

 -¿Qué diablos…? -seria lo único que diría Vox.

 -Por otro lado, tengo el conocimiento y los contactos para responder todas sus dudas: el ritual del sapo, la entidad dentro de la gata… -aunque se le veía seguro al hablar de ustedes, no podría ocultar cierta duda cuando tocaría hablar del escritor. -. A ti te podría ayudar un poco con lo que quieres, pero dependerá completamente de ti como acabe -concluyó, pasando a sonreír nuevamente a los tres. -. No les pido que se unan al ejercito y dejen sus vidas por servir al rey, pero seria bueno contar conque estarán de nuestro lado cuando todo se desate. ¿Y bien? ¿Quieren formar parte de esto?

 -Fascinante... -comentó Astaroth con una sonrisa de emoción mientras escribía en su diario. -. Dije que seguiría al grupo para poder conocer más historias interesantes, y parece que no me equivoque al hacerlo, por lo que seguiré a la señorita hacia donde ella diga, y si ahora resulta que iremos contra los ángeles... Yo estoy dentro. Realmente tengo que estar allí para ver como acaba todo... Mi otro objetivo personal ya es secundario, aunque agradeceré la ayuda -añadió con una sutil malicia.

 Schwi simplemente les miraría en silencio, como esperando que diesen una respuesta por ustedes mismos, siendo que en su mirada era difícil saber si quería o no que aceptasen...

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22/03/2021, 21:26
Director

 En primera estancia, los guardias responderían el acto de amenaza de Tamiel aferrándose a sus lanzas y dirigiéndole una mirada de odio y desprecio, aunque ninguno fue capaz de dar un paso adelante o replicar nada, al menos no antes de que Nasai explicase su papel en toda esa situación y Lavinia le siguiese el juego de manera más elaborada.

 -Oh, cierto… Leviathan tenía un sirviente, ¿no? -preguntó uno de los guardias.

 -Había escuchado que era raro, pero… -otro parecía sorprendido al respecto.

 En todo caso, se guardarían sus opiniones sobre el “esclavo” mientras escuchaban las cuidadosamente estructuradas palabras de la maldita de la sacerdotisa, quién hacía gala de su especialidad soltando toda una charla que pondría a aquellos guaridas entre la espada y la pared. Tras mirarse entre ellos, los soldados relajarían sus posiciones, abriéndose paso poco a poco mientras uno alzaba la voz hacia Lavinia antes de que se alejase más.

 -¡Está bien! Pero nada de alboroto -les advirtieron, como si en Nekrodum una frase como esa realmente funcionase de algo…

 Con aquel resultado, Daemon no haría más que suspirar y liderar el grupo hacia el interior del coliseo, siendo que mientras Gladius brillaba por su silencio, Azrael al menos se dejaba llevar por su curiosidad observando los alrededores. Sería el incubus quién se adentraría por uno de los pasillos de aquella estructura en lugar de ir directamente hacia la arena, siendo que tras unos cruces por caminos oscuros llegaron a unas escaleras que bajaban varios metros. Una vez en lo que parecía un complejo de pasillos con múltiples puertas y camino, Belmont daría indicaciones.

 -Estamos en la planta superior, el campeón debe estar por alguna parte de aquí… Ustedes sigan por ese callejón de allí, dos vueltas a la izquierda, una a la derecha, y caminen recto hasta las escaleras: así llegarán rápido a la planta donde están los esclavos, desde la cual podrán llegar a la arena por las gradas como espectadores: seguramente sea un buen punto para conseguir información sobre el enano, al menos mucho mejor que dar vueltas sin sentido -aseguró el hombre antes de hacer unos estiramientos, acomodando un poco los grilletes que unían sus manos y piernas con unas cadenas. -. Yo buscaré al campeón y le sacaré los detalles sobre el hijo del rey demonio, si es que Belmont no ha dado ya con él…

 Entonces el grupo pondría en marcha su busqueda por el coliseo, siguiendo las indicaciones de Daemon para llegar a la arena. De camino, a través de los pasillos, se encontrarían con una considerable cantidad de guardias que, en ese punto, casi ignoraban vuestra presencia, aunque naturalmente Tamiel, Nasai y Gladius recibían más atención de las que les gustaría, aunque este último aún mantuviese su identidad oculta.

 Sin mayores interrupciones, descenderían por las escaleras y seguirían los pasillos hacia una sala amplia y circular: ocupando la altura de dos plantas, llegaron por unas escaleras que daban directamente con unas gradas que rodeaban un espacio circular en el centro, siendo está la arena como tal. Las gradas eran ocupadas por múltiples personas de distintas razas y rasgos, todos con aspectos de vida acomodada a excepción de aquellos que iban encadenados y claramente eran propiedad de los verdaderos espectadores, siendo que muchos de los amos tenían guardaespaldas visiblementes actos para el combate o mujeres de compañía con escasa, por no decir ninguna, prenda de ropa. Adicionalmente, las paredes tras las gradas estaban formadas por barrotes a modo de jaulas, dejando ver del otro lado a una cantidad considerable de esclavos encerrados en salas de piedra, siendo que parecía que se les permitían que pudiesen observar con los amos el espectáculo, con una distancia prudente entre los barrotes y las gradas, por supuesto. Así mismo, al mirar hacia arriba se podía ver un único balcón en el cual, debido a la diferencia de altura, no podían ver lo que había en él.

 Vuestro grupo no llamaría más de lo esperado la atención entre los espectadores, siendo que aunque muchos se encontraban concentrados en la arena otros no se contendrían a lanzar miradas al grupo junto con múltiples susurros entre sus compañeros. Por otro lado, ustedes se podrían percatar de que todos aquellos que parecían ser esclavos tenían alguna especie de tatuaje tribal visible en alguna parte del cuerpo, sin cubrir por completo ninguna extremidad pero desprendiendo un brillo celeste.

 La arena en sí era lo que uno se podía esperar: un espacio circular hacia abajo con paredes reforzadas, así como varias puertas, con barrotes altos sobre los muros para evitar que alguien de las gradas cayese a la arena, siendo que del lado de las gradas habían más guardias, los cuales no se habían molestado en bajar un cuerpo que se encontraba ensartado por los barrotes en dirección al balcón. Así mismo, un par de rejas a los lados de la arena, que separaban la misma de un par de pasillos que daban con dos puertas más. Justo en esos momentos, una de las puertas laterales serian abiertas por unos guardias que avanzarían también a abrir la reja de la arena, siendo que pasados unos segundos desde la planta inferior llegaría aquel enano al que Lavinia buscaba: Einar, con cadenas rotas en manos y pies, despojado de su característico abrigo dejandole con el pecho al aire, mostrando así un extraño tatuaje tribal que subía desde su mano derecha hasta su hombro, desprendiendo el mismo brillo "mágico" de color celeste como los demás esclavos, siendo que Einar tenía el tatuaje más grande que habían visto hasta ahora.

 No había que darle muchas vueltas para saber lo que significaba que el enano estuviese entrando a la arena, ganándose el abucheo de todos los espectadores...

Notas de juego

Marquen a Einar a partir de aquí.

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23/03/2021, 02:37
Director

 Una vez regresases a la sala de los esclavos un grupo se acercaría naturalmente a prestarte atención, siendo que a pesar de que en un principio tu presencia no hacía mucho el acto de romper las cadenas que te ataban sorprendería a más de uno.

 Comenzado tu discurso, la sala guardaría silencio para escuchar con claridad tus palabras, siendo que por suerte nos guardias no parecían muy atentos al hecho de que todos los esclavos prestarán especial atención al liberador de esclavos. Las reacciones entre los presentes serían las mismas a las que ya estabas acostumbrado: sorpresa, duda, temor… y una sútil pizca de esperanza. Tu ofrecimiento alargaría aún más el silencio entre los esclavos, muchos de los cuales se miraron entre sí esperando que alguien diese el primer paso… Y los valientes no se harían esperar: varios esclavos extenderían sus cadenas hacia ti, esperando que te encargases de debilitarlas para así poder llevar a cabo tu plan, aprovechando la ocasión para contarte sobre sus vidas y sus motivos para tomar aquellos riesgos con tal de alcanzar su libertad. Habías sido vendido, golpeado, tal vez humillado, y ahora te encontrabas a minutos de enfrentarte a la muerte misma: pero aquellos momentos hacían valer cada segundo del camino que habías decidido tomar, sobre todo cuando todo apuntaba que sería una revolución para recordar.

 Una vez habías hecho los preparativos, los guardias finalmente entrarían en tu búsqueda.

 -¿Qué rayos…? -sería lo primero en decir uno al percatarse de tus cadenas rotas. -. Acero barato… -concluyó a modo de queja, siendo que por suerte no tendrías que buscar explicación para el hecho de que, mientras todos los esclavos estaban encadenados, tú tenías tus ataduras rotas.

 Aquel detalle no parecería importarle en lo más mínimo a los guardias, quienes procederían a sacarte de la sala de esclavos para guiarte hacia la entrada de la arena. Durante el camino, el cual podrías usar para pensar y tal vez rezar, te percatarías de como el tatuaje en tu mano empezaba a extenderse nuevamente, desprendiendo una figura tribal sobre todo tu brazo hasta alcanzar tu hombro: al menos parecía que alguien reconocía tu poder…

 Finalmente, las puertas de la arena se abrirían, y pasarías aquella pasarela entre las gradas hasta la reja tras la cual te esperaba el campo de batalla, siendo que le cuerpo de Vetto continuaba allí ensartado por los barrotes alrededor de la arena, con el colgante del campeón en la mano. La multitud de amos y esclavos entre los espectadores te abuchearon, te arrojaron cosas, y claramente todo apuntaba a que nadie estaba de tu lado, o al menos eso creían ellos, pues no solo contabas con que habrían esclavos que esperarían el momento para actuar, sino que una mirada hacia el público te permitiría percatarte de un grupo muy particular que se encontraba observando tu entrada desde las gradas: Nasai, Tamiel, Azrael… Los tres acompañados por un hombre alto y encapuchado que te resultaba familiar de alguna parte, y la propia maldita sacerdotisa…

 Por otro lado, de momento no habían rastros de Sutr.

Notas de juego

Marca a Lavinia, Nasai y Tamiel a partir de aquí. 

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23/03/2021, 03:19
Director

 Más allá de los cruces y los detalles que habían para memorizar nada más entrar en el coliseo, el gesto de Daemon por acomodarse sus grilletes te llevaría a percatarte de un detalle que la mayoría seguramente habría pasado por alto: desde el interior de la chaqueta sobresalían las puntas de una especie de tatuaje en las muñecas y cuello, siendo que podías imaginarte una especie de diseño tribal, aunque lo especial de estos tatuajes eran que desprendían un brillo celeste. Fuese lo que fuese, el demonio se separaría antes de que pudieses preguntar...

 En todo caso, una vez en las gradas, lo recordarías al fijarte en los tatuajes de los esclavos y el propio Einar. ¿Acaso Daemon...?

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23/03/2021, 14:07
N - O'lupent

     Aunque la señorita hablaba sobre acostumbrarme, aunque sabia lo que estaba viendo ya... al final... no me quedo mas opción que volver a mi estado base para asi tener mas carne que soportar el pútrido sabor ... y evitar vomitar sobre la pequeña en caso de...

   Y....ya... s...si si... lo intentare...- usando mi puño con el cual apretaba el centro de mi cerrada boca mientras me concentraba en relajarme, aunque al ver que querían mi opinión, solo agitaba mi cabeza de arriba hacia abajo a modo de confirmación de las palabras de Schwi.

   Aquella historia... era Fascinante, no solo hacia ver que mi estanque no era mas que un minúsculo punto en un vasto mundo... si no que me explicaba que aquella molestia no era solo un extraño tic que tenia desde mi nacimiento, si no que... era por mi condición demoniaca la que no podia soportarlo ... pero al igual que los venenos... ¿ si uno se adapta y sobrevive...? ¿ se vuelve mas fuerte ?....

    N...no veo el punto d...de querer acabar tus propias creaciones - musitaba luego de que por fin las nauseas se volvían algo mas controlables - uno debe aprender a vivir con sus decisiones... con sus errores.... no solo eliminarlo... y ya - mirando mis manos, luego a mis compañeras, por un breve segundo al extraño cubo... y por ultimo al señor demoniaco - Bffff...

    Saben.... le tengo mucha fe a mis puños - comenzaba a explicar mientras los apretaba dejando escapar un leve sonido de crujir - se que con ellos... por mas guerra... destrucción y caos que pase por encima de ellos... puedo con fuerza... a moldar la tierra... derribar troncos y mover las corrientes de rio... de manera que mi Pantano puede volver una vez mas a ser lo que era... pero - para mirar esta ves tanto a Schwi y Eli - con ellos no puedo sanar... y por mas fuerza que ponga un corte o una puñalada seguirán estando allí - para dejar libre los puños y quedarme con las palmas abiertas - si de esta forma ayuda a que menos problemas tengan ellas sobre sus cabezas - mirando una vez mas al señor- creo que puedo dejar por una temporada mi pantano si se requiere de mis servicios...

Terminando con una reverencia a modo de dar a entender que por mi parte no habia problemas en trabajar para el

  Lo que si...- levantando la vista con cierta luminosidad en mis ojos -¿ que es es... ritual del que tanto habla... ?

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25/03/2021, 13:36
N - Eli

-¿Eres algo más? - pregunté a Vox con completa curiosidad - Como... ¿un cuerpo, una mente, algo físico? P-podría llegar incluso a... ¿abrazarte? - desde luego fuese lo que fuese no me importaba lo más mínimo. Demonio, ángel, ser de la destrucción, amo o esclavo. Con aquel pensamiento dejé claro que lo único que me importaba era poder demostrarle físicamente el cariño que le tenía por tantos años de vida juntos y ayudándome en todo

Pero al ver y mentar aquel objeto, el corazón, me puse más seria - Q-quieres que... ¿lo destruya? - pensé, inocente de mi pues no sabía que sería indestructible hasta la posterior historia de Leviathan. Donde antes de escucharla y agarrando la mano de Schwi para que siguiera sabiendo que estábamos aquí, ayudé a bajar a O'Lupent el cual se transformo.

-¿Hablan de dioses en serio? - me sorprendí mucho cuando de repente al hablar me aislaron un poco, aunque lo entendí, no sabían nada de mi y nunca dije nada de ello, así pues alcé la mano y negué haciendo notar pues que yo tampoco sabían que eran los dioses. Aquel relato del señor demonio puso solución al menos a una gran parte de la duda que tenía sobre dioses y demás cosas, como el hecho de que el "Corazón del Coloso" fuera indestructible, aunque no del todo realmente.

No obstante que terminara mencionando que ocurriría si no nos uníamos, hizo que me erizara por completo poniendo tensa mi cola y orejas observando a todos los demás por si alguno se sorprendía de aquello - ¿C-como lo sabe? - pregunté tras la pregunta de Vox - E-este se-señor... d-da miedo. - Aunque sin duda su oferta no dejaba lugar a dudas que nos estaba dando completa decisión, aunque la salida de no participar no fuera buena del todo.

-Vox... ¿Qué hacemos? El... pu-puede saber quien eres. Pero no me uniré a el si no lo quieres tu... Tu y yo, s-somos uno ahora mismo - negué con la cabeza a modo de que pareciera que estaba ordenando mis ideas - Perdón... Tu y yo, siempre hemos estado juntos, somos una misma unidad - quise pues entonces darle el valor que se merecía - Si quieres averiguarlo, nos uniremos.

Aunque Vox no era el único que me preocupaba Schwi estaba también un tanto apagada y por ello tiré un poco de su mano mirándola con cierto rostro interrogante - Ojalá pudiera hablar para preguntarte que te pasa - aunque mi gesto ya lo preguntaba de por si mismo.

Notas de juego

Depende de lo que responda Vox, Eli dice que si o no, igual si a Schwi le parece bien todo esto

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27/03/2021, 20:12
N - Lavinia Astartea

¿Cómo creen? ¡Nosotros seríamos incapaces de ello! — replicó la maldita sacerdotisa en una sobreactuación que resultaba hasta de mal gusto, esto después de ver que el plan llevado a cabo en conjunto funcionó. Enseguida sonrió a los guardias con malicia pero, sin ganas de invertir más tiempo en ellos, terminó por seguir al que encabezaba el grupo.

Lavinia iba al lado de Gladius pues era el que más fácil se le antojaba para usar como escudo si las cosas se ponían mal, además no caminaba tan rápido gracias a una mezcla de pasos cortos y falta de ganas por correr, incluso tomando en cuenta el motivo que la llevó hasta allá.

Realmente das una impresión muy confiable cuando quieres — respondió a Daemon con una sonrisa tan dulce que casi neutralizaba la acidez de sus palabras. Casi. Sin embargo no por ello sus palabras eran menos honestas, así que la enana realmente no tenía problema en seguir las indicaciones del que parecía más versado en cuestiones de la organización de ese lugar. Como ya habían planeado antes, Astartea esperaría al resto del “subgrupo” para avanzar. — Suerte ~ — además extendió por medio de un canturreo hacia el que se separaría.

Ya en lo que era el coliseo en sí, la también diablesa se sintió como en casa al estar rodeada de vicios, injusticias y seres que aprovechaban su posición para entregarse a placeres exclusivos. Ella a diferencia de Einar no tenía ese odio tan grande por la esclavitud, al fin y al cabo, mas eso no significaba que no viera como inferiores incluso a los acaudalados por el simple hecho de conformarse solo con una posición. En paralelo a la sacerdotisa se le hacía agua la boca solo de pensar en lo conveniente que sería oficiar una misa allí…

Mira, ¿esas marcas no te recuerdan a la de “alguien”? — tras echar un mejor vistazo a los alrededores Lavinia le murmuró a Gladius, y es que independientemente de que el caído contestara o siquiera reaccionara a su comentario lleno de ironía, a ella le divirtió comparar las marcas de los esclavos con la que había visto en el arcángel, aunque desconociera si poseían un efecto similar.

Fue entonces que los ojos normalmente entrecerrados de la fraticida se abrieron de forma obvia, enfocados sin dilación sobre la figura que recién aparecía. En ese momento la expresión sorprendida de la diablesa era digna de enmarcar, sin embargo poco duró, ya que luego volvió a su traviesa sonrisa habitual. — ¿Creen que en el sitio más elevado esté algún objetivo interesante? — preguntó a quienes iban en el mismo grupo que ella, no obstante aquello más que duda parecía sugerencia gracias a una curiosa inflexión de su voz.

No mucho después avanzó hacia el punto más destacable que tuviera cerca, lugar desde donde, agitando su delicada y pequeña mano, intentó llamar la atención del enano sobre el escenario. Los idiotas podrían estarlo abucheando, pero era solo porque no conocían su potencial como ella. — ¡ESE TATUAJE TE HACE VER MÁS ATRACTIVO! — inclusive gritó con un deje irónico que obviamente intentaba provocar antes que adular…

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01/04/2021, 21:41
† Tamiel †

 - Hmpf... 

La intervención de Nazai y Lavinia evitaron que me lanzara sobre aquellos incautos guardias. No obstante seguía molesta por lo que había oído así que me limité a guardar mis armas y pasar junto a ellos sin emitir palabra. Tenía el ceño fruncido y los labios apretados mientras nos adentrábamos en el coliseo. Cada mirada me recordaba el pecado por el cual había sido engendrada y eso me enervaba. 

Por fortuna la busqueda de nuestro pirmer objetivo no resultó un problema en lo más mínimo. En cuestion de minutos llegamos hasta las gradas que rodeaban la arena y allí abajo vimos al enano. - Deberíamos sacarlo de allí antes que las cosas se pongan feas para él...

Murmuré aquello para que quienes nos rodeaban no pudieran oirme, pero tampoco estaba segura de que fuera el mejor plan de acción. Aun había demasiada gente por allí. Lo que no entendía es por que Lavinia no estaba preocupada. Ella había sido la primera en hablar de la seguridad del enano. ¿Sería que confiaba demasiado en las habilidades del susodicho? Tenía que presenciarlo con mis propios ojos...

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08/04/2021, 19:27
N - Nasai Gomen

No me sorprendió que realmente algunas personas ni recordasen mi existencia... de hecho, supongo que siempre es mejor el desconocimiento que el odio, que son básicamente las dos emociones más usuales ante mi persona. En fin... parece que mi "estratagema" si es que la podía llamar así funcionó, sobretodo por las palabras de Lavinia luego. Al final nos dejaron pasar, permitiendonos acceder al complejo, el cual traté de ir memorizando mirando en todas direcciones... pues más o menos esa era mi función: saber que lugares había para crear luego portales. No dije nada, pero parecía que Daemon sabía muy bien por que pasillos ir para llegar a muchas partes diferentes... me fijé entonces en aquello de él, aunque no dije nada... como más o menos siempre, no fuera que si dijera aquello en voz alta se fuera a enfadar.

No parecía que los guardias del lugar estuvieran muy interesados en nosotros... en verdad no parecían interesados en nada. Yo andaba como siempre temblando y temeroso, como casi sabiendo con seguridad que en cualquier momento me pasaría algo malo, como era costumbre en mi vida... y sobretodo ahora mismo que estabamos rodeados de... tantas cosas moralmente cuestionables. Y aunque no quisiera, tendría que mirarlo todo, para saber donde colocar portales en caso de ser necesario.

A lo-los de Da-Daemon...- dije en voz baja cuando escuché a Lavinia hacer esa pregunta... pero estaba tan concentrado en observar mi alrededor que no me percaté de que la pregunta no era para mi, y al darme cuenta, me puse nervioso y con cara de saber que había dicho una cagada -¡N-no he di-dicho na-nada!- dije nervioso y sudando mientras temblaba con incomodidad. Quizás si me callaba y no volvia a hablar lo olvidaban.

Luego de eso... la verdad es que no tardamos en llegar hasta donde queríamos llegar... hasta encontrar al enano compañero de Lavinia. Pero... lo hicimos viendolo entrar en el coliseo... lo cual desde luego no parecía una buena señal. Escuché a Tamiel y asentí con la cabeza -¿Pe-pero que?- no pude evitar preguntar... algo me decía que si sacaba al "luchador" con un portal... nos iban a tirar al campo de combate de una patada.

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09/04/2021, 13:58
N - Einar Stälnve

Mis cartas ya estaban sobre la mesa y si aquella revolución en los aposentos de los esclavos, fuese llevada a cabo o no, ya no era algo que el pudiera resolver bajo sus propios medios, solo dejar aquella decisión en esas personas; intentar liberarse con riesgo a morir en el intento, o vivir como esclavos sin saber cuando sería el momento en el que sus amos se cansarían de permitirles tomar un nuevo aliento. Aunque tras escuchar sus historias, al menos podía tener en claro que aquellos cautivos, no pretendían serlo por mucho mas tiempo, solo saber eso ya me tenía lo suficientemente animado, al punto de solo encogerme de hombros cuando los guardias notasen que ya no me encontraba encadenado.

-Muy mal, si no fuera por ustedes, ya me hubiera escapado.-

Seguro ya se tenían la fe suficiente mis carceleros como para asumir que mi intento de escape, fuera cual fuese, ya estaba frustrado una vez conociese al campeón, contaba con ello y solamente me deje llevar rumbo a la arena. Mantener la atención sobre mi era mi tarea y por lo visto, no sería una labor difícil de mantener. Aunque me resultase curioso el como ese tatuaje escalaba por mi brazo, indicando el haber sido reconocido mi valor, poder, o algo mas, que no estaba tomando en cuenta aun; no importaba tanto aquello en comparación al instante en que pude sentir la energía del público tras dar el primer paso dentro de la arena.

Los abucheos de parte de los esclavistas, la basura, frutas, vegetales, piedras y demás objetos que pudieron lanzarme, desde mi perspectiva, era como si estuvieran lanzándome rosas y cada grito en el que me deseaban una horrible muerte, lo recibía como un vitoreo a mi causa. Que aquellas lacras sin poder verdadero se sintieran tan seguros como para intentar causarme molestias solo lograban el efecto adverso, provocaban que mi rostro se mostrase de lo mas emocionado. Una gran sonrisa hacía relucir mi dentadura entre los negros bellos de mi rostro y pronto mi estridente risa buscaría romper con los abucheos ya fuera que lo consiguiese o no.

-Gracias por traerme, les aconsejo irse antes de que resulten heridos.- Aquel camuflado consejo sería aclarado, al igual que mi garganta, antes de señalar a las gradas desde donde me eran arrojados aquellos objetos. -La lluvia esta fuerte hoy.- En el fondo me estaba burlando de ellos, hasta les estaba diciendo lo que estaba ocurriendo y para estos momentos, me resultaba imposible que llegaran a poder evitar el fuego de la rebelión antes de que este se expandiera.

Volvería mi vista hacía mi público y les daría el gusto de no verme sucumbir a sus insultos mas que con un gesto de alzar ambos brazos al cielo, haciendo relucir aquel tatuaje y gritarles a todo pulmon.

-!!DISFRUTEN ESTE SHOW BASTARDOS, SERA EL ULTIMO QUE LES DE!!!.-

Y finalizaría mis palabras con una de risa igual de estridente, incluso mayor que la anterior por momentos. Aunque por ahora no podía ver a mi oponente en la arena, podría disfrutar un poco mas de mi tiempo de vida al no solo soltar mi última provocación a ese apestoso sistema que unos pocos impusieron sobre los demás, sino que sería bendecido al oir una voz familiar resonar entre tantos gritos, quizás la misma hubiese pasado desapercibida de no haberla visto entre la multitud. Aquella silueta menuda pero esbelta y de tentación, sus ojos que ya tenía bien grabado su brillo en mi mente y alma, así como esos cuernos que siempre eran mas que apreciados me provoco la sonrisa quizas mas insuflada de alegría y emoción, al punto de llevarme a gritar una vez mas, esta vez siendo la mas intensa de todas.

Me había venido a ver, ahora si que no podía hacer algo tan ridículo como morir como un mártir, tenía que salir vivo a toda costa aunque mi oponente fuera Sutr.

-MIRENME BIEN, HARE DE ESTE SHOW EL MEJOR DE MI VIDA.-

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10/04/2021, 06:16
Director

 -No sabría responderte con seguridad… Realmente no se hasta qué punto podemos confiar en el demonio, pero tengo curiosidad por saber lo que nos puede decir… Por entender quién soy, y que te puedo dar para corresponder tus sentimientos más allá de simplemente aconsejarte… -concluyó la voz en la cabeza de Eli, dando a entender que, al igual que ella, deseaba demostrarle el cariño que le tenía, uno que le haría soltar una leve risa, en medio del disguto, al escuchar como la gata le preguntaba si destruía aquellos objetos. -. Sería agradable, Eli, pero no creo que puedas hacerlo. Mejor dejemoslo así.

 El asunto relacionado a los dioses parecía ser igual de sorprendente para ambos, aunque cada uno encontraría algo en las palabras de Leviathan para centrar su interés.

 Las palabras de O´lupent, llenas de voluntad y motivación, dejarían clara su posición respecto a sus prioridades: las dos chicas allí presentes, siendo Schwi quién expresaría cierta alegría por sus declaraciones dedicándole una ligera sonrisa, antes de volver su vista hacia Eli a la espera de su respuesta, siendo que antes de verla la gata ya se encontraría tirando de su mano para llamar su atención. La chica simplemente le sonreiría, como intentando qu no se preocupase más por ella y decidiese por sí misma.

 -Hay muchas personas poderosas, Eli… Él claramente es una de ellas… -concluyó Vox como explicación a que el hombre supiese de su existencia dentro de la chica. -. Tú también tienes dudas, ¿cierto? Si realmente somos dos… Soy consciente de mi existencia, pero no de mis orígenes, y si ese hombre realmente puede confirmar mi identidad… Te pediré que lo sigamos. Pensar en que pueda recordar qué soy me trae esperanza de algún día podamos hacer algo más que comunicarnos de esta manera…

 Con las dos personas más importantes para ellas aparentemente apoyando la idea de unirse a Leviathan, Eli acabaría aceptando con un asentimiento de cabeza, ganándose unas caricias en la cabeza por parte de Schwi.

 -Fantástico, no se arrepentirán -aseguró Leviathan con una sonrisa, fijándose entonces en O´lupent y su natural curiosidad por el tema que había mencionado. -. Oh, por supuesto, les contaré todo de inmediato, pero preferiría llevarlos a un lugar donde puedan estar más cómodos. ¿Me permiten? -y tras extender sus manos a los tres, siendo que Schwi les tendería una mano a cada uno para que tomasen las suyas y así de alguna manera transmitirles confianza, aunque eso significase que igualmente tendrían que tomar las de Leviathan.

 Una vez los cuatro estuviesen tomados de las manos, el cuerpo de la serpiente se deformaría en una esencia sombría que se expandiría a vuestro alrededor hasta encerrarles en una completa penumbra, por no más de unos instantes tras los cuales se disiparía y Leviathan se volvería a formar, ahora revelando que se encontraban en otra parte, lejana a aquella sala llena de cosas inquietantes…

 Ahora se encontraban en una alcoba elegantemente decorada por un suelo de madera y paredes de roca. Detrás de ustedes había una puerta de madera, cerrada, y al otro lado la habitación en sí, con una librería al fondo que ocupaba casi toda la pared, dejando únicamente un espacio en una de las esquinas de la habitación que era ocupada por una cama. Junto a la librería había un escritorio, con su respectiva silla, repleto de algunos documentos y papeles, los cuales por alguna misteriosa razón no salían volando por el viento que entraba por la ventana; desde ella podrían fijarse en que estaban un par de pisos más alto que en el balcón de antes, teniendo otra majestuosa vista de la ciudad.

 -Muy bien, lo tenía por aquí… ¡Aha! -y tras revisar un poco la librería, Leviathan sacaría un par de libros similares a los que en un momento le vieron usar en la biblioteca, tratándose de una especie de diarios, los cuales abundaban en aquellas estanterías... -. Veamos… Comenzaré primero con el sapo, ya que lo suyo puede ser de utilidad para algo de la gata -explicó antes de dejar uno de los libros sobre el escritorio, empezando a ojear velozmente las páginas del otro. -. Existen historias sobre una criatura legendaria que habitaba en un escondido pantano en Nekrodum, una que según los relatos tenía un poder capaz de desafiar a los mismos dioses de encontrarlos. Por supuesto, fui en su búsqueda para confirmarlo, y de alguna manera resultó ser verdad. Era una criatura horripilante, indescriptible, tan asquerosa que ni siquiera Lilith, la sucubo que les llevó a la biblioteca, se acostaría con ella; y crean cuando digo que ella se acuesta con todo lo que pueda. El caso es que, conversando un poco, la criatura estaba interesada en otorgar su poder a aquel que, irónicamente, tuviese relaciones con ella.

 -¿P-Por qué una criatura con un poder que rivalizaría con las deidades querría eso…? -se atrevió a preguntar Schwi, entre una mezcla de asco y vergüenza.

 -Porque estaba desesperada, ¿por qué más? Su olor era putrefacto, su tacto pegajoso y sucio, y al ser única en su especie no había nadie más que quisiera tener algo físico con ella por voluntad… -aclaró Leviathan.

 -Entonces, tú…

 -¡Oh, claro que no! -le interrumpió de inmediato la serpiente. -. Ni por el poder del rey divino me habría acostado con esa cosa -respondió con cierto tono bromista. -. Dejando de lado su particular deseo, y su terrible aspecto, tenía una actitud muy elegante y caballerosa -su mirada iría momentáneamente hacia O´lupent antes de volver a las páginas del diario. -. El caso es que, con el paso del tiempo, hubo alguien tan desesperado como para encontrar a la criatura y aceptar su trato. Se acostó con la criatura, y obtuvo su poder, uno que al parecer a partir de allí podría heredar a sus descendientes: el Sello Maldito -anunció, a la vez que su sonrisa se volvía ligeramente maliciosa. -. El hombre obtuvo el poder de sellar, o liberar, prácticamente cualquier cosa, pero la utilidad más grande de este don era la de que aquellos con los que hiciese un trato estuviesen obligados ciegamente a cumplirlo, sin posibilidad alguna de que pudiesen traicionarlo, dado que el trato estaba “sellado”; igualmente, nadie podía hacer tratos con él que no pudiesen cumplir. En un mundo donde las mentiras son un don, que pudiese evitar ser traicionado le otorgó grandes riquezas y estatus, uno que no duró mucho luego de su muerte… Este hombre durante sus tiempos de gloria tuvo una hija, una a la que preparó para recibir el poder que se le había dado y que así pudiese continuar con el linaje de su padre, pero lo que este hombre no sabía era que aquella chica no era su único descendiente.

 -Acaso... -Schwi parecía haberlo deducido de inmediato, sorprendida.

 -Sí -le confirmo sonriente el hombre. -. La criatura con la que se acostó se embarazó de él, y dio a luz a un hijo antes de morir. Ese hijo eres tú, O´lupent -señaló al batracio. -. Por tu linaje, tienes el derecho a reclamar el Sello Maldito, pero para hacerlo debes llevar a cabo un ritual en el cual… -haciendo una ligera pausa para pensar, cerraría el libro. -. He de suponer que tu hermana interfiere. Si alguno de los dos intenta reclamar el poder mientras el otro siga vivo, seguramente sufrirá efectos secundarios devastadores, y ni siquiera sear capaz de usar por completo la maldición, tal vez solo una parte...

 Tras aquellas declaraciones, Schwi se fijaría en O´lupent esperando su reacción, fijándose entonces en Eli antes de añadir hacia Leviathan.

 -¿Y qué utilidad podría tener ese don para Eli? -preguntó, recordando las palabras del hombre.

 -Sencillo: con ese poder, O´lupent podría romper el sello que mantiene a la entidad encerrada dentro de la cabeza de la gata, aunque deduzco que tendría que romper un par de capas primero… -tomando una expresión más seria, pensativa, se fijaría en Eli. -. La voz en tu cabeza no debe tener cuerpo que puedas imaginar, ni recuerdos que te pueda contar… Una vez pueda mostrarse fuera de tu cuerpo, y recordar quién es, seguramente O´lupent pueda desligarlo de ti para que vuelva a ser quién realmente es, sin estar atado a ti: eso, claro, si consigue por completo su don...

Notas de juego

Lamento la tardanza.

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10/04/2021, 15:11
Director

 -Hmph… -para sorpresa de nadie, Gladius, aquel hombre que para Einar no era más que un encapuchado que acompañaba a la maldita sacerdotisa como un silencioso guardián, no diría absolutamente nada ante la pregunta de la misma, más lejos de ignorarla, como si haría ante la observación de Nasai, se llevaría una mano al pecho, donde tenía aquella zarpa marcada ahora cubierta por la túnica. -. Son completamente diferentes… -le corrigió el hombre, tomándose un poco literal la pregunta de la enana.

 Por otro lado, Azrael no pasaría por alto el comentario de Nasai, mirándole visiblemente curioso antes de que este negase haber dicho algo. En este punto cualquiera podría estar acostumbrado a que el chico se disculpase incluso por respirar, siendo que no le daría más vueltas y volvería su atención al enano en la arena.

 Dejando de lado la atención que recibía el grupo venido del castillo por las personas cercanas, y un poco más allá debido al grito de Lavinia, realmente la mayor parte del público, y los guardias que custodiaban el lugar, mantenían su atención en aquel esclavo enano, cuyas decididas palabras no harían hacer más que intensificar los abucheos.

 Pero entonces, más pronto que tarde, los guardias abririan el otro lado de la arena, por cuyo pasillo entraría un hombre que rápidamente haría cambiar la emoción del público.

 -¡Reaper! -gritaban los espectadores. -. ¡Reaper! -repetían, una y otra vez.

 Aquel al que apodaban “Destripador”, no era otro que un hombre pelirrojo de complexión delgada, quien avanzaba con la vista fija en la arena llevando sobre sus hombros la gruesa capa perteneciente a Einar. Una vez dentro del campo de pelea, y que los guardias cerrasen la reja detrás de él, dejaría caer la prenda superior para revelar su torso descubierto, lleno de cicatrices y marcas de anteriores peleas, así como esos tatuajes tribales que en su caso escalaban por ambos brazos y parte de su torso, siendo el más grande que Tamiel y sus acompañantes habrían visto hasta ahora. Utilizaba también unos pantalones rasgados, e iba completamente descalzo, llevando unas largas cadenas que unían sus manos y sus pies.

 -... -aquel pelirrojo era animado por los espectadores, pero a diferencia de Einar no expresaba ningún tipo de sentimiento al respecto.

 -¡Acabalo! ¡Destrozalo! ¡Mutilalo! ¡Sacale las tripas! -entre muchas otras, el público lanzaría una variedad de terribles peticiones al pelirrojo, obviamente con el enano como objetivo, más de momento aquel cuyo nombre no era más que un apodo se limitaría a quebrar sus cadenas con un fuerte tirón, para continuar dirigiendo una mirada hacia el balcón que sobresalía en la cima de aquella sala. -.

 A diferencia de lo que uno esperaría de un combate en una arena, aquel que tenía aires de ser un asesino aclamado por el público no parecía tener intenciones de atacar a Einar: más bien no parecía tener intenciones de hacer nada en particular, siendo que tras varios segundos de ver el balcón, sin encontrar nada en particular, volvería su atención al enano, en completo silencio...

 -Ese hombre... -comentó en voz baja Gladius al grupo que le rodeaba. -. Tiene el mismo olor que el rey divino... -reveló, siendo que a partir de allí podrían sacar sus propias conclusiones.

Notas de juego

 Muy bien, Einar, el pelirrojo te sede el inicio completamente, por si deseas atacar o hacer alguna acción aparte de hablar.

 Lo mismo va para el resto, el pelirrojo solo actuaría si alguien hace algo que le haga hacerlo.

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10/04/2021, 17:00
Director

 Además de los sentimientos que te podían causar naturalmente toda aquella situación, la llegada de aquel pelirrojo empezaría a remover tu interior de una manera en la que ni siquiera Leviathan molesto lo habría hecho. Desde antes de que Gladius mencionase su olor, algo dentro de ti ya te decía que era alguien peligroso, alguien que ocultaba algo en su interior, alguien que provocaba una extraña mezcla que inquietud y ansiedad inexplicables...

Notas de juego

 ¿Avispado...?

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11/04/2021, 11:10
N - Lavinia Astartea

Tal como en el caso de Azrael la maldita sacerdotisa notó el comentario de Nasai, solo que a diferencia del albino ella sí que se interesó incluso cuando el seguidor de Leviathan intentaba negar sus propias palabras. La enana estaba por comentar algo al respecto cuando el arcángel caído la interrumpió. — Oooh, ¿en verdad? Pues vaya —Lavinia contestó, huelga decir que sus palabras no podrían ser más vacías — Pensaría que es una lástima, pero todo parece indicar que acabo de enterarme sobre otra cosita interesante — agregó casi enseguida al tiempo que esbozaba una maliciosa sonrisa; para ese momento la diablesa ya no estaba hablando con Gladius precisamente, sino más bien a modo de autorreflexión, ¿pero acaso valía la pena dejárselo ver al grandote en su estado actual?

Tampoco pudo ignorar a la inquietud de Tamiel, pues al igual que ella Astartea estaba preocupada por el enano… aunque quizás en mayor medida. Tras gritar su peculiar frase hacia Einar la tentadora volteó para ver a la hija de la serpiente. — Deberíamos, sí, en especial ahora que con esos gritos ha conseguido la atención de la mayoría… — murmuró llena de malicia, y es que si bien confiaba en el predicador ciegamente, hasta ella le había sorprendido la facilidad del capturado para volverse uno de los focos del interés del vulgo, incluso si era de forma negativa. Con eso y la aparición del mentado “Reaper” deberían tener suficiente cobertura al menos por unos minutos.

Conociendo a Einar, debe haber estado predicando sobre la libertad con cada desgraciado que haya entrado en contacto con él, bien podría ser buena idea que Gladius y yo vayamos a buscarlos y quizás a inquietarlos más mientras que ustedes miran lo que hay allá arriba, de ese modo hay grandes probabilidades de desatar el caos, y además… — huelga decir que la enana estaba hablando basada solo en suposiciones, pues acorde al vínculo que tenía con el predicador esperaba y casi podía asegurar que había estado promoviendo la revolución, por eso estaba tan animado antes incluso de verla, y si su apuesta era correcta, le tocaba entonces aprovechar las mentes inquietas de los esclavizados para ofrecerles algo que apreciaran incluso más que la libertad; tal era el modus operandi de su culto.

A pesar de lo anterior las palabras de la hedonista se vieron coartadas por Gladius apenas este indicó el aroma del que era animado por los idiotas. — ¿Entonces ese es…? — a causa de ello Lavinia volteó con una extraña mueca en su rostro, pues era mezcla de sorpresa y preocupación. Llegada a ese punto, vale mencionar, la mañosa parecía haberse quedado sin palabras…