Lujuria sigue sentada y comiendo mientras mira a sus pecaminosos hermanos. Desde el principio ya estaba segura de a quien tenía que votar, pero verles discutir por banalidades eran tan divertido, que no puede parar de sonreír mientras los mira.
-Oye Gula, ¿no tendrás algo de Sushi por aquí, no?- le pregunta con una sonrisa.
Es lamentable que con tu divertida actitud y creativas canciones no tengas amigos Obsesión... comento con una sonrisa maliciosa. Pero no por eso puedes decir que los demas son como vos. Yo por mi parte soy amigo de Locura y por su parte unas cuantas de sus personalidades tambien me tienen como su amigo. dijo con una cara apacible que supuestamente mostraba la verdad en sus palabras.
Acaso por eso nos traicionaste querida, por no conseguir amigos entre nosotros? pregunto casi riendo, dejando ver que ni el creia su propia pregunta.
La muerte aparece nuevamente entre ustedes, y lee las votaciones que han puesto en la URNA.
Intolerancia ha tenido la mayoría de los votos, y ella deberá acompañarme donde no ocurre nada.
Intolerancia
Al alba nos despertamos con la cabeza pesada.
Algo le pasaba al aire, nos endurecía. Las manos
y la garganta nos dolían, nos levantamos a duras penas.
Sentíamos ahogarnos, nos despedazaríamos.
Se había alcanzado la intolerancia universal.
En los ojos del espejo rebosaba a fondo el odio.
El café se sobró. Tragábamos sin mirarnos.
En el portal nos cruzamos con una creciente hostilidad.
En la parada la indignación desbordó los límites.
Los lugares de trabajo se asemejaron a trincheras.
Granizaron ofensas y acusaciones, llegó el diluvio.
Al mediodía perdimos el control, estalló
la guerra. Cogiéndonos por el cuello, nos golpeamos.
Al anochecer nos aniquilamos. Exterminados.
Rada Panchovska
Siendo la suerte de Intolerancia, este camina delante de todos con la frente en alto y con rabia en su corazón, pues nunca toleró a ninguno de esos inutiles e incompetentes que le decidieron votarle.
La muerte coloca su mano huesuda en el hombro, y el ente del mal se torna gris. Su cuerpo inicialmente parecia una estatua, hasta que el viento lo evaporó quedando de el solo una mole de polvo negro.
Pasamos al turno nocturno.