Partida Rol por web

Pereza se encontraba bebiendo con elegancia, mientras todos parecían armar un gran desorden. Sonríe y escucha a Locura. Eso le sorprendía y sólo alguien como él la invitaría a bailar.

Pereza sonríe y se para con sutileza y elegencia. Era una dama distinguida y era algo que no podía dejar pasar. Si pausa pero sin presa se acerca y le dice - Oui, monsieur. Pero recuerda que estás con una dama para bailar - le extiende su mano para que la tome y camina a su lado para bailar al ritmo de la curiosa canción de Obsesión.

De repente una figura de vestimenta negra entra al bar. Todos quedan en total silencio.

 Era la muerte la figura oscura que todos los entes respetan. La muerte no es buena, ni es mala. El el ser más neutral de todos, pues tanto a los buenos como a los ricos les llega su hora. No es una maldición, es un mensajero.

Los humanos presentes en el bar el infierno no la ven, pero para ustedes es como si se hubiera paralizado el tiempo.

Ella los mira a todos. Buenas noches, supongo- dice con una sonrisa- les traigo un mensaje entes aferrados a la humanidad.

Egoismo miró con cierto respeto la figura que acaba de aparecer en el bar, pero tras ver que se dirigía a todos y no a él en concreto, ese respeto se fue transformando de forma rápida en total indiferencia. Si no iba con él la cosa, todo iba bien y no le importaba lo más mínimo.

Le dio otro trago a la botella.

Oh, Mademoiselle Pereza, dejemos que salte el contestador y sigamos bailando. No está suave la luna esta noche? Tal vez sea importante pero nada se puede comparar a la actividad que esconden vuestros maravillosos ojos. Quizá deberíamos escuchar. Silencio, estoy bailando. Vale tu sigue bailando y yo escucho. Me parece bien.

Parece. Hace una pausa tras observar su reacción. Que poco les sorprende mi presencia, o … no les importa. Dice de manera calmada. Ciertamente ustedes no me temen, pues no pueden morir, pero he de decirles que llego el tiempo del cambio, la lucha entre el mal y el bien.

• Señala con su mano huesuda-

Mi deber es llevarlos al Paraiso, donde todo comenzó y ahí poder determinar  el  ganador:  la luz o la oscuridad.

Muestra ante ustedes una gran luz.

Prepárense, algunos de ustedes cambiaran al pasar por esa puerta.

Y así como los humanos describen la muerte, el pasillo, la luz al final del túnel se les presenta a todos. Sin que lo quieran los absorbe. Y los lleva a un sitio nuevo.