Partida Rol por web

Las armas iban de mano en mano con la misma facilidad que a Ned se le iba la pinza o el porreta se fumaba unos de sus canutos, por lo que cuando vio su oportunidad, la rubia patinadora recuperó su pequeña motosierra, y con la decisión enmarcada en su mirada, tiró de la cadena para hacerla rugir. Luego, se lanzó sobre los dos zombies que los acosaban, y de sendos movimientos, separó sus cabezas de sus cuerpos seccionando sus cuellos de un limpio y eficaz corte.

- Ale, a pastar con los gusanos. - dijo, antes de acercase a la moto para hacerse con la máscara que caía de uno de sus lados, allí donde colgaba una especia de bolso oscuro. - Mira por donde el zumbao no lo ve todo. - pensó en referencia  a Ned, que ya había registrado la moto y habia pasado por alto algo como aquello. - Neema, camino limpio, larguémonos!

- Mecagontó Ned, la grande es la mía, joder!!!, es mía, yo la compré, es mi rum rum, hace el amago de dirigirse al flipao pero al estar tanta gente junto a él se queda en la esquina sollozando.

- Es mía, lo sabes, es mía, no es justo, sabes que la quiero, mientras sus compañeros parecen tenerlo olvidado allí arrinconado.

En un par de minutos y algo más recompuesto vuelve a la acción, sus ojos están rojizos e inyectados en sangre y su mirada es de una furia palpable, saca el bumerang de la mochila y lo lanza a lo lejos mientras sigue diciendo entre dientes, - es mía, mía...

Cuando el arma arrojadiza vuelve a sus manos está ensangrentada y habiendo cumplido su cometido se ensaña con los engendros que están atontados mas abajo; - mía, mía, mía, mía, mía, mía...

-¡Trae acá de una vez! Aprovechando que estaba desprevenido, Neema se hizo con la llave inglesa de Ned antes de que el muy cafre acabase provocando una inundación.

-Excelente, todo lo el mundo -animó a sus compañeros. ¿Pero qué decís que se nos ha perdido aquí? ¿Nada? -preguntó dramáticamente, fingiendo una nocencia extrema. Y pronto recuperó su actitud de siempre, directa, severa y rotunda. Ya me lo parecía... ¡Pues entonces a gastar suela todo el mundo!

Sin embargo la alegría por estar ya a punto de abandonar aquella plaza se le congeló en el instante en el que vio aparecer por un callejón a una abominación descomunal.

-¡Tened cuidado! ¡Tenemos a una abominación justo encima! ¡Daos prisa! ¡Rápido, rápido! Sabía que una retahíla de órdenes redundantes no iba a lograr el milagro que hacía falta para que aquella bestia no bloquease el camino, pero no pudo contenerse.

El grupo de supervivientes había funcionado como una máquina perfectamente engrasada, pero los zombies no se fijan en ese tipo de cosas. Ned, Wanda, Troy y Josh volvían a estar rodeados, completamente rodeados para ser exactos. ¡Y esta vez incluso una abominación participaba en el asedio! Ni la motosierra que acababa de encontrar Ned ni la sempiterna recortada de Troy podían nada contra esa monstruosidad.

Del incendio, además, seguían surgiendo zombies en llamas totalmente ajenos al despilfarro de agua con que los supervivientes conseguían mantenerse a flote entre tanta -y tan grave- amenaza.

Después de todo, quizás las locuras de Ned no fuesen más que un mal necesario en aquellos tiempos que les había tocado padecer... O, al menos, así se autojustifica Neema cuando volvía a hacer uso de la llave inglesa para liberar un bestial chorro de agua que, mal dirigido, bien podría resultar letal si alcanzase a un humano.

-¡Aprovechad ahora, maldita sea! ¡Vamos, atajo de tortugas! So tan sólo pudieran alejarse de ese infierno en que se había convertido la plaza, quizás el resto del plan podría llegar a ser hasta sencillo.

-¡¡El que no llegue hasta aquí antes de que esa cosa se levante, se la carga!! -medio bromeó para quitar hierro a la desesperada situación. ¡Y, el que pueda, que coja al vuelo algo de lo que hay en ese monivolumen!

Wanda no se la iba a cargar, de eso estaba segura, por lo que en cuanto el agua hizo su trabajo, aturdir a la mole que les acechaba, puso a rodar sus patines, y con suma agilidad, se deslizó a través del mojado asfalto y los inútiles zombies, alcanzando a Neema y llegando incluso a sobrepasarla, hasta que se vio invitada a frenar, pues otros dos caminantes le cerraban el paso directo al edificio donde sin duda debían entrar.

Con un suspiro de resignación, la excamarera sacó las dos pequeñas pistolas que fueran del inmaduro porreta, y ejecutó dos disparos con cada una. ambos inútiles, pues aquellas balas parecían de juguetes y solo lograban arrancar, de forma casi inapreciable, algunos pedazos de carne podrida de sus victimas. - Menuda mierda. Parecen de juguete. - masculló, mientras se preparaba para recibir a los zombies con su pequeño motosierra. - Con esta la caso no irá igual...

Josh sigue a las féminas sin mucha convicción y muy a su pesar no puede obtener su preciada motosierra pues Ned no le ha hecho ni puto caso.

Los zombis están aturdidos cosa que aprovecha para rebuscar en la furgoneta por si tocara la campanilla, aunque no es así se queda bastante satisfecho; - algo para poder comerciar con Ned, así que le hace señas al resto del grupo para que avancen y él se reúne con Neema dejando a Wanda sola y rezando porque aparezca algún nuevo engendro y se la coma de una puñetera vez.

Troy se deslizó entre las piernas de la abominación, usando el agua como propulsor para llegar hacia el resto del grupo, y corrió hasta donde estaba Wanda, al escucharla disparar.

- Pero que haces? Asi no se dispara. Mira, lo haces asi!

Apuntando su escopeta hacia el zombi mas cercano, Troy lo hizo volar en padazos.

-¡¡Arrgghhhhh!! ¡Mi moto, que no tenía manillar...! ¡Mi sierra, que no estaba nevada...! Al arrebatarle Wanda su semi-inútil tesoro, Ned se quedó un rato haciendo matices dramáticos mientras el resto de sus compañeros ponían tierra por medio entre ellos y los zombies.

Cuando ya Neema estaba a punto de pegarle uno de sus gritos, el pirao recupero la cordura momentáneamente y él mismo salió por piernas hacia donde estaban los demás: estaba loco, pero no era del todo estúpido al fin y al cabo.

-¡Buá, menudo riflaco, flaco! -intentó camelarse a Josh al ver lo que tenía en las manos. A ti si que te lo han pasao bien pasao... ¿No querías la motosierra? ¡Te la cambio! ¡Es mucho mejor que el rifle, saldrás ganando!

El grupo de supervivientes pasó de estar completamente rodeado a hallarse a la cabeza de un pelotón casi incontable de zombies. ¡Todo un avance! Y por si no bastara, Wanda acaba de descubrir que, al contrario que los diamantes, las armas que uno se va encontrando por ahí cuando los zombies toman el planeta no son para siempre.

El próximo paso es adentrarse en lo desconocido. O, por lo menos, en el primer edificio que les cierra el paso a la entrada del centro comercial.

Ni siquiera Neema fue capaz de prever la insólita escapada de ese zombie que se hallaba ahora a escasos centímetros de la espalda de Ned. Pero al menos sí sabía cómo reaccionar ante aquella eventualidad.

-¡Tenéis a uno detrás, imbéciles! ¡¡¡Y de los que están ardiendo!!! -comunicó a la pareja. ¡Dejaos de tejemanejes absurdos y que alguien se encargue de él!
 

Wanda tenía claro que debía ser Troy quien abriese la puerta, pero la camarera no era mujer a la que le gustase esperar, y viendo llegar la horada de zombies, y en particular el que despedía llamas como si se tratase de una hoguera móvil, se puso rápidamente en marcha, levantando su pequeña motosierra mientras patinaba dirección al edifico. De un rápido movimiento de sus brazos seccionó el cuello del zombie que parecía custodiar la puerta, y acto seguido clavó fresnos frente al puerta antes de emplear su arma para destrozar la maldita cerradura.

- Puerta abierta! - gritó para que todos, y más particularmente Neema, estuvieran al tanto. - Y no hay mucho de esos desgraciados, - continuo mientras se colaba en edificio-.  Bueno, solo unos pocos, - rectificó al ver al gordo y sus compinches varias habitaciones más allá.

La rubia será una golfa pero cojones no le faltan y con esos patines corre más que un perro atacado de pulgas; aunque antes me muero de ganas de probar la motosierra que me ha pasado Ned, así que la arranco y me abalanzo a por el zombi en llamas cortándolo en pedacitos.

- Joder Ned va de fábula la mierda ésta, le hace un gesto elevando el pulgar a modo de gratitud antes de salir por patas hacia la casa.

- Que pasa rubia, me echabas en falta eh?; la increpo mientras rebusco un poquillo obteniendo un paquete de arroz, - toma que bien, nos vamos a cascar una buena paella con esto.

Por una vez y posiblemente debido a su nueva adquisición el quinqui se muestra bastante amable con Wanda.

-¡No! ¡No! ¡No! ¡Para nada! -gritaba histéricamente Ned mientras Neema y Josh trataban de desembarazarse de aquel corredor en llamas cuyas energías no parecían tener límite.

Cuando cesó el escándalo tanto de la motosierra como del pirao, sólo éste último conservaba el pellejo intacto.

-¡Camaradas! ¡Si gritas mucho no pueden hacerte nada! ¡Así que gritad! ¡¡Gritad!! ¡¡¡GRITAD!!!

Allá iba, rotando alegremente hacia el interior del edificio. La guinda del pastel fue cómo el muy sociópata se las arregló para improvisar una mira telescópica para su nuevo rifle usando como materias primas la escobilla del retrete y un cacho del espejo de la pileta.

-Ahora ya lo veo todo más claro... -deslizó a media voz con el cañón de su arma apoyado sobre los hombros de Wanda y Josh, que estaban codo con codo formando una idílica estampa.

La extraña lógica del excéntrico pelirrojo hubiera podido resultarle a Neema incluso divertida, si no fuera por el dolor de las heridas que acababa de recibir. Sin embargo, ni corta ni perezosa alzó la recortada que seguía asiendo con su mano izquierda y descargó plomo a bocajarro sobre otro de los zombies en llamas que se aproximaban, reduciéndolo a un montoncillo de cenizas.

Maldito loco... Cada vez que creo que lo tengo bajo control, encuentra una nueva forma de putear al grupo entero.

Aunque llegaba de última a la fiesta que estaba a punto de montarse en el nuevo edificio ya tenía una idea clara, gracias a los gritos de Wanda, de cómo debía desarrollarse la escena. Y así, mientras apremiaba a Troy a entrar por la puerta que estaba cubriendo, su garganta estaba preparada para volver a darle instrucciones vitales a su peculiar pelotón.

Troy caminó hacia donde estaba Neema, que estaba pasando a todos tras una puerta.

-Espera! Antes de entrar, me cargaré a este! Dijo, disparando al zombi despistado que quedaba, mas este evitó el disparo, haciendose a un lado de una manera peculiar.

-Que raro... Se habrá descompuesto? Pensó en voz alta, mientras pasaba por la puerta, para ver a Ned cargando un magnífico cuchillo.

-Quizá es momento de alternar armas. Eh, tu, el de lentes! Te vas a cortar un brazo con eso, o peor. Damelo antes que le piques a alguien el ojo.

Troy le quitó el machete a ese despistado, y se recargó junto a la pared de la puerta, esperando a que entraran los inquilinos no muertos del lugar.

Violentado el acceso al edificio, los zombies campan a sus anchas mientras los supervivientes tienen que conformarse con cerar filas en la única habitación segura. ¡Y que ya no lo es! Un muerto viviente que parece haberse tragado de un solo bocado a varios de sus escuálidos compañeros entra por la puerta como una exhalación. Por suerte tanto Wanda como Josh están con sus motosierras preparadas, pero nadie puede evitar recordar cómo un descuido parecido acababa de costarle caro, muy caro, a Neema y al propio Josh.

En el exterior del edificio, Neema se ha convertido en un punto de referencia también para todos los zombies que se habían dado cita en la plaza, quienes la siguen en forma de siniestro reguero. Las llamas de algunos caminantes que se encuentran en la cola le otorgan a la formación una inquietante semejanza con una estrella fugaz. Aunque 'la jefa' sabe perfectamente que esos engendros nunca, nunca, nunca son fugaces; a menos que los obligues a tal cosa reventándoles el cráneo por algún sitio.

-¡No os paréis ni un segundo! -gritó desde la puerta. ¡No sabemos lo que puede haber ahí dentro, así que preparaos para lo peor! ¡Yo me encargo de la retaguardia! Se le acumulaban los problemas, pero no era capaz de dejar de ejercer todo el control posible sobre el que consideraba "su" grupo.

-¡Que Josh explore hasta el último rincón con la motosierra! ¡Troy, no dejes títere con cabeza! Y tú, Ned... ¡Si eres capaz de usar esa mira telescópica para matar algo más que el tiempo, a mí ya me dejas feliz!

- Joder, dice el quinqui al ver al gordo frente a él, pero con la misma enciende la motosierra y acaba con su miserable vida, luego sin pensar se lanza a por los dos zombis de mas abajo acabando con uno de ellos, - mierda se ha encasquillado la porquería ésta, NED, NO LA HAS REVISADO?; aunque por más que le duela depende de la rubia para que le salve el culo; - rubia; espabila y acaba con esos capullos que se me ventilan vivo, joder.