LA CASA JUNTO AL CEMENTERIO
Una escapadita rápida más a la ciudad en busca de provisiones y, sobre todo, de cualquier cosa que pueda utilizarse como arma. De nada sirve tener el estómago lleno si no puedes mantener alejadas de él las manazas putrefactas del zombie de turno. Nuestra búsqueda está resultando igual de infructuosa que de costumbre, eso no es ninguna novedad. Escuchar cómo una avalancha de disparos rompen aquel silencio sepulcral, eso sí lo fue.
¿Se puede saber qué es ese alboroto? Si Ned no estuviese con nosotros, pensaría que a algún zumbado le ha dado por ponerse a intentar batir el récord Guinness de malgasto de munición en medio de un rebaño XXL de zombies. Aunque, con la suerte que tenéis, no te extraña que sea ESO PRECISAMENTE lo que está ocurriendo. Por lo menos él sí tiene un buen arma... Lo que le falta es cabeza, porque así lo único que va a conseguir es terminar como comida para zombies.
La zona no parece demasiado peligrosa, y al fin y al cabo siempre viene bien contar con un otro pirado en el grupo. Llegar hasta él no va a ser fácil, porque nos separa un edificio totalmente tapiado; y no veo por aquí ningún gancho de escalada...
Lo que nosotros llamamos infierno, él lo llama hogar: El desconocido de la plaza puede mantener neutralizados los tres puntos de aparición zombie verdes durante los diez primeros turno de la partida. Al final del turno número 11 esos puntos empezarán a escupir zombies con normalidad. Además, su zona genera cuatro puntos de ruido de forma permanente hasta que el resto de supervivientes consiga contactar con él.
¡Entonces soplaré, soplaré, y tu casita derribaré!: Para poder llegar al otro lado del edificio alargado, los supervivientes necesitan lanzar el camión de la basura contra el muro, para que abra una brecha por la que colaros.
¿Alguien sabe de coches?: El camión de la basura se encuentra bloqueado, porque el compactador se encuentra atascado (es lo que pasa cuando la gente tira sus zombies en el contenedor equivocado...). Para que se mueva, un supervivientes con herramientas en su inventario debe gastar una acción en la zona en la que se encuentra el volquete.
¿Dónde guarda esta gente las herramientas?: Uno de los marcadores con signo de interrogación del edificio del Noroeste se corresponde con la caja de herramientas; el resto no es más que basura inservible. Estando en una habitación que contenga una de esas fichas, un superviviente puede gastar una acción para revelar lo que esconde. Para ello, se coge una carta del mazo “Caja de herramientas”. Si se obtiene basura, el superviviente gana 1 punto de experiencia. Si se obtiene la caja de herramientas, gana 3 puntos de experiencia. La caja de herramientas no ocupa espacio en el inventario, y se puede intercambiar,
¡Camión va!: Una vez desbloqueado el volquete, un superviviente puede gastar las dos últimas acciones de su turno en la zona en la que se encuentra la cabina del camión para empotrarlo contra la pared que está justo delante. La cabina del camión actúa como una puerta abierta, y el superviviente termina su turno en la zona en la que estaba la cabina. A efectos de aparición de zombies en el edificio alargado, empotrar el camión cuenta como haber abierto una puerta por primera vez.