Partida Rol por web

- Claro rubia... yo te veo como una Lois Lane de pacotilla. Darías mucho "el pego". Por mi parte, jefe... si me puede enchufar en el cuerpo de seguridad personal del homenajeado Sam Bullit sería perfecto. Me sientan bien las americanas cruzadas y los pinganillos en la oreja. Por cierto que no me ha respondido sobre si la fiesta será aquí.

Cooper no tenía intención alguna de evitar o disimular su marcada sorna. Aquella imposición de "cacen al pez gordo de la mafia y no me pidan apoyo ni explicaciones" era tan absurda que daba ganas de reír. Y eso era precisamente lo que el agente hacía... reírse de la actitud de su jefe de una forma quizá demasiado sutil para él. 

Cuando éste hizo referencia a "la Rostov" Cooper se giró en redondo para volver a verla de forma descarada.

- Woow... qué mujer! ¿Sabe ella que estamos en esto? Quiero decir, ¿está con nosotros? Er... no me lo digas... está justo detrás mío...

Observé a la mujer unos instantes. Si quería "abordar" a Tony, debía hacerlo cuando estuviera solo... No con la dueña del local... Seth tenía razón, debíamos saber si sería aquí la fiesta. Intenté observar el local tratando de estudiar las posibilidades de huida, recovecos... En fin, todo.

- Tu de gorila, y yo de periodista. Bien, no es un mal plan... Al menos no tendremos que hablar mucho durante la noche. - Le guiñé un ojo sonriente.

Luego miré de nuevo a nuestro jefe, esperando que confirmara el local, sin perder la vista de Tony Stark, a al espera de que estuviera un poco más libre.

Katia bajaba las escaleras dispuesta a tomarse un café bien cargado. Tenía un día bastante apretado. Llevaba al menos dos horas leyendo un voluminoso informe y apuntando notas al margen y dentro de un rato tenía una reunión con rrhh. Se necesitaba un segundo ayudante de cocina y dos camareros más, y el departamento había recibido un aluvión de curriculums. Habían preseleccionado y entrevistado a unos cuantos. Los camareros ya estaban escogidos pero querían que ella viese, junto con el chef, a dos posibles ayudantes. El chef era uno de los mejores pero en cierto modo parecía una diva y era muy quisquilloso con quien trabajaba. En cuanto estuvo al nivel del café vio a Tony Stark junto con dos hombres más en una mesa.

Sonriendo se les acercó y saludó al famoso billonario. Los caballeros se levantaron para recibirla y le estrecharon la mano. Se quedó un momento charlando animadamente con Stark, comentando la inauguración de una exposición de pintura a la que ella tenía que asistir esa misma tarde y sobretodo la fiesta de Fisk, a la que ambos asistirían esta noche.

Si había captado el carácter irónico de la conversación no dio muestras de ello – La fiesta tendrá lugar en las Torres Fisk.

Pues si ya lo tenéis decidido hare que os preparen la documentación pertinente y vuestras respectivas coartadas. La documentación estará lista en una hora.

Algo sucedía, le veíais distraído, como si estuviera la mente en otro sitio

Cooper miró a Kate para ver si ella también se había dado cuenta de la actitud errática de su jefe. Sin más dilación:

- Er... John - era habitual no dirigirse mediante cargo o apellido en lugares públicos para mantener la privacidad. - ¿Va todo bien? Te noto...

El agente prefirió dejar abierta la pregunta para tratar que su jefe completase la frase. Por lo menos ya no había esa leve punzada de ironía en su voz.

Bueno, todo marchaba viento en popa, y en breve tendríamos la documentación. Asentí a la pregunta de Seth, dando a entender que yo también le notaba algo extraño.

- ¿Te encuentras bien? - Pregunté mirándole preocupada. Mi obsesión con desconfiar de hizo que me fijara aún más en él, y eché un vistazo rápido a la sala, por si alguien nos miraba.

Se trata de un asunto de seguridad nacional, Debéis disculparme, pero ahora debo marcharme.  En una hora tendréis las identidades - No dijo nada más solo se levantó y se fue, eso si, se había olvidado de pagar su bebida 

Cooper se limitó a ofrecer un parco gesto con la mano para despedirse de su jefe. Al fin y al cabo ni aquel tipo le caía bien ni tenía intención alguna de pasar ni un minuto de su tiempo junto a éste si no era absolutamente necesario. El agente esperó a que aquel tipejo que coordinaba las acciones de su unidad saliera por la puerta para volver a dirigirse a la hermosa mujer con la que compartía mesa:

- Bueno rubia... tenemos una hora. ¿Se te ocurre algo que podamos hacer en ese tiempo? Si quieres puedo dejarme bigote y jugamos al multimillonario y su secretaria. Quién me iba a decir que "te pone" ese payaso con armadura metálica...

Evidentemente el hombre no abandonaba su tono irónico pero la realidad era que había algo de verdad velada en aquellas palabras. Acto seguido torció el gesto como reprendiéndose a sí mismo y continuó hablando:

- Quizá sería mejor ir a presentarnos ante la señorita Rostov... si está con nosotros deberíamos establecer contacto antes de la fiesta.

Dudé un segundo, pensando en qué le pasaría a John Kiriakou, y luego lo dejé correr sin más. Sonreí mientras me brillaban los ojos.

- Mmm... paso del rollo de secretaria... Puestos a ser colegas de trabajo, casi mejor... de la misma categoría - Dije riéndome agradablemente. - No me gusta tanto el multimillonario... Pero me divierte la idea de flirtear con él. - O más bien de ver cuánto puede molestarte... Aunque eso era mejor no decirlo en voz alta. Sonreí de nuevo. - Dejemos las puyas y las bromas para más tarde. Tienes razón, deberíamos presentarnos. Te sigo.

Dije esperando a que él diera el primer paso.

Fue fácil darse cuenta que habías llegado como agua de mayo, su cuerpo tenso y su cara de desagrado te dejaban claro que de no ser de vital importancia Tony ya haría rato que se habría marchado de esa reunión.

Tu aparición hizo que se relajara y que una de esas hermosas sonrisas apareciera en su rostro. Tu conversación hizo que fuera el Tony de siempre.

Caballeros, si me disculpan. La reunión ha terminado. Estudiaré lo que me han dicho y les diré algo – Sin añadir nada más se centro en ti.

La fiesta en la torres Fisk será otra de esas aburridas reuniones de trabajo camufladas bajo el panorama de fiesta. No me apetece hablar de ella, aburrido.

En cambio se me ocurre algo mucho más interesante. ¿Sabes lo que encontré en Europa la semana pasada?  un retrato tuyo, lo curioso es que fue pintado hace más de 500 años

Cooper sonrió seductoramente y se encogió de hombros. Después de todo, alguien tendría que tomar la iniciativa. Hizo un gesto con la cabeza y se levantó de su mesa para dirigirse al lugar en el que estaba la señorita Rostov quien, al parecer, charlaba animadamente con el "muchimillonario" pedante de Tony Stark y otro tipo más.

Cuando el agente estuvo a escasos metros tosió para anunciar su llegada y puso una suave y cálida voz para dirigirse a la anfitriona.

- Ejem... ¿señorita Rostov? Mi nombre es Seth Cooper y ella es Bennet, Kate Bennet. Ambos hemos sido invitados esta noche a la recepción que ofrece el señor Fisk y, bueno... queríamos simplemente indicarle que estamos a su entera disposición. Ya sabe, cualquier cosa que necesite...

Cuando os estáis acercando oís parte de la conversación que Stark esta manteniendo con la señorita Rostov

algo mucho más interesante. ¿Sabes lo que encontré en Europa la semana pasada?  un retrato tuyo, lo curioso es que fue pintado hace más de 500 años

Traté de hacer como si no hubiera oído ese trozo "colgado" de conversación... Interesante cuánto menos, pensé a mis adentros.

- Es un placer, señorita Rostov, como ha dicho soy Kate Bennet. Estamos a su disposición. - Luego me giré hacia Tony Stark. - También es un placer conocerle a usted, su fama le precede.

Dije sin más, esperando su respuesta para decidir si quedarnos o setnarnos.

Katia sonrió a Stark, que ya volvía a andarse por las ramas. ¿En serio? Vaya, la próxima vez que vaya tendré que echarle un vistazo.

Se giró al notar la presencia de otra persona a su espalda. Escuchó las presentaciones del hombre y la mujer educadamente. Ya estaba acostumbrada a ello y estaba esperando la parte en que le pedían algún favor. En cuanto mencionaron la fiesta de Fisk hizo un gesto de reconocimiento. Les dio la mano mientras hablaba con una voz melodiosa.

Mucho gusto señor Cooper y señorita Bennet. ¿Así que también van a la fiesta de Fisk esta noche? Que casualidad! ¿Les apatece unirse a nosotros? Iba a tomarme un café. Diganme, ¿a qué se dedican?

!Vaya!

Parece que todos hemos sido invitados a la fiesta esta noche. Me parece que la fiesta va a ser realmente interesante

Soy Tony Stark, es un placer conocerles

Cooper esbozó una sonrisa forzada ante el comentario de Stark.

- Ya lo creo, señor Stark. ¿Ahora el único problema es conseguir un "traje" para la ocasión? - la palabra "traje" había sonado con todo el retintín. Al fin y al cabo Stark podría ser un genio de la tecnología pero no era nada sin su armadura de IronMan. Sin la pasta no había "poderes". - Por cierto, yo soy Cooper... Seth Cooper. Encantado.

En New Amsterdam eso no es un problema, la moda esta a la altura de París y Milán, pero hay mayor diversidad de marcas - En un momento dado para de hablar y se queda en silencio unos segundos.

Señores debo irme, pero será un placer verles en la fiesta - Se despidió de todos sin prolongarse en cumplidos, pero cuando llego a Katia

Dele saludos a su hermano y digale que la próxima vez no le será tan fácil ganarme

Katia asistió divertida al toma y daca entre los dos hombres.

Sonrió a Stark - Descuida, se lo diré. Nos vemos esta noche. - Miró el reloj y vio que faltaban cinco minutos para la maldita reunión en RRHH. El tiempo del café se le había pasado volando.

Tendrán que disculparme pero me esperan en una reunión. Me alegro haberles conocido y espero verles de nuevo esta noche. Permítanme que les invite y ya saben que el Pushkin tiene sus puertas abiertas.

Le dió la mano y se despidió, no sin antes hablar con uno de los camareros y susurrándole algo al oído sobre que la casa pagaba sus consumiciones.