Escucha los pasos pero esta parada mientras sigue hablando y sigue alterandose al final cuelga de mala manera y al verte se queda extrañada, pero el pañuelo la hace dudar un segundo...
Gracias susurra cogiendolo con la mano libre y limpiandose las lagrimas antes de devolverlo no siempre te encuentras caballeros en las calles para que te ayuden sonrie debilmente y mira su reloj si me disculpais, creo que llego tarde a casa . Muchas gracias caballero
Comienza el juego...
La primera impresión es importante. No lo es todo, pero es fundamental. Al igual que la arrancada de un guepardo puede decidir el fracaso de su carrera antes incluso de comenzarla, una persecución de larga distancia debe siempre comenzar de la mejor manera posible. Después se puede fracasar o lograr el objetivo, pero esa primera zancada, ese primer movimiento, es clave para lo que vendrá.
Mi primera zancada ya está hecha.
La persecución ha comenzado.
Mi mano se abre, negando la devolución del pañuelo. Me muestro amable y compresivo, algoque he aprendido a lo largo de los años. Demasiadas jovenes amargadas por la exigente vida diplomática de sus familias han pasado por mis manos. Se como tratar a una mujer que sufre.
Miro a mi alrededor, comprobando la zona. El entorno también es importante. Siempre he de saber si hay gente alrededor, ojos indiscretos que puedan ser testigos de mis actos. En eso consiste la supervivencia. Discreción.
Sin siquiera esperar una respuesta, me agacho para tomar sus bolsas con delicadeza. Este es el momento clave, el que definirá los siguientes pasos de la cacería. Si me permite acompañarla, tendé la oportunidad de ganarme su confianza. De lo contario, habré de acecharla desde las sombras. Lo que no me apetece es alimentarme en plena calle, expuesto a ser descubierto en una ciudad que desconozco.
Sonrie al recibir el pañuelo y lo guarda en un bolsillo
Digamos que tenia que salir a comprar, mañana tengo una cena importante y no podria ponerles solo sopa de sobre. Creo que os entretengo y no deberiais.
Al ver como te agachas para coger las bolsas ella niega y tambien se agacha para cogerlas No deberiais hacerlo, no me conoceis a penas y podria ser una asesina en serie o algo peor. Os agradezco mucho lo que haceis pero aun asi... se queda callada y al final asiente De acuerdo pero intentare compensaros por esto, seguro que alguien os espera.
Su silencio me excita. Su asentimiento me satisface. Es como debería ser. Como ha sido siempre. La caza es igual, allá donde uno vaya. Porque la presa es la misma. El hombre siempre es hombre. No hay diferencias entre mortales. No, ante la muerte.
Tomo las bolsas con decisión, sonriente y seductor.
Verdad para ocultar otras verdades. Es mejor que mentir. Más práctico.
A veces las apariencias engañan y mucho, tal vez no de el tipo, pero en este mundo hay muchas cosas que no son lo que parecen. Mi jefe por ejemplo, es un demonio en muchos sentidos. sonrio mientras te miro y comienzo a caminar con paso suave. pues si quieres otro dia puedo invitarte a conocer la ciudad, no soy de salir por las noches, pero siempre hay una primera vez, nos guste o no a todos.
Cita :
Un demonio... Sonrío ante tal comparación. Si él te parece un demonio ¿que opinarás de mi, cuando me conozcas realmente? ¿Que pensarás del demonio de tu jefe, cuando mi rostro adorable y seductor de paso a la faz de la muerte, del depredador?
Cita :
¿Otro día? Si, adorable, haz planes... Raro será que haya otro día para ti, mucho más que vayas a pasarlo conmigo.
Entrecierro los ojos, observando la calle, admirando las luces, disfrutando los aromas. Nuevos aromas de mi nuevo coto de caza. Y aquí estoy, recorriéndolo con una nueva presa a mi lado...
Cita :
Una primera... y una última.
Empiezo a estar ansioso, algo no muy aconsejable en una tarea delicada como ésta. Lo se, y trato de remediarlo. Trato de tranquilizarme, de relajarme. Tengo ganas de llegar a su casa, de encontrar un lugar discreto donde poder alimentarme. El largo viaje, el nuevo entorno, Sarah... no tengo tiempo ni espíritu para pasarme la noche entera charlando con mi presa, jugueteando con ella. Aguantaré lo preciso, lo indispensable, ni un minuto más.
Ella camina con calma y al final entrais en una especie de callejon sin mucha luz salvo la de una farola que ilumina la zona mas o menos. Una puerta en un lateral donde mete la llave para girarla y para entrar dentro, un recibidor donde enciende la luz, gustos clasicos, una foto en el mueble, de unos niños . Te coge las bolsas y las lleva hacia la cocina mientras cierras la puerta, un buen lugar, un buen momento, una presa.
Es el momento. Miles de ideas deberían estar pasándome por la cabeza. El peligro, las locas ideas de Sarah, lo que haré después con el cuerpo... pero nada de eso importa. Esto es la caza, y me dejo llevar por el instinto.
Y el instinto tan solo pide sangre.
Como aquel que habita en mi interior.
Todo está listo. No he tocado nada desde que entré. No he dejado huellas. Nadie me ha visto entrar. Es perfecto. Tan solo tengo que seguirla hasta la cocina, y cobrarme mi premio. Un banquete de sangre, celebración de mi llegada a la ciudad...
Pero entonces veo las fotos. El que habita en mi interior ruge, pero las foos no pueden ser ignoradas. Mi propio instinto me lo dice, me implora que las atienda. Las miro de cerca.
Niños.
Dudas en mi interior, sangre bombeando con más fuerza ¿Estamos solos? ¿Es este el remanso de paz y tranquilidad en el que deleitarse en la sangre de mi víctima, o hay alguien más en la casa? La idea de que un par de infantes aparezcan en la puerta de la cocina mientras me alimento no es agradable. Tendría que matarlos. Y la muerte innecesaria de presas no entra en mis planes.
Debo investigar, asegurarme de que es el momento y el lugar. Entro en la cocina, siguiendo los pasos de mi presa.
Sonrío, aparentemente tranquilo pero impaciente por saber más. No me importa si son tuyos o no, solo quiero saber si están en casa. Si estamos solos.
Son mis sobrinos, los cuido a veces, pero ahora estan en el colegio internos, no puedo permitirme cuidarlos todos los dias. replica mientras coloca las cosas en sus sitio. Por eso discutia en el telefono, por que a mi novio, no le parece bien que los cuide y que los tenga en casa los fines de semana, pero son mi familia, tal vez tu lo entiendas mejor.
Sus palabras son resortes en mi mente. Como un perro adiestrado para obedecer ordenes concretas, mis sentidos esperan alerta a escuchar lo que están esperando. Ahora estan en el colegio internos... no están en casa. Por eso discutia en el telefono, por que a mi novio... Tampoco vive con ella, o no hubieran hablado por teléfono.
Me acerco a ella por su espalda, con firme decisión. Ya es mía, no hay nada que me lo impida. Apenas siento hambre, pero el que habita en mi interior necesita ser saciado. La agarro con fuerza por la cintura con el brazo derecho, apretándola contra mí. Mientras, con la mano izquierda sostengo su cara, apartándola para dejarme libre su cuello. Mis colmillos se hunden en su piel, y la sangre surge a borbotones en el interior de mi boca, entre mis labios, acariciada por mi lengua. No tendrá tiempo siquiera para resistirse. Al igual que tantas otras antes que ella, sucumbirá al inmenso placer de mi aimentación, como un veneno paralizante que la deje a mi merced.
¿Tengo que hacer alguna tirada o algo? ¿Sigilo, fuerza..?
Dejo aqui las tiradas, la acción (a falta de la reacción de ella y su tirada opuesta) ya queda reflejada en el anterior post.
Haces un mal movimiento y ella se gira mirandote extrañada, cuando la atacas intenta zafarse sin exito rompiendose la ropa y callendo al suelo donde la atrapas y donde intenta que la sueltes. Grita la notar el mordiso y te golpea para que la dejas, para que la sueltes. Poco a poco mientras te alimentas sus golpes se van haciendo mas debiles hasta que casi ni puede levantar los brazos y su corazon se colapsa como sus pulmones muriendo para que tu vivas una noche mas de la sangre de un desconocido.
La sangre, cálida y jugosa, desborda mi garganta, llenándola de la eterna vida que debo robar a mis presas. Son mi alimento, como la cebra lo es del león. Jamás el rey de la selva ha sentido remordimientos por su rayada presa, jamás lo he tenido yo por mis presas humanas. No desde la primera vez. No desde que probé la sensación. Y hace demasiado de eso como para recordar la sensación de lástima. Un océano de distancia les ha separado de mi, distancia insalvable entre los mortales y su depredador.
Dejo de beber en cuanto me siento saciado. Jamás me alimento más de lo necesario, ni causo más daño del indispensable. La caza solo tiene una función, nada más, y la crueldad está fuera de la ecuación. Por eso no me ensaño con mis víctimas, por eso ejecuto mi asalto final de la forma menos dolorosa de que dispongo. Por sorpresa, veloz. Sin golpes, sin heridas. Con el mínimo forcejeo.
La mujer está muerta. He tomado más sangre de la que podía entregar. Como es costumbre. Al contrario que Sarah, yo siempre extraigo completamente la vida de mis presas. No puedo permitirme dejarlas con vida. Comienzo a lamer la herida con cuidado, sabiendo de la importancia de hacer desaparecer las marcas que puedan llevar a nadie a descubrir la causa de la muerte. Un examen exhaustivo por parte de un forense revelará que falta sangre, pero sin una marca de mordiscos será una investigación baldía.
Más aún si la causa de la muerte es tan evidente.
Me pongo en pie, lentamente, observando los restos de mi comida. Extraigo un pañuelo de fina tela del bolsillo de mi chaqueta y lo utilizo para abrir un cajón de la cocina sin dejar huellas. Volviendo a usar el pañuelo, cojo un cuchillo. Observo su hoja, alargada y afilada. Brillante. Me agacho y acerco el cuchillo al cuello de mi presa.
Esto no la va a doler. Ya está muerta. No puede sentirlo. No es tortura, no es crueldad. Es supervivencia. La mía.
Hago un corte profundo, un sesgo que salpica el suelo de la cocina a su lado. Luego suelto el arma, y lo dejo caer sobre las baldosas. Asalto con agresión. Asesinato. No sera necesario una autopsia exhaustiva para ver la causa de la muerte.
Me pongo nuevamete de pie, asegurándome de no haber sido salpicado en el proceso, y me limpio la comisura de los labios, donde probablemente aún queden restos de mi cena.
Es hora de regresar con Sarah...
Deshaces el camino seguro que nadie te ha visto, Sarah esta apoyada en el coche hablando por el movil mientras te acercas. Cuelga y te sonrie dandote un beso frunciendo el ceño, como si supiera que has echo. Sube al coche y se dirige hacia su apartamento, aparca en el garaje y entrais en el ascensor privado hasta la ultima planta,toda para vosotros. Pietro esta alli esperando para dar su informe o lo que sea que haga.
El trayecto desde el garaje es largo y tenso. El silencio, acompasado por el sonido de los distintos mecanismos que nos elevan, se vuelve molesto y cargante. No alcanzo a comprender cómo las gentes de la mal llamada civilización han podido habituarse a estos féretros de chapa izados hacia las alturas. Cuando al fin se abren las puertas, siento que el que habita en mi interior se agita nervioso. La claustrofobia, un mal que no creía padecer, parece hacerse una realidad.
Las puertas me abren la visión del refugio de mi amada. Un apartamento lujoso en extremo, amplio y abierto a su jungla de asfalto mediante inmensas cristaleras. Veo sofás, estanterías con libros que no he leído, incluso veo un piano. Y al fondo me parece vislumbrar un cuarto de baño con una especie de pequeña piscina que hace las veces de bañera.
Me pregunto a que se refería Sarah al afirmar que estaríamos apretados en este lugar.
Siento la tardanza, ultimamente no soy yo mismo y me está costando bastante postear T_T
¿Que hago? ¿Sigo aqui solamente hasta que termine esta escena, o posteo al mismo tiempo aqui y en la fiesta?
Si, mi pequeño hogar, me queda pequeño a veces para todo sonrie mientras coje una carpeta y la mira con detenimiento.Pietro que continue como siempre, haz un par de regalos por el buen trabajo y luego asignale algo nuevo. No quiero muchas molestias.
Suspiro girandome y sonrio enigmaticamente seguro que no te lo imaginabas asi, las ventanas se cubren durante el dia, en cuanto amanece el sistema comienza a funcionar y una placas metalicas las cubren, al anochecer las despliega, un dineral pero al menos no me convertiran en cenizars
Hadme un resumen del o que haras y pasemos a la fiesta, marca a los que estan que va a ser mu graciosos xd y tranquilo si mischa y estos quieren seguir pueden seguir.