Partida Rol por web

La joven semifeérica se sentía perdida y con la profunda sensación de que un mal augurio se avecinaba. Después de todo, aunque no habían logrado encontrar demasiadas pistas, habían visto los indicios de que algo peligroso rondaba en los alrededores de la ciudad.

Se quedó aún más perpleja ante las duras palabras del joven de origen yan, pero, por mucho que quisiera ayudarle, ¿qué podría hacer una simple chica como ella? Apenas conocía el mundo, había vivido toda su vida en su pueblo natal y era la primera vez que salía de casa.

No supo que contestarle a Pyke, pero era tarde pues se perdió entre la multitud, y es que las danzas y espectáculos ocurrían con más frecuencia, anunciando la inminente llegada del unicornio. Sinderia se quedó observando todo el gentío, las gradas llenas de personas de alto estatus.

Y le llamó la atención los primorosos vestidos que lucían las mujeres feéricas, se miró sus humildes ropajes, sencillos y ordinarios, sintiéndose tan pequeña junto a todo aquel esplendor...

Nunca podría ponerme algo así... Bueno, dudo que siquiera me quede bien.

Al menos, la música la tranquilizaba y cuando parecía que el momento había llegado, Pyke reaparece y tomándola del hombro intenta llevarle con él. -P-pero, yo no sé cómo ayudaros... - dijo torpemente mientras procuraba no tropezar con tanta gente. ¿Por qué ella? No conocía a esos bárbaros, pero estaba segura de que era la menos indicada, era menuda, la tacharían de débil sin dudarlo.

Miró a los demás del improvisado grupo con un deje de desesperación en su mirada. La había pillado totalmente desprevenida.

-¿Y el unicornio..?- preguntó casi en un susurro, tenía tantas ganas de ver aquel momento, había viajado por primera vez para verlo, pero le daba miedo contrariar las palabras del semiyan.

Leinar abandonó por primera vez en bastante tiempo su costumbre de mantener sus brazos cruzados y, en su lugar, colocó su mano alrededor de la empuñadura de la espada que siempre llevaba oculta bajo su capa. Lo cierto era que no creía que nadie fuese capaz de atacar al unicornio, una criatura tan poco común que toda aquella gente venida de todas partes de Idhún se había reunido para contemplar aunque fuese una sola vez en toda su vida... pero el comentario de aquel semiyan lo había puesto en modo de alerta. Él mismo quería ver al unicornio desde hacía años, y la perspectiva de que alguien -o algo- pudiese estropear aquel momento le resultaba increíble a la par que aterradora.

Pyke paró en seco y chasqueó la lengua.-El unicornio...hmm.-Soltó la mano de la chica que había tomado y se rascó la cabeza mientras pensaba como explicarle todo aquello desde un punto de vista mas sencillo.-a esa gente alguien o algo ¨sobrenatural¨ les está robando el ganado, nosotros encontramos unas huellas extrañas que tu pequeña mascota olfateó...creo que dicha criatura puede estar relacionada con dicho ¨robo¨ a esa gente y que ahora se dirige hacia aquí para atacar al unicornio...o cuanto menos sabotear su visita.-Respiró hondo y relajó el gesto hasta dulcificar su expresión a una menos seria de lo normal cuando se rodeaba de ellos y es que cuanto antes se alejara de los celestes mejor se sentiría.-Yo también ansío ver al unicornio...lo deseo con toda mi alma, es...todo para mi.-Dijo con unas palabras que rallaban casi la adoración o un intenso deseo de años de espera.-pero si me ayudas con tu mascota, tal  vez yo pueda con tu ayuda rastrear a ese ladrón y así evitar que esa gente cometa actos violentos en la ciudad...no quiero que hoy salga nada mal, yo tan solo deseo tanto como tu ver al unicornio en paz y nada mas...pero algo me dice que hoy debo dejar de lado mi corazón para deberme a otros...entiendes?.-Le explicó a la chica en un tono de voz tranquilo y sosegado aunque a veces se dejaba dominar por las emociones plasmadas en sus palabras y brillaba en el la pasión ardiente de los yan.

Blindt no dejaba de observarlo todo con su despierta mirada que intentaba abarcar cada detalle de aquella increíble fiesta. Disfrutó con la música y los espectáculos que inundaban sus sentidos de estímulos como nunca habían hecho. No es que nunca hubiera presenciado un espectáculo como aquel, que tampoco, si no su aletargado cuerpo no había podido disfrutarlo a tantos niveles.

Su atención se repartía entre la fiesta, la inminente aparición del unicornio y Sinderia. Le faltaban ojos para prestar atención a todo lo que deseaba. Cuando observaba a Sinderia las alegres melodías pedían su atención a gritos, mientras disfrutaba de los espectáculos no podía evitar desviar su mirada hacia cada esquina esperando la súbita aparición del unicornio, y mientras escrutaba cada esquina, pronto se daba cuenta que su mirada se había detenido sin pretenderlo en el rostro de la hermosa semiféerica.

De pronto, Puke se acercó a ella, y se la llevó apoyando su mano en su hombro. Algo dentro de Blindt se retorció y le generó un profundo malestar, pero no hizo nada. Los siguió con la mirada hasta que se perdieron entre la multitud. Entonces miró a Entu y dándole una palmada amistosa en el hombro le dijo:

- ¡Atento, Entu! Debe de estar a punto de aparecer -le dijo sonriendo.

--- Vaya....si que está animado esto...- murmuro  mientras miro como la gente se divertia sin cesar, paseo entre la muchedumbre buscando el lugar idoneo para escuchar música sin que me molestasen, cuando lo encuentro me siento y escucho placidamente la música hasta que mi mirada se pone en un un grupo que parece  estar charlando/ debatiendo con un celeste, curioso, me acerco con disimulo para ver de que estan hablando sin decirle nada a mis acompañantes...