Partida Rol por web

Observo que a él tampoco se le dan mal las palabras, sonrío ante su comentario, cuando veo que vuelve a la carga. Por supuesto no debo desviarme de mi misión, pero... ¿y si me lo planteo de una forma objetiva? No estoy desviándome de la misión, como él dice, estoy abriendo nuevos focos de investigación.

Además, igual él sabe cosas que me ayuden en mi investigación. Pero por las razones de antes, no puedo formar manada con él, estariamos muy distraidos, demasiado. Pero quiero aceptar, la verdad es que quiero ver eso que desea mostrarme, aprender de Montreal bajo su perspectiva y tener un enfoque distinto. De hecho me iría bien, pues la primera vez que vine se me escaparon las cosas. Igual necesite la ayuda local.

-En tal caso amigo mío, -mientras con una mano estrecho su mano, la otra la coloca encima de la suya- en cuanto tenga un momento, durante estas noches más inmediatas, aceptaré tu oferta encantado. Tan sólo dime, ¿dónde debo acudir, para encontrarte? -le dedico una de mis sonrisas. Una sonrísa extraña, pues rara vez sonrío, y ando desacostumbrado.

Tras la despedida, ahora sí, vuelvo a enfocarme en el resto. No sin antes fijarme como nos alejamos Sebastien y yo, pensativo.

Usando su mano libre busca una tarjeta en su pantalon, sacándola lentamente para que no hubiera malos entendidos. Entonces una vez claras sus intensiones se la ofrece a Nicolas.
 

Sébastien Goulet

Num: xxx-xxxx

Club Heaven. Dirrecion: xxxx xxxx

“Ahi esta mi numero y un club que controla mi manada en el centro.” comento entendiendo que este momento no obtendria mas si llegaba a seguir insistiendo. Por lo que acepto esta especie de derrota.

Tras una nueva despedida, el Cainita esducado se aleja aunque a diferencia de Nicolas no mira detrás suyo. Dejando el momento con un aire que podria parecer algo hostil pero era en realidad de provocación amistosa ya que al final dio un corto vistazo antes de seguir su camino fuera del refugio comunal.

Tras asomarme una útima sonrisa al verle girarse, me guardo finalmente la tarjeta en el bolsillo de la camisa. Club Heaven, no me suena, creo que no lo visité durante mi primera visita.

Ha dicho "su" manada. ¿Entonces hablaba con un ductus? Supongo que debería quitarme mis prejuicios acerca de las manadas, pueden haber ductus refinados, no todos son protótipos tipo Dean "gilipollas del año". La verdad es que me dejó tentado, pero necesito relajarme, así que saco el violín y me pongo a tocar una canción para amenizar mi velada, mientras observo a los Cainitas y los mortales deambular ante mis narices.

Me concentro pensando, no sólo ya en la manada, también trato de recordar que sitios solía frecuentar el infernalista de Sangris. Quizás seria una buena idea estudiar su entorno para buscar gente afín a sus herejias...

Tu violin empieza a sonar llamando la atension de muchos de los cainitas, ghouls y los pocos humanos que quedan en el lugar. No era para poco ya que contrastaba con la atmósfera algo opresiva y lleno de gritos de lamentacion o dolor que generalmente rodeaba a ese refugio. Incluso la primera vez sentiste eso y no sabias si era un hechizo de cuando se construyo o simplemente era lo natural para ese lugar abandonado por cualquier humano.

Mientras la musica suena el hechicero piensa en los lugares que visitaba Sangris, uno de los cuales era este refugio. Su refugio privado estaba en una de las criptas o en la parte de arriba lugar que solo era visitado por quienes el arzobispo deseaba hablar. Ahora suponias que Carolina habia tomado ese espacio.

Luego no sabias mucho aunque habian rumores que fue al famoso monte de Mont real y volvio sin tantos problemas como pasaba con Cainitas inferiores que se internaban en ese lugar. Su excusa según èl habia sido revisar si habian algunos artefactos en esa cruz que brillaba mas cada noche.

Pero esta sabia que habia mas lugares que inspeccionaba saliendo por las miles de salidas del refugio comunal aunque siendo una serpiente inteligente muchas veces sabia escullirse sin que lo demas lo supieran.

Mientras mis pensamientos deambulan de un sitio para otro, ahora mismo me surgen varias posibilidades, pero debido a la noche de la Letanía en la que estamos, no encontraría a la gente habitual en esos sitios. Sin embargo, si hay un sitio que podría aprovechar para inspeccionar y hacerme un poco a la idea del terreno para futuras investigaciones.

El monte de la Cruz.

Si no recuerdo mal la fue a visitar en busca de reliquias, según los rumores reliquias poderosas para los creyentes. La cuestión es... ¿creyentes en que fe? Porqué al final resultó ser un infernalista. Me pregunto si buscaba encontrarlos para sí, o destruirlos. Si es que dijo la verdad.

Pero no sería un mal lugar por el que empezar. Podría ir a buscar esencia sobrenatural o pistas de tierra removida, quién sabe. Quizás encuentre otra cosa, pero dudo mucho que Sangris fuera hacía allí sin más razón que ver la luz de cerca.

Algo esconde ese lugar, y quedándome quieto no voy a descubrir de que se trata.

Así que me encamino a la salida mientras sigo tocando el violin, logrando que la gente me haga espacio, cómo si no quisieran perturbar mi música. Veamos esa cruz de cerca.

En el camino al lugar nadie te detiene, sino lo contrario al ver hacia el monte lo primero que encuentras es la gran cruz iluminada que no lleva muchos años ahi arriba, pero apesar de su corta edad hay algo en ella que te llama. Una sensación atrayente que aun sino fueras creyente catolico parecía apurarte hacia ella sintiéndose como una respuesta a tus preguntas.

Esa sensacion continuo mientras mas te acercabas a las tierras del monte, uno de esos pocos lugares en la ciudad donde podias comunicarte con la tierra directamente.

Situada en el centro de la isla se encuentra la montaña que le da el nombre a la ciudad. Los arboles retorcidos y senderos recluidos de Mont Royal contrastan con la cercana zona centro. En su falda se diseminan las mansiones de Westmount y de la Plaza de la Milla de Oro. Tambien es el hogar de dos de los mayores cementerios de la urbe: El Mont-Royal y el Notre-Dame-des.Neiges. En su cima hay un parque diseñado por Frederick Laur Olmsted. El pico esta rodeado por senderos serpentinos que conducen a varias explanadas y pintorescos miradores.

A pesar de lo tranquilo y sereno que pueda parecer, mucha gente solo se atrece a visitarlo durante el dia, ya que el lugar exuda una sugerente, aunque ominosa, presencia. Sus arboles viejos y nudosos bloquean toda la luz de la luna y pueden escucharse extraños sonidos procedentes de la maleza. En los últimos años, el parque se ha convertido en refugio de pobres y eremitas que se juntan en grupos, como modernos hombres primitivos, rezando a la montaña durmiente.

Al llegar notarse el conocido camino de serpiente y carteles que señalaban hacia los cementerios de la ciudad o directamente hacia la cruz. Notaste aun en lña base del monte como vagabundos se encontraban ahi charlando o durmiendo a punto de subir mas arriba.

¿Y esa extraña sensación que siento? ¿Cómo si la cruz tuviera las respuestas que busco? Me pregunto si mi mente está jugandome una mala pasada, o hay algún efecto mágico en ella.

Mientras empiezo el ascenso por el sendero, me detengo un momento a leer las indicaciones, y me doy cuenta de algo. Escucho ruidos, proceden de varias partes. ¿Animales? ¿personas?, ¿o algo más?

De pronto, dislumbro una plétora de vagabundos, que creo que tienen intención de subir. Podría unirme junto a ellos para escuchar los motivos por el que quieren subir. Quizás a través de ellos averigüe más del lugar.

Sin pensarmelo mucho más encamino mis pasos hacia el encuentro, y en cuanto reparan en mi presencia les digo:

-Buenas noches, amigos, ¿también vais a subir? Podríamos ir juntos.

Trato de poner un semblante amistoso, que inspire confianza y que den ganas de empatizar. Igual me cuentan algo, o hablan entre ellos y me dejan escuchar.

La mayoria de los vagabundos te siguen mirando con desconfianza aun con tus palabras, solo uno parece dispuesto a contestarte.

“Vamos a subir hacia la Cruz.” dice con cierta alegria nombrando a la cruz. “Vamos a peregrinar como lo hacian los antiguos habitantes de esta ciudad. Seguro que tu tambien lo haces.” comenta con una sonrisa inocente y mostrándote una cruz que habia hecho seguramente èl mismo con dos palitos chicos de madera.

“Ven con nosotros si quieres. De donde eres?” comento y e hizo un gesto a algunos para que subieran tambien. El grupo no eran grande eran cinco hombres con una estatura media menor a la nicolas en parte porque caminaban agachados. Su aspecto no era para nada atrayente recordandote a los campesinos de tu tierra hace cien años. Su olor tampoco ayudaba pero mas haya de eso parecian tener la energia para subir.

Se nota que viven en las calles, pues la mayoría están recelosos con mi presencia, pero hay uno que en apariencia no le da más importancia al hecho de no conocerme.

Sin duda es el eslabón débil de la cadena.

Y como depredador, mi deber es quebrarlo a mi voluntad.

Le sonrío amistosamente mientras me cuenta lo del peregrinaje. Supongo que para el cristianismo esta cruz de neón debe significar algo importante. En mis tierras, en mi época mortal, no hacía tanto que el cristianismo se estaba imponiendo ante las viejas costumbres. Mi propia familia se congraciaba con el Papa. Claro que en aquella época la cristiandad era más visceral que en la de ahora.

No entiendo a los cristianos actuales.

Ni falta me hace, pues ya no tengo alma que salvar, sólo una eternidad de gobierno y prosperidad para mi gente a cambio de ese sacrificio.

-Por supuesto, vengo desde Rumanía, y como buen cristiano al escuchar sobre una cruz tan reluciente, no pude evitar la tentación de verla por mis propios ojos.

Rumanía es como los mortales entienden ahora los principados valacos, moldavos y transilvanos. Cambian la geografia cada dos por tres con sus absurdos pleitos de terreno , en la falsa ilusión de que son capaces de ordenar, gobernar y repartir poder entre ellos.

Asiento a la invitación de acompañarlos. Tras responderles de dónde vine y subo con ellos, fingiendo que me canso como un mortal y haciendo pasos lentos y "torpes".

Al rato, les pregunto:

-Contadme, ¿de dónde salió tan impresionante cruz? ¿Que sabéis de ella? -pongo mi tono más devoto mientras trato de que enseñen al pobre cristiano ignorante extranjero.

“Rumania? Eres un gitano entonces?” pregunto mirandote entre divertido como con cautela. Sin duda no era el mas educado de los mortales. “Igual no te creas que vamos solo por la cruz ahi arriba, hay una comunidad ahi arriba mas de nosotros. Todos buenos.” aclara rapidamente tomando precausion de no asustarte por tanta presencia de ellos. “Incluso hay gente buena que nos da caldos y demas comida, a la vez que nos enseña sobre dios. Creo que son misioneros o algo.”

Si bien los vagabundos se van cansando del empinado recorrido se nota en sus ojos que algo mas los arrastra a continuar sin quejarse, por lo que piensas que esa comunidad que el vagabundo dijo es una gran recompensa para ese esfuerzo.

“No soy un historiador, aunque estoy seguro que esta es la segunda cruz que se puso arriba. Unos indios* rompieron la primera.” comento ganandose el apoyo de los demas en su desprecio de esos hombres. “Luego hace unos años se puso una nueva y se le puso luces para que pudiera brillar en la noche para que podamos saber donde esta. Mas alla de eso se que se ve mas linda de cerca, aunque si la miras ahora no esta nada fea cierto?” pregunto y te la señalo, a pesar que tal vez no quisieras verla alzaste tu mirada al verla y de nuevo sentiste una atraccion hacia ella, un llamado para ti.

La pregunta sobre los gitanos me divierte. Le respondo con un tono divertido y relajado.

-No amigo mío, el romaní no es una lengua exclusiva de los rom.-digo refiriéndome a los gitanos- ni todos los que viven en Romanía son roms. Es una etnia nómada que se centró el en continente indoeuropeo, con probable origen en Egipto. Además, el romaní tiene varias variantes, y el suyo es más itálico, mientras que el mío es más eslavo. Pero sí, salvando las formas, podríamos entendernos perfectamente. ¿Sabes?

Creo que la cultura le marea, pues me cambia de tema y me comenta que arriba hay más gente, una especie de "buena gente" que reparte comida. ¿No es esa una táctica que usan los fascismos de la nueva era, para ganarse al populacho? Claro que también podría ser gente sincera sin dobles intenciones, quién sabe. Sin embargo, tendré que ir con cuidado, no debo olvidar que Sangris acudía por estos lares, y alguna razón tendría.

Finalmente me cuenta algo útil sobre la cruz. Al parecer hubo problemas con indios nativos que la destrozaron, y ésta es la segunda versión, una más moderna, lo que explicaría sus luces. Aunque me queda la duda de que pasó con esos indios, y como lograron reconstruirla en esa escalada de tensión. ¿Fue cosa de Sangris que guiara a esos indios hacia un símbolo religioso, para destruirlo, por orden de sus amos demoníacos?

A medida que subimos, les va costando más escalar, y se hace un silencio. Les dejo reposar un poco el habla, hasta que finalmente pregunto, como si estuviera del lado de ellos completamente y la destrucción de la primera cruz me ofendiera.

-¿Qué pasó con los indios?¿quién se encargó de la recostrucción?

El hombre te mira algo sorprendio por tu respuesta, incluso algo interesado en tu respuesta pero sin duda impresionado por la clase que le estabas dando. “Oh..la verdad no sabia y no te entendi del todo.” dijo medio riendo con vergüenza. “Entonces vos no sos un gitano, sino solo un rumano. Eso es lo que entiendo. La verdad me parecia mas comun ver un gitano viajando mucho.”

“No se. Son indios que queres con ellos?” pregunto aunque era claro que no necesitaba tu respuesta. “Se supone que estas eran sus tierras o algo asi, igual fue hace tiempo ahora nos pertenece a nosotros.” dijo en un gran nosotros mientras los señalaba a todos. “Ellos la perdieron contra los colonos por lo que ya deberian dejar de molestar tanto. Por suerte estos años el gobernador los ha podido hacer entrar en razon.”

De nuevo se quedo pensando para su segunda pregunta. “Creo que la ciudad, aunque las iglesias de aca tambien dieron su dinero por lo que se. Fue un trabajo en conjunto bien hecho.” dijo con una gran sonrisa, sucia como era de esperarse de alguien que no se lavaba los dientes y comia mal.

Mientras la cruz no se podia ignorar ahi arriba llamando tu mirada mientras mas avanzabas.

Tipico de la cristiandad, y de cualquier religión que se precio salvo el budismo, en realidad... si conquistaron sus tierras, hay que aguantarse. Así son las cosas. Bueno, en cierto modo los humanos también tienen que lidiar con su propia Bestia, aunque esa sea más sútil.

Dice que la reconstrucción fue cosa de todos, pero el asunto indio lo resolvió el Gobernador. ¿Quién carajo es el gobernador  de Montreal? Ah... los asuntos humanos a veces me pierden cuando me alejo de mis tierras.

-¿El gobernador? Debe ser alguién muy carismático si pudo aplacar a esos salvajes.

Mi pregunta tiene doble intención, al mencionar que son unos salvajes los indios, sin duda me los estoy camelando a estos vagabundos. La otra intención, por supuesto, al ver que no sé quien es por ser extranjero, es que me hablen más de él. Quizás más adelante tenga que investigarlo para averiguar si está relacionado con Sangris y el infernalismo, o por el contrario, que más averiguó de los indios.

Mientras subimos, no puedo evitar fijarme en la luz, es casi magia, no entiendo esa fascinación tan pulsante. Pero tengo que hacer un esfuerzo para dejar de mirarla y fijarme en el camino que estoy tomando y los mendigos. Cada vez me despierta más la curiosidad esta cruz.

Asintio rápidamente con la cabeza. “Supongo que lo era. Igual ahora que lo pienso paso un tiempo desde que paso esto con la ccruz. Hace cuanto que paso y quien estaba?” pregunto a sus compañeros que empezaron a tirar varios numeros desde 30 a 40 años, junto con varios nombres siendo Charles uno de los que mas permanecio. Pero quedaba claro que no podria sacar datos muy especificos de ellos.

“De cualquier forma ese hombre pudo convencer de una especie de paz a los indios. Incluso creo que pudieron volver a poner la cruz en navidad. Seguro cerca de la cruz hay una placa con su nombre, hay varias por ahi.” comento contento.

“¿Te atrae cierto? Es muy hermosa, algunos aun la miran rara por sus luces pero ya la van aceptando.” comento este pareciendo notar tus miradas a la cruz, que parecian ser mas frecuentes de lo que podia ocultar.

A pesar de todo se podia seguir avanzando por el camino de serpiente que llevaba a la cima, mirando hacia atrás notabas mas grupos de vagabundos subiendo a la cima y adelante ya estaban alcanzando a otro grupo. Canciones empezaban a zonar en el aire, parecían villancicos por su tono pero al escuchar mejor eran rezos varios. Pronto la mayoria de los vagabundo empezaron a cantar tambien, haciendote sentir algo incomodo.

De pronto te parecio ver algo fuera del camino y mas adentro del bosque. No supiste lo que era pero parecio como si hubiera una entrada a cueva cerca por unos segundos antes de desaparecer. A tu alrededor nadie parecio ver lo mismo que viste.

Hará unas 3 décadas y medias de los sucesos. Ese tiempo puede ser una vida para un humano joven, pero para nosotros es un suspiro.

Son ignorantes, pues no saben ni cómo se llamaba, aunque debe parecerse a Charles. En cualquier caso, tendré que averiguar esos datos por fuentes mas fiables en otro momento.

Mientras subo, noto algo extraño... una cueva que de repente ya no está.

Creo que es mi percepción sobrenatural, quizás es porque he escapado del influjo de la cruz.

Mientras sigo andando, enlentenciendo el paso cómo si estuviera cansado, concentro mis sentidos para detectar vampiros y ofuscaciones por la zona a mi alrededor. Creo que igual estoy ante algo importante, ajeno al ojo humano. Algo que quizás tiene que ver con Sangris.

De ser así, me desviaré con una excusa.

Tu retraso no alerta a los humanos que siguen cantando, si bien con quien hablabas te mirada con curiosidad pronto sus amigos le apuran para dejarte atrás. Se ve que aun desconfiaban de ti.

Pero a Nicolas no le importaba ello o las acciones cercanas que se podian ver simplemente usando los ojos. Sino que queria ver mas alla concentrándose en pedir ayuda a los espiritus de esa tierra que entre mas sentia mas marchita parecia y extraña.

Los esperitus se movian por ese lugar con algo de prisa pareciendo apurados, lo mismo pasaba con los pocos animales de ahi mientras los arboles se agrietaban cerrandose entre ellos para darse algo de apoyo. Los espiritus hacian lo mismo imitando a la vida en su prisa y en su busqueda de compañía. El hechicero podia sentirlo en la tierra, un miedo que le llegaba a su corazon no muerto.

Sin embargo su deseo igual seguia siendo otro por lo que pidio a los espiritus que le enseñara esa cueva que habia visto, llevandose una sorpresa cuando estos le mostraron que nada se escondia en el lugar que habia visto antes. Pero si en varios lugares diferentes a su alrededor, pequeñas cuevas o fallas se mostraban frente a èl.

El interior de estos en un momento se veia luminoso pero al pasar unos segundos se veia una cueva oscura pero que extrañamente no se veia oscura sino oscurecida como si tuviera un efecto de los rollos de las peliculas. No era algo que habias visto antes y las cuevas que podias distinguir cambiaban de forma o atraian a espiritus que trataban de escapar de ello.

De momento a mi alrededor no detecto vampiros, sólo los espíritus de los vivos, de las bestias, de la naturaleza en comunión conmigo. Y siento el espíritu de los árboles, arremolinados, protegiendose entre ellos. Algo terrible debió suceder, o quizás aún sucede.

Cuando pierdo de vista a los mendigos, dejo de fingir mi asfixia de tanto subir. Les hago un gesto antes de que se vayan de disculpa, casi una promesa de que me volverán a ver. Quizás para ellos sea mejor que eso no suceda.

En este sitio, los espíritus temen. Un lugar de adoración, de fe, los espíritus temen.

Algo no encaja. O quizás si. Quizás estos fieles esten sirviendo a un demonio. Quizás no lo sepan, y sean una perversión del cristianismo. Quizás, incluso, esté usando estos lacayos para expandir sus redes. Mortales durante el día, vampiros durante la noche.

Odio a los infernales y a los infernalistas. Por eso apoyo la inquisición. Estos són distracciones para nuestra lucha contra los antediluvianos, un cáncer extendido en el Sabbath que nos debilita por intrigas dónde no hay beneficios pero si mucho por perder.

Y quizás, haya dado con una madriguera infernalista. Eso explicaria esto que siento, pero es demasiado pronto para sacar conclusiones. En este mundo, he aprendido a lo largo de los siglos, que cualquier cosa es posible. Antes de tomar una decisión, debo cerciorarme.

Pero ahora no es el momento, deberemos investigarlo juntos. He sentido el poder de la cruz, mis compañeros y yo tendremos que hacer averiguaciones. Ahora debo retirarme. Si me burlaran con su extraño poder, antes de dar esa información a mi Sire, volverían a ganar los infernalistas. Y ésta vez no me van a vencer.

Doy media vuelta, mientras llamo a uno de mis contactos.

-Habla con el resto, decidid un día y avisadme. Tengo algo que contaros. Estad atentos.

Y cuelgo. Todos tendrán sus deberes, pero de momento es mejor así. Los vampiros tenemos mucho tiempo. Por lo menos, puedo seguir con el plan de la manada, sabiendo que he avanzado un poco más en mi misión. Estoy satisfecho.

Aun cuando no la miras directamente sientes la cruz llamarte y la tierra temblando, pero tambien sientes un fuerte poder en esta tierra. En otro momento esto habria servido como buena base para los hechiceros de la tierra pero con las rarezas que pasaba sentias que no debias permanecer demasiado ahi.

El llamado aunque corto es recibido con educacion aunque algo de frialdad, ellos tambien parecian tener cosas que comunicarte.

Terminado eso el viejo hechicero se retiro cuesta abajo dejando ese lugar.