Partida Rol por web

Miro a Loto a los ojos y le digo:

Aunque me genera confianza tu ser mi querida Loto, he pensado que es mejor por tu seguridad y la de tus hermanas que permanezcas ignorante – digo serio- esto que sé debe ser manejado con mucha cautela. No tomes esto como un acto de desconfianza sino de protección, porque, aunque no lo creas, me importas y me importa la seguridad de tu manada.

Digo esto murmurando lo siguiente. No sé sí – hago una pausa dolorosa- me maten antes de desvelar al traidor, antes de destapar esta olla de mierda, trataré de que eso no pase, pero sí ocurre, tú y tus hermanas estarán a salvo.

Soy consciente que al decir eso, le estoy dando a entender el movimiento de pasos de elefante, es decir, que lo que no digo es grande y peligroso, espero comprenda.

Así qué solo deseame suerte, sí más adelante veo que podemos hacer una alianza mejor hablaremos, pero por lo pronto, no puedo arriesgarme.

Debo hacer las cosas bien. Sí hablo mas de la cuenta avisare a mis enemigos y pondré una diana en la cabeza de mis aliados, por eso es mejor alejarme y tratar de buscar mis respuesta. La mirada de ese hombre en la cena me hizo darme cuenta del problema en que estoy metido.

Luego de intercambiar alguna frase, me visto rápidamente tras recoger la ropa. Estaba agradecido y feliz (*)

Me acerco a ella y le digo:

Loto cuidate por favor, Montreal es muy peligroso para los hermanos, protegete, ten cuidado, Cain de ha bendecido con un don sublime, tu existencia hace este mundo mejor, eres ...como una diosa.

Sonrió y le digo una frase Bonita de despedida. Me cubro el rostro y cambio mi cara con mi poder de ofuscación

Nos vemos, que Cain te proteja…

Gracias por hacerme sentir hombre otra vez y gracias por no mirarme con asco – pensé- pero no lo dije, ya había dicho suficiente y no quería parecer cursi. Sólo que no podia evitar lo relajado que estaba al salir de ese lugar.

Sabia que me iba dejándole una duda enorme, pero las cosas eran así. Salí y le di el 75% del dinero que había ahorrado a la asistente, no tenía más, y si tenía que volver a donde ella de nuevo tendría que ahorrar bastante, no era de los que no pagaba sus deudas, tenia honor. Esperaba que el cargamento de varias armas  de la que habia recibido oferta se vendiera y  que  dicho dinero le ayudara aumentar su situación económica.

Salgo con el olor de ella en mi ser, pero con un trofeo que guardo en un  bolsillo interior del traje.

[ Martin se había llevado la ropa interior rosa de Loto, otro de sus tantos trofeos, solo que esta vez no era de un homicidio]

“Martin, lo comprendo y no lo tomare como un mal acto. Era tu decision y elegiste esto, como dices para nuestra proteccion.” dijo con una sonrisa que al menos aliviaba a Martin. “Seguro cuando sea un mejor momento me lo contaras.” aseguro paciente. “Asi que no me vengas a hablar de una muerte final. Ahora te toca sobrevivir, aunque sea para volvernos a ver y hacer esa alianza.” le devolvio pareciendo esperanzada con tu retorno.

Si bien no ignoraba el llamado suyo sobre la cautela habia algo en el dominio de ella que talvez la hacia sentir confiada o simplemente se queria mostrar fuerte, era dificil verlo. Pero no veias que se te estuviera burlando.

“Tu tambien cuidate Martin, en serio me caes bien. Veo en ti que tienes una mision importante.” expreso para luego ponerse algo vergonzosa cuando la llamaste diosa. “Cain nos proteja y guie hermano.” lo despidio aunque no lo siguio a la puerta quedando en la cama.

Al salir sentiste los pasillos algo raros pero pronto llego la humana en la entrada para guiarte. Era una sensacion extraña con olor y las paredes rojas que quedabas algo desorientado. Pero gracias a la mujer semi desnuda llegaste a la entrada. Esta acepto la donacion y sonriendo correctamente, dejandote frente a la puerta con tu trofeo.

[Martín salió del lugar satisfecho y algo excitado, se sentía aun drogado por el hechizo de las viudas. Llamó a Nicolás de inmediato esperando su respuesta, tenía cosas nuevas que contarle, y a pesar de que el amanerado y raro nuevo hermano le generaba muchas dudas, sentía que era dado a las soluciones y era algo que el necesitaba, alguien que diera soluciones.

Caminó por la zona roja de Montreal mirando las prostitutas de la calle notando que no generaban en él ese morbo que sí despertó Loto. El encuentro lo dejó con muchos pensamientos, los primeros eran de satisfacción masculina machista de pensar que aún él siendo como era era capaz de satisfacer a una mujer en la cama. Eso le aumentó su ego y su valoración. Se necesita poco a veces para que un hombre aumente su confianza.

Otra parte más romántica y animal sonreía al pensar en ella, pero la realidad le daba sensatez o posiblemente algo de dolorosa consciencia de la realidad, señalando le que primero ella había estado con él por su trabajo (asunto que posible no se diera de otra manera, aunque quedaba la duda de que ella realmente gustara de él, cosa que parecía correcta, pero no contundente, muchas prostitutas solían burlarse de sus clientes luego de que estos se marcharan, cosa que no parecía el caso, pero eran cosas que ocurrían). Sumado a que varios nosferatus han estado en su cama lo que tampoco lo hacía a él muy especial (aunque le hubiera gustado pensar que sí) y que este encuentro era en las sombras, era lógico que en una reunión formal de la secta no correria a saludarlo sino haría que no lo conoce.

Martin trató simplemente de olvidar esa voz de la razón y vivir ese presente bonito de lo que ocurrio, a pesar de que haya pagado por ello.

El encuentro con Loto le hizo reflexionar sobre la necesidad de no cerrarse en temas de los afectos, y quien sabe, posible luego podía tener una novia. Aunque eso no era seguro, y no lo veía claramente, primero tendría que sobrevivir, y pensar en eso, en momentos de horror, no era sensato.

Por otra parte había quedado pensativo sobre el poder de las viudas. Había notado su uso de la seducción. El había sido presa fácil de eso. Martin no era tonto y sabia el gran poder que tenían con la fascinación que provocaban. El sexo era un gancho delicioso y el vínculo estaba asociado.

Ella deseaba que el bebiera de su veneno. El poder de la mujer que no solo manipulaba por su sexo sino por su sangre, muchos serian sus espiás. Dentro del sexo entre vampiros había cosas en las que se debía tener cuidado, y Martin no estaba seguro de querer entregarse a Loto de esa manera, aunque posible si el intercambio era equitativo podía aceptarlo, y aún así estaba claro que no era lo que el deseaba. Era un poco tradicional en muchos temas.

Reconocer el poder de las viudas era sin lugar a dudas algo bueno, pero no sabía si habría algo que ayudara a una buena alianza, porque ellas eran poderosas, ¿pero había que ver qué podía interesarles?. Rosa , la líder y sacerdote, con el sólo hecho de poder excitarlo con el ritual de esa manera ya se había ganado el respeto de Martín, y si bien no la conocía, se daba cuenta que una mujer tan poderosa debía tener sus aliados, Loto parecía confiable, pero su líder ¿era de confiar?…

Sea como sea tenia ya varios sitios posibles de investigación, sólo era necesario esperar la respuesta de su hermano de manada e investigarlos]