Partida Rol por web

[Hitomi entra en estado Ebria]

[+1 fuerza, resistencia, Intervalo de Suerte]

[-1 tiradora, cantante, destreza]

Les vi acercarse, allí, a mi lado, a los cuatro... primero Dante y su clon, y luego Kaito, que mágicamente habían duplicado esa mierda embotellada. Decían que no se irían y que lo mejor era hablar hasta que me duerma - Y de que voy a hablar con vosotros - vi como se sentaban y resoplé un tanto - Sois unos muermos y unos idiotas, a saber si vuestras conversaciones siguen siendo tan machitas... Y encima yo no saco ningún tema de conversación interesante. Ya lo que me faltaba tener que buscar un tema de conversación con la razón de mi viaje y con el único con el que he conseguido congeniar. - No señale en ningún momento a cual de los dos en ninguna de las clasificaciones. - Pse...

Entonces la pelota pasó a Kaito quien empezó a decirme cosas de embriagarme, tomar más de ese infernal liquido, desinhibirme dejarme llevar y esas cosas. Solo el hecho de que lo dijera me hacía asustarme y retirarme precariamente de el, no quería esa botella cerca mia ni loca. - No. Ni en broma. Ni en tus mejores sueños. Como me acerques esa botella te juro que la rompo. Ya lo he dicho está asqueroso y no pienso beberlo nunca más, así que mantenlo alejado de mi... - Entonces me entró una pequeña arcada - Urg... no.. puedo... No vuelvas a pronunciar esa palabra que empieza por v... solo imaginarlo... NO. No quiero sentirlo de nuevo. - Cada vez que las arcadas volvían, era como un martirio. Simplemente tenía que aumentar mis fuerzas para resistirlo

-¿C-co-como lo haceis? ¿Como podeis aguantar esto? ¿Teneis un truco o algo? - Realmente no podía con ello.
 

Bee estaba preparado para recibir el golpe, o eso pensaba, pues cuando el puño del luchador impacto contra su estomago, no pudo evitar retroceder mientras liberaba todo el aire que tenía por la boca.

-Uff.- No tardó mucho en recobrar el aliento. Se necesitaba algo mas que un golpe al estomago para derribar a Bee Don Z.-Jar jar, fue un buen golpe. ¡Ahora me toca a mi!.- 

Dispuesto a ser quien diera el siguiente golpe, corrió hasta el luchador mientras abría los brazos. Tenía pensado embestirlo y agarrarlo para llevarlo hasta la pared y terminar dándole un cabezazo apenas pudiese reaccionar. 

Para tu suerte, las letras comenzaron a cambiar de posición, formando palabras, y al final, completando la pagina. Pero antes de que pudieras leer aunque fuese la primera linea, la mesa tembló un poco, y la botella de sake cayo sobre el libro, empapando las paginas y disolviendo la tinta.

El carpintero dio una buena explicación de como se debía beber sake, aunque Hitomi defendió su punto de no querer tomar nunca mas. Yo por mi parte, pase mi brazo por detras de la navegante y puse mi mano en su hombro, para luego señalar a Kaito con el otro brazo.

-Carpintero: Sera mejor que dejes de andar ofreciendo esa cosa. Era la ultima de la cocina, así que no la malgastes ofreciendosela a alguien que no quiere beber.- Le dije para luego soltar a Hitomi mientras me le quedaba mirando.

-¿Un truco? Bueno, si bebes simplemente porque sí, terminaras faltal. La idea es que bebas para olvidar algún mal, o para celebrar con alguien. Eso de "beber por diversión y vicio" es una mentira que los novatos se creen. Ademas, nadie nace con un estomago listo para beber sake así de golpe porque sí, debes ir tomando poco a poco, y terminaras acostumbrandote, y el dolor, pasara a ser placer.- Fue mi explicación a la pregunta de Hitomi, para luego sonreír levemente.

-¿Machitas?.-Y ya vamos otra vez con Hitomi y su manía...-¿Apoco uno ya no puede hablar de sake y mujeres? ¿Es malo acaso.- En un intento de chocar a la navegante con las palabras, saqué de mi camisa un collar que llevaba puesto pero cubierto. Tenía un bello y brillante rubí.-¿Ves esto?.- Se lo enseñe a ella, aunque el carpintero lo podía ver sin ningun problema, tal como podía oir lo que decía.-Me lo dio un pirata. ¡Y no me la dio por haberla robado o para cambiarmela por una botella! Me la dio porque era un gran compañero. No todos los piratas son como los pintan... No todos andan presumiendo de su "hombría".-Y volví a deprimirme mientras guardaba el collar por el cuello de mi camisa.

¡Bien! el golpe había sido un exito, aunque como sabía, Bee era duro, eso no había sido suficiente y se había recuperado rapidamente del golpe, ahora se disponía a embestirme con los brazos abiertos, parecía un oso, me abrazo fuertemente y me llevo contra la pared, para despues darme un cabezazo, esquive el cabezazo y este se estrello contra el muro, aunque no parecía que le afectase en nada a Bee.

-¡Vaya! eso habria dolido, pero un cabezazo es asi- ahora era yo el que le daria un cabezazo a Bee.

Parecía que por fin iba a poder saber que ponía... ¡No! ¡Maldita mesa, maldita botella y maldita sea mi suerte! Empecé a ponerme nerviosa y caí de rodillas al suelo, ¿todo eso por beber el sake que había dejado Dante? ¿estaba realmente relacionado? No volvería a tomar sake para cenar, eso lo tenía claro. Ya no sabía que más hacer, la página estaba completamente ilegible... Respiré hondo y volvi a ponerme de pie, intenté secar la página con mi manga, recoger la botella y ponerla en el suelo y cerrar el libro. Esto era un sueño ¿no? Quizás si volvía a abrir el libro pudiese volver a intentarlo... Asi que así lo hice esperé un momento, e intenté volver a abrirlo...
 

Desvió la mirada cuando las palabras no iban dirigidas a él, sentía el calor en el cuerpo debido al alcohol recorriendo su sangre. Bueno ya no sentía que las conversaciones pudieras seguir a un punto más interesante, simplemente iban a dar vueltas en circulo. Podría ser la hora o quizás la falta de algo de comida en el estomago pero podía sentir como si el alcohol le hubiera dado más fuerte que antes, quizás el bamboleo del barco podría ayudar en aquello. -Ya dije que lo único que puedes hacer es tomar y seguir tomando hasta tener resistencia. -El muchacho volvió a finalizar la frase con un sorbo para luego abandonar la botella a un costado dejandola en el suelo mientras caminaba hacia donde estaba Hitomi, le quedo mirando con tranquilidad y le ofreció la mano. -Hey, vamos. Lo mejor que puedes hacer ahora es dormir un poco, más tarde amaneceras con un dolor de cabeza del infierno. -Miro de reojo a Dante, seguía sin sentirse comodo en su presencia pero al menos ahora le había ignorado sin realizar un comentario hiriente debido a la tonalidad del tema. 

Si la chica aceptaba la cargaría sin problemas en sus brazos, aquello simplemente sería por el hecho de que si caminase en cubierta con el barco en movimiento sería mucho más dificil maniobrar con ella y no deseaba tener a una chica vomitando en plena cubierta. -Aunque si quieres puedes quedarte toda la noche aquí. -Pronuncio con los ojos entrecerrados demostrando un poco la frialdad de su ser. 

Miré a Dante con incredulidad para luego pasar a Kaito con temor - Pues a mi eso no me parece ni divertido ni vicio. Está asqueroso, y quema a horrores - estaba repitiendo lo mismo una y otra vez... pero no podía dejar de decirlo. De todas mis elecciones era la peor que podría haber tomado en años...

Por suerte Kaito se ofreció a llevarme a la habitación mientras que por otro lado Dante quería hablar y hablar, parecía haberle molestado que dijera que sus conversaciones eran muy machitas... pero eso me hacía sentirme como la pelota de tenis en un partido. Miré entonces al colgante que había mostrado dante un tanto incredula según lo que decía, tanto que sin pelos en la lengua le respondí - Si no todos los piratas andan hablando de su hombría - miré su colgante y de nuevo a el viendolo que parecía muy orgulloso de ello - ¿Entonces que estás haciendo ahora? - obviamente con la pregunta le estaba diciendo que estaba hablando de su propia hombría.

-Gr-gracias Kaito, pero quiero ahora mismo que la cabeza no me de vueltas, descansaré un ratito aquí... - Entonces volví a mirar a Dante con su posible orgullo herido y reí no muy fuerte - Tranquilo Dante, era solo una broma. Hablad de lo que querais a mi me da igual. - Me encogí de hombros mientras reposaba la cabeza en la baranda mirando al cielo

... - Nunca pensé que podría ver una noche estrellada en un barco... - y luego como si fuera un susurro dije su nombre - _Masaru... - Tras lo cual las lagrimas corrieron por mis mejillas sin darme cuenta

El libro parecia "negarse" a abrirse de nuevo. Parecia que las paginas estuviesen pegadas unas a otras de tal forma que no se separaban en lo mas minimo. Por otro lado, la botella de sake que dejaste en el suelo, cayo por un agujero que se abrio debajo esta poco despues de tocar el suelo. El agujero se cerro, borrando todo rastro del sake.

En tus intentos de abrir el libro, esté comienza a ceder poco a poco. De su interior salía una gran luz, parecida a la típica que liberaban los tesoros cuando eran abiertos. La luz se apagaba según ibas abriendo el libro, permitiendote ver su interior poco a poco... Y al abrirlo por completo...

[Lanza 1D100 de la suerte]

Darse el cabezazo contra la pared había sido un golpe inesperado para Bee, aunque no recibió ningun daño. Igualmente, tuvo que reaccionar rápido al cabezazo de Kroo: Realmente, no sabía como poder esquivarlo en su totalidad, por lo cual Bee optó por parar el cabezazo de su rival con otro cabezazo. Un golpe de frentes que causó un daño a ambos.

Tras el cabezazo, el cocinero soltó a su rival para levantar ambos brazos y tomarse las manos.

-¡Jar! ¡Ahora no tienes hacia donde correr!.- Dijo mientras bajaba las manos con una buena fuerza, esperando poder darle un buen golpe en toda la cabezota al luchador.

Quebré un poco el ceño con la respuesta de Hitomi. Me acaba de callar la boca...

Kaito y la navegante parecían querer terminar con la charla, y no los culpaba. Simplemente me levanté del suelo y me estire un poco.

-Bien. Creó que ya es la hora... Mañana llegaremos a la isla y debemos estar en nuestro mejor estado.- No pude evitar mirar a Hitomi, pensando en como se levantaría mañana.-Fue una buena charla, deberíamos hablar mas seguido, pero que el sake quede entre yo yyyy...-Me quede pensativo mientras pasaba a mirar al carpintero. No me había dicho su nombre en ningún momento.-El carpintero.- Tras decir eso, me limpié un poco la capa con las manos y solté un bostezo.-Volveré a mi camarote. ¡Buenas noches!.- Di una de mis sonrisas de siempre y luego me fui como vine, por la ventana de la borda.

No paso absolutamente nada desde que baje por la baranda cuando se escuchó mi grito seguido de un fuerte golpe contra la madera del barco.

-¡Estoy bien!. ¡No me he caído, no fuera del barco!.- Dije luego del gritó para evitar cualquier inexistente preocupación. Luego cerré la ventana.

Al verle levantarse, me sequé las lagrimas torpemente y le miré con seriedad al oirle decir que se marcaba a dormir - ¿Qué? ¿Pretendes dejarme sola con él? Pues te lo advierto, si bebo más solo será culpa tuya, y lo que pueda ocurrir también - Entonces ví que a pesar de todo se iba descolgandose como siempre por el barco a su camarote - Pss... no ha funcionado, en fin. Supongo que nos quedamos solos Kaito - Y justo entonces sonó ese gran golpe fuerte

Miré a traves de los barrotes de madera hacia abajo - Lastima, no calló por la borda... Como no se muera cayendose al mar antes de que lleguemos te aseguro que lo mataré yo... bueno, tampoco me queda otra más que hacerlo - me encogí de hombros entonces al decirle aquello a Kaito, con un tono de seriedad en la voz, a pesar de la borrachera. Aunque bueno, nadie hace caso a los borrachos, en cualquier caso, si me acordara de esto al día siguiente, lo lamentaría.

Kaito también tenía planeado irse a dormir, el hecho de estar allí causaba confusiones, conversaciones que quizás luego no deseaban ser escuchadas y convivencias que luego quizás arrepentiria en el transcurso de la resaca. Observó la escena y escucho los discursos mientras tranquilizaba su cuerpo para evitar que el alcohol recorriera más rápido su cuerpo, se acostumbraria con el tiempo. Su mirada se agudizo cuando quedarón solos y recrimino a la chica. -¿Como el dejarte solo con él me haría responsable de algo malo? -Un leve tono de humor fue reconocible aunque claramente estaba algo desconcertado por aquello. -Ya rechazaste el alcohol una vez, dudo que beber nuevamente sea algo que tengas en mente. -Llevo una mano hasta su chaqueta para llevarsela hasta los hombros y lentamente colocarsela, puede que el alcohol aisle bien el cuerpo de la sensación de frío pero eso no quería decir que pudieses resfriarte con facilidad. -Al parecer si eras tú la que esta poniendo trampas en el barco, lo vi con Kroo aunque no le di importancia. Dudo que puedas matar a Dante con cosas normales, lo mejor que podrías hacer sería lanzarlo por la borda. -Lo dijo con total seriedad aunque dudaba que fuera a hacerlo, al parecer estaban tomando cierto cariño entre los demás tripulantes. 

-Supongo que lo mejor que puedes hacer es realizar otro motin. A menos que necesites hacerlo con tus propias manos. -Aquello realmente era algo de poco interés para él ya que no sentía ningún tipo de emoción. -Ya te lo ofrecí una vez por lo cual no lo haré nuevamente, ire a dormir, supongo que en estado de ebriedad no querras hablar de más. -Hizo referencia que le había ofrecido a cargarle para llevarle a la cama cosa que la chica rechazo, espero una respuesta aún de pie a unos metros de distancia.

De repente Kaito empezó a hablarme reprimiendome lo que había dicho, ante lo cual solo pude soltaruna amplia sonrisa - Es bromi. Pero sí, no voy a volver a beber - Entonces reí para mi misma

Entonces me sorprendió que hablara de las trampas, en especial la que le hice a Kroo ayer, ante lo cual resoplé. - Si bueno, a ver, fuí yo, la de Kroo. Pero no son para matar a nadie, de hecho solo hice la de Kroo para que aprendiera a no tratarnos inferiormente a Denna y a mi por ser mujeres. Que se habrá creido, puedo yo sola contra el, por muy "luchador de sumo" que se crea - había confundido por un momento el arte marcial de Kroo con el de Bee - Por otro lado, me guardo tu idea de tirar por la borda. Con el si es algo más personal y tranqui si muere no diré que fuiste tu - volví a sonreirle muy abiertamente a pesar de hablar muy en serio con lo de la muerte

Entonces dijo que se iba y de algo que ya me había ofrecido ante lo cual le miré con una cara de pena casi a punto de llorar - Espera... ayudame a ir a la cama, apenas siento mis piernas y no quiero despertarme aquí con todo el frio - alcé mis brazos para que me llevara - Pooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooor faaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa - nunca, jamas, en la vida, volveré a beber

Dudo que con esas cosas alguien fuera a entender el mensaje, aunque claro tampoco quiere decir que pudiese decirselo directamente con tanta facilidad. Ignoro que haya confundido a Kroo con el gigante cocinero, aunque claro no había como perderse entre uno y otro. Siguió mirandola de vez en cuando mientras acomodaba un poco su cuerpo para evitar que el frío entrara en su cuerpo. -Quizás sea mejor ser más directa. -Murmuro para que esas palabras fueran audibles solo por los presentes. 

-No interesa lo que digas de mi, por lo que a mi se refiere puedo asumir que no existo para los demás tripulantes, dudo que eso cambie pronto. -Pronuncio con total tranquilidad mientras se preparaba para salir del lugar cuando las palabras de Hitomi le detuvieron. Le miro con cierto rostro de "Que mierda hace" debido a la actitud que había tomado, sin lugar a dudas en otras circunstancias le habría dicho que no y hubiera salido del lugar rápidamente pero ese aspecto le hacia recordar imagenes del pasado. -Bien.. -Dijo mientras caminaba hacia ella, se quitaba la chaqueta y se la ponía encima mientras la cargaba sin dificultad en sus brazos haciendo que la chaqueta tapara el cuerpo de la joven y el calor se mantuviera entre ella y él. Acto seguido simplemente camino hasta la habitación de las chicas, aunque claro tampoco sabía si Denna se mantenía durmiendo o estaba despierta.

-¿Eh? - Le miré un tanto confusa cuando me dijo que debía ser más directa - ¿Más directa? - Empecé a pensar varias formas de como ser directa hasta que lancé un puñetazo al aire - Le pegaré un puñetazo si se vuelve a meter conmigo por ser una chica, y sino le daré donde más le duele - Dije agitando una pierna, queríendo dar una patada pero apenas me salía - ¿Eso sería más directo? - Le pregunté esperando aprobación

Entonces me dijo aquello de que para los demás no existía y me agarró en brazos ante lo cual yo le agarré por el cuello para sujetarme apoyé mi cabeza en su hombro - No es verdad eso de que no existas. Para mi existes, incluso diría que eres la persona más importante para mi en el barco - dije pensando en los demás para luego afirmar mi afirmación - Además tienes un corazón noble y bueno seguro, y tus intenciones y promesas son puras y buenas... - Me callé un segundo para acurrucarme un poco mejor cerrando un poco los ojos - A mi... no me gustaría que te fueras de aquí... Quiero que te quedes conmigo. - dije cada vez bajando más el tono mientras el caminaba llevandome al camarote. Allí le ayudé abriendo la puerta para que no tuviera que hacerlo el de un golpe.

Efectivamente, en el camarote solo se encontraba Denna, dormida pero con cara de tener un mal sueño.

Curiosamente, la ventana estaba abierta.

La luz se apagaba según ibas abriendo el libro, permitiendote ver su interior poco a poco... Y al abrirlo por completo...

Nada. Literalmente no había nada en las paginas, estaban totalmente blancas, sin siquiera una mancha de tinta que te diera esperanzas para reponer las hojas. Si las cosas iban mal, ahora estaban muy mal, y para empeorar las cosas:

Todo el lugar comenzó a temblar, los libros caían de sus estanterías mientras aquellos que flotaban volvían a sentir la gravedad. La mesa se apartó de ti como si tuviera ruedas y luego se volcó, atravesando el suelo como si no existiera.

Al final, un gran agujero inevitable se abrió bajo tu silla, llevandote a caer a un infinito vació, para luego terminar despertando de un sobresalto, que fue una combinación de ira por lo sucedido y miedo por la caída.

Normalmente, al despertar, esperarías estar sola, o con Hitomi en la otra cama, pero esta vez fue algo diferente... Kaito estaba en la habitación, cargando a Hitomi en brazos. Ambos hablaban entre ellos, dándote por dormida, al menos, hasta que te vieron levantarte así. La ventana estaba abierta por alguna extraña razón.