Partida Rol por web

Haiku del aire

¿Qué es lo que eres,
si no siendo medible
omnipresente?

No recordamos
que invades lo que hacemos
a cada rato.

No te pensamos
y pese a no creerte
necesitamos.

Si te escabulles
pese a que sobre todo
no queda nada

Y luego el viento
te lleva a todas partes
y te olvidamos.

Habían pasado dos días desde el incidente de la Pajarería. Os había venido bien el descanso, o eso pensabais, pero ambos, cada uno por su lado estaba deseando ponerse en movimiento. No erais precisamente tranquilos, y después de dos días de inactividad vuestros cuerpos vibraban esperando la nueva misión.

Ambos os quedabais en la misma calle, aunque en extremos distintos. Teníais unas habitaciones alquiladas encima de un comercio de comestibles el grulla y una tiendas de flores la mantis. 

Sin embargo vuestras rutinas no podían ser más dispares, y eso ayudaba a la causa. Kitsuki Komi sama os había pedido que no os relacionaseis socialmente mientras no estuvierais trabajando. Suponíais que era una medida para salvaguardar la intimidad de vuestras acciones.

Pero hoy había cita con el destino, con vuestras nuevas vidas, y había que ponerse en marcha. Os visteis recorriendo las mismas calles, cada uno a cierta distancia hacia el palacio de Onnotangu.

El grulla cubría la macha de la samurai-ko sin problemas, aunque no podía saber si lo seguían a él. Sin incidentes entrasteis por la entrada secreta al templo. Como era de esperar, en las cercanías de aquel lugar no había un alma. Por eso era fácil tenerlo todo controlado. Nadie se acercaba jamás, y nadie os seguiría hasta allí sin descubrirse.

Una vez dentro, los monjes pasaron a vuestro alrededor sin miraros casi, como si fuerais parte del paisaje, unas piedras más. Así que en silencio, pues aquel lugar estaba dominado por un fuerte silencio, esperasteis a vuestro jefe.

Me alegro de veros.

Unas pisadas os habían alertado unos pocos segundos antes de que alguien más pesado que un monje se acercaba. Y allí estaba con vosotros vuestro líder.

Parecía que no había descansado mucho. Su aspecto era de no haber dormido, no sabíais a que se dedicaba cuando no estabais de misión. Quizás el mismo se encargara de hacer algunos trabajos, pero no os había informado al respecto.

Era una especia de sensación, que en vuestras operaciones encubiertas todo parecía ser un secreto. Como a donde iba a venia vuestro líder.

Sin embargo, antes de poder reparar en ese en profundidad este empezó a hablar.

Espero que estéis descansados, pues nos toca trabajo. He conseguido informaciones sobre una extraña casa. Y parece que el tema promete. Al parecer en los últimos meses se han visto luces y escuchados ruidos en una casa a las afueras.

En el mismo poblado de etas que viven ante los muros de la ciudad imperial. La casa, perteneció a un rico Eta, que era el encargado del tanatorio que hay un par de distritos más arriba.

Sabéis, porque así se os explico, que tras el levantamiento de muertos vivientes de Iuchiban el Emperador manda incinerar a todos sus caídos, salvo raras excepciones, para evitar que nadie pueda levantarlos en su contra otra vez.

Este hombre, amaso cierta cantidad de dinero, y vendió sus negocios, trasladándose a un pueblo en las montañas hace ya un año. Puede que un poco más. Debido al tipo de negocios que realizaba cuando estaba aquí, nadie ha querido reclamar la vivienda para sí.

Esto no es precisamente extraño, pues los hombres y mujeres débiles de corazón y mente, suelen ver más cosas de las que hay. Pero un samurái destinado en las fuerzas del Campeón Esmeralda desapareció en las cercanías de esa casa hace una semana.

Tenemos que investigar a ver qué ocurre, para cerciorarnos de que nada atenta contra la tranquilidad de esta ciudad.

Hace una pausa, pues imagina que querreis hacer preguntas al respecto.

 Mientras termina de hablar Kitsumi-san El grulla sigue observando su samuria-ko y lo mira fijamente cuando habla de las luces; mientras todavia recuerda el incidente de la pajarería. sabia que ese era su trabajo y la discreción tenia ue pertenecer parte de su rutina pero la pregunta tenia que salir-

- Kitsumi-san perdona que la pregunta sea algo ignorante pero pero que era un ETA¿ y segunda pregunta las luces tienen carácter de fantasmales.?

mientras hablaba con Kitsumi el joven grulla pensaba como siempre en las enseñanzas de su padre y lo que le habia enseñado su sensei

-y otra cosa (con tono preocupado)y si son fantasmas como se lucha contra ellos pues yo por lo menos deconozco luchar contra un ser etereo.?

ahi es cuando el grulla calla y espera la respuesta.

Todos los que no hacen la guerra, y trabajan con muertos, y cosas muertas, son Etas.

Dijo tu líder con achicando el tamaño de los ojos. Al fin y al cabo, debía de saber eso desde hacía mucho tiempo, y sencillamente le extraño la pregunta. Pero pronto se concentro en lo que le decías.

No sé de qué tipo son las luces, hay que averiguarlo, y cuando estemos allí, ya veremos lo que es, y como se mata. No existe una formula mágica para acabar con los enemigos más extraños del emperador, pero tendremos que poner a prueba nuestro ingenio.

Una vez acabe con un fantasma que llevaba una máscara, solo tuve que romperla.

Se encogió de hombros una vez más. A veces parecía saberlo todo, y otras no saber nada. Aquello te hacía pensar en que antes que tú, debió de haber mas luchadores contra esas cosas, y que solo quede Komi sama no te deja precisamente buen sabor en el cuerpo.

A pesar de llevar ya un tiempo viviendo en aquella pequeña habitación que se encontraba arriba de la floristeria , los aromas que surgen de esta abrumaban el olfato de la joven Kazeko , el olor de aquella multitud de plantas eran una distracción en muchos casos para la mantis , la cual mas de una vez se sorprendió a si misma ensimismada intentando descifrar alguna el aroma de alguna flor especifica en aquella fuerte mezcla.

Aun con esta distracción , la joven Tsuruchi dedico gran parte de su tiempo de descanso en la enojosa tarea de modificar el color de las plumas traseras de sus flechas por lo ocurrido hacia dos noches , para la chica ya era un problema que sus flechas eran claramente trabajo Tsuruchi como para que también pudieran ser relacionadas con ella por el patrón de colores. Ante la imposibilidad de obtener plumas de aves para poner en el extremo final de sus flechas , Kazeko tubo que conformarse con un pequeño estuche de pigmentos con los cuales tiño las plumas de sus proyectiles cambiando así su color.

Esta tarea consumió el tiempo libre hasta que fue requerida nuevamente para dirigirse al templo de Onnotangu , a pesar de que la joven había descansado poco y mal , la idea de una nueva misión la entusiasmo , no era la clase de persona que disfrutara de las tareas monótonas.

Al llegar el templo la joven dedico un momento en observar el ambiente del templo y darse cuenta del gran contraste que este ofrecía a la zona en la cual ella habitaba actualmente , mientras que uno parecía estar en una solemne ceremonia de manera constante por su silencio la otra estaba siempre viva , con gente recorriéndola hasta que Amateratsu se oculta.

Al poco rato llego el grulla , la joven realizo una inclinación a modo de saludo a su compañero pero no hablo en ningún momento con el chico de pelo blanco , como si el ambiente que la rodeaba influyera en su comportamiento.

Tras un poco mas de espera apareció el Kistuki-senpai y informo de el objetivo de el día de hoy.

Kazeko no era una chica que se asustara facilmente y la verdad es que le costaba creer en algunas antiguas supersticiones , como eran los cuentos de fantasmas ... aunque si lo pensaba fríamente las historias de gente mitad serpiente tampoco sonaban muy creíbles.

-Bueno , mejor partamos ahora antes de que yo me vuelva un fantasma al morir de aburrimiento-dijo a modo de broma mientras sonreía a sus compañeros - aunque lo que si me gustaría saber Kistuki-senpai es... ¿Como un fantasma puede llevar una mascara ? y aun mas importante ¿Cuando atraviesa una pared la mascara va con el o se cae al suelo?

Los tres salisteis del templo por la entrada secreta, nadie estaba afuera para observar vuestros movimientos, aquella parte del distrito era completamente segura.

Kitsuki san abría la marcha, y respondía gustoso a vuestras preguntas.

Por lo que he visto hasta ahora, no hay un tipo único de seres que renuncian al descanso. Hay más de uno, y cada cual es poderoso a su manera.

Unos son cuerpos rotos que destilan fuerza sobrehumana, y otros manipulan la mente. Unos invocan fuego demoniaco venido directamente del Jigoku, y otros, simplemente solo asustan a viejas. Tendremos que mantenernos atentos a lo que pueda ser. Este trabajo es complicado muchas veces, porque no sabemos a qué nos enfrentamos.

Puede incluso que solo sean tonterías de los aldeanos, aunque me extrañaría, mis fuentes suelen ser fiables.

De esa manera respondió las dudas de la mujer Mantis mientras salían del distrito y pasaban por calles amplias y concurridas hacia la salida de la ciudad imperial.
En aquella parte de la ciudad, los muros tanto por dentro como por fuera estaban plagados de casas pequeñas de los muchos sirvientes que trabajaban en la ciudad.

Pequeñas patrullas de soldados y algún que otro magistrado os habían visto pasar sin decir siquiera adiós con la mano. La ciudad imperial era grande y gloriosa, pero la gente se cuidaba mucho de tratar con desconocidos en la calle.

Cuando llegabais hasta la puerta de la ciudad, Kitsuki san se paró en seco y luego se movió ágil hacia el lateral de una casa haciendo gestos para que lo siguierais. Aunque podía veros gente y era una actitud un poco extraña os acercasteis hasta la esquina de la casa.

Delante de la puerta hay una patrulla León, el que esta de jefe de esta es Ikoma Bentei. Es un.... un tipo muy quisquilloso, y ya he tenido más de un encuentro desagradable con él. Preferiría que os adelantarais vosotros.

Si nos ve juntos, nos retendría a todos, e os interrogaría para ver por qué vais conmigo. Una vez lo hizo con un viejo mercader al que le ayuda cargando un saco de grano. Horrible.

Ese tipo está loco, voy a ver si puedo salir por la siguiente puerta, es un duro rodeo. Vosotros localizad la casa y nos veremos cerca de ella.

Sin más palabras Komi san sale por piernas dejándoos otra vez solos.
Frente a vosotros al final de la calle, un grupo de soldados revisaban la carga de un comerciante antes de darle paso a la ciudad. No distinguís desde donde estáis al jefe de la guardia.

 EL camino continuaba, y aunque hubiera una patrulla eso no iba a detener al grulla,con paso firme comienza andar y le dice a la joven Tshuruchi.

Camina a distancia mia hasta pasar el control, sera lo mejor pues los leones y los grulla no se llevan muy muy bien.

EL joven grulla intenta llegar hasta la casa para hechar un vistazo y camina con paso firme y decidido pero al llegar a la patrulla reduce el paso.

La joven Mantis escuchaba la información con asombro , esperaba que si esa noche debía enfrentarse a un alma atormentada lo máximo que esta pudiera hacer es decir frases incoherentes con una voz tétrica y cavernosa , como la que ponía su abuela cuando le contaba cuentos para asustarla.

Tras caminar un buen rato por las las calles de la ciudad y encontrándose cerca de la puerta de la ciudad  , el Kitsuki paro en seco su marcha y con un rápido movimiento se coloco de espaldas a la pared lateral de una casa para luego realizar un gesto con la mano para llamar la atención de Kazeko y Tetsumoto. Tras escuchar las palabras de su sempai , la Tsuruchi intento fijar su vista  en el hombre al que se refería el Dragón , pero no logro encontrarlo entre el grupo de gente que supuso eran los guardas.

Al tiempo que ella y el grulla se separaban de Komi pensó un momento en la descripción que le había dado su sempai sobre el tal Ikoma Bentei , sonaba a un león típico , seguidor estricto de las normas y lo que dicta el honor hasta el punto de volverse insoportable.

Camina a distancia mía hasta pasar el control, sera lo mejor pues los leones y los grulla no se llevan muy muy bien.

La chica salio de sus pensamientos al escuchar las palabras de sus compañero , una sonrisa amarga apareció en su cara al tiempo que el recuerdo de un Matsu aparecía en su mente.

-Si yo te contara...- le dijo en voz baja a su compañero para luego adelantarlo un par de metros en dirección a la puerta .

Ambos salis de la ciudad sin mayores incidentes. Parece que nadie os reconoce. Y eso es bueno para vuestro trabajo.

Al rato de estar por el sendero llegais hasta el nucleo de casas cerca de vuestro objetivo.
El tiempo pasa lentamente y decidis investigar por vuestra cuenta.

Finalmente llegais a una casa que debio de ser grande, pues ahora, por extraño que parezca, esta quemada. Nadie habia dicho nada de eso. Pero de alguna manera no parece sorprenderos.

Las nubes encapotan el cielo, parece que el dia no es precisamente el mejor para salir de excursion.
Cuando estais por apartaros del lugar, una brisa muy fria os acaricia la cara y los brazos.
Algo llama vuestra atencion sobre la casa, pues los dos mirais de repente hacia ella.

 EL joven Kakita sigue su ruta observando el lugar pues que era aquella brisa fria que nos golpeaba en nuestros rostros, no encontraba nada inusual en la casa quemada, pues que serian los fantasmas alli cerca esa escalofrio que recorria su cuerpo, seria un mal augurio?

La samurai-ko paso sin problema alguno salvo la mirada de alguno de los guardias , tras alejarse lo suficiente de la puerta espero a que su compañero se reuniera con ella al otro lado , una vez juntos , caminan por un sendero durante unos minutos hasta llegar a una zona de casa donde en teoría se encontraba el objetivo.

Esperan juntos en silencio durante minutos que parecen horas esperando que el Kitsuki aparezca para guiarles pero este no aparece , el grulla y la mantis se miran en silencio un momento , como midiendo que decision tomar , para luego ponerse a investigar por su cuenta.

La joven en compañía del Kakita caminaron por el núcleo de hogares  intentando localizar el sitio comentado por su sempai sin éxito hasta que se encontraron con lo que parecía una casa antes grande aunque ahora lo que mas llamaba la atención de la joven eran las claras marcas de que el fuego había atacado esa construccion.

La arquera aparto la vista de la casa y observo el cielo  , las nubes cubrían en cielo y  parecía que en cualquier momento dejarían caer su carga en forma de lluvia , Kazeko pensó que sin duda no habia acertado trayendo su sombrero.

-Vamos Kakita-san , aun nos queda cosas que hacer- comento a su compañero para que ambos se pusieran nuevamente en marcha , pero algo la mantuvo en su sitio. Un brisa fría golpeo su rostro y sus brazos dejándola quieta en su sitio y , por alguna razón , los ojos de la joven se clavaron en la casa que tenia delante , como si estuviera buscando algo.