Partida Rol por web

Avanzando llegas a un primer y único "rellano". El único sitio donde se ensancha el angosto camino. Tendrá unos 30 a 50 mentros de largo, y en su parte más ancha, tendrá unos cinco. Por supuesto no es plano, llano, ni cómodo. Pedruscos y otras formaciones decoran toda la estancia, que es muy oscura.

De todas maneras, hay un sitio, donde empezó el combate, que hay unos cuantos trozos de hueso roto por el suelo, junto a varias mochilas. Una de ellas resplandece con el mismo color que el whyrm. Además te recuerda un pozo de los vientos de magia que ya has visto antes.

Sigmud se sobresalta, como si le diera miedo lo que ve. - Eso es malo.

Has notado una perturbación.

Sabes que están intentando acceder a la laguna, pero el Sacerdote de Sigmar se ha hecho fuerte en la entrada. A tu aquilofante luchador le ha dado un mazado que ha destruido parte de la armadura y no le ha arrancado la cabeza de milagro. No aguantará otro golpe igual.

Muchos de los esqueletos han sido derribados, y viendo por sus ojos, está en pie, en actitud desafiante, cerrando el acceso el luchador. El hombre tiene una presencia imponente y parece que algo lo protege. Se ha puesto de tal manera que conforme salgan tus "soldaditos" tendrán que enfrentarse a él de uno en uno, y su arma ... es capaz de destruirlos de un golpe o dos (o como mucho tres, si hay suerte).

El líder del grupo de cabeza, va a hacer que la tropa entre timero, evitando exponerse de más, por la situación y daños sufridos.

Dejo que ataquen los esqueletos y despues de los 2 primeros me acerco y le digo mentalmente al Aquilofante luchador, avanza,saltare a su espalda y le abatiremos entre los dos., dicho esto me acerco hasta la distancia en la que podre saltar a su espalda y ejecuto la magia para saltar, por lo que doy un salto por encima para caer a su espalda. y meterle la espalda por la espalda, para matarlo pero sin degollarlo. y asi poder levantarlo.

- Mi señor. Es comunicación telepática. No está destruyendo. - He escapado de milagro. Notas que tu enlace con él se debilita. No es que lo tengas bajo control, pero un poco si está sujeto a ti. No depende totalmente, pero si tienes conexión.

De los esqueletos que los acompañaban, dos han sido destruidos de un solo golpe. Los ha molido, y ves como sus espíritus se derraman, colándose por unas agujeros invisibles en el suelo, como agua de una jarra rota, y desapareciendo para siempre.

Notas un fulgor santo. La energía del propio Sigmar se acumula allí. No ves la escena, ya que tanto esqueletos como recovecos te lo impiden, pero lo sabes. Además, sabes que está taponando el túnel, el acceso a la laguna, con su propio cuerpo, furia y arma, destruyendo todo lo que se pone a su alcance. Te lo dicen las propias sensaciones que te mandan tus subordinados, que ahora, yacen tumbados y derribados por un envite del sacerdote, que no solo se ha dedicarlos a golpearlos y empujarlos, sino que los está destruyendo con metódica dedicación.

ok

El sacerdote sigmarita se ha detenido, ha hablado con su martillo y luego preguntado: - ¿Qué has venido a buscar aquí?

Muchas piedras han salido de multitud de lugares, pero ninguna tan grande como deseabas. Le han dado casi todas en el espaldar y las piernas, pero han sido estas últimas las que le han hecho tambalearse.

Y vosotros que haceis aqui, digo mientras sigo lanzandole cosas y atacando los esqueletos.

¿Sabes que no estás allí, verdad?

ahhahaahhaha

Un gran destello hace que incluso te duela en el interior, eso que no te alcanza la luz. Te das cuenta de que ha sido el propio sacerdote la fuente, y tras eso ... desaparece.

mierda!!!, el sacerdote había desaparecido. Pero que magia tenía esos cabrones y yo ni con un anquilofante que es superior a cualquier humano y no tienen esos hechizos. Me sentía estafado. O quizás esk el anquilofante no quería usarlos?
Pero no había nada que hacer así que entre en la sala y fuy a ver al dragón.

El dragón no era más que un montón de huesos amontonados en orden, como si fueran leños para quemar.

Había algunos muertos por allí. Unos eran martilladores. Otros sacerdotes como el que se había escurrido entre tus dedos, igual que lo hacía el agua. Y como esta, había dejado una humedad en tu piel. Una humedad que te escocía, no por las perdidas de tropas, sino por haberte privado de una gran victoria ante un ser así y por haber destrozado tu sueño de montar en dragón. Tal vez en el pasado hubiera sido un dragón. Ahora era lo que era. Pero ni eso. Era un montón de pellejo amontonado, como si hubieran descolgado las cortinas y amontonado en un rincón.

Te percatas que el lago en si era más profundo de lo que pensaste. No era un mera charca, sino una profunda sima que disponía de diferentes escalones. Las dos que te permitían ver tu ojos era porque, a unos 10 u 11 metros de profundidad, resplandecía un metal brillante que iluminaba la caverna desde allí. Incluso algunas de las víctimas con el whyrm estaban allí abajo, ahogadas.

había un montón de huesos delante de mi, sin vida, como en los cementerios, quizás no pudiera hacerme con un dragón lleno de magia, pero quizás si con un esqueleto gigante y su mandíbula y garras enormes, así que intente levantarlo, por si podía.

Lo consiga o no peinare toda la cueva con cuidado hasta localizar a los que quedan y los masacrare, dejare libertad a los Anquilofantes para divertirse.

Hay unos 16 cuerpos que podrías levantar como zombies (Monjes Guerreros y Martilladores de ulrik). Algunos habrá que sacarlos del laguito.

Te llama la atención el resplandor de la cornisa, antes de que la pendiente se haga tan profunda que la sima haga desaparecer cualquier cosa que pudiera haber allí, y transformarse en un oscuro y tenebroso pozo que se pierde en las profundidades.

Hago bajar a unos esqueletos a que me suban el metal brillante y mientras levanto los 16 esqueletos, con el dragón me lo pienso, puesto que no creo que me sea muy útil ahora, sin inteligencia ni magia y me costaría mantenerlos mas que a los 16 nuevos esqueletos.

Despues reviso todas las galerias para saber si ha quedado alguno con vida y a ver si encuentro a ese que se desbanece.*

Sigmud te ayuda con los zombies. Entre todos empiezan a subir la carga que pueden. Van despacio, y pesa mucho

Es piedra bruja pura, pero está ... en una cubierta de "oro".

Sigmud te comenta que no hace falta. A no ser que tenga poder suficiente como para regresar y daros una sorpresa, ... no está. El aquilofante está fatigado. Muy cansado, pero a pesar de lo que ha sufrido, está muy bien. Ya no es un "saco de huesos" (literal). Pero te advierte de una cosa.

- Tenemos un poder ancestral entre manos ... y no se si lo podremos controlar.