Yo quiero la camisa acolchada y unas botas, aparte de las vendas.
Me quedo con esto, si ves que todo cuadra:
Botas de cuero altas, Camisa acolchada, Capa, Coleto de cuero, Guantes de cuero, Sombrero.
159 Reales.
EQUIPO PRECIO
Racinoes saladas de viaje 15 reales
Odre de agua, Mochila,
manta de viaje, vela, pedernal 1 real cada uno
coged lo que querais, descontaroslo del dinero y poneros lo que habeis cogido en equipo.
Me quedo, además de lo que compré ya anteriormente, con:
Raciones saladas de viaje, Odre de agua, Mochila, manta de viaje, vela y pedernal
Me quedan 139 Reales.
Hecho. Las cuentas y equipo las tengo en el apartado notas. Cuando quieran vuesas mercedes partimos.
Lo mismo digo, ya tengo todo apuntado y estoy listo para emprender la marcha.
¿Que es lo que teneis en mente hacer?, mas o menos.
Me refiero a que vais a intentarlo en la propia madrid sobornando a alguien que os diga la hora y el transporte que sale o al estilo bandolero?
Yo lo haría a lo bandolero, cuanto menos se sepa sobre el asunto, mejor. Acechar en el camino principal y ración de acero para todo el que no atienda a razones.
Lo suscribo, bandolerismo a tope!!
Por cierto, ¿quién es el nuevo PJ que aparece? ¿Tenemos otro compi?
Bandolero, ¿actualizarás las fichas con las compras que hemos hecho o debemos de apuntarlo?
Supongo que con la escolta que llevará el carruaje que esperamos no será muy difícil distinguirlo.
Todo el equipo anotarlo vosotros, al igual que el dinero.
Haceis los preparativos pertinentes y compras de última hora en los puestos del rastro. El mediodía se a echado encima, comeis en un bodegón mientras debatís los pormenores de vuestro asalto entre jarras de valdeiglesias y los callos que la mujer del regente tiene por buen hacer.
Así llega la tarde, decidido que asaltareis el carro pasando a cuchilla a todo aquél que lo proteja, pues en las empresas del señor es mejor no dejar testigos. Os encaminais hacia el camino de Toledo, al sur de la villa y corte de Madrid, dejando atrás a vuestra izquierda el matadero y saliendo de la ciudad.
Calculais que quedan unas tres horas para que anochezca y debeis pasar las tierras de labor, pues no ofrecen buen escondrijo y están demasiado cerca de oídos no deseados.
Comienzo a sentir el hormigueo propio que palpita en el estómago antes de una faena. También, me tomo unos instantes para otear el horizonte, sentir el viento sobre mis sienes, oler el aroma del campo y visualizar el color del cielo, esos azules que se tornan rojizos al caer el sol, ese sol que nunca se ocultaba para España, pero que, para algunos caídos en desgracia, hacía mucho tiempo que se había puesto, tal vez para siempre.
Como cada vez que hay que ocuparse de un trabajo, es imposible evitar pensar que esta vez puede ser efectivamente la última... Vive Dios que, llegado el caso, venderé cara la piel.
-Señor médico, o cirujano, o como prefiráis que os llame, dado que entiendo que no sois muy ducho en artes militares (Dios me libre de ofenderos, entiéndame vueced), discutiré los detalles del asunto con el jovenzuelo, que parece más curtido en tales menesteres.
Me giro hacia Gabriel.
-Dime niño, ¿cómo te parece mejor que lo hagamos? ¿De frente? ¿O nos apostamos uno a cada lado usando al buen médico de cebo como si fuéramos de pesca?
Qué ganas!! ;-)
Sonrío ante la explicación de maese Rodrigo. Cosa de juventud, divino tesoro, es juzgar por la apariencia, también lo hacía yo cuando era mozo. Hago una leve inclinación y gesto cortés con la mano, indicando que dejo a mis compañeros la tarea de trazar el plan. Pongo pues las manos sobre mi bastón dispuesto a escuchar más que a hablar. Tanto monta si es de frente, como gente bien nacida, o de lado, como vulgares asaltadores, la forma de enfrentar a nuestros enemigos. La cuestión es que pronto va a tocar a degüello y veremos cómo se desarrolla el lance.
A fe mía que os ha quedado cojonudo vuestro texto, maese Rodrigo :)
Muchas gracias don Hernando! Me alegro de que guste lo que escribo! Gracias!!
Miro a mi compañero y le respondo:
- Creo que el buen doctor será un cebo excelente y que sabrá encandilar a las gentes del carro para que se detengan a socorrerlo.
Voto a tal, que parecéis un escritor de comedia...
-De acuerdo entonces. Yo me pondré en medio del camino.
-Espléndido doctor. No debéis preocuparos, no estaréis en peligro en ningún momento. Debéis realizar una actuación convincente para que no sospechen nada hasta el preciso momento en el que les rebanemos el gaznate.
¿Alguna descripción del entorno para ver dónde nos apostamos?