Partida Rol por web

Poniente

En un lugar del Dominio

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11/09/2020, 20:27
Gawain Arena

Pero estaban en Bastión de Tormentas; sus compañeros de viaje confiaban en él para encontrar un sitio donde poder descansar y, por encima de todo, donde podría, finalmente, darse un interminable baño para quitarse el polvo, el hedor a caballo y hasta la roña que se había hecho un hogar debajo de sus uñas. A fin de cuentas, ¿qué clase de amantes podría encontrar si parecía un mercenario extranjero que no había visto el agua en días? ¿Cómo pretendía hacerse un lugar en aquella ciudad, un nombre por méritos propios si olía a cuadra que no había sido limpiada en una semana?

La necesidad de volver a sentirse limpio era superior a su curiosidad por la ciudad, la simple idea de un baño caliente y comer sopa para entrar en calor casi hacía que las agujetas merecieran la pena…

El sitio no era el más bonito, y seguramente podría haber conseguido mejor precio, pero estaba demasiado cansado, demasiado ansioso… aquel sitio le parecía tan bueno como cualquier otro, al menos hasta que encontrara a alguna pomposa doncella con la que compartir un lecho más cómodo.

La prioridad de Gawain, por encima de su rugiente estómago, era darse un buen baño para quitarse el cansancio del camino y el espantoso olor a caballo.

Le sorprendió que en ese lugar le dispusieran de una bañera y agua caliente, eran comodidades de las que hacía mucho tiempo que no disfrutaba. Al meter la primera pierna, el calor sacudió su cuerpo como un escalofrío; estaba realmente caliente, pero su cuerpo necesitaba el calor, por lo que no dudó en sumergirse entero casi de golpe, haciendo que el cristalino agua se volviera traslúcida rápidamente por la primera capa de suciedad que cubría casi completamente su cuerpo…

Por fin podía relajarse durante un momento, dejar que los vapores y el calor entraran por cada poro de su agotado cuerpo, olvidarse del hambre, del polvo, del dolor…. Solo quería vaciar su mente de todo pensamiento y sumergirse en agua hasta el día siguiente.

Y la visión de las llamas volvía una y otra vez a su mente como si fuera una pesadilla. Intentaba descifrar porque, intentaba entender que quería decir, porque le pasaba eso… pero estaba demasiado cansado… y cada vez que cerraba los ojos las pesadillas volvían…

Finalmente, resignado a que no era hora de dormir, cogió la pastilla de jabón que guardaba como uno de sus mas preciados tesoros y se frotó con fuerza todo el cuerpo hasta que volvió a sentirse cómodo, dejando tras de si un líquido de color marrón oscuro que se había quedado frío después de tanto tiempo. Por suerte para él, el calor del baño había pasado a su cuerpo, y sólo el contraste con el frío de la estancia le recordaba que era otoño.

Una vez vestido con su muda de viaje más decente (aunque ambas habían tenido días mucho mejores) decidió unirse a sus compañeros que estaban sentados en una mesa alejada de miradas curiosas, disfrutando de un asado de aspecto bastante apetitoso y unos buenos cuencos de sopa caliente. Cuando Gawain se acercó a sus compañeros, estos le recibieron con gestos divertidos; había dedicado tanto tiempo a asearse y acicalarse que no fueron capaces de esperar más tiempo antes de disfrutar de una buena comida.

Extrañamente, la comida estaba realmente apetitosa. La carne estaba bien cocinada, y no especialmente seca, tenía abundantes acompañamientos y la sopa tenía el sabor de las verduras solamente algo aguadas. Esperaba que la comida fuera de mucha peor calidad, como había pasado en las posadas donde habían estado hasta ahora, pero estaba claro que en la ciudad los servicios eran algo mejores, aunque eso también se veía reflejado en el precio de la estancia.

Con todo, Gawain disfrutó de cada bocado; aunque tenía un hambre voraz, supo mantenerse recatado y haciendo alarde de buenos modales (incluso a veces demasiado elegantes, en un intento cómico de presumir, pero sin ninguna mala intención). Intentó que su imitación de un alto noble de Altojardín no ofendiera a ninguno de los allí presentes, y cuando emuló los vastos modales de un guerrero de Invernalia las carcajadas en la mesa estaban aseguradas. El viaje había sido extremadamente duro para él, y necesitaba esas notas de humor, no solo para aliviar los ánimos de sus compañeros, sino para elevar su propia moral.

Estaba todo lo aseado que podía estar, se había puesto ropa “limpia”, y estaba disfrutando de una comida en una muy buena compañía, a pesar de que las constantes muestras de cariño de Chiara y Abramio le recordaran sus deseos de tener ese tipo de contacto… antes de que terminara de perder el juicio.

Todo parecía ir perfectamente, estaban disfrutando de unos momentos perfectos, esos momentos que se dan tan pocas veces y que por eso debes disfrutarlos como si fueran los últimos; curiosamente, Gawain disfrutaba más de esos momentos relajados, en compañía de mercenarios, que las elaboradas comidas en su antiguo hogar; aquí se respiraba calma y camaradería, en su tierra cada palabra tenía dos o más sentidos, se sentía la tensión en cada gesto, en cada insulto mal disimulado… Puede que la corte tuviera comodidades de las que tardaría tiempo en volver a disfrutar, pero ahora se sentía más vivo que nunca.

Abramio hizo un comentario bastante soez sobre una doncella que había visto por la calle, y Chiara respondió con un “cariñoso” apretón en sus partes… haciendo que Jimbo lanzara una risotada y que Gawain casi se ahogara con el vino del que estaba disfrutando. ¿Cuántas veces un noble Dorniense se había portado así sin haber consumido enormes cantidades de licor?

Pero como solía pasar con el muchacho, sus pesadillas siempre le sacaban de sus buenos momentos de ensoñaciones. Una mirada fugaz a las llamas del hogar que caldeaba la habitación y de nuevo las extrañas visiones acudieron a su mente como aves rapaces… Podría esperar un solo día a encontrar respuestas… o quizás estaba en una carrera contra el tiempo que desconocía…

No quería, no podía arriesgarse.

Chiara había sido la que encendió la chispa de esa visión, habían sido sus palabras, extrañamente serias, las que habían despertado ese “don” (o esa locura) y sería la primera persona por la que necesitaba respuestas.

Necesitaba encontrar una excusa, una oportunidad para hablar con ella en privado; no es que no confiara en sus compañeros, es que él mismo no era capaz de explicar la locura de su propia cabeza, y aunque tenía confianza con el trío, no estaba del todo seguro de como se tomarían tan extraña revelación.

Notas de juego

Está dividido en dos porque la música de la primera parte encaja mejor así, la segunda es mas narrativa pura y no encontraba nada que me inspirara.

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18/09/2020, 12:55
Director

El viento azotaba con fuerza la ciudad protegida por el inexpugnable castillo, haciendo honor a su nombre. Cuentan las historias que el castillo se construyó para poder defenderse de la ira del Dios de Las Tormentas y por los Dioses que sería capaz de contenerla. La reunión entre los compañeros era tranquila, aunque alguna duda parecía sobrevolar a los mercenarios. Jimbo fue el primero que se levantó y Abramio se levantó al momento para acompañarle, el líder comentó algo a Gawain y a Chiara - Dar una vuelta por la ciudad, Abramio y yo iremos a la zona del puerto. Hay algo que debemos averiguar - el tono era resolutivo, no daba pie a hacer más preguntas, pues al momento partieron dejando al dorniense y a la mujer de Essos en el comedor disfrutando lo que quedaba de la comida. 

La comida estaba hecha con esmero, se notaba que aún no había llegado la mayoría de la gente pues posiblemente en poco tiempo empezaría a escasear esta calidad de comida por la gran cantidad de gente que atraería el torneo. Después de comer, los dos que habían quedado atrás pasearon por la ciudad, viendo el barullo de gente que si bien era grande permitía pasear por las estrechas calles de la ciudad sin demasiados problemas. Posiblemente en breve, el olor a mierda sería inmenso pues los caballeros vendrían con sus caballos dispuestos a ganar el torneo. Su camino les llevó hasta la zona cercana a las murallas, que a pesar de estar vigiladas, no era una gran guardia, pues la Casa Targaryen había traído la paz al reino durante los últimos treinta años. 

La gente notaba rápidamente que aquellos dos eran extranjeros, pero nadie se mostraba suspicaz, por el contrario estaban casi expectantes ante el evento que se aproximaba. Multitud de comerciantes les impelían a comprar sus productos antes de la llegada de más gente que harían que escasearan muchos de los productos a pesar de que una ciudad tan grande y costera como era Bastión de Tormentas siempre estaría bien surtida. 

Chiara se mostraba tranquila, como ausente tratando de fijarse en cada detalle. Como extranjera de tierras diferentes todo aquello le resultaba curioso, aunque el joven Arena no había estado nunca en Essos si que había oído historias, de ciudades enormes, con murallas más bajas. Tierras donde existía la esclavitud y cada ciudad era su propio reino. - Te noto preocupado, Gawain - comentó la joven con una sonrisa tranquilizadora - Es por algo que hayas visto en las llamas? Que viste? - la curiosidad de la mujer era totalmente sincera. Quizás no sabía lo que podía haber visto el dorniense... quizás era el momento de resolver todas sus dudas.

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18/09/2020, 17:47
Gawain Arena

-No es tanto lo que vi en las llamas…- Gawain necesito un momento para poner en orden sus pensamientos, tenía mucho que digerir, quizás demasiada información, y su educación y buenos modales se debatían contra la aparente locura- Es el ver algo en las llamas; sentir que era una verdad tan cierta como que estas delante de mí. Vengo de una tierra donde se oyen a charlatanes hablar de pociones para aliviar los picores de entrepierna, de bardos que hablan de dragones montados por reinas… - una tenue sonrisa se dibujó en sus labios- todo eso eran mitos, leyendas o mentiras para engañar a ingenuos e ilusos, o para entretener a los niños…

Los ojos del Dorniense se perdieron durante un momento en el cielo. No estaba seguro de como plantear las preguntas, no estaba seguro siquiera de cuáles eran las preguntas, o si estaba preparado para las respuestas.

-Pero eso…- intentó omitir lo que había visto, casi deliberadamente- Eso era real.

-No soy el más inteligente de mi familia, eso está claro- el tono de Gawain demostraba su pesar en cada palabra- pero hasta un Maestre sabe que no era porque hubiera bebido, me hubiera drogado o estuviera traumatizado. - su voz cambio a un claro terror- Era real. Perturbadoramente real. No sé qué vi, ni siquiera estoy seguro de que no fuera un efecto del cansancio; aunque solo sea porque no soy capaz de enfrentarme a la realidad.

-No puedo quitarme de la cabeza la idea de que estoy perdiendo el juicio…- una lagrima se perló en la comisura de su ojo de color púrpura mientras su labio inferior no paraba de temblar- Pero todo me dice que era real… que todo lo que me habían enseñado era solo una minúscula parte de un todo… y que lo que vi es mucho más peligroso de lo que puedo llegar a pensar.

Gawain soltó una risa cansada mientras se limpiaba la cara.

-Se que sabes mucho más de eso de lo que me atrevería a preguntar. Pero necesito saber que era esa visión… aunque solo sea para saber qué papel juego en todo eso.

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22/09/2020, 11:24
Director

La joven se paseaba con un caminar sensual, acostumbrada a llamar la atención de los hombres, pero también preparada para rechazar del medio que considerara oportuno cualquier insinuación no deseada. Atendía las explicaciones del dorniense con calma y una sonrisa satisfecha en el rostro. - Era real, si. No sé que era lo que has visto, sólo sé que el Señor de Luz te lo ha mostrado por una razón - 

Era curioso, pues al parecer esa mujer era una especie de sacerdotisa, aunque tenía el poder de conectar a otros con la voluntad de su Dios, no compartía esa visión - Esas imágenes son para ti, si el Señor de Luz, desea que yo lo sepa, me lo dirá - Resultaba sorprendente, la firme fe de esa mujer en su Dios. 

Le puso al Arena, la mano en la mejilla con calidez y ternura, como si fuera una hermana mayor - No estás perdiendo el juicio Gawain, pero puede que el Señor de Luz, pida tu ayuda y eso es algo entre Él y tu - el gesto resultaba reconfortante de algún modo, aunque dejaba la cabeza del ponientí con más dudas que certezas. Que es lo que querría el Señor de Luz de él. ¿Por qué le habría mostrado aquellas imágenes?. ¿Quién era esa mujer?. 

Cambiando el tono y la actitud a una mucho más juguetona, avanzó dando unos pequeños saltitos hacía un puesto de dulces - Ay! comprame dos dulces, por favorrrrrrrr - dijo arrastrando las "r" de la palabra por favor, poniendo un tono infantil...

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22/09/2020, 17:44
Gawain Arena

Si el Señor de Luz estaba pidiendo su ayuda, tenía un peculiar sentido del humor.

Pero bueno, eran Dioses; ya fueran los Dioses Antiguos, los Nuevos, el Señor de Luz o la Madre Dragones…. No tenía por qué entender sus motivos, solo el hecho de que se sentía en la “obligación” de obedecer. Había sabido tocarle la fibra sensible (igual solo por eso le había “escogido” a él).

Solo tenía que trazar planes.

La única parte que tenía clara de la visión es que estaba involucrada la Casa Real, aunque no estaba seguro de cual o cuales de sus miembros. Necesitaba información sobre los movimientos de la Casa Targaryen, y no necesitaba estar en Desembarco del Rey para saber que se movía en la Corte Real. En todas las cortes se hablan de viajes, desposorios, conflictos… si jugaba bien sus cartas podría sacar una muy buena información. Bastión de Tormentas estaba bastante cerca de Desembarco del Rey, por lo que los comerciantes, además de mercancías, traerían diversos rumores de los movimientos de la Familia Real.

Obviamente, no estaba vestido para moverse por entre el elitista ambiente de la corte; por mucho que estuviera más aseado, se necesitaba mucho más que eso. Por suerte para él, había conseguido esconder una muda de noble entre sus pertenencias. No había tenido demasiado tiempo para escoger la ropa, pero era ropa mucho más decente, y dado que aún no había tenido oportunidad de usarla, estaría en mejor estado que su atuendo actual (y dentro de lo malo siempre podría comprar algo de ropa nueva, ya que disponía, por el momento, de los fondos necesarios). La barba le daba un toque elegante y maduro… lo tenía casi todo…

Solo necesitaba un pequeño retoque.

Puede que fueran imaginaciones suyas, pero aún olía a caballo.

Ninguna dama que se precie (o caballero) estaría dispuesto a intercambiar información con un noble que oliera a caballo. Podría tener los modales, el porte, pero las “puertas” que necesitaba abrir lo harían mejor oliendo a alguna fragancia procedente de su tierra, con esa mezcla de especias y flores con las que tantos cortesanos había seducido; además seguro que los bazares donde podría encontrarlos estarían en algún sitio un poco más… elitista, donde podría comenzar a desplegar sus encantos y sus redes de contactos y mentiras para futuros movimientos.

No tenía demasiado tiempo para pensar; en dos semanas aquellas calles se llenarían de caballeros en busca de fama y fortuna, y las miradas casuales se convertirían en tropezones contra la muchedumbre que no daría demasiado pie a un contacto más… íntimo y cercano. Necesitaba tantear la nobleza y la corte del lugar antes de dar su siguiente paso durante el gran torneo, siempre que sus planes no interfieran con los de Jimbo; pero antes de eso… no le podía negar nada a una hermosa dama, por lo que antes de ir a la posada para cambiarse de ropa, se paró por una panadería cercana para coger tres rollos de canela de aspecto francamente delicioso; era un pequeño pago para con sus compañeros por todo lo que habían hecho por él.

Notas de juego

El plan, por el momento, es conseguir algo de información haciéndose pasar por un noble Dorniense de paso. Durante el gran torneo, siempre puede tantear a caballeros y sequito de la propia Casa Targaryen para sacar toda la información útil que pueda. Ya veremos si más tarde tiene tiempo para furcias (son dos semanas, hay tiempo para todo un poco)

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25/09/2020, 12:52
Director

Los otros dos compañeros llegaron del puerto, se mostraban bastante satisfechos con el resultado del viaje, aunque el dorniense no entendiera porqué. Era pronto para que empezaran a llegar caballeros o nobles, sobre todo los de alta posición que podrían alojarse en el imponente castillo. 

Abramio fue a reunirse con Chiara y ambos se perdieron entre la multitud dejando a Jimbo con el bastardo llamado Arena. - Camina conmigo, Gawain - dijo Jimbo, mientras continuaban el paseo cerca de las murallas. - Ha llegado el momento de poner a prueba tu determinación... se te da bien escabullirte y esta noche probaremos tu habilidad - 

A pesar de las preguntas del joven bastardo, Jimbo se mostró inflexible esperando a que llegara la noche para informar del resto del plan. El día pasó sin nada más interesante al respecto. Gawain consiguió gracias al pago de dos dragones de oro, ropas como para poder pasar por un noble venido a menos, pero noble al fin y al cabo. 

Al regresar a la posada Jimbo le estaba esperando, aunque no veía a Abramio ni a Chiara por ningún lado. - Llegas tarde y tienes una parte que cumplir. Necesito que vayas al castillo y te encargues de que las puertas principales no se cierren o que si se cierran no puedan aguantar ni un mísero envite en condiciones. Estropea las bisagras, las cerraduras o lo que quieras, haz esto por mi y tendrás una parte del botín mucho mayor. Cuando acabes, asegúrate de prender fuego al lugar donde guardan el heno de las caballerizas - No parecía estar dispuesto a dar muchas más explicaciones, de hecho se mostraba apremiado por cumplir ciertos tiempos. 

Una vez a solas, las dudas sobre lo que estaba a punto de ocurrir acechaban a Gawain... pero... que podía hacer ahora mismo. 

- Reúnete con nosotros en la puerta norte de las murallas cuando termines - 

Dijo Jimbo al marchar, dejando que el Arena se pusiera en camino al llegar al castillo, podía ver que apenas había dos guardias vigilando tranquilamente y sin mucha preocupación. No parecía que esperaran problemas... ahora llegaba el momento de decidir... que hacer?

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25/09/2020, 14:41
Gawain Arena

Si algo sabía sobre Jimbo es que tenía un plan.

Siempre tenía un plan.

En ocasiones incluso un plan dentro del plan.

Fuera cual fuera la idea que tenía en ese momento, estaba bastante claro que no tenía por qué interferir con los planes del Dorniense. En esencia era un simple ejercicio de infiltración y sabotaje, el no estaría directamente involucrado en nada especialmente ilícito, y llegado el momento siempre podría buscarse alguna vía de escape.

Podría aprovechar la oscuridad para crear una pequeña confusión, prender fuego a las caballerizas y llamar la atención de los guardias para poder dejar libre la entrada del castillo.

El plan era increíblemente sencillo, solo tenía que aprovechar las sombras de la noche para escabullirse de ojos curiosos. A esas horas de la noche, nadie estaba por las cercanías e incluso los siervos encargados de las caballerizas hacía horas que habían terminado su trabajo.

Solo tenía que asegurarse de estar lejos cuando las llamas empezaran a consumirlo todo a su paso… la yesca y el pedernal que usaban en el campamento haría todo el trabajo por él, un foco aquí y allá para que el incendio se volviera rápidamente incontrolable….

Solo le quedaba asegurarse de que los guardias prestarían atención al incendio. Parecían despreocupados y tranquilos, seguro que la guardia de la noche les resultaba terriblemente pesada, y cualquier signo de alarma les sacaría repentinamente de su sopor, sobre todo si usaba sus artes…

-Ayuda, por favor- uso su tono de voz más lastimero y alarmado mientras corría hacia los guardias surgiendo como un fantasma de entre las sombras- He visto a un grupo de hombre de aspecto extraño cerca de las caballerizas, tenían aspecto de ebrios y no tenían buenas intenciones…. Por favor, ayuda…

Uno de los guardias se lanzó como una exhalación hacia donde le indicaba el Dorniense mientras que el otro se quedaba con él, con el arma presta sobre el… Solo tenía que fingir un poco más…

-Deberías ir con el- los ojos del Dorniense reflejaron una verdadera preocupación- juraría que los hombres iban armados, parecían personas francamente peligrosas…- Gawain sabía cómo fingir la inocencia de un cordero ante otros, aunque en realidad se escondiera una víbora tras la piel de lana… y cuando el guardia que se había ido alarmó sobre el rápido incendio, dejaron al bastardo completamente solo, olvidándose de momento del joven e “inocente” ciudadano de buen corazón.

Muy discretamente cogió un pequeño guijarro del suelo, con el tamaño adecuado para poder colarlo por la puerta. Encajó con cuidado la piedra dentro de la puerta, de tal forma que resultara imposible cerrar la puerta completamente…

Y antes de que los guardias pudieran acordarse del bastardo, este ya había desaparecido en silencio, amparado por la noche, ahora iluminada con los colores anaranjados del incendio que había provocado, llenando la noche con el olor del humo y los gritos de urgencia…

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25/09/2020, 14:58
Director

Gawain había conseguido cumplir con su misión alterando el orden de sus obligaciones. Cuando las llamas alcanzaron una altura relevante el dorniense se encontraba a mitad de camino cuando se fijó en que algunos de los barcos del puerto empezaban a arder también, mientras en el mar había varios barcos que bloqueaban la salida de los barcos anclados en el puerto. Los barcos que bloqueaban el paso ondeaban un estandarte conocido por todos los habitantes de Poniente. 

Blasón de la casa Fuegoscuro(El blasón de la Casa Fuegoscuro, una rama cadete de la familia Targaryen, cuyo blasón es el mismo que el de la familia Targaryen con los colores invertidos. que hace muchos años inició una rebelión por el Trono de Hierro. Sus descendientes se consideraban muertos desde hace años)

Las ideas se amontonaban en la cabeza del joven Arena, mientras empezaba a comprender las consecuencias de lo que estaba pasando. 

Fuera de las murallas se podía escuchar, como un verdadero ejercito marchaba en dirección a la ciudad, llevaban antorchas y estaban fuertemente armados. 

Parecía que lo que estaba ocurriendo era mucho más importante de lo que pensaba Gawain en un principio. 

Jimbo estaba esperando en el lugar cordado junto a Abraimio y Chiara, esperaban con actitud de suficiencia la llegada del dorniense. Varios soldados con el mismo emblema que los barcos habían cruzado las murallas mientras se podía ver como los guardias de la zona estaban muertos en sus mismos puestos. 

Uno de los soldados que había cruzado se acercó a los tres al mismo tiempo que Gawain llegaba, el soldado con símbolo de tener rango de teniente se dirigía con gran respeto a Jimbo - Mi general. El plan marcha según lo planeado - Jimbo aceptaba con tranquilidad las palabras del teniente mientras respondía - ¡Que traigan mi armadura, ha llegado el momento de derramar sangre! - preparados para esa eventualidad, varios soldados venían con una coraza completa con un blasón y se pusieron a ayudar a su general a ponérsela. Mientras Jimbo hablaba con Gawain - ¿Hicisteis lo que os pedí? - A pesar de estar un poco en shock por todo lo que estaba pasando el Arena consiguió asentir. La sonrisa de Jimbo se hizo algo más amplia y oscura - Bien. ¡Muchachos, el castillo caerá esta noche. Hoy empieza la conquista! - Un hombre delgado y fibroso, con una armadura ligera completamente oscura apareció prácticamente de las sombras. Parecía tratar a Jimbo como un igual, y el resto de soldados le trataban con el mismo respeto pero con algo que sólo podía ser percibido como absoluto temor. Se dirigió al ponientí mientras continuaba colocándose la armadura con ayuda - Tenemos problemas, al parecer el heredero y Jaehaerys están en el norte. Tu parte puede volverse más complicada... ya sabes los problemas que puede ocasionar Jae - Al fin, acabaron de colocar la armadura de Jimbo que portaba su propio blasón. El símbolo de su casa. 

(El símbolo era el del hombre desollado, la Casa Bolton que había caído en desgracia hacía 30 años. La Casa Bolton era una Casa del Norte y parecía que Jimbo era el heredero actual)

Una vez con la armadura colocada, Jimbo se dispuso a entrar en combate. - Bueno, de eso nos ocuparemos llegado el momento. Ahora Sombra es el momento de tomar Bastión de Tormentas. Nos espera una noche de saqueo y sexo - La sonrisa de Jimbo era más oscura si cabe, pero sin embargo aquel al que había llamado Sombra, se mantenía impasible, tranquilo y calmado, bien podía estar viendo la lluvia caer mientras los primeros gritos se escuchaban por las casas cercanas. Esto no era sólo tomar la ciudad, era un saqueo en toda regla. ¿Por qué entonces no habían hecho nada con las aldeas cercanas? estaba claro que en pocos días las noticias de lo ocurrido aquí llegarían a Desembarco del Rey. 

En ese momento el llamado Sombra se giro hacia el dorniense - ¿Y bien? no quieres participar del saqueo - dijo con un tono monocorde, sin un ápice de emoción. Lo mismo hubiera podido preguntar por la dirección de alguna tienda. Era un hombre que helaba la sangre, llevaba dos espadas cortas y se movía con una tranquilidad inusitada - Cuando llegue nuestro señor, El Caballero Dragón, la ciudad tiene que haber caído y las violaciones y el saqueo terminará - dicho eso, con un ágil movimiento desapareció entre una de las calles cercanas. 

Abramio y Chiara parecieron respirar con tranquilidad cuando desapareció aquel extraño hombre, comentando el miedo que daba y diciendo algo preocupante. Al parecer los Hombres sin Rostro habían desaparecido hace años, pero aún quedaban algunos y el tal Sombra era uno de ellos. 

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25/09/2020, 17:32
Gawain Arena

No podía creer lo que estaba pasando.

Apenas podía poner en orden sus ideas; aquel nuevo giro de los acontecimientos había sido tan brutal que aun no terminaba de encontrarse.

Miro a Abramio y Chiara como buscando respuestas que no llegaban…

Estaba en parte asustado, en parte desolado; absolutamente conmocionado…

Conocía de sobra las historias de los Bolton, su terrible reputación: eran personas crueles, viles, torturadores oscuros con deseos aún mas lóbregos. Su Casa había caído en desgracia tras perpetrar atrocidades inenarrables…

Aquel hombre no podía ser un Bolton.

El Jimbo que conocía podía ser en ocasiones serio, podía ser un poco tosco en sus formas. Podía ser muchas cosas.

Pero aquel hombre no era un Bolton. No podía serlo. El Jimbo que conocía tenía un fondo amable, había acogido a un bastardo porque había visto todo el potencial que había en su interior.

La realidad le golpeó en la boca del estómago como un mazo cuando la noche comenzó a llenarse con los gritos de dolor y el chocar de espadas, del humo de las casas que empezaban a arder y el ruido de los pobres ilusos que trataban de salvar sus vidas en vano…

Un Bolton también lo habría visto; se habría aprovechado de esa oportunidad, lo habría utilizado a su antojo… y él habría echo lo que le hubiera pedido. Incluso sabotear la puerta de una fortaleza inexpugnable para facilitar el asedio…

El Jimbo que conocía era una máscara; una farsa para ganarse a quien él quiera. Y lo sabía porque el bastardo lo había echo cientos de veces antes… los resultados podrían ser a mayor o menos escala, pero siempre habían sido los mismos… alguien sufría.

Quería correr, gritar, quería golpear a aquel hombre en la cara, insultarlo… se sentía traicionado, utilizado y desechado… La promesa de un botín le parecía insignificante en comparación con todo el dolor que estaba provocando. Estaban atacando una ciudad; podía ver en su mente como el panadero que le vendió los rollos de canela era brutalmente ejecutado en su propia cama, la mujer con la que había intercambiado miradas picantes brutalmente violada por un soldado, el posadero que les había acogido de rodillas, llorando, suplicando por la vida de los suyos, forzado a ver como abrían el cuello de sus hijos….

Repentinamente se había visto envuelto en una trama que iba más allá de lo que podía asimilar… algo más grande que unas simples conspiraciones palaciegas, algo más oscuro y sangriento que amenazaba con desmoronar los cimientos de lo que conocía.

Quería correr, esconderse, alejarse de la ciudad y olvidar que aquello había pasado. Solo quería una vida tranquila, un nombre… ganarse su posición por derecho propio y dejar de ser una marioneta…

NO.

Él no era una marioneta. No era un juguete. El era miembro de una Honorable Casa de Dorne, había sido educado en el arte de la corte, el engaño…

El ES Gawain Arena, hijo bastardo de Eowin Dryland. Tomaría el control de lo que estaba pasando, y sacaría partido de alguna forma… A pesar de que sus músculos se negaban a responder, que sus rodillas estaban a punto de flaquear, elevó la barbilla con dignidad y dirigió a sus compañeros su mejor sonrisa.

-Creo que es hora de divertirnos un poco-

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25/09/2020, 22:38
Gawain Arena

La noche se le hizo especialmente larga y terrible.

Había necesitado toda su fuerza de voluntad para mantener la compostura mientras observaba impasible como a los que había considerado camaradas acababan con la vida de cuantos se interponían en su camino con insultante facilidad. No solo estaban preparados para la batalla, se crecían en ella, eran verdaderos guerreros que luchaban como uno solo en las calles de la ciudad, arrasaban con hombres, soldados, mujeres, niños… como máquinas de matar perfectamente coordinadas.

Tenía que reprimir las ganas de salir corriendo a cada nuevo asesinato brutal; una parte de él solo quería salir corriendo, llevarse a cuantos inocentes pudiera de la ciudad y ponerse a salvo lejos de aquella masacre. Lo había visto mil veces a lo largo de la noche, había tenido incontables oportunidades… pero siempre terminaba con el mismo resultado en su mente…

Si traicionara ahora al hombre del Blasón del Hombre Desollado, tanto él como la gente a la que intentaba salvar terminarían muertos; o incluso peor, por la crueldad con la que el hombre al que tanto había admirado trataba a algunos de los prisioneros.

Por suerte para Gawain, había aprendido a poner una cara de absoluta indiferencia incluso ante las situaciones más desagradables, aunque estaba convencido que las pesadillas le perseguirían durante tanto tiempo que llegaría el invierno antes de que pudiera volver a dormir en paz. Y tenía que admitir que el saqueo le había ayudado a que fuera más llevadero; una de las posadas que habían asaltado tenía un cargamento de contrabando de licor Dorniense de alta graduación… y esa noche necesitaría una botella entera…

Pero ni el alcohol aliviaba las imágenes de pesadilla. El olor a sangre mezclado con el humo, los gritos de socorro junto con el gorgoteo de los moribundos…

Gawain jamás pensó que se vería involucrado en actos de violencia tan brutales.

Pero Gawain debía mantener su papel. Hasta donde se podía leer, seguía siendo leal al Bolton. No era un combatiente, y cada vez que el grupo se encontraba con nuevos enemigos, procuraba no estar a la vista, o no ser una molestia para sus compañeros, pero siempre tenía los ojos puestos en todas partes para advertir del peligro.

En una ocasión, uno de los guardias consiguió zafarse a duras penas de los letales golpes de los invasores para llegar hasta él, solo para descubrir que el joven Dorniense tenía colmillos; clavó su puñal en la mano que le aferraba y se agachó en el momento preciso en que el acero de Abramio le separaba la cabeza de los hombros, cubriendo al Dorniense de un espeso líquido rojizo que olía a muerte.

Casi se le escapa una media sonrisa al pensar en el estado en que estaba su ropa en aquellos momentos, y recordaba tiempos mas sencillos, en los que olía a caballo…

                                                                       -----------------------------------

Faltaban unas pocas horas para que sol despuntara por el horizonte cuando finalmente el pequeño grupo se tomó finalmente un descanso de su saqueo y destrucción. El líder escogió una posada bastante amplia, con la puerta arruinada y un fuerte olor a muerte saliendo de su interior… aun quedaban algunos rescoldos en el hogar, y los cadáveres se amontonaban en un completo caos donde quiera que miraran, con sangre y entrañas decorando paredes y suelo…

Abramio saltó la barra y cogió una botella de vino especiado cubierta de polvo; una de esas grandes reservas que se abrían en las ocasiones especiales, mientras Chiara apartaba de una patada a un par de lugareños que habían sido asaeteados en el sitio. El general hizo una señal a Gawain que se acercara; se había mantenido toda la noche parco en palabras y extrañamente distante; la mirada de Jimbo había desaparecido sustituida por una espeluznante mueca de crueldad… y eso le atemorizaba.

Con todo, estar los cuatro allí reunidos, descansando tras una larga noche, acompañados del más exquisito vino que jamás había probado…

Por un momento, Gawain se sitió cómodo; se olvidó de la muerte, de las torturas, de los gritos…. Solo estaban ellos, como una simple compañía de mercenarios…

Y durante un momento, sonrió sinceramente.

Notas de juego

No lo pongo porque no lo veo necesario, pero CUALQUIER invitación a participar demasiado activamente en el saqueo (profanar cadáveres, violaciones...) será una negativa, siempre y cuando no ponga en peligro la tapadera del personaje.

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01/10/2020, 11:44
Director

La mente del joven Arena se abría a una verdad que no había sido capaz de ver, le habían usado para cometer una atrocidad que ni siquiera era capaz de percibir por completo. Abramio y Chiara se mostraban tranquilos y confiados, ellos sabían en todo momento la verdad claro... habían venido a cumplir una misión y Gawain había sido sólo una parte de su plan, otro ponientí que hiciera pasar desapercibido a su grupo, otras manos para cumplir la misión. Las historias sobre la Casa Bolton se contaban en susurros, hace treinta años habían llegado a casi exterminar a la Casa Stark y se habían hecho con el control del norte, aunque acabaron cayendo en desgracia y al menos según se pensaba exterminados para siempre. Ahora habían regresado dos casas que se pensaban extintas, la Casa Fuegoscuro y la Casa Bolton. La convicción de querer tomar el control de su vida pareció hacer reaccionar al dorniense, entendiendo que tenía que seguir el juego hasta que llegara el momento de poder actuar y empezar a seguir sus propios designios. 

La noche se hizo larga, las calles estaban inundadas de sangre, el castillo, gracias a su artimaña cayó con facilidad. Los nobles que al menos tuvieran un valor por su rescate no morirían, pero el final de aquellos que no tuvieran suficiente valor era un asunto distinto. La noche continuo rodeado de gritos de terror y sonidos de violaciones, ni siquiera era necesario ocultarse, fueron innumerables los casos de hermosas muchachas forzadas por varios hombres, las más hermosas aguantarían todavía varios días hasta que los hombres se cansaran de forzarlas excepto para aquellas que encontraran las fuerzas necesarias para suicidarse acabando con aquella situación insoportable. Todo se volvía rojo, la sangre bañaba todo. En un momento que estaba tratando de buscar ayudar a alguien para calmar los gritos de su conciencia se encontró con una hermosa joven de entre 15 y 17 años en una casa destartalada, la joven se había escondido mientras los soldados habían masacrado a su familia. Aquella muchacha no aguantaba más y estaba con la cabeza sin vida de su hermano pequeño, un chico de no más de doce años en las piernas mientras lloraba desconsoladamente, entonces se dio cuenta de la presencia de Gawain, sus ojos bañados en lagrimas buscaban algo que usar como arma para defenderse mientras se arrastraba alejándose del Arena que se encontraba bañado en la sangre de quienes no eran realmente sus enemigos. Un estado de shock inundó al dorniense que no sabía como actuar en esa situación, mientras la bonita muchacha había conseguido hacerse con un cuchillo de cocina, apenas sin filo dispuesta a usarlo para defenderse. En ese momento una daga se incrustó en el pecho de la joven terminando con su vida, una vida que de haber sido diferente lo que estaba aconteciendo hoy le habría llevado a encontrar un buen marido y tener una casa llena de niños... Al girarse para ver quien había acabado con la vida de la joven, encontró a aquel al que llamaban Sombra, de pie, impasible cerca de la puerta, observando intensamente al Arena, como si estuviera penetrando en su alma pero sin producir el más leve sonido, pareciera como si ni siquiera respirara. Sus ojos emitían un sutil brillo blanquecino y era lo único que se podía ver sobre él, ¿Cuánto rato llevaría ahí?

La mañana había llegado y los cuatro estaban en una posada que más o menos se tenía en píe, desayunaban mientras en la planta de arriba se escuchaba el sonido de las violaciones que se alargarían durante un buen rato. Al parecer según se acercaba el amanecer las muertes se habían detenido, quizás porque no quedaba casi nadie que matar, habrían dejado con vida a herreros y artesanos que pudieran producir comida pero poco más, las violaciones ahora al menos se hacían ligeramente escondidas, cuando se percató Gawain que por las calles llegaba un grupo que producía vítores y algarabía. 

El Caballero Dragón había llegado con su guardia personal, un contingente de 20 hombres, todos con armaduras de la más excelente manufactura y con caballos de guerra pesados cubiertos con sus propias armaduras. El blasón de la Casa Fuegoscuro se podía ver en todos los estandartes. Marchaban hacia el castillo. 

Jimbo dio ordenes de dormir, pues en cuanto subiera la marea tendrían un nuevo destino. Las pesadillas apenas dejaron descansar a Gawain cuando Abramio fue a despertarle indicándole que se vistiera e hiciera el equipaje, en un par de horas partirían hacia el norte... 

Pasadas las dos horas, partieron al puerto, donde un gran número de barcos les esperarían cargados con una gran cantidad de tropas, después de hacer varias preguntas comprendió que habría unos 8.000 hombres en los barcos. Gawain iba en el mismo barco que Abramio y Chiara. Jimbo les comentó que ellos irían en un barco mercante hasta Puerto Blanco mientras los hombres atracarían algo más lejos para poder atacar por mar y tierra llegado el momento. Preguntando al joven Arena si realmente quería acompañarles... en caso de acompañarles cuando tomara todo el norte como era su derecho, le otorgaría un castillo, un castillo que podría gobernar, un castillo que implicaría dejar de ser un Arena y poder tomar el apellido que deseara y formar un linaje propio. 

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01/10/2020, 22:28
Gawain Arena

-No necesitáis prometerme tierras o castillos, Lord Bolton- mintió Gawain- El tiempo que hemos pasado juntos me ha servido para mantener mi lealtad con vos. No soy un mercenario al que debáis hacer un pago, puesto que mi deuda está más allá de eso.

-Sin embargo- su voz se volvió ligeramente más burlona y divertida- no negaré que sois realmente generoso para con aquellos que os son leales- hizo una elegante reverencia para remarcar sus argumentos, mientras en su fuero interno ardía una profunda ira.

¿Cómo se atrevía a intentar manipularlo de esa forma? Había abierto su corazón a un caminante al que llamaba camarada después de muchas noches al aire libre, junto con el calor de la hoguera y un poco de carne seca y agua, pero “aquel” hombre, cruel y sanguinario, no era en absoluto a quien había decidido seguir.

Sin embargo, sus caminos nuevamente le llevaban en la dirección correcta. Con asedio o sin él, tenía planes en el norte, aún tenía muchas preguntas que necesitaban respuesta; y aunque no podía borrar de su mente el siniestro rostro del hombre llamado Sombra, la cara de la niña, mezcla de miedo y sorpresa al exhalar su último aliento… debía centrar todas sus energías en sus próximos movimientos.

Necesitaba información. Había demasiadas cosas que no entendía. Demasiadas variantes que podrían resultar peligrosas. Necesitaba recabar información sobre el misterioso hombre. El asesino de los ojos siniestros. Había oído mencionar un extraño nombre, pero debía conocer más.

Lo primero que debía hacer era coger su equipaje y ponerse su ropa de viaje, y si podía, coger alguna botella de licor o de vino especiado de la posada de la que no hayan dado buena cuenta durante el saqueo. No pensaba que fuera necesario pagar por la bebida, y sería una buena compañía durante la travesía por mar.

El puerto estaba lleno de soldados que iban y venían por todas partes para preparar los cargamentos de soldados. Gawain empezaba a distinguir los soldados de los Fuego Oscuro de los Bolton por los patrones de color la armadura, y estaba completamente fascinado con la flota que habían conseguido reunir para tomar la ciudad.

Una vez a bordo, se sorprendió de la aparente calma a medida que se alejaban de la ciudad fortificada. El mar estaba ligeramente picado, pero el barco mercante era bastante recio, los marineros eran hombres bien preparados y no tuvieron problemas en dejar rápidamente el puerto.

Si las circunstancias hubieran sido diferentes, el despliegue de navíos tras ellos le habría resultado una visión impresionante; pero el miedo, la ira y el asco por los sucesos de la noche anterior hacían que no solo no disfrutara de la visión, sino que el miedo le atenazara la boca del estómago.

Gawain aprovechó un momento en que Lord Bolton estaba dando ordenes a sus hombres para poder hablar con Abramio y Chiara en “privado”. El barco estaba en constante movimiento, y era bastante complicado tener una conversación realmente privada sin que el general estuviera presente y pendiente de sus movimientos.

Debido a la visión que había tenido en el fuego, el Dorniense se sentía más cercano a Chiara, pero cuando preguntó, lo hizo a la pareja que parecía inmune a la violencia de la noche anterior y estaban nuevamente acaramelados (aunque ahora se daba cuenta de que en ningún momento dejaban de prestar atención a su líder)

-Hay una cosa que me gustaría preguntaros-Gawain no tenía ningún tipo de hostilidad hacia la pareja; eran leales a su señor, y eso era respetable, por lo que mantener la mascarada con ellos era increíblemente fácil- Antes del asedio, comentasteis algo sobre el hombre llamado Sombra. Admito que solo el nombre resulta bastante perturbador, pero no entendí a que os referíais con los Hombres Sin Rostro…

Las respuestas podrían ser mucho más perturbadoras de lo que había pensado. Aquel hombre era capaz de despertar más miedo en los soldados que el general Bolton, incluso él mismo había sentido una punzada de terror cuando vio la frialdad con la mató a la niña que intentaba salvar.

Durante el resto del viaje, se dedicaría a hacer como si las pesadillas del asedio no hubieran pasado; como si aquella sangrienta noche nunca hubiera pasado…

Y de paso, podría echar un vistazo a algún tripulante que le pudiera resultar más atractivo para poder quitarse finalmente la imperiosa necesidad de contacto humano. Plantear sus movimientos mientras viajaba con su enemigo no era una excusa para, finalmente, pasar una noche de diversión…

El resto del viaje lo podría usar para sonsacar información a sus antiguos compañeros, con elegancia y discreción: ¿Que tenéis pensado hacer antes del ataque a Puerto Blanco? ¿En que os puedo resultar útil?  Siempre manteniendo esa postura incomoda de lealtad hacia el Lord que le había prometido cumplir sus sueños regando el camino de la sangre de sus enemigos…

Notas de juego

Paso de detalles erótico-festivos con el Mariner@. Baste decir que incluye dos cuerpos frotándose al ritmo de las olas con juegos con la botella de bebida que había sustraído…

A ver si por fin le das una alegría al pobre muchacho, que me le tienes a pan y agua...