En esta escena pondremos lo que quieras hacer antes de la llegada de las visitas.
Aidan tenía mil cosas en la cabeza. Sabía que gestionar una Casa, no era dar 4 ordenes y esperar que las cumplieran. Básicamente se tenía que saber dar las ordenes correctas, analizar los distintos problemas para atajarlos lo antes posible.
Un pequeño problema podía convertirse en un gran problema con el tiempo...
Por ahora había observado que ocurría con dos de los jovenzuelos que vivían cual satélites de su Casa. El hijo pequeño del Castellano y el del Herrero... Eran el futuro, eran los sirvientes que una casa necesita para subsistir y estaban en una edad difícil.
En algunos casos, la falta de una Madre aumentaba las posibilidades de conflicto en estos críos. Lo sabía bien. La falta de su madre de forma temprana, siempre dejó esa huella en los suyos...
Sabía que el menor del Castellano, se estaba disciplinando con la formación como soldado... Pero ya que tenia que tratar con Eimris sobre el futuro de su hijo mayor, dejaría la conversación para después. No porque tuviera menos importancia, si no, porque era tema más largo de tratar...
Así que se encaminó hacia la Forja.
Tom Hammer, me gustaría hablar contigo, pero dado que tu trabajo requiere de sus tiempos, no quiero que se malogre lo que quiera que estés haciendo. Cuando termines y puedas dedicarme unos minutos, ven. Intentaré ser breve.
Lo dejo así, y si consideras que siga como si ya hubviera pasado el ratito, o si bien puede hablar ahora, perfecto. Editamos y sigo.
Tom paró el trabajo en la fragua, teniendo a los soldados bien armados, estaba haciendo unas herraduras en esos momentos así que era un trabajo sencillo.
- Mi señor, tengo tiempo ahora si gustáis - Después de parado el trabajo, hizo una reverencia a Aidan, y le ofreció un sentarse dentro de la fragua, un lugar cálido sobretodo en esa época. Antes de ir hacia los taburetes de la fragua, usó un trapo medianamente limpio para pasarlo un par de veces sobre el taburete que le indicaba al señor para poder quitar al menos la suciedad superficial que pudiera tener.
La fragua, estaba bien provista, aunque ahora no había muchas armas terminadas, pues aunque era bueno con ellas, la principal demanda eran artículos para la labranza y el uso diario que necesitaban de una durabilidad superior.
Bien, Tom, no quiero entretenerte, y menos que pienses que me meto en tu vida o la de los tuyos. Quiero dejar claro que lo que quiero es ofrecerte mi ayuda, no tomar las decisiones que por naturaleza te pertenecen como cabeza de familia de tu gente.
Aidan sabía que eso de meterse en las decisiones de otros era un tema peliagudo. Solo esperaba que Tom supiera entender que no quería usurparle su derecho de educar a su retoño, Pero como heredero de la Casa, quería velar por la buena armonía y felicidad de quienes vivían bajo ella. El mismo ya había saboreado el amargor que produce que otros decidan o quieran hacerlo por ti, sin ir más lejos con su propio tío quien no se cortaba en absoluto.
Eres uno de los mejores artesanos del norte, y mi familia te está altamente agradecida de tus servicios, pero es de rigor que la gratitud se demuestre cuando la gente lo necesita.
Ha llegado a mis oídos, y porque no decirlo, alguna vez lo he visto por mi mismo, que tu hijo empieza a darte ciertos quebraderos de cabeza. Posiblemente su edad y el entorno condicionen su comportamiento. Todos hemos sido críos, indistintamente de nuestra clase social...
Ahora con la visita de los Targaryen y los Señores Karstark, tendremos una semana de trasiego, pero después de eso, creo que podrías descansar unas pocas jornadas para dedicárselas a tu mujer e hijo.
Si necesitas algo para el muchacho, dímelo, y buscaremos el mejor lugar donde encajaría. Quizás le guste lo marcial, o quizás prefiera seguir los pasos de su padre, formándose como un gran artesano, pero en cualquier caso, siempre es mejor que haga lo que le atraiga y le guste más... Imagino que tu disfrutas con tu trabajo, en tus creaciones se nota el cariño que les pones a cada pieza... Sin ese amor por tu trabajo, posiblemente serias un buen herrero, sin más, pero tu maestría es digna de artesanos de grandes Casas. Si tu hijo se ve abocado a hacer algo que no le satisfaga, no será mas que uno más en su trabajo...
Piénsalo y háblalo con tu mujer... Podría entrar de paje, o escudero, o lo que creas más conveniente... Solo piénsalo.
No te quito mas tiempo. Te felicito por tu arte Tom. Te invito a una cerveza en la taberna así que las obligaciones de cada uno, nos lo permita...
Ser un buen Señor no quiere decir que has de ser duro todo el tiempo, al contrario, es saber cuando hay que serlo, y que el resto le respeten.
Tras esto, Aidan le tendió la mano a su herrero y luego le dio un par de palmadas en los fornidos hombros a modo de saludo.
Por la eternidad de los Dioses, este hombre podría aplastar el cráneo de cualquiera solo con presionar con sus músculos. Que roca!!!
Negrita = Verbalizado
Normal = Explicación
Cursiva = Pensamiento activo
El herrero era un hombre tranquilo y práctico, muy calmado para lo que su temible aspecto mostraba. Parecía no darle mucha importancia a lo de su hijo - Son niños, mi señor, le gusta la forja, aunque ahora le gusta más jugar - comentó con un ligero encogimiento de hombros. - Si ha ocasionado algún problema, lo enderezaré. Y no os preocupéis, durante las visitas lo ataremos en corto - Desde luego no parecía que fuera un tema que le preocupara, parecía que simplemente quisiera que fuera niño un poco más de tiempo.
Después de la conversación te estrechó la mano, casi sin fuerza, aunque para ti era un apretón duro, desde luego la fuerza de ese hombre era descomunal.
- Siempre es un honor servir a vuestra Casa mi señor - Dijo para terminar.