Partida Rol por web

Rescue the princess: Evil Awakening (+18)

Vixen no Life

Cargando editor
04/06/2018, 17:00
Director

El calor de Schwindra en verano era insoportable...al igual que el polvo, se te metía en la ropa y apenas te dejaba respirar, incluso tenías que ir con la maldita bufanda tapandote la boca, como si aquello fuera a hacer algo por ti...sobretodo porque te estaba persiguiendo una tropa...una tropa de guardias de palacio.

-¡Se ha ido por ese callejón!, ¡Le he visto escabullirse!.-Gritó con fuerza uno de los guardias mientras entraban al callejón con rapidez.-Ese maldito canalla…¡Ha robado la corona de la princesa Shina!, ¡Hay que darle caza y ejecutarle públicamente en la plaza!.

Los guardias que acompañaban al que quería convertirse en verdugo del año, asentían furiosamente, ¿Cómo te podían haber culpado de algo así?...estabas jodido, jodido, jodidillo. Te habían inculpado de un robo que no habías hecho, no sabías porque…pero posiblemente porque eras un vagabundo, un ladrón, un sin familia y sin amigos, un nadie, lacra de la sociedad, ¿Cómo podías haberte colado en palacio?, ¿y robar la corona?, ¿Qué clase de brujería era esa?, querías explicarte, pero te era imposible, más fácil era matar a una rata y seguir adelante con la vida.

Corrías por tu vida, escabulléndote, metiéndote dentro de barriles y escalando paredes de los callejones mientras aquel pequeño ejército te perseguía para acuchillarte, rajarte, desmembrarte y en general…matarte públicamente. El capitán de la guardia, un hombre robusto con un gran bigote, fue el que te señaló mientras ibas por la calle y el que te hizo escapar…¿Dónde ibas a ir?, ¿Qué ibas a hacer?, solo conocías Schwindra, el resto del mundo era desconocido para ti…y sinceramente, lo principal era salir cagando leches de ahí.

-¡Creo que le he visto en aquel tejado de ahí!, ¡A por el!.-Gritó otro de los guardias mientras alzaba su cimitarra y corría perseguido por los demás.

Era tu oportunidad, ahora o nunca.

Cargando editor
05/06/2018, 00:15
Vixen

- Mierda.. - Estaba jadeando, con el pelo lleno de arena y con la ropa pegada al cuerpo por el sudor. No podía decir que eso fuese algo poco común en mi vida pues estaba acostumbrado a tener que escapar y a ser perseguido, pero cuando se trataba de media guardia real detrás de mi y de la acusación del robo de una corona, era diferente.

Una de las tropas de guardias que me seguían se despistó, entrando en un callejón, y me quité por unos segundos la bufanda de la cara para poder respirar bien. - ¿Querías emociones fuertes, Vixen? ¿Estabas aburrido de robos pequeños? ¡Enhorabuena! Ahora te persigue media ciudad, y por algo que no has hecho. - Decidí que una situación así no merecía que dejase de bromear. Puede que quisieran matarme, degollarme, torturarme y un sinfín de cosas acabadas en -me, no precisamente en ese orden. ¿Era eso razón para perder la sonrisa? No. Al menos mientras que estuviese vivo. Y como era el único culpado por el delito, el resto de mis compañeros estarían a salvo.

- Bueno, ¿Y ahora qué? Schwindra se me ha quedado pequeño, quizás deba jubilarme ya, y tomarme unas vacaciones. Dicen que el norte está bastante bien en esta época del año. Y que hace fresquito. Lo mismo me vendría bien librarme un poco de tanta arena y tanto sol. Nieve, abrigos... los abrigos tienen muchos bolsillos para meter cosas. Así cabrá mucho para robar. - Sentado en el tejado de una casa aleatoria, empecé a hablar conmigo mismo. Para calmar un poco la tensión y bueno, por que era costumbre.

El descanso no duró demasiado. Uno de los guardias de otro grupo acabó viéndome y de nuevo tocaba una persecución. - ¿No tengo derecho a un juicio justo? ¡Dejadme al menos un abogado! - No es que fuesen a hacerme caso, así que me coloqué de nuevo la bufanda en la cara y comencé de nuevo a correr por los tejados.

- Bien, Vixen. Llevas media vida corriendo. Confiemos en que haya servido de algo. - Avancé corriendo hasta el borde del tejado y, sin pensarlo demasiado, salté hasta el tejado del siguiente.

Cargando editor
05/06/2018, 00:59
Director

Desde luego estabas cansado, agotado…incluso te auto flagelabas a ti mismo por robar cositas…desde luego el que te endiñó el tema de la corona te odiaba bastante y te quería la ruina…eso o te usó de cabeza de turco sin saber nada de ti. Pero aun así…era tu cuello el que se la jugaba, no el suyo.

En el tejado, planeabas a donde ir…tal vez Kharaz Kar, con sus nieves, sus vikingos, el racismo, los yethees, los enanos, las congelaciones, la falta de doctores, los barcos, las valkirias la muerte por congelación…si, un autentico resort turístico. Te intentabas tomar las cosas a broma…pero aquello pasaba de castaño a oscuro y más cuando los guardias te volvieron a encontrar. Gritaste que te dieran un abogado mientras subían las escaleras en dirección al tejado.

Así que grácilmente te pusiste la bufanda y saltaste hacia el borde del tejado. Tu cabeza te hacia creer que acabarías en el tejado continuo…pero…tus piernas y la gravedad tenían otra idea. Saltaste si…pero no tan lejos.

Comenzaste a descender a gran velocidad, ya podías ver tu epitafio y tu tumba en alguna duna de arena…pero no, la suerte estaba de tu parte. Tu caída no fue dolorosa, no…pero si…apestosa y desagradable.

Caiste justo encima de un carromato de estiércol, olía que alimentaba, pero los guardias estaban arriba y tu abajo. Tenías que aprovechar ahora que habías puesto algo de distancia entre ellos…eso si conseguías quitarte el abono de tus sandalias.

Cargando editor
09/06/2018, 15:32
Vixen

Salté majestuosamente hacia el tejado, solo había un problema. Calcular distancias no se me daba tan bien como saltar, y a medio camino me di cuenta de que no iba a alcanzar el tejado. Aquel era el final de las aventuras de Vixen. Ya no habría más robos, más comilonas, más bebidas, mi vida como ladrón se acababa debido a la gravedad. Cerré los ojos y dejé que todo acabase... pero no fue así.

Mi caída fue amortiguada por una masa blanda y viscosa de algo que, cuando recibió el golpe, hizo sonar un gran "chof". Notaba las manos pringadas y el cuerpo pesado. ¿Qué era aquello que me había salvado la vida? Abrí los ojos y me di cuenta al instante. - MENUDO. MONTÓN. DE MIERDA. - Efectivamente, el karma estaba en mi contra. Ahora era una caca andante y mi olor era horrendo. O se alejaban de mi por no morir asfixiados o me detectaban kilómetros a distancia.

Me levanté como pude apoyando las manos en esa montaña de excrementos y bajé de ella. - Joder. ¿Dónde me puedo limpiar yo todo esto ahora? - Me quité restos de las manos usando las pocas partes limpias que quedaban en mi ropa. Me había ensuciado hasta el pelo. Coloqué mi bufanda ahora sobre mi nariz y apreté fuerte, intentando evitar que el olor penetrase en mis fosas nasales.

Podía notar incluso los zapatos blandos al andar. - Vale, Vixen. Lo primero es buscar agua... en el desierto. Lo mismo viene mejor entregarse y acabar con el suplicio pronto. - Con cuidado de no ser visto, avancé por la calle fijándome en cada esquina. Lo que faltaba era que me viese algún guardia ahora. Necesitaba encontrar un sitio para esconderme pronto.

Cargando editor
10/06/2018, 15:12
Director

Cuando acabaste hundido en ese montón de mierda, no podías evitar cagarte en todo lo cagable…aquello era asqueroso por no decir poco sanitario. Eras realmente una caca andante y la gente se alejaba de ti y murmuraba cosas, aparte de reírse claro. Fuera como fuera, te quitaste toda la mierda que pudiste antes de comenzar a andar, intentando evitar que aquel olor penetrara en tu nariz, usando la bufanda.

Ya tenías un plan listo, buscar agua y salir del desierto, así que comenzaste a avanzar por la calle…hasta que.-Vaya, vaya…incluso se ha intentado camuflar.-Sonrió el jefe de la guardia mientras acariciaba la cimitarra.-Estás bajo arresto rubito.-Exclamó mientras escuchabas las pisadas de más guardias, tal vez vieron tu caída o pensaron que ibas a saltar, movilizándose antes que tu.

-Mañana serás ejecutado en palacio, ¿ultimas palabras? -Estabas de mierda hasta el cuello, literalmente.

Cargando editor
16/06/2018, 12:50
Vixen

El jefe de la guardia me había encontrado. ¿Acaso no tenía ni si quiera un respiro? Bueno, aunque parar respirar algo de un olor tan atroz, mejor volver a correr. - Me estaba disfrazando para parecer uno de vosotros... - Respondí con sarna. - Pero parece que no ha dado resultado. - Encogí los hombros y retrocedí unos pasos. Delante de mi se encontraba el jefe, y detrás un montón de mierda. Tenía que darme prisa.

- Supongo que tendré que entregarme. - Le dije al guardia, fingiendo rendirme. - Qué puedo decir, ha sido divertido, me ha sorprendido que fueseis capaces de perseguirme tan rápido... - Puse las manos en mi espalda. Lo que iba a hacer era repugnante, asqueroso, propio de alguien carente de vergüenza. Me encantaba. Me acerqué a él lentamente, cuidando de que no estuviese al alcance de sus manos.

- Qué puedo decir. Eres bastante inteligente. - Mentí, mientras cogía parte de los excrementos que aún estaban adheridos a la parte de atrás de mi ropa. - ¿Qué tal vas de reflejos? -

Con mi mano derecha, lancé un puñado de heces a los ojos del jefe de la guardia. Tirar mierda a la cara no era una habilidad propia de alguien con clase, estilo o algo parecido. Yo no tenía de eso. Y si funcionaba, correría como alma que lleva el diablo para escaparme de allí.

Cargando editor
17/06/2018, 18:02
Director

El hombre te escuchó con curiosidad, desde luego le entretenías...¿que ladrón se le ocurría robar a la familia real?, un ladrón no demasiado listo por lo visto, osease, tu.-Claro que no dio resultado.-Río el capitán de la guardia.-porque cuando terminemos contigo, serás bastante más bajito…-Señaló con su mano, haciendo alusión a como te iban a cortar la cabeza. Aunque cuando pusiste las manos tras la espalda, el hombre no dudó en volver a reírse.

-Vas loco si crees que te vamos a poner las esposas…vas a ir andando y…¿Eh?.-Pero de repente y para su sorpresa, no dudaste en lanzarle mierda a la cara, como un buen mono de esos que se podían encontrar en las junglas del mundo. Pero la reacción del capitán fue cuanto menos divertida. Su puño fue directo a tu rostro con gran velocidad. Y después de un buen crujido…y caer redondo, te estaban llevando a rastras al castillo, donde…te esperaría tu momento de gloria, una celda al sol  y nada de agua.

Cargando editor
19/06/2018, 00:36
Vixen

Mi técnica suprema funcionó, solo que no de la forma que yo esperaba. Lo único que logré fue enfadar al guardia que como respuesta a mi "ataque" me propinó un puñetazo en la cara, dejándome K.O. No podía quejarme, mi ataque había sido lo menos remilgado del mundo, ¿Qué merecía yo?

Mientras todo se ponía borroso y mi visión de las calles de Schwindra se oscurecía noté como era arrastrado. Próxima parada, los calabozos, y luego una ejecución pública. Para darle algo de entretenimiento a los habitantes. ¿Quién necesita un juicio para colgar a un paria?

Cargando editor
19/06/2018, 20:09
Director

Desde luego tu “técnica” no fue demasiado efectiva, a fin de cuentas aquel puñetazo dolió demasiado. Pero al menos no te patearon más, simplemente comenzaron a arrastrarte en dirección al palacio, el cual…bueno, sería tu estancia durante un tiempo. Así que después de llenarte hasta el sobaco de arena y polvo, un par de moratones por los escalones de mármol y quemaduras por el sol, llegaste al castillo…o más bien palacio.

Una enorme estructura con bóvedas de oro, grandes estatuas de marfil, puertas de ébano y guardias armados hasta los dientes, bronceados y llenos de cicatrices, muestras de sus incontables años de servicio para la reina. El problema es que…bueno, no te llevaron con la agradable reina que quería tu cabeza, no. Te llevaron a las mazmorras, un lúgubre lugar bajo el palacio, pero era una zona sin techo, por lo que daba directamente al sol…y aquello era la peor de las torturas en cierto modo.

Un sofocante calor…incluso podías hacer un huevo frito si te lo proponías. Solo tenías que encontrar uno…Fuera como fuera, te lanzaron a un patio soleado y cerraron tras de ti.

Cargando editor
19/06/2018, 20:57
Vixen

Con el mejor trato del mundo fui llevado hacia palacio. Arrastrado por las calles de una ciudad en el desierto. Siendo arañado por la arena y el duro suelo, golpeado por escalones y piedras y agarrado por las manos como si fuese una especie de bestia. Claro está, mi parada no iba a ser una lujosa habitación del palacio, o la majestuosa sala del trono donde tanto color dorado te deslumbraba.

Mi suite era una prisión, no oscura, claro está, pues estaba a pleno sol. Mi alojamiento se basaba en 4 paredes de piedra, el suelo y una maravillosa vista al sol abrasador de Schwindra. Me tapé los ojos para cubrirme del sol e intenté averiguar hacia dónde se movía. Podía notar el calor abrasador, el sudor que humedecía mi cuerpo pero seguía manteniéndolo caliente. Deduje más o menos por donde se escondería para apoyarme en la pared de esa dirección. Allí sería donde empezaría a aparecer la sombra y eso significaba menos horas bajo una esfera de fuego apuntándome directamente.

El olor nauseabundo no me ayudaba. Con ese calor y mi cuerpo, apenas aguantaría hasta quedarme inconsciente. Me quité la bufanda y la puse sobre mi cara, de forma que pudiese respirar correctamente pero intentando cubrirme del sol. Aunque diese calor, era mejor que acabar quemado.

Solo podía esperar, hasta que muriese por un golpe de calor o a que tuviesen algo de "piedad" y me matasen rápidamente. Aunque ni si quiera sabía cómo me matarían. - Malditos guardias. - Dije con voz cansada. - Si hubiese cogido más carrerilla, quizás.. - No hacía mucho que estaba tranquilo, viviendo casi sin problemas. O al menos sin estar a punto de morir, pero tenía claro que caería con una sonrisa.

- Al menos me alegra saber que si me matan a mi es por que no tenían ni idea de quién había sido el culpable. Bobos. - No era un consuelo, solo algo con lo que intentar dejar de pensar en el calor. - Espero que quien haya sido esté disfrutando el doble de lo que yo estoy sufriendo... 

Cargando editor
20/06/2018, 16:14
Director

Rápidamente te apretaste contra el muro de aquel “foso”, con la idea de que el sol empezaría a desaparecer y la sombra haría su entrada triunfal. A pesar de el calor y el olor nauseabundo, decidiste taparte con la bufanda.

Desde luego tu día no estaba siendo el mejor del mundo, querías morirte ya de una vez, pero aun así…eras inocente, no habías hecho nada, acusado de un crimen que ni siquiera podías reconocer. Pero aun así…intentabas pensar en que el cabrón que hizo el crimen, tal vez estaría sufriendo, o no, tenía un objeto de la familia real entre sus manos, era el hombre más rico de Schwindra ahora mismo.

Fuera como fuera, no podías hacer más que quedarte solo y esperar a tu muerte, la cual no tardaría en llegar.

Cuando fue oscureciendo, pudiste sentir un leve alivio, incluso se te ocurrió quitarte la ropa y restregarla en la arena, al menos el olor se camuflaba un  poco ahora y podías respirar un poco mejor, ya no te ahogabas con aquel pestazo y el sofoco del calor.

Cargando editor
20/06/2018, 21:33
Vixen

Las horas se me pasaron muertas bajo el sol, el único alivio que tuve fueron los momentos en los que mi mente se nublaba por el cansancio y el calor, por lo que perdía la noción del tiempo. La noche empezó a llegar y agradecí aquello como su fuese un soplo de aire fresco. Sin embargo, hacía mucho que había empezado a sentir sed, y ahora notaba la boca seca y pastosa, necesitaba un sorbo, o lo necesitaría al día siguiente si me obligaban a pasar una jornada más bajo el sol y pretendían que siguiese vivo.

Aproveché los primeros minutos de sombra para "limpiar" mi ropa restregándola contra el suelo y luego la sacudí. Ahora eran prácticamente harapos, y eso que le tenía bastante cariño. - Supongo que los "criminales" no tenemos derecho ni a ropa, ¿No? - Volví a ponerme la ropa y miré hacia el cielo estrellado, lo único que me acompañaría por el momento.

Si algo tenía de irónico Schwindra es que el día era abrasador, pero la noche era fría como el hielo. Morir por el calor era una de las principales causas de mortandad en el país, junto a las ejecuciones, pero morir por frío seguro que tampoco se quedaba demasiado atrás. Me abrigué como pude, el frío era mi peor enemigo, y me preparé para la noche que iba a pasar.

- ¡Oi, guardias! ¿Os dais mucha prisa para capturarme y no tanto para venir a por mi? - Grité con la poca fuerza que aún tenía. - Si no corría tanta prisa podríais haberme dejado correr un poco más, ¿O acaso os pesa mucho el culo y no os gusta perseguir a vuestros "ladrones"? - Lo único que me quedaba era el sentido del humor y mi sonrisa. Y quizás lograba que alguien fuese a buscarme si molestaba un poco.

Cargando editor
20/06/2018, 22:53
Director

Sediento de agua, te dirigiste a la puerta de la celda, llamando a los guardias a gritos e insultándoles…pero aquello no sirvió de mucho, ya que tus palabras no lograron traspasar la enorme puerta de madera. Era una autentica pena…deseabas que los guardias hubieran salido para reventarte a patadas, pero gracias a dios que no fue así.

Por suerte…o para mala suerte, la noche siguió transcurriendo y cada vez estabas más cansado y sediento…pero al menos ya no hacia calor y eso podías soportarlo. Terminaste dormido, contra el muro, un sueño pesado, ni pesadillas ni dolor…simplemente, oscuridad.

Pero de repente te despertaron una serie de toquecitos, alguien vestido con una capa que le cubría la cara y una larga túnica llena de remiendos. En su mano, una jarra y en la otra un trozo de queso.

Cargando editor
21/06/2018, 00:44
Vixen

Mis gritos no tuvieron respuesta y, tras un rato, sucumbí al sueño. Soñaba con un lugar fértil y lleno de vida, un sitio donde la vida y la vegetación reinaban, donde había cascadas de agua pura para beber hasta saciarte, donde había comida para satisfacer un regimiento entero, o a un Vixen. Un sitio lleno de mujeres para complacerme, sin guardias que me persiguieran, sin montones de estiercol.

Era feliz, hasta que noté unos golpecitos. Algo que me alejaba de mi paraíso. - No, no... -  Intenté resistirme pero fui atraído hacia la oscuridad, alejándome cada vez más de las fuentes de agua, los árboles, las mujeres jamo... la comida. - Chicas, volved... - Me desperté viéndome de nuevo en la prisión. Había descansado demasiado poco y aún estaba a oscuras. La presencia de una figura en mi calabozo me sobresaltó.

- ¿Eres un guardia? - No me hubiese despertado así. - ¿Un ángel? - Morir tan pronto hubiese sido un lujo. No sabía quién podría ser, pero aunque la comida y bebida estuviesen envenenadas, lo aceptaría aunque tuviese que dar toda mi ropa a cambio. Hubiese babeado al ver lo que me parecían manjares si no estuviese tan sediento. - ¿Has traído eso para mi? ¿Quién eres? - Antes de preguntar ya estaba estirando los brazos para coger las cosas.

Cargando editor
22/06/2018, 22:46
Director

Cuando notaste aquellos golpecitos te despertaron, pensaste que era un sueño, incluso una pesadilla…pedías alas chicas que no se fueran, que se quedaran contigo…pero al despertar…nada de eso, una figura encapuchada que te ofrecía comida. Rápidamente comenzaste a llenarle con preguntas, pero la figura no respondió, insistiendo mientras te daba aquella agua y el queso.

Al agarrarlos, retrocedió unos pasos, dejándote comer y beber tranquilamente. Ciertamente aquello tenía buena pinta, olía normal…y sabía a gloria, incluso mejor que esas mujeres jamonas, las aguas o los arboles.

Cargando editor
23/06/2018, 20:18
Vixen

La persona que había irrumpido en mi celda no respondió a nada de lo que pregunté, pero había traído víveres, ¿Cómo me iba a quejar? Cogí cada cosa con cada una de mis manos y no dudé ni un segundo en dar un largo trago de agua. Si tenía veneno al menos si me lo bebía entero me haría todo el efecto posible, pero ni veneno ni agua sucia, se trataba del néctar de los dioses.

Aquel agua, después del día tan horrendo que había tenido y la enorme sed que agrietaba mi boca, me parecía oro líquido hecho para el estómago del hombre. Intenté no acabar con todo de una vez, pero ni si quiera controlaba mi gula cuando estaba normal así que dejé la jarra por la mitad en segundos. Luego ataque al queso, que parecía provenir de leche de la diosa de las vacas, fermentada por ángeles y entregada a un mero mortal como yo.

Como elegante ladrón de guante blanco que era, mi forma de comer era muy remilgada y educada. Abrí la boca lo más que pude y de un golpe introduje el trozo de queso a presión, llenando mi boca y mis carrillos. Tenía los mofletes totalmente inflados, como si fuese una ardilla. Y masticaba con dificultad y gran voracidad mientras miraba a la figura con los ojos llorosos. Aquel banquete era prácticamente mi ultima cena.

Usé el resto del agua para bajar la comida y solté un fuerte suspiro. No era demasiado, no era lo mejor, pero era lo único que necesitaba para ser la persona más feliz del mundo. Me levanté como pude, pues aunque estaba cansado me movía la motivación de que alguien se hubiese portado tan bien conmigo.

- Muchas gracias, de verdad. - Le dije al desconocido con una sonrisa mientras estiraba el brazo, intentando estrecharle la mano si se dejaba. - Me has salvado la vida, y no olvidaré este momento. ¿Puedo saber al menos tu nombre? - Aquella persona había sido la única luz que había tenido en el día más oscuro.

Cargando editor
02/07/2018, 21:26
Director

Desde luego estabas un tanto sorprendido…aquella agua refrescante y pura, incluso aquel queso delicioso y dulce…a lo mejor habías palmado y era la mismísima muerte que te estaba recompensando tu pésima y asquerosa vida, pero fuera como fuera…no tardaste en suspirar una vez terminaste aquel “banquete”, dándole las gracias al desconocido mientras intentabas estrecharle la mano.

Pero aquello solo provocó que la figura ahogara un grito y retrocediera un par de pasos, como si tu presencia le asustara…¿sería por el olor o por quien eras?. Fuera como fuera, cuando le preguntaste el nombre, la figuras se quedó callada unos segundos, mirándote desde el interior de aquella capucha, hasta que al final tragó saliva y pronunció una simple palabra.

-J…Justicia…-Nada más decir aquello, se giró y fue corriendo hacia la puerta de la prisión, intentando huir de ti y dejarte atrás.

Cargando editor
09/07/2018, 01:31
Vixen

Me sorprendió bastante que se alejase de mi cuando intenté agradecérselo, pero luego lo comprendí. ¿Tocar a un sucio y harapiento ladrón? Seguramente le transmitiría 10 enfermedades diferentes. Ya me había dado demasiado, y se la había jugado mucho entrando allí. Es lo que no entendía.

- ¿Justicia? - Estiré una mano para agarrar la capa intentando impedir que se fuese, para volver a intentar hablar con esa persona. Lo que dijo me había hecho sonreír, me parecía haber escuchado mal. - ¿Justicia para mi? - Solté una pequeña carcajada. No tenía sentido. Seguro que estaba muerto o era otro sueño.

- Soy Vixen, la justicia no va conmigo. - Le solté, tampoco quería asustar a quien me había ayudado, sueño o realidad. - Puede que no haya robado la corona, pero no soy un santo. Iba a acabar aquí tarde o temprano y seguramente mañana me aten a una piedra y dejen que muera por picotazos de escorpión.

- No sé si te has equivocado de persona, pero yo soy un ladrón. No es que robe joyas preciosas para vestir. - Dije mientras señalaba mi ropa destrozada. - Aunque dudo que merezca justicia o ayuda alguna. No me gustaría que alguien se metiese en problemas por ayudar a quien no se lo merece. -

Morir con el estómago lleno era mejor, era solo que no podía morir sintiendo que debía algo a alguien.

- Solo puedo ofrecerte como pago mi sonrisa y, bueno... - Acerqué mi mano a la bufanda que colgaba al cuello y busqué en uno de los extremos un trozo medianamente limpio. Lo rompí tirando de él y se lo ofrecí al desconocido estirando la mano. - Si no te has equivocado al ayudarme, al menos te puedes quedar con un recuerdo de mi. Mañana no podré dártelo. -

Sonreí, de forma honesta y alegre. Aunque estuviese a punto de morir, eso no podrían quitármelo.

Cargando editor
09/07/2018, 12:31
Director

Rápidamente agarraste la capa de la figura, provocando que se detuviera con nerviosismo, incluso parecía estar a punto de gritar…pero aun así, se mantuvo quieta, escuchando tus palabras sin sentido y algo que parecía estar rozando la locura. Pero aun así…te escuchó.

Cuando la soltaste, retrocedió lentamente, escuchándote. Incluso vio como le ofrecías aquel trozo de bufanda, pero aun así…era algo un tanto mórbido el ofrecerle un “recuerdo” como si fueras un mero trofeo al que pudieran colgar de una pared.-N…no digas tonterías…-Susurró la voz.-Si…si tu…si tu no robaste la corona…tu…tu no mereces estar aquí…q…quiero decir…-Ciertamente actuaba con nerviosismo.-S…si tu solo robas para…para comer…tu…eso…eso está mal, así que …humm…ah…hummm…-Parecía estar preguntándose o teniendo un debate con su yo interior.

-S…si…si te suelto…¿d…dejarás de robar?, ¿t…te portarás bien?  

Cargando editor
03/08/2018, 00:27
Vixen

Empezó a tartamudear, y mi sonrisa desapareció. La persona que me había salvado la vida, que se había colado dios sabe cómo en aquel sitio, evitando a los guardias y jugándosela por un muerto de hambre. Esa persona que ahora estaba frente a mi y que parecía que estaba a punto de caer al suelo de rodillas. ¿CÓMO DEMONIOS SE HABÍA COLADO?

- Claro, por qué no... -

Me incorporé y me acerqué al misterioso encapuchado, con expresión seria. - Pero, ¿Cómo te fiaras de mi? ¿Cómo estarás seguro de que me "portaré bien y no volveré a robar"? - Abrí los ojos y le miré con un destello de malicia*. Mi rostro desaliñado, mi ropa sucia, las heridas que tenía, algunas merecidas y otras no tanto. La vida que llevaba.

- ¿Creerás las palabras de un ladrón? - Le pregunté, esperando a ver qué diría.

Notas de juego

* En lugar de sangre, mierda pura.