Partida Rol por web

-¡Toma, ni yo, que no soy un buho! -respondió

Se señaló una pierna...

-Voy siguiendo la rodada de la rueda con el pie todo el rato. Estaba pensando una cosa... Nosotros estamos llevando a los caballos al paso; ellos los llevan enganchados a la diligencia, tirando de todo ese peso muerto vale que es menos esfuerzo, pero desde luego no creo que la hayan llevado ni al trote... Si apuramos la jornada todo lo posible, tendríamos que dar con ellos.

- Eso espero amigo, eso espero... - Comentó con ciertas dudas el de Tomstone.

Y es que empezaba ya a estas cansado de aquella persecución sin recompensa. De hevy, a cada paso que daba, más dudas sobre lo que estaba haciendo le surgían. ¿Por qué se empeñaba realmente en reencontrarse con ausella gente? Un crimal como Kane, una agresiva muda que hablaba a escopetazos y la loca de Jesse. ¿Era realmente tan importante lo que le tenía que decir como para hacer valer un viejo juramento de lealtad hacia la ex ayudante del sheriff? Desde luego, parecía que no les iban tan mal sin ellos y parecían tener claro a donde se dirigían. 

- Sigamos hasta el anochecer y veamos que sucede...- Dijo desanimado y con serías dudas de la idoneidad de si decisión.

El sol bajaba cada vez más y el calor comenzaba a remitir, pero la tierra aún estaba caliente y no encontrábais sombra alguna donde refugiaros. Había sido una locura salir de aquella manera de la zona frondosa, pero al menos parecía que íbais a sobrevivir hasta el anochecer, aunque aún os quedaban unas horas para ello.

En aquel lugar no había nada salvo calor, tierra agrietada por la sequía y sol. Los pocos árboles que se veían se habían secado hacía tiempo y las hierbas estaban resecas, si es que veíais alguna. Solo algunos cactus daban una nota de color verdoso al lugar y ni había aves en el cielo.

- ¡Dios, que calor! - Exclamó. 

Habían tomado una mala decisión avanzando durante las horas de más calor a través del desierto. Sin embargo, por la pericia que había demostrado el mejicano, estaban salvando la papeleta. Lo menos que quería era perder a Zorro. Además de que le había cogido cariño a la bestia, le hacia un muy buen servicio. 

- ¿Cuando queda para el anochecer? - Le preguntó a Santana. - Ya está cayendo el sol... - Dijo un tanto aliviado.

-Todavía queda un rato. Ni la muerte quiere salir cuando hace este calor... Lo bueno es que nadie en su sano juicio habrá hecho lo que nosotros, y eso, si sobrevivimos, nos da ventaja -Añadió esto último sonriendo

.. Y es que en esa tierra, cualquier ventaja, era buena, por mucho que hubiese que correr grandes riesgos.

-En cuanto baje el sol y empece a refrescar, podremos montar e ir un poco más rápido; un poco de trote, si hace brisa, refrescará a los caballos.

- Estoy de acuerdo, amigo. - Le dijo William a ese inesperado aliado.

Lo cierto era que, si le llegan a contar unas pocas fechas atrás, donde estaría en esos momentos, no lo hubiera creído por nada del mundo, sin embargo, así era a menos que se despertase en ese preciso instante de una pesadilla. Lo pero de todo era que lo de menos era el tema de los muertos vivos. Lo que había sucedido con Jesse, ahora que lo veía con cierta retrospectiva, era sin duda lo más extraño de todo. Y ciertamente temía el momento de su reencuentro con ella. Tan solo iban a advertirle de lo que se estaba cociendo en Tombstone, pero aquello podía desembocar en algo malo, muy malo en realidad.

- A ver si acabamos ya con este maldito asunto y podemos ver por donde empezamos a reconstruir nuestras vidas. - Comentó hastiado Willl. - Empiezo a estar hasta los huevos de desierto...

El sol comenzó a ponerse poco a poco y el desierto comenzó a volverse oscuro. Las estrellas iluminaban poco y la luna casi llena esa noche, no parecía tener ganas de salir. Eso os benefició puesto que en la lejanía, pudísteis ver algo de luz. Lo que podría ser una fogata en medio de la nada.

Aún tendríais que cabalgar un poco más, pero quizás encontraseis a quienes buscabais allí o bien a otros viajeros. Solo teníais una manera de averiguarlo y era tomando ese rumbo y seguir moviendoos de noche o esperar al amancer y ver si eran ellos después... aunque para cuando llegáseis se habrían marchado del lugar.

Parecía que al fin habían dado con su caza. Podían ser Jesse y su grupo o podía ser cualquiera otro, pero no lo sabrían hasta que estuvieran encima. Eran buenas y peligrosas noticias desde luego. 

Buenas porque al fin podían cumplir su objetivo, transmitir el mensaje que tenían para Jesse y luego darse media vuelta y perderse en la inmensidad de aquella nación en busca de una nueva vida, en un nuevo lugar, apartado de todos aquellos problemas, de los muertos vivos y del sheriff. 

- ¿Seguimos, verdad? - Preguntó, aunque sin esperar respuesta espoleó a Zorro. 

Tenían que seguir. Al fin y al cabo estaban allí para eso. No podían permitirse el lujo de parar ahora o volverían a perderlos. Dio un par de palmadas en el lomo de su caballo. 

- ¡Vamos amigo, un último esfuerzo! - Le susurró.

Tras pensar unos momentos, azuzó un poco a su montura para que no perdiese la estela de la de Will, poniéndose a su altura al cabo de unos momentos,

-Sí; ya que los tenemos a la vista... si es que son ellos, tenemos que aprovechar. Pero no fuerces al caballo... no se ve bien el suelo.

Si bien era cierto que la lejana luz era una referencia inmejorable... también lo era que estimar la distancia en la oscuridad, sería complicado; lo mismo podían ser una hora que dos de trayecto, no mucho más pues si no, no se vería apenas la luz; también tenían el problema de que no podían ir al galope, y apenas al trote, pues un mal apoyo... y no le gustaría tener que sacrificar a un caballo por una pata rota por querer llegar apenas un poco antes que después.

-Ah!... y por cierto... asumamos que alguien estará de guardia... mejor que nos oigan llegar y nos identifiquen; no quiero tener un tercer ojo en la cabeza, que con dos ya me manejo bien

- Bien... - Respondió Will. - Al trote y haciendo ruido. - Confirmó las acertadas instrucciones de su compañero. - Y con las armas cargadas y a punto para abrir fuego. - Añadió él. - Puede que no sean ellos. Podía ser hostiles y... - Alzó las cejas. - Aún siendo ellos, podrían ser hostiles igualmente...

Aprovecharía el trayecto para comprobar sus armas, municionar su revolver y su rifle Henry y de cerciorarse de que tenía su cuchillo bien a mano. No sabía cómo iba a ser su recibimiento, por lo que valía la pena estar preparado para lo peor.

Y vuestras monturas, fieles y obedientes, tomaron el rumbo que les habíais marcado. No sabiais que os esperaría allí e incluso suponiendo que fuesen Jesse y los demás, desconociais la reacción con la que os recibirían. Sobre todo a William. El único pecado de Santana hasta ahora, había sido el de ser un espíritu libre y moverse por donde le dictaba la cabeza, errase o no con sus decisiones.

En cambio William podría ser muy mal recibido por aquel grupo. A fin de cuentas, lo que se vio en el lugar donde vivía el Chamán, es que la mayoría de ellos acabaron con la vida de la gitana, puesto que fueron varios los impactos recibidos en su cuerpo de distintas armas. Así pues quedaba claro que habían hecho piña y que esta estaba cerrada.