Goffrin Heldreb
Goffrin era un un niño que su familia vendió como esclavo por falta de dinero, le obligaron a entretener a varios cargos importantes en su niñez, así que aprendió a hacer malabares, saltos y piruetas. Fue cambiando de mano en mano hasta que nadie sabe cómo acabó con un grupo de bandidos, ellos le enseñaron lo básico del robo. Lo trataron mejor que nadie así que no se quejaba, aunque un día empezaron a suceder cosas extrañas a su alrededor, le culparon diciendo que estaba maldito (por negro), así que lo expulsaron a sus 17 años.
Gracias a todo lo que había aprendido consiguió sobrevivir, descubriendo que los sucesos extraños eran magia que el tenía, y así se entrenó para utilizarla.
Así transcurrió su vida, robando para sobrevivir, hasta que un grupo de aventureros le pillo cogiendoles una po, y que os voy a contar, fueron majos, años después aquí me hallo, de aventuras con ellos.
Röstreck Kargaren
Enano clérigo 5/Guerrero 1 de Hela del hacha Brillante (Diosa enana de los guerreros, la alegría y la suerte en combate)
Dotes:
-Engarro del mono
-Pericia en Combate
-Desarme mejorado (Guerrero)
-Dureza
(Dote de Dominio: Competencia y soltura con mandoble)
Fue 16
Des 12
Con 16
Int 13
Sab 15
Car 9
Las áridas cimas danzaban con fuego.
A lo largo de los páramos salvajes que loshumanos llamaban humo de la Sierpe, se habían encendido enormes hogueras sobre los cerros que dominaban el valle de Elsir.
Miles de guerreros se había reunido allí (grandes trasgos con armaduras carmesí, recios osgos berserker, jinetes de huargos, hostigadores y arqueros trasgos, y también criaturas escamosas que de vez en cuando amagaban ataques entre sí).
Durante tanto tiempo había luchado entre ellos, tribu contra tribu, raza contra raza, enzarzados en infinitas batallas, disputas y traiciones. Pero aquella noche... aquella noche se matenían juntos, odiados enemigos hombro con hombro aullando juntos como hermanos. Y vieron que eran fuertes, y danaron y cantaron y brindaron con sus aceros a la salud de las estrellas, ocultas más alá del velo del humo que cubría el cielo.
-¡Somos los Kulkor Zhul!- las colinas se estremecieron con el cántico.-¡Somos el pueblo del Dragón!¡Nadie nos puede hacer frente!
Las tribus una a una fueron quedando en silencio. Las armaduras tintinearon a medida que todos se fueron dando la vuelta hacia el enclave de la arenga. Allí un solitario campeón emergió de la muchedumbre y ascendió a paso tranquilo la escalinata de piedra esculpida a un lado de la colina, estandartes amarillos ondeaban tras el, con el símbolo de la Gran Mano Roja. Cuando llegó al último escalón se detuvo alzo su arma y gritó.
-Soy Azarr Zhul, el Hijo del Dragón. Oídme bien pues marchamos a la guerra, los sacerdortes nos han enseñado el camino de la disciplina y el combate, no pelearemos mas entre nosotros, tomaremos las tierras de los elfos, los enanos y los humanos, así que hermanos ¡A la Guerra!- aulló con furia.
Las colinas se quedarón pequeñas para contener el grito de guerra de los Kulkor Zhul en respuesta a su nuevo caudillo.