Partida Rol por web

- Bien, me quedo con el jovenzuelo. Para ti el veterano -dijo Toris pensando que era más probable que el cuarentón fuera el espía, y por lo tanto dejándoselo a Shartai,a la que considera más especialista.

Toris y Artkt se acercan a investigar en primer lugar a los locales comerciales de Altir, tratando de encontrar evidencias de contrabando, lo que podría indicar actividades Zhent. El primero de sus locales no arroja ninguna actividad sospechosa, pero uno de sus almaceced está fuertemente protegido. No tan solo el número de guardias es alto, si no que su equipo, a ojos de un experto, es de muy buena calidad. Puede que no sea el zhent, pero sin duda guardan algo mucho más valioso que pieles y especias.

Lo mismo sucede en su casa, aunque con mayor disimulo. Siguiendo sus movimientos durante un día y procurando no ser visto, resulta que el señor Altir pasa casi tanto tiempo en compañías de barrios bajos y tabernas como en el barrio mercader, y apenas pasa por sus tiendas.

Cuando Altir está volviendo a su casa, mientras Toris le sigue, dos de sus guardias le cortan el paso y le interrogan sobre su interés en Altir. El elfo logra salir del paso, pero tendrá que andarse con más cuidado la próxima vez. Altir ha visto a sus guardias hablar con Toris desde la distancia.

Una vez reunidos con Shartai, la mujer explica que se ha ligado a uno de sus guardias personales y con magia y labia le ha podido sacar que Dornan lo que tiene son gente que le debe muchos favores y los cobra en información comercial, chivatazos y acceso a contactos de alto nivel. 

Lo que cuentas de su almacen parece sospechoso... Quizá nos podamos colar y echar un vistazo a la mercancía.

- Estoy de acuerdo, pero primero disfrazame un poco, que seguro que sabes. Mejor que me reconozca al primer minuto y no al primer segundo. Creo que deberiamos de estar preparados por si no es él, ir inmediatamente a por el otro antes de que corra la voz. Deberiamos proveernos de curaciones.

Shartai rió un poco y se dedicó a cambiar el aspecto a Toris, que de repente no podía ni reconocerse fácilmente. Artkt se rió un poco. Aún le parecía rara la manía que tenían los seres de carne de cambiarse el aspecto cada cierto tiempo. El asunto de las curaciones lo tenían cubierto, y Shartai podía hacer invisible a Artkt, ya que él si que era imposible de maquillar. 

La humana distrajo a los guardias de la entrada del almacén mientras Toris se colaba por el techo de un edificio cercano. Entró por la planta superior, donde había una pequeña grúa para mover cajas pesadas de la planta inferior. Un tenue olor alquímico se dejaba sentir cuanto más se acercaba a las escaleras que daban a la planta baja.
En la planta baja, un carro cubierto parecía ser la fuente del olor. Las bestias no estaban allí, por lo que el carro no parecía que fuera a salir en breve, y habían dos hombres armados con mazas y camisotes de malla acarreando bultos sobre el carro.

Uno le dijo a otro.
Ésa no, pon esas otras, que tienen un olor más fuerte.

El segundo tipo asintió sin rechistar y obedeció. aunque sus equipamientos eran similares, parece que uno era más jefe que otro...

Toris buscó un escondite bueno bajo las escaleras, desde donde podía ver el movimiento. Estuvieron moviendo más cajas, ocultando algunas que iban debajo.

Subordinado: *Deja caer una caja pesada encima del carro*
Jefe: Idiota! Podría ser frágil!
S: Pero si son cajas de inciensos!
J: Me refiero a lo de debajo, cretino
S: Y yo que sé lo que va esta vez. Eructo de demonio o algo así por cómo huele.
J: No te importa lo que haya o deje de haber, sólo cuida las cosas, a ver si vamos a salir volando.
S: Putos magos...

Cuando hubieron acabado, salieron a comer algo, al parecer los dos de fuera les iban a relevar. Con suerte seguían entretenidos por Shartai. Toris salió entonces de su escondite, sumamente atento a lo que pudiera oír, y escuchó cómo Shartai les estaba dando cháchara a los dos guardias, y parecían tener coba para rato.

Sacó unas cuantas cajas hasta acceder a una más escondida de la que provenía el fuerte olor, si bien no era la única que estaba escondida en el fondo del carro. En la primera habían unos saquitos pequeños que desprendían un fuerte olor, y en la segunda, unos viales con un líquido espeso de color azul claro, debidamente protegidos para evitar golpes accidentales. Probablemente si rebuscaba más por el carro encontraría algunas otras cajas sospechosas, pero llevaría más rato.

Toris cogió un poquito de varios viales, y uno de los saquitos, echó un vistazo rápido y salió de allí con su muestra. No tardó demasiado en salir del almacén y esperar a Shartai en un lugar acordado. Para entonces, sentía que le faltaba el aire y las piernas le flaqueaban, no sabía cuanto más podría tardar su compañera... por suerte fue muy poco.

Cuando llegó la maga, advirtió enseguida el malestar de Toris.

¿Estás bien? Preguntó. Cuando intercambiaron impresiones, y en un lugar lo bastante discreto, el elfo enseñó el material robado a su compañera. No pudo saber qué era el líquido, pero el polvo era un peligrosísimo veneno extraído del loto negro, de enorme valor en el mercado negro, y que por fortuna no había tocado directamente. De todas formas, le entregó un vial de lentificar veneno hasta que pudiesen encontrar una cura.

Una vez más calmados, y con el veneno debidamente guardado bajo siete llaves, volvieron a hablar sobre el tema.
Ahora sí me parece que, sean o no Zhentárim, están metidos en algo bien turbio. Pensaba incendiar el almacén, pero podría esparcirse el polvo por todo el barrio... como mínimo. Quizá pudiéramos hacerlo en el camino, lejos de la ciudad... A menos que se te ocurra algo mejor.

Toris agradecio a Shartai por su ayuda, y grabó a fuego en su mente el nombre del veneno y lo que había aprendido sobre las formas en las que se pueden transmitir sus efectos.

- Pues... se me ocurren algunas posibilidades. Quemar la carreta durante el viaje es una opción segura... -hizo una pausa- ... bueno, todo lo que puede considerarse seguro una pelea con la escolta, pero nadie nos asegura que no haya más material de ese en el almacen. Además, el destino podría estar dentro de la misma ciudad, el puerto por ejemplo, con lo cual el peligro de que se extienda es el mismo. Otra opcion sería.... ¿cómo de corrupta es la autoridad aquí? Podríamos hacerles llegar un chivatazo anonimo y que se encarguen ellos. Y por último podría ver si pescamos algo más gordo con este anzuelo...

La corrupción es... escasa. La gente es respetuosa de la ley, y los aventureros no son bien vistos en general. Si hacemos llegar un chivatazo, seguramente les pillen y les condenen. Otra cosa es que puedan sacarle de ahí más tarde para evitar que delate a nadie más... o que los propios suyos le maten para evitar lo mismo. Sin duda intentará escapar en cuanto se entere de que han pillado su cargamento. Tal vez pudiéramos ir a por él y los escoltas que sea que lleve.

A Toris le pareció buena idea hacer saltar la liebre para poder cazarla, así que se quedaron los tres cual bandoleros a la salida de Procampur, fuera de sus muros, tras haber dejado el mensaje a un oficial de la guardia. Tal como suponían, a las pocas horas, un carromato con Altir y dos guardias salió con premura de la ciudad. 

Estaban más pendientes de que no les siguieran de que les fueran a emboscar, de manera que fue sencillo inutilizar el carro y acabar con los dos guardias, que pese a todo dieron una fiera resistencia. Altir no parecía demasiado interesado en luchar y pretendió huir, así que Shartai le lanzó un conjuro de Dormir a mitad de carrera, y quedó a merced de la Colmillo y los Dientecillos de leche cuando hubieron terminado con los guardias. Tanto ellos como Altir llevaban varios objetos mágicos, y alguno más en el carro, posiblemente robados, prohibidos o de contrabando. Mucho dinero en poco espacio y peso.

Bueno...  Dijo con los brazos en jarra delante del hombre, que dormía como un bebé. ¿Me lo dejas a mi, o te quieres encargar tú?

Toris empezó a interrogarle con el ya clásico "¿Tienes familia?", y entre él y Artkt sacaron algo de información, pero no gran cosa. Tras unos cuantos porrazos, lograron sacarle más información, que Shartai fue apuntando. Cuando acabaron el interrogatorio, la mujer se acercó a él con una daga en la mano, y ni corta ni perezosa, le degolló sin mediar palabra.

Buen trabajo, Dientecillos. Dijo mientras limpiaba el arma y el tipo pataleaba, perdiendo la vida. No parecía ni remotamente afectada por lo que acababa de hacer... De hecho... te da la sensación que probablemente hubiera hecho más. Recojamos las cosas mágicas y volvamos a la base.

Una vez en el portal del templo abandonado, lo activaron de vuelta, y aparecieron en la sala del mapa... Bien cargados de objetos mágicos para el 'bote común'. Escarcha andaba por la base, en la biblioteca, y Shartai, más que proponer dijo a Toris que llevase los objetos al almacén, que iba a dar el informe.

Toris no pone objeción, pero se 'apunta' el gesto de Shartai y va a ordenar el material mágico en la sección correspondiente... la sección de material pendiente de identificar.

Un rato después, cuando Toris vuelve a la 'posada' con Artkt para comer algo, Escarcha está en la puerta esperando.

Buen trabajo. Shartai me ha dicho que sois muy capaces. Dice Escarcha con un gesto de aquiescencia, al que Artkt responde con una sonrisa y un saludo marcial. Astuto, con capacidades mágicas y buen combatiente, y el pequeño Artkt, fuerte y duro, buen complemento para el dúo. No parecía que el resultado de la misión hubiera sido demasiado importante. Supongo que podéis ser considerados Colmillos de pleno derecho. Enhorabuena. 

Y... dado que yo sé muchas cosas de tí, y tú poco sobre mi... ¿Qué te parece si nos ponemos un poco al día, ahora que eres 'de la familia'? La pregunta la terminó abriéndole la puerta, invitándole a pasar y comer juntos.

Toris asiente con la cabeza y cruza la puerta. Antes de sentarse a la mesa se gira y se dirige a Escarcha:

- De acuerdo, pero con una condición: Nunca dejes que me confié demasiado, es mi mayor defecto. Mantenme siempre con los pies en el suelo.

Se sentó y dejó que Escarcha le contara más cosas sobre ella. Finalmente, también preguntó por la Armónica.

Escarcha se sentó junto a los dos nuevos Colmillos a tomar un trago y comer algo de lo que los sirvientes mágico servían en la mesa. 

Al comenzar la conversación, la mujer esperaba quizá muchas preguntas, pero éstas no llegaron, al menos no de parte de Toris. Artkt sí hizo algunas preguntas, como si su fuerza era mágica, a lo que Escarcha respondió que... más o menos. Aquello no pareció despertar la curiosidad de Toris, así que fue ella quien habló.

Eres muy discreto, Toris. Es poco habitual. Dijo mientras mordía una pera. Tan poco habitual, que... Creo que hacía mucho tiempo que no era yo quien debía hablar de mi. Puede que siglos.

Recordando, la mujer miraba la jarra de vino mientras hablaba. 
Nací hace ya más de un milenio, en ésta misma cueva. Estuve junto a los míos hasta que alcancé mi edad adulta, hasta que aprendí a manejar bien mi transformación, y entonces... fui a vivir con los humanos, sentía una enorme curiosidad por ellos. Dio un trago. Viví con los humanos, elfos y enanos durante varios siglos. Reí, amé, luché y descubrí su mundo, pero su mundo necesitaba nuestra ayuda, y los míos no estaban muy por la labor. Rió un poco, sacudiendo la cabeza. 'Han de aprender a solucionar sus problemas!' Imitó la voz de alguien 'No siempre vamos a poder estar ahí, nosotros les enseñaremos, pero no participaremos'... Y entonces, murió alguien muy cercano a mi, por uno de esos 'problemas' que los humanoides se supone que han de solucionar solos. Por más que lo intenté, no fui capaz de devolverle a la vida.

De eso hace setecientos años. He estado trabajando en este proyecto... Miró alrededor, a la taberna, como si recordara cuándo la construyó. He aprendido del Arte en muchas de sus facetas, pero sobretodo he trabajado muchísimo en la magia de la poliformación, para no perder las ventajas de mi verdadera forma cuando estoy en forma humana. 

Soy una dragona de plata. Y dio un trago largo a su bebida, y continuó antes de que terminaran de asimilarlo. Pero no creo que los dragones metálicos debamos tener un papel de consejeros en Toril. Al igual que los cromáticos se meten en política activamente, y a veces se alían personalmente con fuerzas del mal, nosotros debemos hacer lo mismo... pero a los míos no les gustaron mis ideas ni mis métodos, así que... Busco ayuda, informantes y aliados entre aquellos que quieren hacer del mundo un lugar mejor, destruyendo a aquellos que quieren servirse de los indefensos. 

Si te preguntas porqué no echo a volar y me pongo a congelar osgos en los Dientecillos... Bueno, es porque también tengo muchos enemigos, que están esperando a que me transforme para localizarme y atacarme. No sería la primera vez, incluso cuando tomo mi forma para comer de verdad Dijo acabándose la pera.

¿Y tú? ¿Qué más puedes contar del discreto y orgulloso Toris Manohechizada?