Partida Rol por web

La tarde empezaba a declinar y el ambiente comenzaba a ser más fresco. Zendr desanduvo los pasos, por las mismas calles transitadas, de forma que minimizaba posibles "problemas". El cielo comenzaba a teñirse de los clásicos tonos rojizos del atardecer, y esto resaltaba el horizonte con la puerta cifrada de fondo, y la extraña nube encima de esta.

Esa extraña nube ....

Zendr continuó su camino en dirección a la taberna. De repente, con un gesto involuntario, sus ojos apuntaron hacia el cielo. Perenne y persistente, ahí seguía la oscura nube.

Zendr terminó bajando por la avenida al lado del río. Ya se había acostumbrado al fuerte olor que desprendía, sin duda proveniente de alguna de las fabricas o telares que había a lo largo de él. Observó la nube, pero no vió nada en particular, simplemente que estaba teñida con los colores rojizos del atardecer, y quizá le daba un aspecto más siniestro si cabe, pero por lo demás la veía como ayer, igual de inmóvil.

Terminó de llegar a la altura del Goblin Dorado, y la visión cambió con respecto ayer, ...., había gente alrededor, que estaba entrando, o simplemente curioseando ante el bullicio que parecía haber .....

El joven Varisio masculló una maldición cuando volvió a ver el oscuro nubarrón. De vez en cuando su vista se centraba en este funesto fenómeno. No podía evitarlo.

Zendr se aproximó a la puerta e intentó pasar a través del gentío allí reunido.
- Disculpe... Si me permite... Huy, perdón, ¿ese era su pie? Lo siento... Poco a poco consiguió acceder a la taberna.
Una vez dentro recordó que no le quedaba ni una pieza de plata. Sonrió y dijo: -Bueno, pues tendré que cambiar. ¡Buen hombre, cerveza, por favor!