- Yo... prefiero no hablar con él.- quería hablar. Siempre deseaba estar a su lado, aunque fuera callada y solo sintiendo el contacto del chico, pero acababa de cortar con Momoshiro, y lo cierto es que no quería más desilusiones. Otoya también se iría, siguiendo sus sueños y superponiéndolos a ella. Era algo egoísta, pero no podría con aquello.- Sé lo que me has dicho y... la verdad es que me gustaría decírselo, pero esperaré a ver si él hace algo. Si... me demuestra que realmente le importo.
Asintió con comprensión ante las palabras dichas por Mei, como no podía ser de otro modo. Ir corriendo tras Otoya sólo cortar con Momoshiro no le parecía bien pero estaba segura de que una parte de ella deseaba encontrar el consuelo en los brazos del pelirrojo, ansiando reencontrarse con el amor que había perseguido durante tanto tiempo. Sin embargo Mei no era la niña que se había enamorado de Otoya, era la chica que a pesar de quererlo pasaba todo por un filtro de racionalidad y lógica aplastante y ahora lo que quería era reflexionar largo rato sobre el tema.
- Entonces vamos a dormir, es tarde y ha sido un día raro... Moveré mi futón hasta la puerta - se desvió del tema en la última frase, pensando ya en el sueño que tenía en cómo eludir el agobio de la habitación.
El resto de la noche fue bastante tranquilo. Cuando Yukino se durmió aún escuchaba a Otoya cantando.
A la mañana siguiente estaban todos los chicos bastante espabilados. Aún parecía mentira que Kotaro hubiera podido dormir con los ronquidos de Renji, pero así había sido.
¡Y llegó el último día de vacaciones entre amigos! Aquel día irían a un parque de atracciones acuático que se encontraba a un par de kilómetros de donde estaban. Por suerte les llevaron en coche. La mayoría estaban deseosos por llegar.
Otoya:- ¡¡Qué ganas!! ¿Dónde querrás montarte, Nel?
Neliel:- ¡¡En todas!!
El lugar era increíblemente grande. Lleno de toboganes, fuentes, zona de surf por piscinas que imitaban el mar... La mayoría fliparon en cuanto entraron.
Renji:- ¡¡Quiero montarme en todo!!
Otoya, con los dos pequeños, seguido por Mei que había sido invitada por Otoya, quien no podía imaginarse que aquella chica volvía a estar soltera. Renji se llevó a Hayane por ahí y Haruka y Charlotte decidieron que lo primero sería tomar un helado. Así pues quedaron a solas Tezuka y ella.
Tezuka:- ¿Por dónde quieres empezar?
Al final había dormido junto a la puerta, abierta un par de centímetros que supusieron una noche de sueño reparador en lugar de respiraciones agitadas y vueltas en el futón. Por eso aquella mañana estaba pletórica de energía y dispuesta a disfrutar del último día de vacaciones antes de que empezaran los intensivos de tenis.
De todos modos lo del parque acuático no acababa de verlo como un planazo. Es decir, le gustaba y tal pero Yukino era un poco miedosa y según qué "atracciones" le daban un poco de reparo.
- Pueeees... - frunció el ceño, llevándose una mano a la barbilla con ademán pensativo. Estaba indecisa. Quería pasárselo bien pero sin tener miedo -. ¿Qué te aprece empezar por alguno de los toboganes? A ese no - aclaró con rotundidad señalando uno que a ojos de Yukino parecía alzarse a cien metros del suelo.
La sonrisa divertida de Tezuka no tardó en aparecer.
- Ya veo... ese es demasiado bajo para ti...
Bromeó. La sujetó de la mano, tirando de ella ya que le había dejado elegir. Caminaron descalzos por las zonas de agua, mojándose por las salpicaduras del resto de atracciones, hasta que subieron a lo alto de un gran tobogán que simplemente descendía. Era el menos peligroso o raro de todos.
- Tirémonos juntos.- sabía que Yukino era miedosa y por eso quiso darle la mayor protección posible.- Siéntate tú primero pero no te lances aún.
En cuanto Yukino se sentó, Tezuka lo hizo justo detrás de ella, abrazándola por detrás, entrelazando sus manos en la cintura de la chica.
- Bonito bikini, por cierto. Te queda genial.- le dio un beso en la mejilla. El resto de personas estaba demasiado entretenida en el resto de atracciones, quizás más llamativas que aquella, como para fijarse en una pareja de adolescentes enamorados.- ¿Lista?
Cogió leve impulso con las piernas y juntos se precipitaron por el tobogán de agua, salpicándolo todo y cogiendo velocidad.
Le sacó la lengua cuando dijo que aquel tobogán enorme era demasiado bajo para ella, aunque era consciente de que bromeaba. El ambiente entre ambos era distendido y Yukino se sentía cómoda y feliz andando por aquel lugar de la mano de Tezuka.
Lo cierto era que para estar totalmente relajada aquel tobogán debería ser más bajo y abierto por arriba, pero en realidad era un trayecto corto, ventilado por arriba y por abajo y muy ancho, imposible de que pasara nada malo. Aún así se sentía un poco nerviosa al respecto de modo que agradeció el contacto de Tezuka e incluso se sonrojó cuando mencionó que estaba guapa con aquel biquini.
- ¿Me estás intentando poner más nerviosa? - le reprochó en tono de broma. En realidad sólo estaba cincuenta por ciento nerviosa y cincuenta por ciento entusiasmada -. Lista.
Bueno, setenta y cinco por ciento nerviosa y veinticinco por ciento entusiasmada.
El descenso fue rapidísimo. Las manos de Tezuka no se separaron en ningún momento de Yukino, mientras gritaba de diversión. Era raro verle emitir tales sonidos aunque después de haberle visto bromear aquella tarde con los videojuegos tampoco resulta tan sorprendente. ¡Él también se divertía!
Al llegar abajo, se sumergieron momentáneamente bajo el agua de la piscina que les había esperado abajo. Se echó el pelo hacia atrás con ambas manos, mostrando su musculatura, que captaba bastante la atención de la mayoría de chicas que deambulaban por esa zona, y sonrió a Yukino:
- ¿Qué tal? ¿Repetimos?
Mientras Tezuka disfrutaba del rápido descenso Yukino se unió a sus gritos, aunque los suyos eran una mezcla de diversión y miedo causado por la sensación de velocidad que se había posado en el estómago pero al estrellarse contra el agua el porcentaje había variado hasta el cien por cien entusiasmada. ¡No estaba tan mal! No es que a ella le fueran precisamente las emociones fuertes, no le gustaba especialmente el efecto de la adrenalina en su cuerpo pero tampoco había sido para tanto.
Al llegar abajo se escurrió el exceso de agua del pelo, enrollándoselo en un único tirabuzón que dejó caer sobre su hombro derecho para que no le molestara. Además, aprovechó la ocasión para admirar un poco a Tezuka. La verdad es que nunca se había fijado demasiado en el atractivo físico de los chicos, ni siquiera ahora que salía con uno pero la verdad es que Tezuka era simplemente...uau. Las demás chicas parecían darse mucha más cuenta que ella.
- A veces olvido que eres tan guapo - musitó como por descuido antes de sonreír y dirigirse hacia las escaleras del tobogán -. Vale, pero esta vez voy yo detrás.
Pareció sorprenderse de que ella comentara aquello sobre su físico. La verdad es que pocos halagos escuchaba de Yukino y cayó en la cuenta de que quizás él también le dedicaba apenas ningún halago.
Aceptó la condición de Yukino y subieron nuevamente. Él se sentó delante, sin dejarle visión sobre lo que venía delante debido a su gran volumen. Él parecía dudar.
- ¿Estás segura de esto?- se rascó la coronilla, dubitativo. ¿Y si se golpeaba con su espalda durante la caída?
Cualquier duda que pudiera tener sobre la nueva posición se esfumó al comprobar que gracias a la altura de Tezuka no veía nada de nada. ¡Era magnífico! Antes había visto el agua bajo sus piernas, cómo se deslizaba a gran velocidad y cómo las paredes del tubo se abrían para mostrar la piscina en la que se sumergirían instantes después pero ahora no sucedería nada de eso, era tranquilizador.
Se abrazó con fuerza a él, apoyando la frente en su espalda mojada. Vaya, qué agradable. Sonrió para sí con alegría.
- Sí, sí, así es perfecto, creo que lo prefiero.
Seguía algo dubitativo pero ella estaba super feliz así que no le quedaba otra más que tranquilizarse y disfrutar de momento. Intentaría no moverse mucho y ya estaba.
Pero justo cuando se iban a lanzar, Otoya, Mei y compañía llegó detrás, colocándose detrás de Yukino y tiraron para adelante con un "¡¡¡BANZAAAAIIII!!!".
Esta vez Tezuka gritó, pero no fue por diversión, sino del susto. Y los demás lo hicieron en una mezcla extraña que con el movimiento del tobogán quedó en un "¡¡AAAaUUAHAHFFFFFGGGGUOOOOOAAAAAAIIIIIIIIIIIIII!!"
¡¡PLASH!!
Todos al agua. Las únicas que faltaban eran Haruka y Charlotte que continuaban disfrutando del cuarto helado en las tumbonas. Mei sonreía con diversión y Hayane y Renji se salpicaban con el agua.
Era la primera vez que iba a tirarse por un tobogán acuático dispuesta a disfrutarlo al máximo cuando sus amigos decidieron que siempre habría una próxima vez. Aquella tocaba asustarla. El corazón le dio un gran brinco en el pecho cuando sintió que se precipitaban hacia adelante a mucha más velocidad sin que ella pudiera controlar el momento de salida. Se abrazó todavía con más fuerza a Tezuka chillando hasta que por fin cayeron a la piscina, hundiéndose como rocas.
Sólo cuando por fin se sintió segura bajo el agua deshizo el abrazo que la mantenía sujeta a Tezuka, saliendo con todo el pelo por delante de la cara al más puro estilo Sadako, más teniendo en cuenta lo largo que lo llevaba.
- ¡Ya os vale...! Os voy a...¡matar! - dicho esto empezó a perseguir a Otoya, con sólo la nariz asomando entre su pelo y las manos en alto, sonriendo bajo la mata de pelo que le cubría la cara.
Otoya empezó a alejarse de ella con dificultad porque el agua que le llegaba hasta la pantorrilla le impedía la huída.
- ¡Largo de aquí! ¡Aaaah! ¡Me atacan!
Tezuka, como venganza a sus hermanas por molestarle, se avalanzó y tiró de ellas hacia abajo de manera que los tres quedaron bajo el agua momentáneamente.
Kotaro:- ¡¡Todos a por Otoya-nii!!
Otoya:- ¡¿Qué?! ¡Oye! ¡Que te dejé lanzarte en bomba en el balneario ese!
Los niños pequeños también a por Otoya intentando hundirle.
Desde fuera, Haruka les tenía un cartel "Refrescos gratis".
Se echó el pelo para atrás balanceando la cabeza de abajo a arriba de manera que toda la melena le quedó pegada a la espalda, mostrando su sonrisa traviesa, ahora acercándose más lentamente a Otoya con aspecto malvado mientras movía los dedos de las manos ante sí.
- Reza tus últimas oraciones - dijo con los dos niños a su lado. Y de repente alzó una mano y apuntó al chico con su dedo índice -. ¡A por él! ¡Ahora!
Y como a cámara lenta los tres saltaron cuál ranas, cayendo sobre él y hundiéndolo en el agua. cuando por fin dejaron que saliera, Yukino se reía divertida mientras atraía a Kotaro hacia ella con un brazo por encima de los hombros.
- Ese es mi oni-chan, bien hecho. ¿Te lo estás pasando bien? ¿Quieres beber algo? - preguntó al reparar en Haruka.
El niño se reía muy divertido. Era el último día de vacaciones fuera de la ciudad y lo cierto es que no podía estar pasándoselo mejor.
- ¡Increíble!
Otoya:- ¡Malvados! ¡Me odian! ¡Socorro!
Apareció Charlotte también por ahí, portando una cámara fotográfica y sacando fotos, tal y como le habían pedido, entre los que estaban jugando en la piscina. Hayane ponía los dedos en V de "genial", Otoya era sacado sin darse cuenta mientras jugaba con Neliel, Tezuka y Mei bastante serios a la misma altura ya que Tezuka andaba algo bajo, Kotaro aceptando la invitación y nadando con estilo hacia fuera de la piscina.
Justo cuando Tezuka llegaba por detrás de Yukino, sujetándola por la cadera y le daba un beso, se vio el flash de la cámara. Sorprendiéndolos en medio de aquel momento. Charlotte, que obviamente no se había percatado de lo que iba a ocurrir momentos antes, parecía bastante avergonzada:
Charlotte:- ¡Gomené! Yo... solo hacía fotos aleatorias... ah... etto...
Tezuka:- Oi, yo quiero una copia de esa foto. De hecho... haznos otra, por favor.
Abrazó a Yukino por detrás y se quedó quieto para la foto.
Yukino se reía junto a todos, divertida, relajada y pasándoselo bien, sin darse siquiera cuenta de que Charlotte estaba por ahí haciendo fotos, tal vez porque aún no la reconocía como alguien del grupo puesto que apenas habían intercambiado cuatro palabras.
Por eso al notar el flash a través de sus ojos cerrados se sorprendió, sonrojándose violentamente al haber sido pillada e inmortalizada en un momento como aquel. Miró a Charlotte un poco cohibida, sin saber qué decir ante sus disculpas cuando Tezuka le pidió una copia. Paseó la mirada entre los dos durante un segundo antes de decir.
- ¡Yo...yo también quiero una copia!
Fue entonces cuando Tezuka posó para otra foto más decente y Yukino se irguió, siendo abrazada por él y luciendo una sonrisa feliz para la eternidad, un recuerdo de aquellas preciosas vacaciones juntos y del amor que sentían el uno por el otro.