Partida Rol por web

Era de noche cuando Bomei se dirigía hacia el monasterio después de haber estado visitando a algunos de los enfermos de Hun-Zi. Habían pasado seis meses desde su derrota en el Long-Jimbiao, desde entonces la monje había vuelto y se había afanado en su labor cuidando los enfermos. Ella hubiera preferido estar en la enfermería, el lugar que sentía como su hogar, pero ahora era la Shangu-Shouhu y se debía a su pueblo. Pang Wei había sido claro al respecto, la gente de la villa tenía que verla.

Se le había hecho tarde porque la anciana Yuga Tse se había empeñado en que cenase con ella. Ahora las calles de Hun-Zi estaban desiertas y la mayoría del pueblo comenzaba a dormir. La misma protectora de la villa deseaba ya ir a su habitación y descansar. Pero las fortunas le deparaban otro destino a la joven tiflin enmascarada.

Tres misteriosas figuras oscuras cayeron rodeándola. Iban embozadas y vestidas de negro. Una llevaba un kama, la otra unos nunchakus y la tercera iba desarmada aunque eso en Tiangulong no significaba que no fuese un peligro. Y lo más importante de todo era que el trío no tenía intenciones nada amistosas. ¿Quiénes eran esas personas que se atrevían a atacar al mismísimo Shangu-Shouhu de Hun-Zi? 

Reacción y tira iniciativa. Si sacas más de un seis, puedes actuar.
Mapa en construcción...

Bómei observó rápidamente en sus asaltantes, a simple vista no distinguió ningún distintivo que pudiera identificarlos, y tampoco tenía el tiempo necesario como para fijarse detenidamente. Por lo que, si quería obtener algún rédito de aquello, debería dejar consciente a alguno de ellos.

- Vamos allá –se dijo justo antes de acercarse con un movimiento, ágil y grácil, al asaltante que llevaba la kama en sus manos. Su principal objetivo era equilibrar la contienda, por eso se propuso golpearle en la sien para que este quedase aturdido.

El ataque de Bomei impacto en la cara de la figura oscura. La Shangu-Shouhu se dio cuenta de que llevaban una especie de máscara y también de que su puñetazo aturdido no le había hecho absolutamente nada. También le hizo sentir que no se trataba de un enemigo normal. ¿Eran acaso humanos?

En respuesta al golpe recibido, el encapuchado atacó con su kama pero fue fácil para la monje esquivar el ataque. Igual que tampoco tuvo problemas para evitar el nunchaku con un grácil movimiento. Pero dos ataques fueron muchas, la tercera figura saltó con una patada voladora que golpeó a Bomei en la espalda provocándole un daño severo.

Bomei acierta su puñetazo provocando 3 puntos de daño.
Figura oscura con kama (verde) ataque a Bomei y falla.
Figura oscura con nunchaku (amarillo) carga hasta F4, ataca a Bomei y falla.
Figura oscura desarmada, carga hastsa E3, ataca y flanquea a Bomei y acierta provocándole 4 puntos de daño.

Mapa del combate

¡Es el turno de Bomei!

- ¿Qué o quienes eran esas criaturas que la estaban atacando? ¿Qué aspecto tendrían debajo de sus capuchas? Si ya de por si estaba con los sentidos puestos en el combate, aquello hizo que se sorprendiese y a se concentrase aún más, pues ahora había añadido la curiosidad por saber la identidad de sus asaltantes.

Tras recibir la patada en la espalda de uno de ellos, recobró rápidamente la compostura, sonrió y comenzó a dar pequeños saltos compasados sobre el mismo lugar. Quería acabar rápidamente con alguno para equilibrar la contienda, así que volvió a atacar al portador de la kama, propinándole dos ataques.

Bomei lanzó dos rápidos golpes contra el enemigo que portaba el kama. Los dos puñetazos impactaron directamente tumbandolo en el suelo inerte. A la monje le dio la sensación de que había algo innatural en ellos, sus ropajes, su mascara, todo parecía como si fueran una única cosa.

Como si nada hubiera ocurrido, los otros dos enemigos continuaron combatiendo contra la Shangu-Shouhu. Parecía que sólo tenian una cosa en su cabeza y era acabar con ella. Por suerte, la enmascarada no tuvo problemas en esquivar los ataques de sus enemigos.

Bomei acierta sus ataques acabando con su enemigo.
Figura Oscura (Amarilla) se mueve a G3 como acción gratuita. Flanquea y ataca a Bomei pero falla.
Figura Oscura (Sin Color) flanque y ataca a Bomei. Falla.

Mapa del combate

¡Es el turno de Bomei!

Bomei se sorprendió al impactar sus golpes en su objetivo. Pero no tuvo tiempo a reaccionar en demasía, pues los dos asaltantes habían aprovechado que Bomei había noqueado a su acompañante, para franquearla e intentar propinarle sendos golpes a la vez. Golpes que Bomei consiguió esquivar con facilidad, usando uno de sus gráciles movimientos.

- ¿Acaso eran una especie de golems reanimados por algún tipo de arte secreto? –se preguntó a la vez que iniciaba el movimiento para intentar acertar otra serie de golpes sobre el asaltante que portaba el nunchaku, con la finalidad de acabar lo antes posible con el ataque sobre su persona.

Bomei lanzó dos nuevos golpes, acertando sólo el primero de ellos. Pero este no fue suficiente como para tumbar a su enemigo. En la respuesta de las dos extrañas figuras, ésta vez le tocó recibir a Bomei, primero el nunchaku le golpeó en el hombro mientras que por detrás con una patada baja le golpeaban en la rodilla. Dos golpes dañinos, pero lejos de ser mortales.

Bomei acierta el primer ataque provocando 6 puntos de daño.
Figura Oscura (Amarilla)flanquea y ataca a Bomei. Acierta y le provoca 3 puntos de daño.
Figura Oscura (Sin Color) flanquea y ataca a Bomei. Acierta y le provoca 2 puntos de daño.

Mapa del combate

¡Es el turno de Bomei!

Se había confiado y había pagado por ello. Ante su fallo, los asaltantes habían aprovechado la ocasión para propinarle un par de golpes. La situación se empezaba a poner peliaguda y Bomei no pensaba permitirlo. Tenía que acabar de una vez por todas con la clara ventaja que tenían sobre ella, así que volvió a arremeter con una combinación de golpes sobre aquel que portaba el nunchaku.

El primero de los golpes de Bomei fue fácilmente esquivado por la figura encapuchada, pero el siguiente lo alcanzó directamente en el pecho tumbando de espaldas al misterioso enemigo. Casi había parecido que el primer ataque había sido un señuelo para asegurarse el golpe.

Pero al único enemigo que ya le quedaba a la Shangu-Shouhu, seguía sin importarle la caída de sus compañeros. La oscura figura atacó con una amplia patada semicircular que la monje no tuvo ningún problema en repeler golpeando con el canto de su mano.

Bomei acierta el segundo ataque provocando 5 puntos de daño. Figura Oscura (Amarilla) cae incapacitado al suelo.
Figura Oscura (Sin Color) ataca a Bomei y falla.

Mapa del combate

¡Es el turno de Bomei!

Acababa de tumbar al que portaba el nunchaku cuando el último de los agresores aprovechó para intentar propinarle una patada. Bomei lo paró con el dorso de su mano mientras acompañaba el movimiento de esta, con u giro de cadera y un paso en diagonal hacia atrás. - Con que patadas ¿Eh? –pensó Bomei que ahora si, se sentía en mayor libertad de movimientos.

La Shangu-Shouhu, aprovechó que su oponente aún estaba recuperando la compostura para contratacar. Cogió impulso y en un salto vertical, intento propinarle dos patadas como si estuviera intentando caminar en el aire.

Las patadas de Bomei fueron tan estéticas como inefectivas. La figura encapuchada retrocedió unos pasos para situarse fuera del alcance de la monje, para a continuación contratacar en la caída de su salto con una patada lateral. Pero una vez más, la Shangu-Shouhu hizo un equis con sus brazos y bloqueo la patada.

Bomei ataca a Figura Oscura y falla.
Figura Oscura (Sin Color) ataca a Bomei y falla.

Mapa del combate

¡Es el turno de Bomei!

Bomei, intentando aprovechar la inercia del golpe de su adversario, se propuso volver a golpear a su oponente. Quizás estuviese precipitándose a la hora de golpear, pero su afán por conocer la identidad de sus agresores no dejaba de darle vueltas en la cabeza a la Shangu-Shouhu.

Bomei, intentando aprovechar la inercia del golpe de su adversario, se propuso volver a golpear a su oponente. Quizás estuviese precipitándose a la hora de golpear, pero su afán por conocer la identidad de sus agresores no dejaba de darle vueltas en la cabeza a la Shangu-Shouhu.

Bomei alcanzó con uno de sus golpe a su agresor, pero ésta vez no fue suficiente para derribarlo. Sin embargo, sin la superioridad numérica, la situación era ventajosa para la Shan-Shouhu que no tuvo ningún problema en repeler el ataque de su enemigo. Si nada cambiaba sólo iba a ser cuestión de tiempo que se alzase con la victoria.

Bomei ataca a Figura Oscura y acierta uno de sus golpes. Le provoca cuatro puntos de daño.
Figura Oscura (Sin Color) ataca a Bomei y falla.

Mapa del combate

¡Es el turno de Bomei!

Tras repeler el ataque Bomei empezaba a vislumbrar el final de la contienda, si lograba alcanzar a su contrincante con sus próximos golpes, estaba segura de que este caería. Por fin podría saciar su curiosidad sobre ellos y tras ello, planeaba tomar un baño y una infusión relajante.

Para ello, a través de complejos movimientos, Bomei lanzó dos ataques buscando alcanzar zonas desprotegidas por el asaltante.

La figura oscura bloqueó el primer ataque de Bomei, pero el segundo le impactó en el hombro. Y entonces cuando le iba a devolver el ataque ocurrió algo extraño. SSus enemigos, tanto el que quedaba en pie como los que estaban caídos en el suelo, comenzaron a volatilizarse como si se tratase de humo. Sólo unos segundos después no quedaba ni rastro de ellos. Sólo la monje, cansada, herida y todavía en posición de combate.

Un trueno se escuchó en la lejanía, no tardaría en comenzar a llover.

Tras unos segundos en los que permaneció perpleja, Bomei espetó una maldición en voz alta. Ya no era únicamente el estar herida o tener la frustración de no haber terminado con todos los asaltantes, lo que más la molestó fue el hecho de que no sabría la identidad de sus asaltantes.

- Cálmate –se dijo así misma mientras se sacudía un poco y empezaba a encaminar sus pasos rumbo al templo.

Mientras caminaba, la Shangu-Shouhu empezó a divagar sobre lo que había sucedido hace apenas unos instantes. Para ella aquello no había sido un ataque normal; pues si sus asaltantes hubiesen tenido la orden de acabar con ella, el combate no se habría interrumpido, aunque ellos ya estuviesen en clara desventaja. Por lo cual, dedujo que quizás alguien la estuviese poniendo a prueba.

¿Pero quién podría ser esa persona y para qué querría hacer eso? Además, ¿Qué clase de poder tendría para enviar a aquellos asaltantes? Nunca antes había visto ni golpeado nada parecido. Lo cual le llevo a preguntarse ¿Qué eran aquellos asaltantes? ¿Acaso eran una especie de sombras?... pensaba Bomei que, lejos de sacar algo en claro, cada vez tenía más incógnitas. Aunque había algo que sí que sabía con rotunda claridad, no iba a parar hasta resolverlas todas.

Preocupada y sin saber qué más hacer, Bomei regresó al monasterio. Se curó las heridas, se bañó y finalmente se acostó. No se encontró con nadie, era ya tarde y a esas horas ya todo el mundo descansaba. Tampoco con los guardias, la seguridad en el Valle era laxa, así que en ningún lugar había mucha vigilancia. Cansada como estaba y con el ruido de la lluvia que comenzó a caer cuando se metía en la cama, la Shangu Shouhu no tardó en dormirse.

Y sólo le parecía que había cerrado los ojos cuando oyó que llamaban a la puerta.

—Shangu-Shouhu—escucho desde el otro lado—. Pang Wei reclama su presencia inmediatamente.

Bomei sabía lo suficiente como para saber que no podía retrasarse de un aviso así, por lo que no tardó en levantarse, vestirse, colocarse su máscara y salir al encuentro del venerable maestro.

Cuando Bomei entró en las dependencias de Pang Wei, lo encontró sentado de rodillas en el suelo con dos pergaminos frente a él.

—Adelante Bomei, siéntate.

Él era de los pocos que no la llamaba por su título. El viejo maestro esperó acariciando su barba a que su discípula se colocara frente a él para continuar hablando.

—Esta mañana he recibido dos cartas. Una venía de Shan Bae y otra de Huo Tao. Al parecer alguien atacó anoche a los Shangu Shouhu de esas villas. 

- ¿Dice cómo eran los asaltantes? –preguntó Bomei tras oír con atención a Pang Wei.

Había dormido plácidamente.  Los golpes de ayer ya eran meros cardenales que, con los debidos cuidados, desaparecerían en un par de días. Sin embargo, hasta que la venció el sueño y hasta llegar a su encuentro con Pang Wei, lo único que pasaba por la mente de la Shangu-Shouhu era la identidad de aquellos que la atacaron la noche anterior.

- Anoche fui atacada por personas que se difuminaron como sombras –terminó añadiendo al ver que Pang Wei la miraba con atención tras la pregunta que le había hecho.

A pesar de ser parca en palabras, su maestro siempre conseguía que Bomei hablase más de lo que estaba acostumbrada. Quizás porque él poseía tal habilidad o puede que simplemente Bomei no quería preocupar a alguien que tanto había hecho por ella.