Resultaba fácil andar por el pasillo A, idéntico al B, con la luz de la bifurcación encendida. La luz dejaba ver inscripciones que la penumbra tan solo insinuaba, y quedaba patente que aquello era un asilo para enfermos mentales... Seguramente bastante antiguo.
Las paredes también habían sido escritas con advertencias, e incluso garabateadas en una especie de mandamientos:
"No abras puertas sin permiso ni tributo"
"Bebe solo del agua de la cocina"
"No te acerques a las ventanas"
"No sueñes con ser tú mismo"
"Elige y comparte"
"No les ofendas"
"Son orgullosos"
"Juzga y mata"
"No desprecies la comida"
Las puertas de las habitaciones, todas cerradas, tenían todas una placa con un número de cuatro dígitos, cuyos dos primeros eran siempre 13. Sin embargo y sin saber a qué altura del pasillo estaban, la luz, de pronto, les abandonó. Tuvieron tiempo de ver como una mujer a la que Liam y Thomas conocía iba corriendo hacia ellos desde la mitad más oscura del largo pasillo, con la mirada perdida y la respiración acelerada...
Candice huyó de aquella terrorífica situación más rápido de lo que logró concebir. Un instinto de supervivencia que parecía extinto decidió apoderarse de ella y conducir su cuerpo a mayor velocidad de la que percibía. Pronto había llegado a la mitad de aquel pasillo y era tarde para no dejarse ver: Distinguió las figuras de Thomas y Liam entre otras cuatro personas, tres hombres y una mujer. Todos tenían el mismo aspecto que ellos: Los pijamas blancos, el ánimo convulso... Pero habían llegado desde una zona iluminada, ¿quizás por bombillas al final del pasillo? Fuera como fuera, en su escape topó con ellos, y casi al llegar a la altura de los mismos, no tan lejos de unos gritos que para su mayor terror ya habían cesado, la luz se extinguió sumiéndoles de nuevo en la confusa penumbra...
Alec DeRoos
Candice Banner
Dave Nolan
Kane Vaughan
Laura Conner
Liam Alasdair
Thomas Reznor
"Maldita sea..." Pense al ver que lo que antes eran pasillos vacios, estaban plagados de reglas, la mas inquietante de todas era "No abras puertas sin permiso ni tributo" y "Juzga y mata", eso combinado con "15 pacientes" solo significaba una cosa, estaba encerrado con chalados que querian despedazarme para probar que no era una ceustion de suma, sino de resta. La presencia de Candice, corriendo hacia nosotros como si le fuera la vida en ello, y la ausencia de luz, podia significar muchas cosas, pero con una espada en juego, mi imaginacion y mi paciencia quedaban muy limitadas "!Joder¡ Ni de coña, no voy a morir ahora, no cuando estoy tan cerca de la verdad..."
-Dentro de las habitaciones hay objetos personales, algunos de ellos son armas, la vamos necesitar si no queremos que el otro grupo nos mate.- ¿Porque les estaba contando esto?¿Desde cuando acepte a estos lunaticos como mi grupo? La respuesta era nunca, pero estaban bastante jodidos, al igual que yo, y eso deberia bastar por ahora.- Los que tengan tributo, que las repartan con tantos como puedan y entrad en la primera que pilleis, los demas buscad vuestra habitacion, la que tenga el mismo numero que vuestra placa, o eso supongo, y chillad si veis la de uno de vuestros compañeros. La mia es 1315 ¿Entendido?
"Y por favor no me vengais ahora con una peticion de debate, o saldre corriendo a esconderme antes de que sigan a nuestra señorita." Pense angustiado, haciendo un esfuerzo enorme por no entrar en panico e ignorar a Candice, que no era mas que una distraccion absurda de lo que ya me imaginaba desde el principio
― "¡Corre, Candice, corre!"—gritó una voz.
Aquel navío abandonado avanza raudo sin dirección ni propósito y atraviesa un océano de horror y muerte. ¿Hacia dónde? ¿Cómo distinguir atrás o adelante, arriba o abajo, diestra o siniestra, adentro o afuera, cuando la oscuridad impera por doquier? Aquellas voces se desgarran –aullidos y estertores exhalados por aquellos cuerpos cuyas palabras mutiladas anticipan su destino-, pero no ahogan aquella voz que invoca una y otra vez…
―Candice. Candice. Candice…
― ¿Denisse?
Una luz, otras voces, otros cuerpos. -¿Denisse?- Y de nuevo un manto de penumbras, adentro y afuera. Aquel cuerpo deshabitado trastabilla e impacta contra un muro, gira y contempla en derredor, busca una mirada, una palabra, un mapa que trace algún sentido entre tanto sinsentido, y no encuentra. ¿Denisse?
En un desesperado intento por calmarse, aquel cuerpo se repliega. Las voces se hacen confusas, los sonidos adquieren resonancias extrañas. Aquel cuerpo se ovilla y aquellas manos, heladas y húmedas, envuelven a aquel ovillo en un trémulo abrazo. Tras unos momentos, alza su mirada azul y, sin articular palabra alguna, busca entre los presentes una respuesta. Y no encuentra. Aquella geografía baldía permanece silenciosa e inmóvil. Transcurren uno dos tres ¿segundos?, ¿minutos?, ¿horas?, ¿siglos? No lo sabe.
Aquella geografía yerma que responde al nombre de Candice escucha palabras sueltas de aquel discurso en labios de una geografía vagamente reconocible, Thomas. Tributo. Habitación. Número. 1315…, murmura para sí, una retahíla, como cuando jugaba de niña con… ¿Denisse?
―Candice. Candice. Candice…
― Tributo. Habitación. Número. 1315…
***
“Ahora bien:
Quién dejará de hundir su mano en busca del tributo para la pequeña olvidada.
El frío pagará. Pagará el viento.
La lluvia pagará. Pagará el trueno.”
***
Aquel cuerpo contempla el número impreso en su pijama y susurra…
―Nº1303-A
Un pensamiento, una revelación, un deseo sacude aquel cuerpo que ahora se yergue cuan largo es y, puerta tras puerta, corre, atisba, tantea, busca, horada con la mirada de sus garzos ojos.
― ¿Denisse?
Pues, eso. A la búsqueda de Denisse, digo, de un número de esta ingrata lotería, o de algo que sugiera -o no- algo a la aturdida Candice. =P
Me aferro a Dave pero miro escarbando la tiniebla con los recuerdos sin apartar la vista de los mandamientos. Luego les miro a ellos con descaro desconocido de abajo a arriba. Me parece curioso lo que descubro, curioso y potencialmente doloroso para alguien. Me rasco el pelo con las dos manos y vuelvo a mirar a la copa. Luego me pongo de puntillas para alcanzar el hombro de mi marido y le abrazo. Beso su deliciosa mejilla de estúpido, un par de veces. Me relamo los labios y le sonrío como si esto fuese el campus. Lo echo de menos. Y al hombre también. Es por eso que las comisuras de mi boca se tensan hacia atrás como algo parecido a una sonrisa y entonces me acerco para besarle el cuello. Desde que el Olimpo cayó sobre mi cabeza he dejado de ser mujer, qué cosas, el cuerpo lo nota incluso cuando esos malditos gusanos reptan y socavan todo alrededor. Luego muerdo su oreja, y así. ¿Qué nos puede pasar? Dave tiene una pluma y muchas palabras.
Y yo también tengo palabras pero solo para él, solo para ese lóbulo que contagiará de besos al cuello.
- Quiero que hagamos el amor -ahora, lo importante:- ¿Sabes que Alec y el pelirrojo tienen el mismo número? ¡Uno de los dos está muerto! -sigo deleitándome con su cuello, su sabor. Me gustaría ser un vampiro para matarte, Dave... Matarte con un beso. Matarte conmigo dentro.
Dave.
Esto... Yo... Lo siento, pero estoy mas perdido que un pulpo en un garaje.
Qué hago aquí? De donde sale esta escena? <.<
Leete la escena de la bifurcación y luego te vuelves a pasar por ésta. Tu les has traído aquí (cuando te pnjoticé).
El grupo de cuatro avanzó por el pasillo, sin encontrar rastro de sus compañeros perdidos, salvo el de Candice, que parecía hablar con otro grupo de personas entre los cuales estaban también Thomas y Liam. El primero parecía estar haciéndose cargo de la situación. Candice se metió en una de las habitaciones nada más terminar él de hablar, llamando a una tal Denisse.
Los demás eran un hombre alto y muy fornido, con una perilla bien recortada y ojos azules, no parecía americano, más bien tenía rasgos más propios de la Europa oriental (1); otro, un chico joven (2), estaba siendo besuqueado en la oreja por una joven rubia(3) que no parecía estar muy ubicada, y finalmente otro muchacho(4) de cabello larguísimo y ondulado, que sostenía un papel en la mano y tenía manchas de sangre en el pijama.
Ver en la escena de descripciones:
1. Alec DeRoos
2. Dave Nolan
3. Laura Conner
4. Kane Vaughan
Antes de que cualquiera de los grupos pudiera prevenirse del otro, la oscuridad y el entorno opresivo y tenebroso hicieron que quedaran demasiado cerca los unos de los otros.
Aunque por fortuna Thomas y Liam reconocieron a los cuatro recién llegados, los otros cuatro que salían del pasillo B no pudieron evitar fijarse en el destello que surgía desde manos de una chica asiática: Tenía una espada en la mano, una bastarda. Iba acompañada de una hermosa mujer rubia, de un anciano y de un niño...
Bien, poned cosillas en común, presentaros, mataos entre vosotros, etc. En la siguiente ronda es posible que empiece la fiesta.
Alec DeRoos
Dave Nolan
Evangeline Martell
Jake Neville
Kane Vaughan
Laura Conner
Lene Hamilton
Liam Alasdair
Thomas Reznor
Walter Matthew
Dave caminaba nervioso y tenso, pero relativamente tranquilo para la situación en la que se encontraba. En los últimos meses había llorado su soledad, su ansia por sentir la piel de la Laura, sus labios. Ahora que estaba junto a ella la realidad se había vuelto más dulce, incluso cuando se encontraba en un pasillo lúgubre y polvoriento. Quizá influia en parte que no acababa de despertar de aquel sueño en forma de pesadilla. Gritos, sangre, amenazas, llantos y muertos. Una angustiosa y dulce pesadilla.
Mirando a los lados encontró las puertas de varias dependencias con sus correspondientes números. Frente a él un oscuro y alargado pasillo. En él había varias personas, hombres y mujeres, con igual aspecto de desconcierto que él.
No pudo si no sonreír al escuchar de labios de su mujer que deseaba acostarse con él. Por supuesto él también deseaba perderse entre sus piernas, sentis sus suaves pechos y saborear su deliciosa boca. Pero no era el momento, o eso le parecía. Le picaba la mano por la sangre seca de su palma. Quizá la herida había comenzado a infectarse.
- ¿Qué dices del mismo número? -preguntó Dave sintiendo los besos en su cuello. Con suavidad apartó su rostro y la miró directamente a los ojos- Laura, amor mío. No entiendo nada. Y si no consigo entenderlo y poder leer las palabras de tus labios y tus ojos, ambos estaremos perdidos. Necesito tu ayuda, pues pareces saber mucho más que el resto. Dime algo, mi vida... Dime algo que nos sirva para salir de aquí. Yo seré tu guardián...
Se giró buscando al resto de personas que los acompañaban. De aspecto vulgar con sus pijamas blancos, todos parecían perdidos y desorientados. Quizá alguno pudiera saber algo, pero sería alto improbable...
- ¿Quiénes sois? ¿Sabéis cómo salir de este lugar?
- Nº1311-A, 1311-A, 1311-A, 1311-A -
Pienso cíclicamente en el número que me había asignado el destino, como una espiral de locura que imitaba mi vida, no era un buen momento para choques emocionales...eso era seguro.- Nº1311-A - Mi mirada pasa caoticamente de uno a uno de los presentes...Thomas, una rubia, un hombre, otro, otro...
- ¿Ellos nuevamente? -
Al ver nuevamente ciertos rostros conocidos la sensación de espiral se intensifica a niveles insoportables, parece como si en cualquier momento la situación fuera a estallar - Nº1311-A - ...
Cita:
- ¿Quiénes sois? ¿Sabéis cómo salir de este lugar?
- ¿Que no es obvio que nadie sabe?... - miro a los recién llegados con un gesto de desesperanza - ...y ellos tampoco -
Me quedo nuevamente al lado de Thomas, los recién llegados seguían sin inspirarme confianza. - Nº1311-A - Aunque bueno, la mayoría de los presentes tampoco me la inspiraban
"Hijos de puta, porque nadie me escucha..." Pense angustiado, con una mano sobre el rostro e intentando no mirar a los idiotas que tenia a mi lado, sobre todo a esa zorra "Puta loca ¿Quien cojones se dedica a meter mano en una situacion asi? Todas son iguales, una depravadas."
-Gente del otro pasillo, os presento al resto de los miembros de este pasillo, y como dice el pelirrojo, en la misma situacion que nosotros.- Mentira, si han descubierto como salir de aqui, estamos mas que jodidos.- Aunque juraria que antes habia mas personas con vosotros ¿Que ha pasado con el mesias y cia.?¿Acaso han decidido salir de aqui a base de ponche, cianuro, y musica de los 80?
Ojala fuera asi, era un puto mosntruo por siquiera pensar que queria ver muerto a ese tipo, pero habia algo en el que me daba escalofrios, y cuanto antes le perdiera de vista a el y la locura que impregnaba a cualquier idiota desesperado por besarle la entrepierna en busca de salvacion divina, mucho mejor. Ahora, si tan solo pudiera de algun modo hacer desaparecer esa espada, mi mundo seria aun uno lleno de panico y psicosis, pero al menos no habrian cabezas sesgadas y voladoras en mis pesadillas.
(Pensamiento 1) El reencuentro. Otra vez los mismos... ¿Qué fue del joven que asumió el liderazgo hace un rato? No importa. Al menos, parece que algunos mantienen el buen ánimo, a pesar de las circunstancias. No sé si alegrarme o asustarme.
- Han pasado cosas terribles que apenas me atrevo a nombrar. Lo importante es que volvemos a estar juntos. Tenemos que salir de aquí cuanto antes... este sitio es peligroso.
Mantengo sujeta la mano del pequeño Jake, intentando inspirarle seguridad y confianza. No es justo que un niño tenga que pasar por esto.
PENSAMIENTO 1
¡Mas gente! ¡Demonios! Necesito quedarme a solas con el niño, y no dejan de aparecer psicópatas. ¿Y esos que se hacen arrumacos en este momento? ¿No tienen sentido de la decencia? Cada uno puede hacer lo que quiera en privado, no podemos censurar eso... pero hay un niño delante, y no debería presenciar la lujuria de esta forma. Mantendré mi fachada inocente; hay gente que parece mucho más desquiciada y peligrosa pero... necesito privacidad... con el niño.
Al ver a nuestros nuevos compañeros experimento un choque de sensaciones, por un lado me alegro de que volvamos a ser más Siendo más será más fácil salvarse pienso tratando de consolarme. Por otro lado la última desconocida que he conocido casi me corta la cabeza y encima parece que una de ellos no esta muy cuerda.
Pensamiento 1
Aprieto el brazo de Walter y me escondo tras el como cuando un niño pequeño se esconde tras su madre porque le da vergüenza ?Ellos también van a intentar hacernos daño? pregunto asustado al anciano
Genial, otra cerda más, jodida salida ahí babeandole la oreja, me pregunto si también le olerá la entrepierna, solo les falta empezar a montárselo la próxima vez que encontremos una pila de cadáveres
Otra vez el mismo pasillo, otra vez los mismos pasos pero en dirección contraria. Primero fue el rumor de las voces y luego antes de que pudieran darse cuenta los otros les salieron al paso, un grupo variopinto y perdido como el suyo en el que sólo reconoció a tres. Lene siguió con la mirada a Candice que aún perdida en su mente entraba en una de las habitaciones pero no se acercó. Tras lo vivido en una de ellas solo el mero pensamiento le daba escalofríos. De repente, algo en las palabras pronunciadas por el joven desconocido la hizo volverse. Eso y las palabras de Liam. [Pensamiento 1]
-¿Qué has dicho?- con los ojos desencajados por la tensión se acercó a ellos, su cuerpo dejando traslucir una gran agitación. Parándose frente a ellos alargó las manos como si fuera a agarrar a la mujer ida y sacudirla, pero luego, subitamente, la energía la abandonó y dejó caer las manos [Pensamiento 2]- Si ella sabe algo, tiene que decirlo. Hay una forma de salir de aqui, si la encontramos lograremos sobrevivir. Hay...hay un patrón...
Y entonces habló Thomas, con su característico desprecio por todo y todos. Irónico, ácido y desagradable. [Pensamiento 3]. Lentamente giró el rostro y le miró con asco.
-Sin duda te alegrará saber que ya no podemos contar con él. Y es una pena porque era el único que parecía comprender y quere hacer algo por salir de aqui.
Pensamiento 1: ¿Unos números? Eso que dice Liam parece el número de una habitación..
Pensamiento 2: Cálmate, la vas a asustar y si ella sabe algo podrías hacer que no lo dijera...
Pensamiento 3: Ya podrías haberte muerto tu, para lo que sirves...