Partida Rol por web

Me había sentado en la cama a observar a las demás personas, resignado ya a que me escucharan o hicieran caso.

"Conversaciones de locos... no atienden a razones y solo saben decir frases sueltas sin sentido aparente. Tengo que salir de aquí solo, son un peligro para mí. El único que parece tener uso de razón es el rubio ese..."

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Me quedé sorprendido. Era la primera figura clara que veíamos de fuera de la habitación. Esto rompió la atmosfera de irrealidad y sumisión que había mostrado ante el hecho de quedarme encerrado, sin preguntarme en profundidad donde estaba.

"¡Las monedas! Mierda... las tiene todas el rubio.

Después de la petición de tributo me quede mirando fijamente a Adrien, como quien ve un salvavidas en medio del océano enbravecido.

-¡Tú! Rubio... pagale una por mí. -dije con el tono de voz que usaba para pedirle al mayordomo que me traiga algo.

Me puse de pie esperando ansioso que se efectuara el pago... con una máscara inescrutable, como tan bien sabía hacer.

Cayó en la cuenta de que poseía casi todas las monedas de la habitación... Le dio una a Evangeline, otra al otro chico...

- Tomad - y luego miro al niñato Harris; lo miró con asco, con despreció... sus ojos se clavaron en los de el chico el tiempo suficiente como para que se diera cuenta de lo que su mirada quería decir. Cerró el puño colocandolo en posición vertical con la moneda hacía arriba y se la lanzó, mal y aposta...

- Pagale tú, niñato - y después se giró mirando a la mano con preocupación...

Evangeline recibe la moneda que le entrega Adrien con una ligera reverencia con la cabeza, la sonrisa de su cara no ha desparecido. Alza la moneda como para verlo mejor dándole vueltas.

Así que ésto es la llave...

Lo lanza al aire un par de veces, antes de depositarlo en la mano salida de la nada.

Cita:

Tuve que reprimir unas ganas de saltar y partirle la cara a puñetazos. Había lanzado la moneda pero no llegé a cogerla, rondando en el suelo hasta una pared. Me quedé mirandolo el tiempo suficiente para demsotrarle que no tenía miedo.

"Cuando salga de aquí me temeras cabrón, me temeras MUCHO..."

Me agaché a recoger la moneda intentando controlarme y atacar verbalmente sin resultar del todo agresivo. Estaba en desventaja, no podía permitirme enemistarme con Adrien.

Sentí una aprensión al acercarme a la mano abierta pidiendo el "tributo".

"¿Y si se refiere a otra cosa?

Estire el brazo pero no llegé a coger la moneda que había lanzado Adrien algo agresivamente a mi parecer. Le sostuve la mirada unos instantes hasta que me moví para coger la moneda del suelo.

-Creo que le falla un poco la puntería... "señor". -Dije burlonamente ante el odio impresionante que me provocaba el que me llamara "niñato" un simple loco.

Me agaché y cogí la moneda del suelo. La examiné un momento, quitandole algunas motas de polvo. Me giré, como quien se encara hacia un acantilado sabiendo que debe saltar sin protección. Me acerqué a paso lento hacia la mano y deposite mi "tributo" en ella.

Gire la cabeza mirando a Evangeline como esperando que ella hiciera algo o supiera que pasaría a continuación.