Como siempre subo la sección de PJs presentados a la partida.
En esta ocasión, sin embargo, es oculta para que no la puedan leer los jugadores ya que contiene los secretos inconfesables de cada uno.
Todo el mundo la decía que tenía mucha suerte. Anne había nacido en una familia adinerada y eso le había abierto muchas puertas. Además era atractiva, tenía un perfil fotogénico y la cámara la adoraba. Todo en su vida era maravilloso. Se le habían conocido múltiples romances pero nunca se había querido unir sentimentalmente a nadie. De ella se decía que era la mujer perfecta: atenta, cariñosa e independiente. Parecía imposible reunir semejantes características en una misma mujer, pero ella las reunía. No obstante, las revistas gustaban de publicar que, si no tenía pareja estable, es porque no se podía encontrar hombre que la igualase. Nadie se planteó nunca, que, quizá, simplemente no quería encontrar pareja. Pero eso no importaba, su éxito en Hollywood copaba las portadas y su trabajo y los distintos escarceos amorosos esporádicos, daban a la prensa todo lo que necesitaban para que no tratasen de trascender más en su vida. Su verdadera vida, aquella que no era tan perfecta, aquella de la que había huído mucho tiempo atrás, antes de que los focos de Broadway la mostrasen por primera vez al mundo.
Había nacido en el seno de una familia ultraconservadora, con buena posición y un importante patrimonio. Desde pequeña se había pasado la vida en los mejores internados de Europa, volviendo a casa sólo durante un mes en verano y dos semana en diciembre. Todos ellos eran sólo para señoritas e impartían disciplina y sumisión a sus alumnas. Su educación era impecable. Hablaba correctamente cinco idiomas: inglés, francés, alemán, italiano y español, y conocía perfectamente su papel dentro de la sociedad: era una mujer y como tal, su función como hija, esposa y madre era la de cuidar de su padre y, en el futuro, de su marido y sus hijos. Estaba acostumbrada a aquella vida, no echaba de menos a sus padres y, cuando en el verano del año 95, su madre la llamó para decirla que no pasaría las vacaciones en casa, no sintió pena ni tristeza.
El verano pasó como cualquier otro mes del curso y pronto llegaron las Navidades. No esperaba una gran acogida en casa, pero al llegar notó algo distinto a otras veces. Su madre se pasaba los días entre el sofá y la cama, medio tumbada y medio tirada, como si no se diese cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Su padre sin embargo, le profesaba unas atenciones inusitadas e impropias de él. Inocente, ella ignoraba el interés con que el observaba sus ya marcadas formas de mujer. Incluso bajo sus ablusonadas ropas, él adivinaba los turgentes senos de una adolescente aún sin mácula. Pasaron las vacaciones y, por primera vez, sintió pena por abandonar la casa de sus padres.
El curso parecía alargarse más de lo normal. Nunca antes había tenido tantas ganas de regresar a casa. No podía imaginarse lo mucho que se iba a arrepentir. Esperaba encontrar todo como lo había dejado, pero al volver sintió que algo no estaba bien. Su madre no estaba. Su padre le explicó que tenía algunos problemas de nervios y que había ido a un balneario para tratarse. No le pereció raro, con catorce años y un conocimiento muy limitado de la vida, ni siquiera pasó por su cabeza el hecho de que los problemas de su madre estaban más relacionados con las drogas que con los nervios. Su padre se encargó de que no pensase demasiado en ella. Todo eran atenciones y preocupación. Incluso, la llevó al teatro a ver varias obras de algunos socios. Todos se quedaban encantados con ella. Incluso alguno llegó a sugerir la posibilidad de incluir la en un musical, a lo que su padre se opuso rotundamente a pesar del rostro ilusionado con el que ella recibió la noticia. Parecía un padre sobreprotector, preocupado por que su hija no abandonase los estudios por el deslumbrante mundo del teatro. Hasta el punto en el que él decidió cruzar la línea. Ella había sido educada para obedecer en todo caso, y cuando él se metió en su cuarto una la noche no pronunció una palabra mientras su alma y su cuerpo gritaban de dolor. Una noche tras otra las pesadillas se sucedieron, pero no hizo nada por impedirlo, sólo dejó que el tiempo pasara hasta que llegase el momento de volver.
El nuevo curso empezaba para ella empañado, pero verse lejos de aquel monstruo en el que se había convertido su padre la devolvía parte de su vida, pero las vacaciones de invierno no estaban lejos. Trató de encontrar una excusa para quedarse en el internado pero nada fue lo suficientemente bueno, así que tuvo que regresar a casa. Su madre aún seguía en la clínica y cada noche, su padre acudía a ella para mitigar su soledad. Ni una lágrima corrió por sus mejillas ni una palabra salió de su boca pues su obligación era obedecer. Contó las noches, las horas y los minutos que le quedaban para marcharse de nuevo y alejarse de aquello, pero no pudo imaginarse que no podría dejarlo atrás.
Llegó enero y de nuevo el internado. Se sabía de nuevo a salvo, sin problemas por un tiempo, o al menos, eso creía. Hacia mitad de febrero del 97, se dio cuenta de que algo andaba realmente mal en su cuerpo, no quería pensarlos, pero sus formas empezaban a redondearse más de lo normal y la ausencia del periodo la obligaron a enfrentarse a la realidad. Todo se rompió a su alrededor, como un espejo que choca contra el suelo. Nada era como la habían enseñado, todo, desde siempre, habían sido mentiras y era hora de cambiar. Planificó lo mejor que pudo su embarazo. Calculó que saldría de cuentas en agosto y decidió encontrar un sitio donde pudiera dar a luz sin problemas. Cualquier clínica le pediría sus datos, así que alquiló un piso en uno de los barrios bajos de Londres, donde nadie se preocuparía ni le haría preguntas. Luego podría abandonar al niño en una iglesia o algo así.
Sólo le quedaba encontrar una excusa para no ir a casa durante el verano, pero, a mediados de mayo, la excusa llegó sola. Su madre la llamó y le dijo que no podría ir a casa de vacaciones. Parecía serena y fríamente calmada. Le pidió que lo arreglase ella con la directora, que le enviaría un cheque para pagar la estancia de esos dos meses. Supo que algo no iba bien, pero aquello se adataba perfectamente a sus planes y no quiso indagar. Recogió el cheque y en julio abandonó el internado para pasar los dos últimos meses de embarazo en el cuchitril que había alquilado. Gracias al cheque de su madre no tuvo ningún problema e incluso buscó una comadrona que la ayudase durante el parto, pero, cuando llegó el momento, ni siquiera pudo avisarla. Dio a luz como un animal abandonado. El dolor era tan fuerte que no podía mantenerse en pie, durante casi veinticuatro horas se quedó postrada en la cama, sudorosa y con lágrimas en los ojos, pero sin proferir sonido alguno, hasta que el bebé salió de su menudo cuerpo de forma natural. Ni siquiera tuvo fuerzas para mirarlo, cuando el dolor cesó, cayó en la inconsciencia.
No supo cuantas horas habían pasado cuando el llanto del niño la despertó. Abrió los ojos y miró alrededor. Todo estaba ensangrentado y aquella pequeña forma no paraba de llorar. Estaba muy cansada, sólo quería dormir y aquel sonido taladrante e incesante no le permitía descansar. Se levantó y tomó al niño en brazos. Aún tenía el cordón umbilical, lo cortó y trató de atarlo. Se quedó mirando aquel pequeño ser. Aquella materialización de todas sus desdichas. Todo el dolor y el sufrimiento se condensaban en aquella forma. Ningún chico se enamoraría de ella ahora, si se llegaba a saber que había tenido un hijo, nadie volvería a mostrar interés por ella. Podía despedirse de llegar a participar algún día en aquel musical y a cambio había recibido aquel pequeño ser fruto de las “atenciones” de su padre. Sin darse cuenta, se había levantado de la cama empapada de sangre y se había acercado a la ventana, el niño seguía llorando. Aquel pequeño monstruo parecía que le exigiese algo. Le miró y vio las facciones de su padre dibujadas en él y, de repente, sin ser muy consciente e lo que hacía, le soltó, dejando que se precipitase a través de la ventana. Un sonido sordo fue lo último que escuchó. El llanto había cesado. Se quedó unos segundos mirando al vacío. Todo había terminado. Con el cuerpo aún dolorido, fue al baño y se duchó. Se vistió como si fuera un día cualquiera, recogió sus cosas y abandonó la habitación.
Cogió el primer vuelo de vuelta a Nueva York. No pensaba ir a casa, pero a cuando aterrizó y vio los periódicos, cambió de idea. Todo estaba lleno de policía pero nadie la explicaba nada, lo único que puedo sacar en claro es que su padre y su madre estaban muertos. Todo indicaba que había sido por culpa de un escape de gas, aunque, al parecer su padre había recibido antes un golpe en la cabeza que puedo dejarle inconsciente. Las explicaciones del comisario y sus condolencias, quedaban diluidas entre sus fantasías de libertad, ya no tenía un padre al que obedecer y nuca tendría un marido. Era libre, Anne había muerto, y una jovencísima Kathleen Smith comenzaba su andadura por Broadway.
PJ de Eileen.
Descripición física:
La doctora Alicia Izaguirre es una jóven bastante atractiva. Tez blanca, ojos verdes y cabello negro largo. Mide un metro sesenta y cinco, es delgada y posee un cuerpo bastante agraciado.
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¡Bienvenidos otra vez a La Pregunta Inconveniente con su anfitrión Juan, El Preguntón!
[Aplausos y ovaciones del público. Primer plano a Juan el preguntón.]
-Bienvenidos, tengo el honor de presentarles a quién es tal vez una de las ganadoras más jóvenes del premio Nobel de medicina ¡La doctora Alicia Izaguirre!
[Aplausos y ovaciones del público. Plano a la doctora Izaguirre, cómodamente sentada en el sillón de los invitados saludando y sonriendo]
-Gracias Juan, la verdad es que conociendo el tenor de las preguntas de tu programa, me encuentro algo nerviosa. Jajaja.
-Tranquila, doctora Izaguirre...
-Vamos, puedes llamarme Alicia.
-¡Oh, puedo llamarte Alicia![Juan pulsa su zumbador y mira cómplice a la cámara] Bien, cómo te decía Alicia, sólo te haré algunas preguntas inconvenientes, empezando tal vez por la más inconveniente de todas ¿Qué edad tienes y qué edad tenías cuando ganaste el Nobel de medicina?
-Vaya, esas sí que son preguntas inconvenientes para hacerle a una dama, jajajaja. Ahora tengo 32 años y tenía 30 cuando gané el Nobel.
-¡Joven, atractiva y existosa! Supongo que casada también ¿No es así Alicia?
-No, Juan, todavía estoy soltera.
-Joven, atractiva, exitosa ¡Y soltera! ¡Exactamente mi tipo de mujer! [Juan pulsa su zumbador en forma descontrolada. Risas del público.]
-Ay Juan... si tan solo todos los hombres pensaran lo mismo... A veces pienso que tal vez el premio Nobel los espanta.
-Seguramente es eso, espero que sea eso, porque si no debe ser el aliento por las mañanas.
-¡Juan! Jajaja. [Risas del público.]
-Bien, pongamos un manto de piedad y unas pastillas de menta sobre este asunto... ¿Qué fue lo que te hizo merecedora del premio Nobel de medicina?
-La Academia de Ciencias pensó que mi descubrimiento de una terapia génica efectiva para combatir el denominado “Mal del Chaco” que afecta a una alta proporción de la población indígena de dicha zona de Sudamérica.
-Suena importante ¿Te importaría explicar en qué consisitió ese trabajo con un poco más de detalle? Recuerda que éste es uno de los programas más vistos de la televisión mundial y no quiero que los telespectadores me cambien de canal, trata de que las pequeñas bestezuelas puedan llegar a entender de lo que hablas. [Risas del público.]
-Jajaja... Trataré Juan, trataré. Bien, resulta que el Mal del Chaco es una enfermedad bastante insidiosa, con una alta tasa de mortandad, causada por un virus que reconoce un marcador específico del ADN que se encuentra presente sólo en la población indígena de, justamente, la zona conocida cómo Chaco en Sudamérica.
Básicamente, lo que hicimos fue desarrollar una terapia génica que consiste en introducir fragmentos de ADN viral inocuo para que inutilicen los sitios de reconocimiento del virus activo. De esta manera, se elimina la posibilidad de que el virus de la enfermedad infecte a la gente.
-Muy interesante Alicia ¿No te molesta pensar en las implicancias éticas de la investigación sobre seres humanos?
-La verdad es que no puedo negar que me causa cierta sensación no muy agradable pensar en eso. Pero luego pienso en la cantidad de vidas que se van a salvar en el futuro, y me conforma pensar que fue por un bien mayor.
-Un bien mayor, el pensamiento de una muy buena samaritana.
-Gracias, Juán, yo solo hice lo que todo buen médico debería hacer. Busqué las causas de la enfermedad y ataqué ahi donde debía hacerlo.
-¿Es efectiva esa terapia, Alicia?
-Sí, si lo es, Juan. Se calcula que de acá a veinte años, el mal del Chaco estará completamente erradicado.
-¡El mal del Chaco erradicado completamente en veinte años! Asombroso, simplemente asombroso. [Aplausos y ovaciones del público]. Dime Alicia ¿Tienes idea de lo que puede ocurrir en tres o cuatro generaciones en las poblaciones a las que se le administre tu terapia? Después de todo anduvieron trasteando con su ADN ¿No corren el reisgo de sufrir problemas que se transmitan a su descendencia?
-¡Juan! No estuvimos... trasteando, cómo tu dices con el ADN de los indígenas del Chaco. El trabajo mío y de mi equipo estuvo hecho muy a conciencia y por suerte, el sitio de reconocimiento del virus se encuentra en una sección no codificante del ADN, así que no hay la más mínima posibilidad de que haya problemas genéticos transmitidos a la descendencia de los receptores de mi terapia.
-Lo pensaron todo ¿Eh?
-Bueno Juan, estábamos trabajando con seres humanos, hicimos lo que corresponde.
-Por supuesto, Alicia, por supuesto. Dime por favor ¿Sentiste en algún momento que tu trabajo corría riesgo de no poder ser terminado?
-Sí, completamente. Sobre todo al principio, Juan. Nos costó mucho esfuerzo poder aislar el sitio de reconocimiento del virus. Hubo momentos de deseperación, la verdad es que esos momentos fueron muy duros. Toda la confianza puesta en nosotros por nuestros patrocinadores, la pobre gente del Chaco, tuve mucho temor de no poder estar a la altura de sus expectativas.
-Entiendo Alicia, pero yo me estaba refiriendo a ciertos momentos ya cercanos al descubrimiento final en los que tu trabajo corrió riesgo de no poder ser finalizado.
-No... No recuerdo nada parecido, Juan ¿A qué te refieres?
-¿No tuvieron una mortandad más alta de la esperada en sus sujetos de prueba y corrieron el riesgo de quedarse sin una muestra lo suficientemente representativa sobre la que experimentar?
-Ehh... sí, efectivamente, eso es cierto. Pero encontramos una población que no habíamos visto antes con la que “reemplazar”, no me gusta esa palabra hablando de seres humanos, a los sujetos de prueba que habíamos perdido debido a la enfermedad.
-Tuvieron la suerte de encontrar una nueva población infectada.
-Juan... Dudosamente eso sea una suerte...
-Por supuesto, me refería a una “suerte” teniendo en cuenta que todo el esfuerzo puesto en tu trabajo no iba a servir para nada. Me resulta raro que esta nueva población enferma estaba muy cerca de donde estaban trabajando tu y tu equipo ¿No es así? ¿Cómo pudieron no haberla notado antes?
-Bueno, Juan, no es raro que estas enfermedades endémicas sufran episodios de brotes virulentos. La población pudo no estar infectada cuando nuestros scouts la visitaron por primera vez y luego pudo haberse infectado mientras nosotros ya estábamos allá.
-¿Fuiste tu quien descubrió esta nueva población infectada?
-No, fue uno de nuestros scouts.
-¿Cómo se transmite esa enfermedad?
-Varias formas. Contacto físico, alimentos y aguas contaminadas... Son varias las formas que tiene esta enfermedad de propagarse.
-Aguas contaminadas... ¿Pudo haber sido que el acuífero que la población utilizaba para extraer su agua potable, se contaminó de alguna manera?
-Juan, eso corresponde al terreno de la especulación... Yo, la verdad es que no sé que pudo haber pasado.
-No, por supuesto que no. Pasemos a otra cosa ¿Qué ocurrió con la muestra 56?
-Me pones en un compromiso, Juan. Tengo que reconocer que extraviamos una muestra de sangre contaminada frente a toda tu audiencia...
-Bueno, Alicia, por eso este programa se llama La Pregunta Inconveniente ¿No te parece?
-Sí Juan, pero la verdad...
-¿Pudo haber sido esa muestra extraviada la que provocó el brote virulento en esta nueva población que uno de tus scouts encontró tan cerca de ustedes?
-Sí Juan, es una posibilidad... no me agrada admitirlo, pero es una posibilidad...
-Alicia... ¿Es una posibilidad?
-¿A qué te refieres?
-Alicia, llegó el verdadero moemento de ¡La pregunta verdaderamente inconveniente de la noche! [Aplausos y ovaciones del público, caída de papel picado del techo y explosiones de piroctecnia]
-¿Eh?
-Doctora Alicia Izaguirre ¿No es cierto que fue usted, con sus propias manos y completamente a espaldas de su equipo de trabajo, la que utilizó la sangre de la muestra 56 para contaminar el acuífero de la población que salvó su trabajo a costa de contagiarse de una terrible enfermedad?
-Yo... ¡NO! ¡DE NINGUNA MANERA! ¡ESTO ES UNA PATRAÑA! [La doctora Izaguirre se pone en pie indignada]
-Alicia, por favor, deja la pose de indignación... sabes que es inútil aqui. Tu sabes que lo que digo es la verdad... y también sabes que yo lo sé.
[La doctora Izaguirre se vuelve a sentar, primer plano a sus lágrimas]
-Yo... no... Está bien, lo admito, es cierto ¿Conforme? Yo fui la que infectó a esa población ¡Pero fue necesario! ¡Estábamos demasiado cerca para abandonarlo!
-¿Cuántos fueron, Alicia? ¿Mil, dos mil?
-Mil ochocientos cincuenta y nueve casos ¡Pero piensa en todos los cientos de miles que se van a salvar en el futuro!
-Por supuesto, Alicia, lo que sea que te permita dormir por las noches... Ah, no, espera, es cierto. Eso no te permite dormir por las noches.
-¿Qué quieres decir?
-Hablo de las pastillas que tomas todas las noches para dormir y no tener que soñar con sus caras, Alicia. Con los mil ochocientas cincuenta y nueve rostros que te observan en tus sueños. Los mil ochocientos cincuenta y nueve rostros que te están observando desde las graderías del público Alicia. [Plano a la audiencia en vivo, mil ochcocientos cincuenta y nueve indios de la selva del Chaco, mientras Juan sigue hablando] ¿Cuántos niños había, cuántos ancianos, cuántas mujeres embarazadas?
Debes soñar, Alicia ¿Sabes que pasa si no sueñas? Yo creo que sí... ya sientes cómo la estás perdiendo Alicia... cómo se está escabuyendo por entre tus dedos...
-¿De qué hablas?
-De la cordura, Alicia. Tu cordura. [Plano a la doctora Izaguirre siendo abrazada por dos pequeños infectados por el mal del Chaco]
Un grito desgarrador sonó en la noche. La doctora Izaguirre se incorporó en su cama empapada en un sudor frío... Había tratado de dormir sin tomar sus pastillas, pero no había caso, seguía soñando todas las noches lo mismo, los mil ochocientos cincuenta y nueve inocentes que había sido víctimas de una enfermedad tan terrible como esa... Su medalla del Nobel descansaba sobre mil ochcocientos cincuenta y nueve inocentes... Pero había sido por un bien mayor, muchas más vidas se iban a salvar en el futuro.
Lo había hecho bien, era imposible que la descubrieran, tuvo en cuenta los ciclos de la enfermedad, tuvo cuidado de esconder el frasco de la muestra donde nunca iba a ser hallada. Su equipo no sabía nada, había sido ella sola y era su secreto.
Fue al baño, se lavo la cara. No quiso mirar el espejo, sabía lo que vería... Pero lo hizo igual. El espejo le devolvió su mirada y la de mil ochocientos cincuenta y nueve pares de ojos detrás de ella. Abrió la puerta del botiquín, tomó su frasco de pastillas, se zampó dos en seco sin agua y se volvió a la cama a disfrutar de otra noche de sueño libre de sueños.
Mensaje enviado por Oneiros.
Jim Stevenson no había sido siempre un tipo carismático. De chaval, era del que se reían en el colegio, y muy pocas eran las chicas que se dignaban a dirigirle la palabra. Sus padres, grandes amantes de la música clásica, se preocuparon de que Jim estudiase solfeo y violín. Eso no ayudaba a la reputación del joven. Los “guays” no tocaban el violín. Pero el caso es que a Jim no se le daba nada mal, y siguió progresando tras entrar en la escuela de música.
Pero la actitud de Jim empezó a cambiar al llegar a los 17. Aquel niño bajito y feucho, pegó el estirón, y se fue convirtiendo en un joven bastante atractivo. En la escuela de música conoció a Jack Stron, con el que más tarde llegaría a lo más alto del rock, y este le ayudó a dar el paso, a dejar de ser un pringado.
-Si no quieres que te traten como a un pringado, no te comportes como uno- le decía a menudo Jack.
Cambió de estilo, y dejo el violín aparcado, para sustituirlo por una guitarra eléctrica. A Jim no le costó mucho, con la base musical que tenía, llegar a ser un autentico virtuoso de la guitarra. Terminó el curso en la escuela, y se enfrasco, entre juerga y juerga, en un proyecto musical con su amigo Jack.
A partir de ahí todo el mundo conoce lo ocurrido. Como no hacerlo! Aquellos dos jóvenes formaron, junto a otros dos músicos (el batería Peter Churst, que años después fue sustituido por Jacson Pol, y el segundo guitarra del grupo, Stin Ojara), el grupo de rock que llegaría a ser uno de los más influyentes e importantes en el panorama musical. “The Only”.
Con sus pintas de rockero chulito y guaperas, Jim se convirtió en un líder carismático, y a sus 30 años en una de las estrellas del rock mejor pagadas. Con su carácter extrovertido, Jim siempre se ha ganado el favor del público, sobre todo de las mujeres… Pero algo ocurrió hace unos meses, que ha transformado a esa estrella alegre en una persona taciturna, aislada… Aunque encima del escenario, eso nadie lo duda, sigue siendo la gran estrella que siempre ha sido.
Parte privada (secreto inconfesable):
“Empezó coma otra noche de desfase más, pero no terminó igual…
Como muchas otras veces, mi colega Jack y yo estábamos hasta las cejas de alcohol y coca. Estábamos en casa de Jack, con una preciosa grupi. Joder, es lo bueno de ser estrella del rock, que no te faltan preciosidades dispuestas a satisfacer tus mejores fantasías. La noche iba de coña, los tres nos lo estábamos pasando de puta madre, y cada vez estábamos más borrachos y pasados. ¡Mierda, lo que ocurrió no tiene nada que ver con el alcohol y las drogas! He estado muchas veces en peores condiciones… pero aquella noche… Empecé a perder el control de mi cuerpo. Reía de forma histérica, a pesar de que no había nada que me hiciese gracia. Cuando pase por un espejo, me quede mirándolo fijamente. Aquella mirada… ¡mierda! Joder, ese no era yo! Era mi cara, pero esa no era mi mirada! Y esa sonrisa burlona… Miré a Jack, y tenía la misma mirada, la misma sonrisa desencajada. La muchacha nos miraba ahora con cierto miedo. Lo que ocurrió después no pude evitarlo. Jack y yo comenzamos a golpear a la chica, que no paraba de gritar. Pero sus gritos eran tapados con nuestras risas. ¡Joder, la golpeábamos y nos reíamos como unos putos dementes! Yo quería detener aquello, no quería hacerla daño, pero el cuerpo no me respondía… La cosa fue a peor. Cogimos unos cuchillos de la cocina y… dios mío… ¡aquello fue una carnicería! A partir de ahí los recuerdos están algo difusos. Me imagino que será un mecanismo de defensa de la mente. Tengo vagos recuerdos, imágenes sueltas, sangre, la cara de terror de la chica… y aquella risa histérica… ¡aquella maldita risa histérica!
Cuando desperté, al principio pensé que había sido una pesadilla, recé con todas mis fuerzas porque fuese una pesadilla! Pero la realidad me golpeó en todo el estomago. Cuando miré la escena no pude más que vomitar. La casa estaba llena de sangre, la chica… no quedaba mucho de la chica… la habíamos mutilado salvajemente… había restos esparcidos por todo el salón. Cuando desperté a Jack pude confirmar que a el le había ocurrido lo mismo, no había sido capaz de controlar su cuerpo, era como si algo lo hubiese poseído.
Limpiamos la casa y nos deshicimos de los restos de la chica. Juramos que no le contaríamos aquello a nadie nunca, y que incluso no volveríamos jamás a hablar entre nosotros de lo ocurrido. Queríamos olvidar aquello…
Pero yo no he podido. A menudo tengo pesadillas. Y sobre todo tengo un miedo atroz… miedo a que me vuelva a ocurrir, que sea lo que sea que ocupó mi cuerpo vuelva a hacerlo. A veces pienso si no será mejor estar muerto…
Y ahora esa carta. Esa puta invitación… ¿Como se ha enterado ese cabrón de Steven Price? ¿Joder, Jack, has abierto la puta boca? ¿Como si no iba a saberlo?”
Jim aprieta la boca del revolver contra su sien. Nota el frío metal, y siente un escalofrío. Aguanta la respiración mientras su dedo índice se posa en el gatillo. Una lágrima recorre su cara, y su respiración se vuelve entrecortada. Pasan dos minutos interminables, hasta que finalmente Jim baja el arma. No era la primera vez que estaba en esa situación, y como otras tantas veces, Jim termina bajando el revolver, inundado en lágrimas. Nunca había sido una persona valiente, ni siquiera para quitarse la vida. Bajo esa apariencia de rockero duro y esa actitud chulesca, que siempre había utilizado como escudo, se escondía una persona totalmente insegura, mucho más vulnerable que lo que la gente podría pensar a primera vista.
Y desde lo ocurrido en casa de Jack, Jim había entrado en una espiral de autodestrucción, pasándose la mayor parte del tiempo borracho y colocado. Así conseguía olvidarse por momentos de la cara de aquella muchacha. No había dejado de tocar con su grupo, el grupo que le encumbro al estrellato, pues tocar era otra de las cosas que lo relajaba y lo hacía olvidar.
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No he jugado nunca a Kult, pero tengo el manual. He mirado los secretos, y este podría ser dos en uno. Poseído por un demonio, y culpable de crimen, aunque no haya sido el directamente XD No se si el secreto tiene que ser algo mas mundano, sin estar relacionado con demonios y tal… Aunque así me imagino que te podría dar juego en la partida, por si decides poseerme :P Jim vive con el miedo de que pueda volver a ser poseído
Personaje enviado por Sutagar.
La historia PUBLICA
Veis frente a vosotros a un hombreton de 1,95 m de altura y alrededor de 105 Kg de peso. La mejor definición es "grande y poderoso". De cabello y ojos oscuros no es dificil
reconocer a Enrique "Quique" Ceballos dado que es mundialmente conocido por su formidable actuación en el último mundial de Rugby.
"Quique", como lo llaman sus amigos, se retiró del deporte en ese mundial de la mejor manera que un deportista hubiera querido, convirtiendo el try con que su país, Argentina, conquistó la copa Ellis. Elegido mejor jugador del certamen y tryman del torneo, este enorme espécimen humano representaba en la cancha todo lo que los medios podían desear.
Sin ser una belleza, su bien formado físico representaba el sumum de un deportista.
Nunca dedico mucho tiempo al estudio, pero acostumbrado a tomar decisiones en segundos, en una cancha, es capaz de reaccionar velozmente ante cualquier estímulo físico. Por otro lado su carisma es envidiable, capitan indiscutido de "Los Pumas" durante los últimos cinco años es capaz, también, de enormes proezas físicas. Todo el mundo recuerda aquella vez que, dado que no había más cambios disponibles fue capaz de terminar un partido con dos costillas rotas. Y seguir tacleando e incluso seguir anotando.
Hoy, con 34 años ha decidido que su carrera deportiva a terminado y aprovecha su merecida fama para recorrer el mundo y dejar que los Euros que su brillante carrera deportiva en Europa y en todo el mundo, le han brindado, aumenten dia a día gracias a las inversiones que supo hacer.
Oriundo de la Argentina, con su rugby amateur, Quique fue fichado en París por el "Saint Germain" luego de una exitosa gira que su seleccionado "Los Pumas" realizara por el país galo. Varios campeonatos locales, un par de copas Heineken y un contrato millonario tras otro lo llevaron de Francia a Sudafrica y de allí a Inglaterra.
De un físico imponente y gran agilidad de manos brilló desde las primeras divisiones en su puesto de ala, donde combinaba su fuerza física y su velocidad con su instinto, permitiéndole ser "un puma" a la hora de taclear y una gacela a la hora de invadir el ingoal rival.
LA HISTORIA PRIVADA
Sin embargo un terrible secreto invade su alma. Aunque el mismo no lo quiere reconocer, sabe que si este viera la luz, todos sus logros quedarían descoloridos. Su fuerza no es natural, proviene de los higados humanos que ha comido durante toda su vida.
Como? Porqué? No está seguro. Solo sabe que desde sus primeros años necesitó hacer su festín al comienzo de cada temporada. El único año que no lo hizo fue el año que se quebró el brazo y no pudo triunfar.
Todo empezó con su padre. Con ese higado vacuno que le solia cenar antes de cada partido y que "el sabía" le daba fuerzas. Sin embargo, con 19 años, una noche de alcohol, festejando el ascenso de su viejo club de barrio a la primera división su padre le dijo que el higado humano era más poderoso que el vacuno. Alcohol? Broma macabra? o realidad? Nunca lo supo, su padre murió al poco tiempo dejándolo con la duda. Pero la semilla estaba echada...
Quizo la suerte, o quizás la desgracia, que una semana antes de empezar el siguiente campeonato participara en un accidente automovilístico. El no tuvo la culpa, solo fue un testigo. Solo fue uno de los que intentó sacar a los cadáveres del auto antes de que explotara, después del tremendo impacto del camión, pero al ver las entrañas del desconocido desparramadas por el auto... la tentación fue grande. Casi sin dudarlo escondió un trozo de ese higado en su abrigo y lo mantuvo allí mientras policías y bomberos lo felicitaban por su valentía y le comunicaban que su esfuerzo había sido en vano. Los rescatados eran cadáveres.
Esa noche, en su departamente varió el menú. Ya vivía solo y el aroma del higado humano era solo levemente distinto al higado vacuno que solía comer con su padre
El resultado fue milagroso. A la semana siguiente empezó el campeonato y fue su consagración. La fuerza era mayor, la agilidad también y los resultados lo consolidaron como "la promesa de su generación"
Sin embargo, en su interior se sentía culpable. Claro que pasaron los meses y su potencia aumentaba, su velocidad se incrementaba y sus tacles lo llevaron, por fin, al seleccionado.
Todo fue bien hasta su primer partido internacional. Fue un fracaso. Quizas fueron los nervios, quizás la emoción, pero el sabía que le faltaba más higado, probó nuevamente con higado vacuno, pero no funcionó. Incluso estuvo a punto de perder la titularidad de su club. Ya no era el mismo.
Cuando todo parecía perdido un nuevo accidente asoló su vida. Otro desconocido. Otro cuerpo despedazado. Otro hígado disponible. El miedo a perder su posición hizo el resto. Un nuevo trozo de higado humano. Un nuevo guisado y todo volvió a ser como antes. Potencia, velocidad, confianza. Incluso una nueva oportunidad para vestir el emblemático yaguareté de Los Pumas.
Esta vez no iba a dejar pasar la oportunidad. Una noche oscura, un cuchillo y una desconocida que lo invitó a su casa fueron el preludio de la matanza. Un nuevo higado fue comido. Y surgió Quique Ceballos en Los Pumas. La figura, la leyenda, el mayor tryman de un equipo que crecía. El ala que hacía trys. El que impedía que cualquier rival lo sobrepasara. El heroe de un pais que descubría que además del futbol existía otro deporte.
En Europa fue más dificil, pero las prostitutas morían por el heroe de su equipo de rugby. Y si. Morían para que el tuviera su cuota de higado humano.
En Sudáfrica intentó dejarlo, pero fue un año malo. Se quebró su brazo derecho y nadie pensó que podría volver a jugar. Hasta que un viejo ladrón lo intentó asaltar en un callejón oscuro. Y murió por los golpes con que Quique se defendió. Y le "regaló" su higado.
Y la leyenda volvió. Un higado por temporada. Otro antes de algún campeonato especifico. Alguno antes de una final. Y los titulos vinieron. Y fue un heroe
Diez años de exitos y probablemente unos cuarenta o cincuenta higados humanos. Hasta hace un año, cuando dejó de jugar, cuando no lo necesitó más. Hasta esa invitación. Esa lúgubre invitación acompañada de una pequeña nevera con un hígado que supo reconocer por el olor y por la consistencia. Quique era un experto en reconocer hígados humanos.
Y la nota que acompañaba a la nevera y a la invitación era más que explícita. Antes de salir se dió su ultimo festín. En ese maldito museo necesitaría toda su fuerza y toda su agilidad. Pero nadie descubriría su secreto. El era Quique Ceballos. El campeón. El hombre público. El heroe. El resto... el resto no era importante.
Personaje enviado por Matute.
Kevin Friar, el famoso actor de cine de acción.
Más de 15 películas, todas ellas éxitos en taquilla, que han vuelto a poner el cine de acción de moda.
Considerado el mayor experto en artes marciales del mundo, es comparado con Bruce Lee por los expertos.
Surgido de un barrio pobre de Chicago, Kevin se ha labrado su futuro con sus propias manos, aprendiendo de maestros de diferentes estilos. Su cadena de gimnasios genera casi tantos beneficios como su productora de cine.
En sus entrevistas le atribuyen el sobrenombre de "El hombre sin Miedo" por su papel protagonista en "Daredevil contra la Mano," en la que le quitó el papel a Ben Affleck.
Y sin embargo, si era el hombre sin miedo ¿Por que le temblaba la mano al leer la carta de Price?
"Se lo que le hiciste a tu padre."
No podía dormir. Llevaba así días. Solo miraba al techo, y recordaba.
Kevin nació en uno de los guettos de Chicago. Su padre era un borracho. Pegaba a su madre, a diario. Le pegaba a él. Kevin aprendió a esconderse, a esperar en la oscuridad. A paladear el terror cuando la puerta de su escondrijo se abría, y aquel monstruo, que apestaba a whisky barato le tomaba del brazo...
Un día, Kevin oyó gritar a su hermana Stacy. Entró corriendo en su cuarto y vio a su padre haciendole... cosas. Solo tenía 6 años. Su hermana gritaba y gritaba, y su padre estaba desnudo, sudando, apestaba. Se lanzó sobre él. Le gritó, le golpeó todo lo que pudo. Pero no era más que un niño de 6 años. Su padre se levantó y le golpeó una, otra, otra vez. Lo último que recuerda de esa terrible noche era el sonido de sus costillas al partirse.
Al recuperarse, los de Asuntos sociales se hicieron cargo de él, y le mandaron a un internado. Por suerte para él, y a pesar de que tendía a ser agresivo con los demás, su vecino George regentaba un dojo de artes marciales, y por simpatía, decidió entrenar al pequeño. Kevin aprendió disciplina, aprendió que si se concentraba en una tarea, era imposible detenerle. Aprendió a defenderse.
A los 18 ya era uno de los sensei del gimnasio, y acudia a clases de otras disciplinas por la ciudad. Incluso habia ganado torneos. Y probablemente no hubiese pasado nada si no hubiese visto pasar a su padre, casualmente por la calle.
Le siguió. Supo donde vivia. No sabía lo que sentía. Era más que asco. Más que odio. Más que nada que jamás hubiese sentido. Esa noche, entró en su casa. Estaba borracho dormido. Le amordazó.
Las cosas... las cosas que le hizo. Con sus manos. Con los cuchillos de la cocina. Con una tubería. Lo que le hizo cuando le desnudo. Cuando él...
Después de eso, todo le fue sobre ruedas. Era libre. Podía hacerlo todo. Podía ser todo. Fue el mejor luchador del mundo, sin discusiones. Cuando los chicos de Hollywood llamaron a su puerta, no lo dudo un instante. Era una estrella. Era intocable.
Y en todos estos años, nadie había encontrado el cadaver.
PERSONALIDAD: Kevin es una persona tranquila y agradable, a pesar de su tamaño. Resulta atractivo, sin llamar la atención y nunca levanta la voz.
Esto es, claro, a menos que crea que está en peligro. Cuando se siente amenazado fisicamente, si no se controla, es capaz de destrozar a la fuente de su miedo.
Nadie le volverá a hacer daño. Nunca volverá a estar indefenso.
PJ enviado por Meltar.
Historia de una “pobre artista”
El esmalte de mis uñas comenzaba a secarse, mientras que ojeaba con aburrimiento las páginas del periódico, la habitación estaba tenuemente iluminada y el caro perfume inundaba el enorme espacio que estaba reservado solo para mi. Me encontraba hospedada en el “Le Merceau Bastille” Ubicado en una de las calles más glamorosas de Francia. Prácticamente todo un piso para hospedar a una celebridad estadounidense invitada. Una sonrisa surco mis labios mientras aquellos pensamientos emergían en mi mente; una vez el barniz rojo sangre de mis uñas se encontraba seco, tome el periódico firme entre mis manos mirando un articulo que me había llamado la atención, -con que va inaugurar un parque en ese sitio… dije para mi misma mientras mi voz se perdía en la inmensidad de aquella desolada habitación. Coloque el periódico una vez en la mesa que se encontraba frente a mí, incline mi cabeza releyendo una vez más el articulo, mientras mi cabello se sumergía en el café aun sin terminar que momentos atrás me habían traído … un suspiro se escapo de mi pecho al leer repetidas veces el nombre “Instituto Vannacut” una irónica sonrisa apareció en mi rostro, mientras mi semblante se tornaba más pálido de lo común… me levante de la silla en la que me encontraba y me dirigí a la ventana, las luces de la ciudad iluminaban las calles ocultando la oscuridad de la noche que hacia su tímida aparición. -Y pensar que solo queremos huir del miedo que nos abruma, por esa razón nos escondemos tras mascaras plagadas de mentiras… ¿verdad que si? Exclame en voz alta, esperando una respuesta que no llegaría mientras dirigía mi mirada hacia una vieja foto protegida por un elegante portarretratos. Camine lentamente hacia ella preguntando de nuevo… -¿verdad que si… padre?, en la foto aparecía un hombre con una tabla en sus manos, sonriendo de forma tierna y comprensible, su vestimenta era cubierta por una bata blanca que le daba un aire de seriedad. Coloco la foto de nuevo en su lugar, mientras mi mirada se pierde en el pasado que tanto me agobiaba y que no me permitía dormir con tranquilidad; en la mesa de noche junto al portarretratos se vislumbraban tres frascos de diferentes drogas: calmantes, anestésicos y somníferos… junto estos y sobre la cama una cantidad innumerable de sobres aun sin abrir se aglomeran esperando su turno de ser abiertos; turno el cual nunca llegara. Intentando despertar de mi macabro sueño levanto la mirada para encontrar una foto mía pegada en la pared y enmarcada sofisticadamente, lentamente me voy acercando a esta, pero no observo la foto si no lo que el vidrio del marco refleja, allí aparece una mujer de semblante blanco con ojos castaños claros, un pelo lacio largo, sus facciones difieren bastante de la bella mujer que posa en la foto. Allí mirando mi reflejo, me doy cuenta de cuan ha pasado el tiempo, no he cambiado mucho de lo que rea hace algunos años, siempre consentida, siempre testaruda siempre tan sensible y por sobre todo; siempre tan buena actriz… aun después de la muerte de mi padre en ese incidente, conseguí salir adelante por mi cuenta, no me importo nada … mi mirada baja mientras una lagrima se desliza por mi mejilla… -eso ya no interesa … que sucede contigo Iris… tienes todo cuanto soñaste y el pasado no te lo arrebatara. Levanto mí mirada un vez más limpiado con firmeza aquella lágrima inoportuna. Me tumbo en la cama, pensativa y con un fuerte dolor inundando mi corazón… tal vez… digo mientras me levanto luego de una breve meditación y me dirijo hacia el periódico revisándolo de nuevo. Tomo el teléfono y rápidamente tecleo un número sin apartar mi vista de aquel periódico –hola operadora… si me gustaría comunicarme con el señor, Steven Price… mmm ya veo, con que no se encuentra, bueno puede decirle que una vieja amiga le llamó… ¿Con que motivo? Bueno, dígale que quería felicitarlo por la inauguración de su parque de horror… ¿Qué amiga? Claro, dígale que lo llamo Iris Clay, muy bien muchas gracias, si igualmente. Estupida mujer, digo una vez en la bocina suena el tono de desconectado. La habitación nuevamente queda en silencio, ese silencio que siempre ha sido como una sinfonía de Réquiem para mi siempre ha conseguido ponerme la piel de gallina y no me permite permanecer tranquila por mucho tiempo… ante el silencio que invade la habitación un sonido palpitante y fuerte comienza a sentirse, la respiración se acelera, el pulso sanguíneo del cuerpo se precipita, y con este el sonido que ahora se hace más y más fuerte en la habitación… la uñas adornada con el barniz, no son capaces de ocultare el continuo temblor de los dedos, de las manos … del cuerpo, en cuestión de segundos la silla queda vacía y la mujer que antes se encontraba hablando con toda cortesía por el teléfono, ahora se halla parada con los ojos desorbitados, la respiración acelerada y un sudor frío que le recorre el cuerpo, en frente a los frascos de medicamentos que se han encargado de acelerar aún mas el envejecimiento prematuro de su rostro, sus manos temblorosas, nerviosas y llenas de miedo extraen una pastilla de cada frasco, mientras las ingiere con frenesí. La respiración se comienza a normalizar, el pulso pierde velocidad y la temperatura corporal vuelve a su estado habitual. Ante esto… miro la cama y tomo el control remoto para encender la televisión, así por lo menos el ruido de este me permitirá dormir… me recuesto en la cama boca abajo mientras siento como cada uno los medicamentos comienzan a surtir efecto en mi cuerpo, poco a poco cada uno de mis músculos se relajan, hasta el punto de no sentirlos… con ellos mis ojos pierden fuerza, y ante el sonido de la televisión encendida caigo rendida ante el sueño.
Nombre: Iris Clay
Edad: 27 años
Profesión: Actriz
Descripción física: Ojos castaños claros, Cabello liso negro, hasta el pecho, constitución delgada, peso 1.54, estatura 1.63, piel blanca.
Descripción psicológica: Alegre ante los demás, cortés, testaruda, muy inteligente, manipuladora, plástica.
Su mayor temor: El silencio absoluto. Ya que mató a su hermano mayor, para conseguir la herencia que había dejado su padre tras su muerte, debido a este asesinato y el absoluto silencio que le siguió, no puede resistir por más de cinco minutos el silencio absoluto.
Personaje de AngelSoul
Ahí va mi propuesta de pj. Te lo mando con tiempo porque no se si te va a parecer lo suficientemente "famoso". Además, verás que me he permitido la libertad de meter el instituto Vannacut en la historia.
Si alguna de esas dos cosas no te parece bien, avísame y te enviare otro pj más convencional.
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-¿Doctor Walker?
Levante la vista del monton de papeles que ocupaban mi escritorio. La mirada preocupada de la enfermera Pierce me dijo lo que necesitaba saber.
-La hemos perdido, ¿verdad? -pregunté resignado.
-Sí. La señora Osbourne ha fallecido hace unos instantes. Fue... bastante rápido. Sus constantes vitales se desplomaron. Incluso antes de que pudiera intubarla ya era demasiado tarde.
La enfermera hundió las manos en los bolsillos de su bata, deteniéndose justo bajo el fluorescente. La cruda luz blanca no ayudaba a esconder las numerosas arrugas que surcaban su piel.
-Es una lástima -respondí frotandome los ojos cansados-. Supongo que habrá que tener el contrato preparado por si el señor Osbourne decide ignorar las condiciones de nuestro acuerdo. ¿Se encuentra Usted bien?
Pierce apretó los labios y frunció el ceño, una expresión que yo conocía sobradamente.
-Bueno... verá, Doctor Walker, me preguntaba si usted podría, eh, darme un frasco de esas píldoras.
-¿El oxycontin?
-Se me han terminado -asintió con la cabeza, limpiandose la frente sudorosa con el dorso de la mano-.
Reprimí el impulso de aconsejarle prudencia. La verdad sea dicha, me gustaba así. Adicta, dependiente, fácilmente controlable. Estaba seguro de que no iba a ir por ahí contándole a la gente lo que sucedía en la clínica pero siempre era aconsejable no arriesgarlo todo a una sola carta.
-Creo que tengo lo que necesita -dije abriendo el cajon del escritorio con la llave y sacando la medicación.
Los ojos de Pierce se iluminaron al instante y prácticamente arrancó el frasco de mi mano cuando se lo ofrecí, despidiéndose en el acto sin rastro de remordimiento acerca de la señora Osbourne y su exhausto cerebro.
-Pobre señora Osbourne -pensé-.
Encendí el ordenador portátil mientras repasaba el procedimiento en mi cabeza una y otra vez, intentando averiguar que había fallado. Todo había ido perfectamente, y ni siquiera al seccionar el lóbulo temporal pudo percibir problema alguno, en parte gracias al suero experimental que había utilizado esta vez. Era una lástima que hubiera muerto, había sido una paciente excelente incluso cuando el marido expuso sus dudas acerca de la naturaleza un tanto secreta de la operación.
Probablemente Pierce creía que me daban igual los pacientes de mi investigación,
pero la verdad es que sí me importaban. Representaban, cada uno de ellos, pasos necesarios en la búsqueda de mi Santo Grial. Una búsqueda iniciada décadas atrás por mi abuelo, brillante neurólogo en su tiempo y el héroe de mi infancia. Aparté estos pensamientos de mi mente y, con un suspiro, empecé a escribir el informe de mi decimoquinto caso. "Fracaso", me corregí a mi mismo en silencio.
Dos horas después cerré el ordenador, agotado. Me aguanté la cabeza con las yemas de los dedos y deseé que mi abuelo hubiera podido estar ahí para preguntarle. Si alguien podía encontrar que era lo que estaba fallando en las intervenciones, ese era él. Había sido un cirujano brillante, explorando terrenos en los que nadie osaba adentrarse. Sus notas, casi setenta de ellas, todas escritas con letra clara y precisa, habían resultado ser una inagotable fuente de inspiración para mi desde el día en que fuí a vaciar la casa de mis padres después de sus muertes, hacía ya más de diez años, y las encontré relegadas al olvido.
Su investigación había empezado a dar resultados significativos cuando ese inoportuno incendio devastó el Instituto Vannacut, donde había estado trabajando los últimos años. Después de eso no pudo volver a practicar la medicina para evitar ser descubierto tras la investigación policial que tuvo lugar. El mundo no siempre está dispuesto a pagar el precio que exige la ciencia.
-No pienso terminar como él -murmuré para mis adentros-.
-Disculpe, Doctor Walker.
-Ah... enfermera... -me reincorporé en la silla, sobresaltado. Intenté recordar su nombre durante un par de incómodos segundos-. ¡Enfermera Sanders! ¿En qué puedo ayudarle? -dije sonriendo afectuosamente.
-Un mensajero dejó esto para usted, Doctor -dijo la anciana enfermera mirandome extrañada-. Dijo que era urgente.
-Gracias.
Se dió la vuelta para marcharse pero se detuvo junto a la puerta.
-Doctor, si me permite la expresión, se le ve hecho una mierda -dijo sonriendo, como si fuera mi niñera-. Vaya a casa y descanse, ¿quiere?
Cerró la puerta después de salir y observé distraidamente el sobre que tenia en mis manos. Mi nombre había sido escrito en el anverso con letra anticuada y caracteres ampulosos y envolventes. "Probablemente algún admirador", pensé. Ninguno de mis conocidos escribía así. Cogí el abrecartas y abrí limpiamente el sobre. En el interior había un papel delicadamente doblado y con un ligero perfume que no supe identificar.
Al leer la carta se me heló la sangre en las venas.
Personaje de Neijel.
Francesco Scarsi
La vida es dura y alguien como Francesco lo sabe hijo de un ex millonario que desfalco su fortuna en las apuestas y se suicido, antes que él naciera. Francesco nació en un barrio pobre de Lima, Perú rodeado de pobreza e inmundicia, fue criado por su madre de la mejor manera que esta podía.
Sin embargo el único regalo de su papá fue el que le permitió soportar esos años de miseria, un balón de futbol. Este fue su mejor compañero en la soledad, en los arenales donde creció, fue este balón quien le hizo compañía, y fue así como se convirtió en una excelente promesa del futbol. A los 15 años fue convocado a jugar por la selección italiana sub. 17. Sus más profundos sueños y esperanzas de salir adelante estaban cumpliéndose. Jugaba para el mejor equipo del Perú, ganando su propio dinero y pronto cumpliría la mayoría de edad y fichar por los mejores clubes de Europa que se disputaban su pase sin embargo un día Francesco desapareció.
Nadie sabe como ni donde estuvo, simplemente desapareció, el día que cumplía 18 años y debería de haber firmado el pase, no se presento a la ceremonia. Mucho se le busco mucho se dijo pero nunca se supo nada de el hasta 4 años después en que reapareció jugando por un equipo chico del futbol peruano. Nunca contó nada, simplemente dijo que estuvo en un auto exilio y que no contestaría mas, lo que todos pudieron ver fue que si antes era un buen jugador ahora lo era mil veces mas, hacia magia con la pelota a los 23 años fue contratado por el mejor equipo peruano nuevamente, y un año después empezó a jugar por el Manchester United, de la liga inglesa, año en que fue elegido jugador de Europa y quedo como goleador de la Liga.
Ahora a los 25 años esta a punto de firmar por el equipo más grande de Europa, así como firmar con las 3 mejores marcas de sponsors. A unas firmas de lograr lo que siempre quiso desde niño, obtener nuevamente la fortuna de su familia.
Ahora dos semanas antes de la firma de los sponsors, lo han invitado a conocer el antes El Instituto Vannacut para Enfermos Mentales Criminales, convertido por Steven Price en un parque de atracciones, solamente se han invitado a 6 VIP del mundo.
Francesco esta dispuesto a ir y codearse con lo mejor del mundo, sin saber que su secreto no esta seguro, su secreto, si alguien lo supiera sería el fin de su carrera y el fin de su meta, darle renombre a su apellido y a su familia.
Secreto Inconfesable: Giancarlo fue drogadicto y vendedor de drogas en su natal lima, de chico ayudo a los mayores a vender esta droga mientras practicaba deporte, cuando corría por su bario entrenando lo hacia llevando droga a los clientes o a los vendedores.
Así mismo los 4 años que paso de auto exilio los pasó en una carcel en Colombia por traficar con el cartel de Cali. Este lugar lo único que lo dejo hacer fue seguir practicando y mejorar.
Se tuvo que mover mucho dinero y sobornar a mucha gente para que no saliera a la luz este pequeño secreto y fue así como se logro callar y ahora que ya ha salido de la carcel poco a poco todos los que lo conocían en la cárcel y que eran sus carceleros o convictos que han salido han ido muriendo. Toda persona relacionada a su envío a prisión ha ido muriendo en inexplicables circunstancias. Solo quedan pocas personas y el secreto estará eternamente a salvo. Y podra obtener sus metas
Personaje de Ancarion.
Lo que e tratado de hacer es que el amigo de Adriano, esta escribiendo la biografía de Adriano y su misteriosa desaparición que supongo que dependiendo lo que pase en la historia, puede llegar a convertirse en un dios y desaparecer de este plano o morir bajo misteriosas causas.
Nombre: Adriano Neumann
Titulo: Licenciatura en informática
Fecha de nacimiento: 22/10/1981
Edad: 26
DNI: 30.989.797
Nacionalidad: Italiana
Estética: Bastante esbelto, y enclenque, mide 1,85, sus cabellos finos y negros son alborotados pero no llegan a formar rulos, son lo suficientemente largos como para rozarle sus pestañas, sus ojos son verdes claros, su piel blanca, sus ropas suelen estar un poco descuidadas, bisté siempre que puede casualmente, tiene dedos largos y finos, pero muy ágiles.
Historia:
Adriano Neumann fue nombrado así por su padre Henry Neumann, lamentablemente su madre ni siquiera tuvo el placer mas simple el de acoger a su primer y único hijo en brazos, ella murió en el labor de parto.
Nació en Nápoles en el seno de una familia de clase media-media su padre era electricista fanático de la electrónica trabajaba en la compañía Enel.
Adriano fue un niño muy mimado, pero también criado con fuertes valores morales y éticos, su educación fue en escuela pública pese a ser retraído nunca le faltaron amigos hay fue donde lo conocí, savia y sabe aun elegir muy bien sus palabras, aunque mas de una ves se a metido en problemas por exceso de confianza y abrir la boca mas de lo que se debe, pero bueno es algo que Adriano nunca trato de corregir, el siempre decía en broma
-Soy humano y tengo derecho a tener por lo menos un defecto… el de bocaza
Pese a lo ególatra del comentario, la ultima ves que lo vi seguía siendo bastante modesto aunque demasiado para mi gusto…
Aun recuerdo ese verano en que Henry trajo la Commodore 64 haya por el año 89, eso fue una revelación para Adriano esos colores y esas funciones infinitas que contenía todo dentro de una pequeño televisor conectado con un teclado y una disquetera de 5 ½, recuerdo que luego nos pasamos varios días jugando al Wonderboy cuando lo terminamos nos miramos y dijimos ¿y ahora?, Henry ni lento ni perezoso nos dio algo que asta hoy nos sigue divirtiendo nos trajo un manual BASIC, saber que con un poco de practica se podría hacer casi cualquier cosa que nosotros quisiéramos era sorprendente.
El tiempo paso, la primaria se acabo y la secundaria comenzó aya por el 94, oscura y deprimente fue la adolescencia, la odie y la sigo odiando que feo que fueron esos años para estar con uno mismo, inclusive Adriano cambio, todavía recuerdo como esa noche de invierno del 98 lo encontré en el medio de la calle a mitad de camino de mi caza, mirando al cielo ese día las estrellas parecían brillar mas que nunca, cuando escucho mi vos llamándolo bajo la cabeza para mirarme y en sus ojos salían lagrimas que recorrían todas sus mejillas asta su barbilla y se estrellaban en el piso de cemento.
Susurraba algo entre labio que no podía oír, me acerque preocupado y me abrazo muy fuerte entonces me dice
-La vi
-A quien? le dije
-A ella, a mi madre me dijo que la mujer de mi vida seria una joven de cabellos negros y tez blanca muy hermosa
Francamente nunca le encontré mucho sentido a la alucinación, ¿tu madre del mas aya viene para decirte quien va a ser la mujer de tu vida?, pero en ese momento llore con el nunca supe porque tan solo tuve el sentimiento de hacerlo.
Los mese que siguieron, Adriano se fue retrayendo mas en si, ni siquiera tocaba la Commodore ya con el teclado desgastado… apenas hablaba con alguien inclusive conmigo ese tiempo poco a poco nos fuimos separando el por su silencio y yo por perder la paciencia de que no me quería decir que pasaba. Tan solo lo veía en la escuela siempre sentado en un rincón balbuceando ideas, asta que a principio del ultimo año apareció ella la mujer que seria la única.
Aun recuerdo a Adriano mirando la mesa como idiota y al entrar ella, abrió los ojos como platos mientras aparecía una sonrisa entupida en su cara, no se porque tuve el instinto de acercarme y hablarle como antes, me contesto como si me hubiera visto ayer y nada hubiera pasado
-Acabo de encontrar a mi dama. Me dijo
-Si, tu y la mayoría de los hombres del curso, todos la quieren para si
-Si pero yo coro con mucha ventaja de ellos
-Porque? le pregunto
-Porque ella es el amor de mi vida y yo el suyo
Cave decir que Adriano volvió a ser el de antes, tardo una semana en ponerse de novio con Laura, nos volvimos a juntar y ahora el dúo se convirtió en un trío, terminamos la secundaria y empezamos la facultad, Adriano se inscribió en lo que siempre le gusto la programación y yo me fui por la literatura, mientras que Laura comenzó a estudiar medicina, pese a que estudiáramos cosas distintas siempre no la arreglábamos para vernos y contarnos los últimos acontecimientos.
Sufrimos muchos cuando Laura se nos fue y extrañamente Adriano cuando se entero no derramo ninguna lagrima, tan solo digo
-Ella esta viva. Con una sonrisa de felicidad dibujada en su rostro mientras lo decía
Inclusive cuando fue al velatorio y vio el cadáver no lloro, ni hizo ningún gesto de tristeza solo una sonrisa paralizada en el tiempo como si ella todavía estuviera viva.
A los 5 meses alguien se roba el cadáver y asta ahora no supimos quien fue, fue bastante extraño ese acontecimiento… pero la auto negación de Adriano en que Laura no estaba muerta no le impidió terminar la carrera y crear una de las empresas de software mas grandes dedicada a la fabricación de motores gráficos.
Una vos interrumpe los anécdota de Diego, con el cursos parpadeando en la pantalla, antes de levantarse guarda su archivo y lo nombra “Vida y desaparición de el ilusionista grafico”
Extra rol:
Por cierto el causante de la desaparición del cadáver de Laura fue Adriano, es un necrofilico, par el Laura no esta muerta, para el cuerpo de Laura representa lo que es ella y su muerte no le quito esa representación, ella sigue siendo la mujer de su vida, viva o muerta, pero el entiende que la sociedad no comprenderia su sentimientos y por eso la oculta
Personaje de Montano