Partida Rol por web

Su propio infierno

Justo Castigo

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20/08/2009, 09:34
Director

Oscuridad... luego una pequeña luz... ¿Era esto la muerte?

Alicia intentó despejarse, recordar... Las llamas, el calor... ¡El fuego! Se levantó de un salto y miró confundido a su alrededor. ¿Dónde estaba? Lo último que recordaba era como las llamas los rodeaban... Y aquel individuo más allá de las mismas. ¡El hombre de negro con los extraños piercings! Su corazón latía desenfrenado. ¿Dónde estaba? Una habitación vacía, con una puerta de madera. La humedad carcomía las paredes y el techo. ¿Dónde estaba? ¿Era esto la muerte? Una bombilla iluminaba, con luz amarillenta y enfermiza, aquella pequeña estancia. La pregunta taladraba su cerebro una y otra vez: ¿dónde estaba? ¿dónde estaba?

Al otro lado de la puerta, en la lejanía, se oía un ruído fuerte de agua cayendo. Alicia se sorprendió al reconocerlo: la vieja cascada al lado de su campamento en la selva. ¡Tantos años atrás! Recordaba aquel ruído que la mecía hasta caer en el sueño profundo tras un día entero de investigación...

¿Dónde estaba?

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20/08/2009, 16:51
Alicia Izaguirre

Alicia se llevó la mano al pecho, su corazón estaba desbocado y sentía su respiración agitada. Trató de controlarse, tomando aire en grandes bocanadas a ver si eso la ayudaba a calmarse. Trató de organizar sus recuerdos, el ruido del motor, la huída por el pasillo, las llamas, el hombre de negro... Alicia sacudió la cabeza al recordar al hombre de negro, seguramente fuera el resultado de una alucinación debida a la falta de oxígeno... Sin embargo ese recuerdo parecía tan real.

Finalmente decidió que nada de lo que podía recordar le estaba ayudando a descifrar en dónde estaba ahora. Una habitación vacía ilumiada por una simple bombilla. A decir verdad, Alicia nunca había creído mucho en eso de la vida después de la muerte, así que la mera idea de que esto fuera la muerte le provocaba un leve rechazo. Por supuesto, era una científica hecha y derecha y siempre estaba dispuesta a reconocer que estaba equivocada si los hechos lo demostraban. "Lo más probable es que alguno de sus compañeros, Quique seguramente, nos haya sacado a la rastra" pensó. Sin embargo está el tema de la cascada, no había forma de que Alicia no pudiera reconocer ese sonido, dos años se pasó oyéndolo todas las noches.

Se miró las manos, estaban temblando, Alicia no pudo discernir si era por el miedo o los nervios. No tenía marcas de quemaduras. Con pasos inseguros se acercó a la puerta, tragó saliva, cerró los ojos y la abrió lentamente.

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20/08/2009, 20:40
Director

Se aproximó cautelosa a la puerta y la entreabrió ligeramente. Unas escaleras de piedra, cubiertas de moho y humedad, ascendían entre las tinieblas provocadas por una iluminación sin determinar. En lo alto de las mismas distinguió otra puerta de madera clara, mellada... Se parecía demasiado a las puertas de las cabañas donde normalmente trabajan durante aquel experimento que le había valido la fama mundial.

El ruído de la cascada ahogaba sus propios pensamientos.

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22/08/2009, 09:26
Alicia Izaguirre

"Esto no está bien... nada bien..." Pensó Alicia mientras meneaba la cabeza con resignación y ascendía por las escaleras hacia la puerta de la cabaña. Se detuvo ante la puerta y nuevamente la abrió con cautela.

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23/08/2009, 12:53
Director

Al abrir la puerta Alicia no se sorprendió demasiado: era la cabaña principal que les servía de laboratorio en el campamento. Nunca habría podido borrarla de sus pensamientos pese a que lo había intentado. Era la más cercana a la catarata. El lugar estaba lleno de mesas con material de laboratorio. Contrastaba ver aquel despliegue de tecnología en el interior de un bungalow rústico, de madera. Pero allí había hecho el mayor descubrimiento de su vida y, probablemente, de la historia médica actual. Las ventanas estaban cerradas con sus contras, como siempre, y unas bombillas amarillentas iluminaban la estancia. Dos puertas se perfilaban en paredes opuestas, aparte de la que había utilizado Alicia para llegar allí. Una de ellas conducía al exterior. La otra a la enfermería donde los aborígenes infectados eran atendidos...

En el medio de la sala, revisando una probeta, se encontraba un hombre alto y pulcramente peinado, vestido con la bata blanca impoluta. Se giró al ver entrar a Alicia. Se trataba del doctor Aaron Estevez, coordinador del grupo de estudio que asistía a Alicia en su proyecto. Era un individuo de complexión delgada y rostro severo. Siempre correcto en sus modales transmitía una cierta frialdad derivada de que para él siempre fueron más importantes los datos y las fórmulas que las personas. Se exigía lo mejor y, por lo tanto, pedía lo máximo a su equipo. Precisamente por eso lo había escogido Alicia. Un científico que pensaba en términos científicos.

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23/08/2009, 12:59
Aaron Estevez

- Doctora Izaguirre.- dijo mirando con cierta curiosidad la ropa que llevaba puesta Alicia, pero sin comentar nada al respecto - Tenemos un problema en la sala de al lado. Nuestros nuevos jefes no están nada contentos y exigen soluciones... Me temo, sin embargo, que los sujetos del experimento no son válidos... No están enfermos... No tenemos más muestras sobre las que realizar las nuevas pruebas.

La mirada del doctor se posó sobre unos viales que estaban a su lado etiquetados. Alicia sintió un escalofrío. Eran muestras del virus.

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24/08/2009, 01:00
Alicia Izaguirre

Alicia estaba desconcertada, esto ya había dejado de ser un déjà vu, recordaba éste momento como si estuviera grabado a fuego en su memoria. Era el momento en que descubrió que toda su investigación iba a ser en balde. Era el momento que iba a marcar su vida en el futuro, el Nobel y las pesadillas... el reconocimiento mundial y los mil ochocientos cincuenta y nueve rostros silenciosos observándola desde las sombras. Un nuevo escalofrío recorrió su espalda.

-Vaya, eso en verdad no es bueno. -Dijo con un resoplido y tratando de disimular su desconcierto. -Déjeme reflexionar unos minutos y decidir un plan de acción, doctor Estevez. Por favor, vaya y dígale a los "jefes" que voy a estar con ellos en diez minutos. Gracias.

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24/08/2009, 12:24
Nefarita

- Oh, bueno... Los jefes me han mandado a mi para que negociemos...

Los rasgos de Aaron fueron mutando paulatinamente mientras hablaba. Su rostro sereno se convirtió en una mueca de ironía mientras dolorosos clavos surgían de su cabeza. La ropa iba tiñéndose de negro al convertirse en el tipo de traje que llevaría un sadomasoquista en plena sesión. Sus manos adoptaron unos dedos largos, como garras. Pero su rostro, su cabeza rapada, era lo que denotaba su inhumanidad: cientos de clavos de metal clavados sobre toda la superficie de su rostro y cabeza, sobresaliendo varios centímetros. Y aquellos ojos carentes de piedad...

- Verás... El asunto es que tenemos mil ochocientos cincuenta y nueve almas que están pasándolo realmente mal. ¿Sabes? Todo por el bien de la ciencia, claro... Pero tú las oyes cada noche ¿verdad? Es curioso como sois los humanos: capaces de sacrificar a cualquiera si lográis convenceros de que es por un bien mayor. Pero claro: mil ochocientos sacrificios quizás sean demasiados incluso para ti. 

Alicia notó que sus músculos se agarrotaban. No era capaz de moverse, ni siquiera cuando aquel monstruo se aproximó a ella, hasta que pudo oler su aliento putrefacto sobre su rostro:

- Quizás puedas asumir una pérdida menor. ¿Les podemos dar paz a esas mil ochocientas cincuenta y nueve almas? Podemos... Dejarías de tener esas pesadillas, pasarías cuenta...  Alguien, por supuesto, tiene que pagar los platos rotos. ¿Qué te parece un cambio? Dame el alma del compañero que menos te haya gustado en tu viaje... ¿El enorme rugbier? ¿Sabías que mataba gente y comía sus hígados para obtener la fuerza? También esta la actriz que por pura vanidad mató a su hijo neonato para que no le molestase en su carrer. Lo lanzó por una ventana sin ningún remordimiento. Nada se interpone en su glorioso camino hacia la fama ¿O puede que el cantante? Le pone asesinar groupies ¿sabes? Las drogas no le dejan pensar con claridad... Tiene un bonito historial tras él... El médico, Walker, queda fuera de lugar. Aún nos hace falta y su alma, sinceramente, ya nos pertenece. Otro nos la ofreció hace mucho, mucho tiempo... Escoge Alicia... Escoge...

Notas de juego

No puedes moverte pero sí hablar.

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24/08/2009, 16:28
Alicia Izaguirre

La mente de Alicia era un torbellino de emociones. Sentía pánico por la naturaleza inhumana de su interlocutor y por la situación en general, pero también sentía una profunda vergüenza, era la primera vez en su vida que alguien aparte de ella la enfrentaba con la naturaleza de su crimen; también sentía un profundo desagrado por la naturaleza del acuerdo que le estaban ofreciendo. Perdida allí en el fondo, también había un leve duda, siempre existía la posibilidad de que todo esto fuera una alucinación debida a la privación de oxígeno por el humo del incendio. Finalmente dejó que su desagrado hablara por ella.

-¿Qué ocurre? ¿Mil ochocientos cincuenta y nueve no es lo suficientemente redondo para ti? -Habría acompañado sus palabras con una mueca que enfatizara lo que sentía, pero los músculos de la cara ya no le respondían. -¿Quieres endilgarme alguna otra víctima para que sean mil ochocientos sesenta?.

Alicia hizo una pausa, una lágrima empezó a formarse en uno de sus ojos.

-¿Quién soy yo para juzgar a alguno de mis compañeros? El bien mayor no alcanza para evitar que sienta la sangre de esas pobres personas, quienes una vez que fueron diagnosticados con una enfermedad mortal, no sólo no sospecharon nunca de mi sino que se presentaron como voluntarios para que pudieramos terminar con la vacuna ¡Son ellos los que pensaron en el bien mayor! Yo... yo solo estaba pensando en no desperdiciar dos años de estudios... El bien mayor es sólo una excusa, una excusa inútil ya que no me permite dormir por las noches sin necesidad de drogarme.

El rostro de Alicia estaba arrasado en lágrimas.

-¿Y tu pretendes que yo elija a alguien para intercambiarlo por esas almas? Kathleen mató a su hijo ¿A cuantos mataron Quique y Jim? ¿Cinco? ¿Diez? ¿Veinte? ¡YO MATE A MIL OCHOCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE! ¿Qué autoridad moral tengo para decidir intercambiarlos? -Intentó menear la cabeza, pero no pudo. -Si hay alguien que tiene que tomar su lugar, esa soy yo, yo los maté... yo, no mis compañeros.

Notas de juego

Soy Alicia, no Katherine ;)

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24/08/2009, 18:07
Nefarita

El individuo se separó unos pasos de Alicia, dándole la espalda:

- Que noble... Que gesto tan hermoso... Estoy seguro de que esas pobres almas condenadas te apaludirían si pudieran olvidar todo lo que pasó en el infierno mientras tú disfrutabas de la gloria científica... Si esa es tu decisión te recomiendo disfrutar lo que puedas de tu vida porque luego viene una eternidad de sufrimiento y dolor...- se giró para mirar fijamente a Alicia - ¿Estás segura de que estás preparada? ¿Estás segura de que vas a querer pagar tú? Los humanos no entendéis demasiado la palabra eternidad... Puedes vivir una vida con culpa pero ¿una eternidad? Un alma o mil ochocientas... Eso no es la diferencia... Al menos tus motivos eran más loables, en el fondo ayudaste a salvar vidas...

Notas de juego

El director disléxico ataca de nuevo... XD Menos mal que sólo hay dos PJs femeninos en la partida, que si no...

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24/08/2009, 18:27
Alicia Izaguirre

Alicia desvió la mirada lo mejor que pudo de aquel ser.

-No, por supuesto que no estoy preparada ¿Cómo podría estarlo? Pero tampoco estoy preparada para elegir a otro para limpiar mis crímenes.

Un suspiro de resignación escapó de su boca.

-Es mi decisión final y no voy a cambiarla. Haz lo que tengas que hacer.

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24/08/2009, 19:12
Nefarita

El individuo se limitó a encogerse de hombros mientras abría la puerta de la cabaña que conducía al exterior. El ruído de la cascada se escuchaba ahora como una tormenta. Sin decir nada más cerró la puerta tras de sí, dejando sola a Alicia con sus pensamientos. Repentinamente la doctora se dio cuenta de que podía moverse de nuevo...

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24/08/2009, 19:47
Alicia Izaguirre

Alicia cayó de rodillas al piso y se puso a llorar con el rostro oculto en sus manos. Estuvo un buen rato en esa posición.

Finalmente decidió que el llanto no iba a cambiar en nada lo ocurrido y que permanecer ahi tampoco. Se levantó, se limpió la cara, se dirigió a la puerta y se dispuso a salir de la cabaña.

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24/08/2009, 20:00
Director

Al abrir la puerta...

Notas de juego

... te quedas con las ganas de saber lo que pasa hasta que resuelva algunas acciones de tus compañeros ;) ¡En cuanto esté todo listo continuamos!

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24/08/2009, 20:03
Alicia Izaguirre

Notas de juego

Morirás por esto... :P

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25/08/2009, 12:52
Director

Notas de juego

Jeje. Me encanta ser cruel ¡esto es Kult!, pero ya tienes escenas final: Telón.