Partida Rol por web

Bajáis la escalera pasando por encima de la puerta derribada, llegáis hasta el coche y subís a él. Yakov vuelve a conducir, esta vez hacia el sur por la M-30, hasta la pequeña parroquia de la Vía Carpetana. Habrá que informar de lo sucedido esta noche, aunque a ninguno le apetece rememorar nada.

Llegáis a la iglesia de Carabanchel con el ánimo bajo. Lo ocurrido esta noche podría haber sido una derrota en toda regla, pero la confesión del anciano podría ser el contrapeso necesario para levantar el ánimo.

Llamáis a una puerta lateral y, después de un rato esperando, aparece García, el ghoul de Torres-Agüero, que os invita a entrar. Después de pasar por un largo pasillo, llegáis a un pequeño y oscuro patio, con un par de rosales escuálidos y un granado cuajado de frutos.

El Tzimise parece estar meditando mirando al negro cielo, y os saludo cortésmente cuando llegáis.

-Pasemos a una de las las salas, es más seguro.

Volvéis por el mismo pasillo hasta una pequeña habitación que parece una improvisada sala de juntas: una mesa ovalada en el centro, que más que serlo intenta ser elegante; unas cuantas sillas alrededor de ella. Las paredes están desnudas a excepción de un pequeño cuadro del martirio de San Sebastián. Al fondo hay una estantería llena de libros.

Torres-Agüero os invita a sentaros y pregunta:

-¿Ha sido exitosa la misión de hoy?

Juan Manuel de Rosas suspiro y miro a Torres-aguero y dice:

-Todo lo contrario,es como si alguien nos hubiese vendido a todos nosotros,dado que ya sabian de la misión de antemano,y permitire que mis compañeros se explayen mas dado que ya no poseo fuerzas casi.

Y dicho esto se tumbo contra la pared dado que realmente queria demostrar su punto que ya no tenia fuerza alguna.

Me recuesto, cansado, en una de las sillas que nos indica el Tzimice.

-Pues sí, cuando ha llegado el trren, dentrro no había nadie. Hemos ido parra nada.

Torres-Agüero suspira, pero su semblante frío y serio no se inmuta.

-¿Cómo que no había nadie en el tren?-comenta fríamente-¿Insinúa que conocían nuestros planes?

-Como bien ha dicho, llegamos a Chamartín, nos encargamos de un par de "seguratas" y esperamos a que llegara el tren al andén que nos dijeron ustedes.-comenta Orquídea.-Pero estaba completamente vacío.

Se recostó en la silla con un ágil movimiento.

-Era la hora y el andén... lo que no coincide es el contenido del tren -mira fijamente con sus ojos negros y profundos a Torres-Agüero.-¿Hasta qué punto podemos saber que nadie más conocía nuestras intenciones?

Continuo serenamente la historia de mis compañeros. Pero alguien nos estaba observando, un humano decrépito. Le perseguimos hasta su... casa por llamarlo de alguna forma. Tenía toda la pinta de estar poseído por otro vampiro o algún espíritu... Miraba una tele estropeada donde veía a una tal María que le decía que nos tenía que avisar de que no abriéramos una puerta y qué debíamos quitar la llave a alguien... Acto seguido sufrió un infarto. Termino de hablar y me quedo apoyado en una de las paredes.

Cuando iba a contestar a Orquídea, Torres-Agüero se gira lentamente hacia Rael. Eso podría traducirse en una muestra de sorpresa máxima en un rostro y expresión tan imperturbables como la suya. Después vuelve a girarse hacia la Assamita:

-Primero le contestaré a usted, señorita.-dice-El señor de Rosas, aquí presente, y el señor Erik, en una misión en La Coruña, consiguieron unos documentos en los que se indicaba la llegada de nuestro objetivo. Nuestra intención era que Raimundo Delforo, el Príncipe de Compostela, fuera acusado de ser el culpable. No sé si será de su conocimiento la animadversión existente entre ambos... Fuentes muy fiables aseguran que nuestro plan surtió efecto, y las acusaciones entre los dos Príncipes han comenzado.

-Sé que pensarán que es probable que el señor Delforo pudiera cambiar su estratagema,-continúa- o avisar a Madrid y cambiar la fecha. Lo que no acabo de entender es la cantidad de molestias tomadas para evitar que lo intercepten unos enemigos en Madrid que, a no ser que nuestra presencia en la capital haya sido filtrada, no conocen.

Mira a Rael y continúa con su voz sin entonación:

-Ahora usted. No entiendo muy bien a qué se refiere. ¿Me lo podría explicar?

Había permanecido todo el viaje y la conversación en silencio, pero creo que era la hora de que tomara la palabra:

-Rael vio a un señor que nos estaba espiando detrás de unos setos...-digo con voz calmada.-Le seguimos hasta su casa, un piso en el Barrio del Pilar. Él asegura que su esposa le hablaba desde al Más Allá a través de la tele... Ella, bueno... eso dijo, la había dicho que las personas que estarían esta noche en Chamartín deberían ser avisadas de... bueno, desvaríos varios... Como ha dicho él, no sé qué de una puerta, del caos del mundo, de la vanidad humana castigada, cosas sin mucho sentido.

-Entiendo... como bien ha dicho-dice mirando a Rael-no podemos saber si era otro vampiro el que le manipuló la mente. Un Ravno, por ejemplo, podría haber creado esa ilusión acerca de su mujer. De todos modos deberemos estar atentos e investigar.

Bueno, al menos el objetivo principal se ha cumplido... suspiro y continuo ¿y ahora que nos toca hacer?. No se los demás pero yo tengo pendiente un trabajo y antes debería ir a cenar.

-Esto ha provocado un cambio en nuestras futuras actuaciones.-comenta.-Esperen a que nosotros nos pongamos en contacto con ustedes. Creo que será lo mejor para no actuar de forma premeditada.

Juan Manuel de Rosas asintio y luego dijo:

-Si eso es todo,con vuestro permiso,me retiro,dado que necesito alimentarme bien,esta noche fue agotadora para mi.

Dicho esto se levanto y se preparo para salir a cazar humanos alimentarse de ellos hasta estar completamente saciado y retirarse para descanzar.

FIN DEL SEGUNDO ACTO