Partida Rol por web

El Oriente empezó a divisar Santuario al amanecer del tercer día. El dolor de la muerte de Wei, Tito y Berta se hizo más presente en cuanto la isla apareció en el horizonte. No todos habían logrado llegar. 

La expectación creada por aquel sitio donde encontrarían respuestas, refugio y al famoso Consejo que tanto había influenciado en sus vidas no podía ser satisfecha de manera unánime: 

A los que esperaban una base militar o una isla del pacífico colonizada por mythos, la visión de la Torre del Templo, erguida como un faro sobre otras construcciones blancas y azules en un pavimento de marfil, les pareció asombrosa. 

A los que esperaban un sitio mágico, una ciudad perdida, como el Rivendel de los Elfos, aquel peñasco de tierra pequeño y poco poblado les provocó decepción. Parecía más una estación de paso que el hogar de los dioses. 

- Santuario no siempre fue la casa de los Mythos- dice Wayne tratando de contener la emoción que se respira en cubierta toda la mañana- Pero Olimpo fue destruida hace una década y esta isla muestra unas cualidades mágicas estratégicas que están sirviendo para que El Consejo pueda reagruparse y decidir qué hacer. Y en su orden del día estáis vosotros, así que sí tendréis ocasión de saber qué se espera de vosotros o a indagar acerca de vuestros dones. Aquí me conocen como "Arsenal", por cierto. Mirad, ya estamos llegando.

El Capitán empezó a maniobrar para que el barco atracara en la playa, al lado de una pasarela larga donde algunas personas les esperaban.

- Tranquilos, estáis en buenas manos aquí, y os lo digo yo que jamás he dejado de sentir vértigo al lado de estos seres. Creo que también veréis jóvenes como vosotros. Sed vosotros mismos, aquí habéis demostrado que sois más que chavales. Sois una tripulación de héroes. No podría estar más orgulloso de vosotros. Tanya y yo nos quedaremos hasta mañana para descansar, por si necesitáis algo. Ahora, bajaré yo el primero para hablar con Próctor. He de comunicarle el pasaje que llevamos en la Cámara, los heridos y... el fallecimiento de Wei. Después vendrán para llevarse al prisionero y atenderos a todos. Ah, que no se me olvide decir que Aaron está aquí también.

El Capitán desciende junto a su hija y saluda a un hombre de color fornido que está allí junto a una hermosísima mujer que parece en trance y dos chicos jóvenes. 

Tras una ligera conversación, el hombre de color espera a que un par de hombres bajen por la ladera de la montaña y le escolten. Entonces sube al barco. Apenas se detiene a saludar a los chicos aunque lo hace con corrección. 

- Bienvenidos todos a Santuario. Mi nombre es Julius Proctor y soy miembro del Consejo. Hemos subido para llevarnos al Cambiahuesos a prisión. Abajo Ariadna y Sinué os harán la acogida y os explicarán bien cómo moveros por la isla. Otros compañeros del Consejo os atenderán y responderán a vuestras preguntas puesto que una vez acabemos con este asesino, yo abandonaré la Isla. Muchos de los nuestros se encuentran ahora en un Concilio, incluyendo a nuestro presidente, que hasta dentro de un par de días no podrá conoceros. Me disculpo en su nombre por no poder celebrar como se merece la aparición de nuevos miembros de nuestra hermandad. 

Tras esto se dirige a La Cámara Oculta y entre él y los otros dos poderosos hombres, se llevan al Cambiahuesos como si fuera un saco de patatas.

- Ya vi a la fallecida. Pobre niña. Esperemos que su muerte no sea en vano. Evaki se encargará de los preparativos para su funeral y trataremos de darle descanso este anochecer. Sed fuertes. 

El corazón de John se encoge al escuchar el nombre de Evaki. Allí está. La mujer que se le aparecía en sueños. Ahora espera en la costa aunque su cuerpo está en el mar y no en la pasarela. Sus brazos extendidos hacia ellos en señal de bienvenida. John sabe que le mira a él mientras sonríe. 

- Te veo demasiado emocionado con ellos, John, y te juro que no te digo esto por celos- dice el atlético hombre acuático guiñando un ojo a John- Aunque sé que necesito descansar no me gusta estar en este sitio. Ni antes cuando era una de sus bases aliadas, ni ahora que parece que reúne a la plana mayor. No podría darme más pereza tener que escuchar discursos a estas alturas de mi vida. No os extrañéis ninguno si no me veis demasiado entre ellos. Espero poder partir mañana con Tanya y su padre. 

A Evaki se le han unido un grupo de chicas de túnicas blancas a las que da instrucciones para que desciendan con el cadáver de Wei, mientras ella espera en la costa. Os cruzáis con ellas mientras vosotros mismos vais descendiendo a la pasarela del puerto. Allí, hay dos jóvenes: Una mujer pelirroja de gran belleza que no debe alcanzar la treintena y un chico algo más joven de rasgos árabes. Los dos son muy atractivos. 

- Hola, bienvenidos todos. Menudo viaje habéis tenido por lo que estoy oyendo. Los otros que llegaron en el dirigible han tenido menos problemas... Me llamo Ariadna y vivo aquí con toda mi familia desde la destrucción de Olimpo. Soy la encargada de daros la acogida y guiaros hasta vuestro alojamiento. Tenemos un largo paseo hasta allí por si queréis preguntar cualquier cosa. Él es Sinué y primero os revisará por si estáis heridos. 

- Sí, bueno... no soy un sanador pero sabré mandaros a uno. ¿Daniel, quién es? Me dijeron que era el que peor estaba ¿no?

Sinué sonríe a las chicas sabiendo el efecto que causará en ellas. No se muestra tan simpático con los chicos. 

John tuvo cierta decepción al comprobar que el faro de su sueño no era otra cosa mas que una imponente Torre que coronaba la isla. Pese a ello la miró por encima de todo lo demás con curiosidad mientras Wayne, muy cerca de el les iba relatando cuanto sabia de aquel mítico peñasco.

Mientras el barco viraba el joven se llevó la mano al rostro a modo de visera para que la luz del sol no le deslumbrara. Escuchó las palabras de Morton mientras trataba de que su vista se agudizara escrutando las caras de aquellos que les esperaban en la costa y junto al embarcadero.

Asintió tras la presentación de Julius sin añadir nada ya que el fornido hombre de color se habia dirigido en común a todos y parecia tener prisa por hacerse cargo junto a sus dos hombres del Prisionero. John tuvo que reprimirse mordiendose el labio inferior mientras se llevaban a Cambiahuesos y Julius mencionaba a Wei. Al escuchar el esperado nombre el joven mostró cierta sorpresa y volvió de nuevo su mirada hacia la playa.

No podia creerlo, después de tanto tiempo ella estaba alli. Ya no era un espejismo creado en las brumas de sus enigmáticos sueños. Recordó la mañana que pasó en la casa de ocupas cuando le dijeron que venian a reunirse con el. Al escuchar que entre ellos habia alguien con el nombre de Eva pensó que se trataba de ella. Por ello mostró cierta decepción al plantarse frente al grupo de jovenes con los que mas tarde compartiria viaje.

- Es..que esperaba este momento desde hacia mucho Aaron. Le contestó sin alzar demasiado la voz. Los grupos grandes le incomodaban y no le gustaba ser el centro de atención.

Descendió la pasarela junto a sus compañeros deteniendose cuando se cruzaron con los jovenes que venian a buscar el cuerpo de Wei.

- Encantado, yo soy John. Dijo cuando tuvo ocasión siendo educado, aunque mientras sus palabras salian de su boca seguia mirando hacia el final de la pasarela, a la bella mujer que esperaba en la costa. Pese a su entuasiasmo inicial la sombra de la muerte de la joven china aun planeaba sobre el oscureciendo parcialmente su caracter jovial y risueño . Siguió la marcha pisando por fin tras tres dias de viaje tierra firme y solo se detuvo cuando estuvo ya a escasos metros del objetivo de su atención.

No le hacian falta presentaciones. Pero si tenia muchas preguntas para la persona que le habia guiado y salvado previniéndole de numerosos peligros desde que tuvo consciencia de su poder.

- Hola Evaki. Dijo al fin mirándola a los ojos.

Toda la tristeza y la tensión acumulada a lo largo del viaje desaparece cuando el amanecer me pilla en cubierta. La mancha oscura del horizonte se va convirtiendo a lo largo de las horas en Santuario, ese lugar al que nos ha costado tantísimo llegar. Que sus habitantes vivieran anteriormente en el Olimpo no me sorprende, después de conocer al poseedor del Tridente de los Mares. A medida que nos acercamos voy imaginando cómo será ese sitio. Por un momento me dejo arrastrar por la magia de su silueta, y me permito pensar que allí habrá gente que me entienda, que quiera encontrar su camino como yo, gente que vaya a acogerme, gente que a pesar de lo diferentes que seamos vea en mi a alguien de su familia. Me permito pensar que es como una gran comuna, que allí podría ser feliz.

Pero las palabras de Aaron me sacan de mis pensamientos, y me devuelven todas las dudas que he tenido sobre el Consejo desde que el Boogieman nos atacó en las montañas, y admito en silencio que esa isla parece el cebo perfecto para que los novatos piquemos y caigamos en sus redes.

El saludo de Proctor no permite, ni espera, réplica. Pero menciona un nombre que me suena, aunque no recuerdo bien por qué. Sin embargo, cuando bajamos y esa chica se presenta, lo recuerdo.

- Hola, encantado de que nos acojas, Ariadna -digo sonriendo-. Yo soy Kwanda Mballe, y ellos son Eva, Jacob, Diamond, Sigrid, Nel, que es un ángel, literalmente, y aquel que se va a por sea chica es John. He oído cosas sobre otra Ariadna, pero no puedes ser tú... no decían nada de que fuera tan guapa -depués veo que Sinué viene a hacer caso a las chicas, pero de nosotros pasa, y decido jugar un poco-. Pero bueno, ¿qué pasa aquí? ¿En esta isla sólo admiten a los guapos? -pregunto giñando un ojo a Sinué-.

Mis intentos de flirteo se detienen al momento cuando caigo en lo que ha dicho.

- ¿Cómo dices? ¿Otros? ¿Hay más de la Tercera Generación? -pregunto con mucho interés.

- ¡Por fin llegaste, John, a través de los sueños y las brumas, de mares de olas y de planos, de peligros y dificultades, has conseguido que nos encontremos!

John cree que su corazón se le va a salir del pecho cuando aquella mujer de indudable belleza le abraza. Con su boca a escasos centímetros de la suya le besa en la mejilla

- Me gustaría tanto que me contaras más de ti... No existe el azar en que nuestros dones se hayan complementado y espero haberte sido de ayuda. Yo sufrí mucho cuando mi don apareció hace más de 300 años y esa huella de dolor quise calmarla en tu noble corazón lo más que pude. Siento el fallecimiento de tu amiga. Ahora debo encargarme de su funeral. Pero cuando acabe la ceremonia esta noche podemos hablar y dar un paseo si quieres. 

Evaki roza entonces con sus dedos la barbilla de John. Sus ojos reflejan emoción real. 

- Claro, en la isla además de los miembros del Consejo debe haber ahora un par de docenas de mythos jóvenes. Mis hermanos, entre ellos. Yo no sé muy bien lo que soy, la verdad, o la más vieja de los cachorros o una segunda muy tardía, jaja. Lo que no soy es la Ariadna de la mitología, aunque mi nombre se inspire en ella. Es lo que tiene que tus padres también sean mythos. Venimos ya con el nombre de serie, jaja.

... Sé lo que es un malaquita, hay seres de Otromundo también por aquí, y Jeliel los representa en el Consejo. Seguro que "Nel" estará encantado de conocer a alguien de su misma raza

Y en esta isla admitimos a todos, Kwanda, aunque tú no deberías preocuparte si fuéramos más elitistas en cuanto al aspecto, ¿eh?

Ariadna guiña un ojo y después da una palmada para captar la atención de todos

- En cuanto estemos listos os daré un plano y os indicaré dónde está cada cosa en esta isla. Una vez os acomodemos, podréis explorarla y buscar lo que cada uno quiera. Creo que después de pasar tres días enrolados en un barco lo que más necesitáis es moveros a vuestro aire ¿verdad? Los que estéis heridos no hagáis la subida a pie, puede ser fatigosa. Os llevarán al Abiodh para curaros y ya os haré una visita y explicaré lo que queráis. 

John trató de disimular su nerviosismo mientras correspondía al abrazo de Evaki. Las manos le sudaban ligeramente y el pulso se le había acelerado por la emoción. Lo cierto era que la mujer le parecía mucho mas guapa en persona que la imagen que retenía en su memoria.

Notó la calidez de su beso en su mejilla y a punto estuvo de ruborizarse.

- Lo cierto es que sin tu ayuda y la de mis nuevos amigos nunca hubiera llegado hasta aquí. Dijo girándose levemente para mirarles mientras descendían por la pasarela acompañados de Ariadna y Sinué. Cuando tus obligaciones te liberen me gustaría presentártelos.

Después se giró hacia ella de nuevo meditando todo lo que le habia escuchado. Sobretodo habia quedado muy sorprendido al enterarse de que Evaki tenia mas de 300 años. Fue a decir algo pero la palmada de atención de Ariadna le dejó con la palabra en la boca. Prestó atención como todos a lo que tenia que decir y cuando pudo siguió con su conversación.

- Creo que hasta ahora no te habia agradecido todo lo que has hecho por mi. Gracias. Dijo sinceramente con una tímida sonrisa.
- Me encantará dar ese paseo mas tarde contigo. Tenemos mucho que contarnos…

Por fin los amigos habían llegado a la isla que tanto ansiaban, el malakita en cambio se mostraba un poco reacio a la idea, otro lugar extraño, con gente extraña y después de una de las vivencias más extrañas de su vida.

Antes de llegar a puerto observó la enorme torre que se alzaba en el centro de la isla y le recordó a su mundo, ésto hizo que se vea inmerso en su mundo... como perdido... le trajo recuerdos de su mujer, de su felicidad con ella... y de como ella se fue con otro, de como el sufrimiento se apoderó en segundos de toda su feliz exisetencia.

Tengo que dejar de pensar en ella, tengo que poder hacerlo.¿Pero cómo? soy un ser extraño en este mundo, soy un ser que no debería estar aquí.

Inmerso en sus pensamientos no se dio cuenta  que habían llegado a puerto... se percató cuando unas personas extrañas estaban bajando al cambiahuesos llevándolo como una bolsa de papas.

Él no estaba en ninguna conversación... por un segundo se sintió tan solo que no sabía si salir volando lejos de allí o quedarse a sufrir de la soledad, pero todo ese sentimiento desapareció cuando escucho a la pequeña pelirroja hablar sobre otros Malaquitas...

El corazón de Nel se aceleró... su emoción era enorme... ¿Otros? ¿Cómo yo? dijo atónito mientras escuchaba a la muchacha, desearía conocerlos cuánto antes... Nel parecía un hombre nuevo... su rictus triste había desaparecido en una sonrisa de niño con juguete nuevo.

Estoy agotada después de este viaje y muy enfadada con la mayoría de mis compañeros, que en este momento me importan más bien poco. Lo único que me apetece hacer en este lugar es:
A  - Cantarle las cuarenta a los inteligentísimos miembros del Consejo, que no solo sabían que había alguien en el barco, sino que además, nos enviaron monstruos para hacernos las cosas más complicadas y dejando que murieran personas.
No sé cómo lo llamarán aquí, en Villa isla de la felicidad, pero en mi barrio a eso lo llamamos putadas.
B - Hacer nuevos amigos más interesantes que la gente con la que he viajado hasta ahora (importante).
C - Tomar el sol y tocarme el chichi a dos manos.

Hago un sondeo rápdo entre las personas que han venido a recibirnos. La ciber novia de John, el moro guaperas... Kwanda y compañía ya tienen con qué pasar el rato para ver quién la tiene más larga.

Toda mi atención se dirige hacia Ariadna cuando entre tanto blablabla se cuela un "jóvenes" y un "mis hermanos".
Así que me dirigo hacia ella como si fuera una turista japonesa disciplinada a la espera de que me dé mi plano y mi visera para el sol

- Hola Ariadna. Yo soy Diamond y este es Bran... - comienzo a decir hasta que me doy cuenta de que Brandon no está a mi lado. La costumbre. - Como iba diciendo, mi nombre es Diamond, tengo doce años, casi trece, y me encantaría conocer a tus hermanos.

Muy directa sí, pero la sutileza no es lo mío.
 

Después de un largo viaje al fin llegamos a Santuario, parece una isla con encanto. Veo a mis compañeros nerviosos de lo que pueda pasar y cada vez tengo más ganas de pisar tierra firme y empezar a obtener respuestas.

Cuando llegamos nos reciben varias personas, un señor de color que no nos presta demasiada atención. Pareceun mandamás y está más preocupado en el cambiahuesos. "Es normal, deberán decisiones sobre quehacer con el"

En seguida aparecen dos chicas más y un chico... en realidad poca atención presto a las chicas ya lo que dicen, en quien verdaderamente me fijo es en el chico que desborda belleza por todos lados.

-Hola ^^ soy Sigrid- sonrio en general. -Cuando veo que el chico pregunta por Daniel en seguida respondo. -¿Daniel? Si está abajo, está bastante mañherido, Kwanda y yo le tumbamos en un camarote para que descansara, si quieres te llevo a el y te ayudo a transportarle donde sea ^^. - Espero algo nerviosa una respuesta con la intención de ayudar en todo lo que se le ocurra.

-Diamond voy a ayudar a Sinuhé con Daniel, a cualquier cosa que necesites dímelo ¿vale? Chicos luego nos vemos

- Nelkhael, tranquilo, la conocerás. Casi todos los miembros más antiguos del Consejo se hallan de concilio, discutiendo cosas fuera de la isla, como mi madre,  pero Jeliel sí está por aquí. También Caronte, Kensei y Wondra. Nadie dejaría Santuario vacío estos días donde tan importante es vuestra llegada. Pero si no te importa ir andando a nuestro ritmo, te contaré un poco cómo funciona este sitio y luego podrás conocerla

- Diamond, mis hermanos creo que te pillan mayores, son gemelos, así que lo mismo alguna vez te equivocas, sobre todo si no están haciendo nada más que el pavo. Pero Pólux es al que verás haciendo el cabra y entrenando en la Cala Yurei y Cástor estará metido en la biblioteca de la Torre o ensayando alguno de sus experimentos.

¿Estáis todos listos? ¿Eva, Jacob, Mark, cuento con vuestra atención? Bien... empezaré a explicaros... 

Desde que llegamos a la isla observo con admiración todo el lugar que abarca la vista, me presento con un beso a las chicas y estrechando las manos de los chicos. Gracias por recibirnos así, es de agradecer tanta atención y podéis contar conmigo para cualquier cosa que necesitéis. Comento con una sonrisa sincera pese a que aun estuviese sufriendo por dentro la muerte de Wei, la pobre apenas pudo disfrutar de la compañia del grupo mucho tiempo al igual que otros que han muerto por el camino ya.

No entiendo nada. Bueno, si lo entiendo, pero me pone de mal humor. Tantas "prisas" para que llegasemos y ahora no hay casi nadie en la isla porque andan de Congreso-super-importante-fuera? menudo recibimiento! Por mi podrian haber venido a buscarme hace 10 anos cuando descubri mi poder gracias a morirme de miedo en una operacion ficticia... Luego decidem que, ah, si, ahora ya si se puede saber que teneis poderes y vamos a poner toda vuestra vida patas arriba. Pero antes teneis que jugaros el cuello para llegar aqui. Pero, tranquilos, que cuando llegueis nos habremos ido la mitad. 

Mis companeros parecen mas relajados y felices que yo. La unica que parece algo molesta es diamond pero supongo que sera por el shock post-truamtico eterno de haber perdido a Brandon. Creo, que deberiamos regalarle un animalillo. Luego lo hablare con los demas a ver que les parece. 

Saludo a las chicas guapas-interesantes-encantadoras y me fijo (quien no!) en el guapo salido de la peli de "Las Minas del Rey Salomon". Fuerzo una sonrisa. 

- Si, si, tienes toda nuestra atencion. Y mucho que explicarnos...

John parecía como hipnotizado por la mirada de su guapa acompañante. Notó el cosquilleo de sus dedos sobre su barbilla y no pudo evitar sonreir como hacia tiempo no lo hacia.

- .... pero ahora debería volver junto a mis compañeros, creo que Ariadna nos llevará a conocer un poco la isla. Terminó la frase que habia empezado para despedirse de Evaki. Mientras llegaba junto al grupo se giró con disimulo para mirar hacia atrás por un momento, como si todavía no se creyera que la habia conocido. A veces le habia costado diferenciar entre realidad y sueño y se preguntaba si seguia soñando.

Se situó entre Eva y Nelkahel, quien parecía mas animado al haberse enterado de la existencia de compatriotas suyos en la isla. Se alegraba por el, intentaba imaginarse lo duro que seria estar en un mundo extraño y sin el apoyo de seres queridos y caras conocidas.

Le parecíó ver a Eva algo desanimada, cosa que achacó al agotamiento del movido viaje que habian tenido. Jacob en cambio parecia haber recuperado su entuasiasmo, al igual que Sigrid y Kwanda.

Tambien le pareció ver a Diamond mas animada. John creyó que por fin esta habia superado la pérdida de su perro. Crecer y madurar a veces puede resultar doloroso pensó mientras hechó hacia atras un mechón de pelo que le habia venido a la cara.

- Estoy listo, perdona la espera Ariadna.Dijo sin interrumpirla, cuando preguntó a todos antes de proseguir.