Como si su poder obedeciera a sus pensamientos, el ratón termina de hablar y siente como su pelaje se eriza y crece... De nuevo una maraña de pelo la envuelve y se va haciendo más y más grande.
Eva y Kwanda se sorpenden al ver una especie de capullo de seda rubio que crece por momentos.
De nuevo son diez segundos de convulsiones y náuseas, y cuando el pelo se empieza a retirar, al final lo hace en forma de la corta melena de Sigrid, quien de nuevo en su forma humana, se encuentra tumbada en el suelo.
No me lo puedo creer.
¿Qué ha pasado? He escuchado dos explosiones a la vez y una de ellas ha sido la de la puerta de salida.
Al fondo veo tres siluetas. Espero que sean amigos.
Luther y yo nos dirigimos hacia la luz. Con la mirada busco a Sigrid, que sigue convertida en rata. Me dirige unas palabras y de pronto vuelve a adoptar forma humana... EN PELOTAS!
DABUTI! exclamo asombrada casi más por el tamaño de sus pechos que por su transformación.
Me giro hacia Luther y le doy un fuerte beso en la mejilla. Me dirigo hacia Jacob y le doy otro gran beso. Le daría otro a Nel, pero su desnudez y lo que tiene colgando en la entrepierna hacen que me ruborice, así que le guiño un ojo.
Echo un vistazo rápido a nuestros nuevos compañeros.
UN NEGRO!
Voy corriendo hacia él con los ojos llenos de lágrimas mientras Brandon 2 me sigue. Me abrazo al chico mientras sollozo
- Gracias, gracias por salvarnos, muchísimas gracias. Vámonos de aquí por favor, vámonos lejos, vámonos.
Guau guau, ladra Brandon mientras se mea encima de la emoción.
Me despierto, confuso, en aquel túnel oscuro. Debemos estar bajo tierra. ¿En qué momento esta mañana se ha convertido en una puta locura? ¿Quién es en verdad este tío aparecido de la nada? Ni siquiera ha llegado a probar el té.
Cuando parece que empiezo a recuperarme de la conmoción un ratoncito dorado chilla pidiendo auxilio. Pero... ¡chilla en inglés, no en ratuncio! Por todos los Dioses, esto es demasiado lisérgico, aquello que me dieron las chicas anoche me está pegando un mal viaje.
Trato de recordar en qué momento entré en la paranoia: me desperté tarde, llegó Esguince y me dijo que estaba en peligro (¡Ah, la pulsera!), luego apareció aquella otra chica, y luego los trasgos, y luego... Luego aquella oscura figura. Me dan escalofríos al recordarla. Era como una sinfonía siniestra, su paso un fagot cada vez más grave a medida que se acercaba, con toda la cuerda lanzando agudas exclamaciones, sus gestos trombones precipitados; y Esguince en tensión, como los timbales in cresccendo que preceden al gran final de los platillos... "Tengo que ponerme a escribir esta melodía en cuanto pueda", me digo un segundo antes de escuchar una gran explosión.
Pasamos a la sala contigua, y una niña me abraza.
- Hola, hola, sí, encantado. No, gracias a ti.- Respondo. Miro al resto del grupo: un puñado de personas que parecen asustadas y exhaustas. Cuando veo que el ratón se convierte en una guspísima chica desnuda me dejo convencer de que esto es real, y me acerco a ella. Abrumado por el suerrealismo le hago la típica pregunta:
- ¿Eres un ángel? - me fijo en ese otro chico desnudo y en lo que lleva a la espalda- Oh, ya veo que tú sí. Encantado.
Por último me dirijo a Esguince y le entrego la pulsera que me dieron en comisaría y que él insistió tanto en que me quitara.
- Toma, tú sabrás mejor que yo qué hacer con ella.
Siento la parrafada, pero era mi primera intervención y quería aprovecharla, jeje.
No me lo puedo creer, esta aquí mi padrino, lo miro y sonrío. Salgamos de aquí, pero voy a ver como están el resto. Compruebo y abrazo a cada uno de mis compañeros y devuelvo el beso a Diamond, a Sigrird y ver como está me quito la camiseta, los pantalones y las zapatillas ofreciendo estos, Sigrid tu los necesitas mas que yo, si encuentro unos pantalones de uno de los soldados en unas condiciones mínimas se los quito junto a las botas para ir con ellos mientras me pongo sobre la marcha las pantalones y las botas sin abrochar.
Perdona que no te ofrezca ropa mas glamurosa Sigrid, pero no se ni donde esta tu ropa así que opto por lo mas rápdo.
Veo como Jacob se está quitando la ropa para dármela y no puedo evitar sonrojarme, es un chico bastante guapo para que engañarnos
-Jacob tranquilo mi ropa tiene que estar por aquí, supongo que donde me transforme...
Obviamente según hablo estoy ocultando mi desnudez como puedo, con mucha vergüenza y rápidamente busco mi ropa para ponérmela.
-No miréis por favor! Diamond corre ayúdame ^.^
Me giro y observo el destrozo y la vida perdida. Una parte mi esta fría y no siente nada. No es momento de sentir supongo. No me esperaba esta reacción. Esperaba sentir algo mas. De alguna forma sabia que el evento pasaría su factura emocional mas tarde y que la falta de sentimientos no era mas que un mecanismo inherente para tratar con esta situación. Parece ser que este mundo y esta gente necesitan ayuda pero yo soy solo un individuo y poco puedo hacer.
Estos humanos son capaces de sacrificarse hoy al igual que en el pasado. El joven hombre se había ido y una vez mas se constataba para mi lo poco que podía llegar a durar el ser humano.
Observo la transformación y me percato de que este mundo a cambiado en muchas formas.
Como mínimo e de observar por si vuelvo a mi tierra poder informar de forma adecuada.
Estos jóvenes están confusos y asustados pero no se que hacer y me siento tan frió por dentro. Una parte de mi no se atreve a tocar mis emociones ahora pues poca duda me queda de que hay rabia, rabia ante la mirada de un joven aislado y incomprendido falto de una valoración que aportara sosiego a su vida. La mirada quemada de una persona que se cocía a cada segundo por ambos lados de su faz hasta que el sinsentido le dejaba deseoso de una escapatoria definitiva.
No... No sentiría nada de momento. Observo a los que rodean mi persona. Hay cosas que necesitan ser hechas.
-Tendríamos que alejarnos de aquí cuanto antes. Que ta si nos ponemos en marcha- Pregunto a los presentes.
Salgo de la sala donde habíamos estado recluidos y veo a tres personas delante mía, una de ellas se hace llamar esguince y parece ser el padrino de Jacob. Miro al suelo y veo un pequeño ratón, justo pienso en pisarlo cuando de repente ante mis ojos empieza una transformación increíble hasta convertirse en Diamond, bueno, en Diamond desnuda que viene a ser la misma persona pero con matices... Lo primero que hago es dar un salto hacia atrás y me giro repentinamente haciendo un esfuerzo sobrehumano para no mirar. Todo esto es muy extraño, cada vez pasan cosas más raras, esto es de locos, y no puedo más:
- De veras que en el ejército se ven cosas raras pero como estas ninguna, no se que clase de broma es esta pero yo me marcho, os dejo aquí paletos.
Bueno, ya vuelve el carácter difícil de Reno... xD
Los últimos días han sido una locura. Espero que mi aspecto no delate lo débil que me siento. Pensé todo el rato en aquellos niños a los que pusieron el dispositivo, sin darme cuenta que ya son hombres, algunos de ellos con suficiente liderazgo y habilidad como para proteger al resto de un ataque paramilitar, allí donde yo fallé.
Hasta mi ahijado parece haber crecido. Le he notado frío en su reacción hacia mí. No es de extrañar tras todo mi tiempo de ausencia. Estoy escuchando cómo ha luchado. Me siento orgulloso de ello y no tanto en que siga siendo atolondrado a la hora de relacionarse con los demás, como su espontáneo strip-tease.
Pero a mí lo único que me llama la atención de la desnudez de Sigrid y de Jacob es la incisión en los hombros. Todos las tienen. Eso explicaría que hayan podido defenderse aunque ¿cómo supieron manejar sus poderes si hace una hora no sabía que los tenían? ¿Si ni siquiera nosotros sabemos qué fuerza del Otroplano están invocando?
Reno y Luther son los mayores. Parece que ambos mandan pero no creo que confíen en mí de entrada. He de sincerarme con ellos dos, sin asustar al resto. Pero antes...
Me dirijo al Malakita que parece gravemente herido
- Saludos- le digo en su idioma natal- Paz contigo y con los tuyos.
Luego ya en inglés añado
- Fui yo quien te rescató hace unos días. El Depredador te había capturado. Sabía que tu prisión te mantenía en éxtasis y hasta que pudiéramos ayudarte como era debido decidí que era mejor dejarte aquí, para cuando reuniéramos al resto. Veo que también en esto puedo haberme equivocado. Estás gravemente herido, pero vamos a ayudarte
Es entonces cuando digo a Jacob
- Recojamos todo. Traed los dispositivos que os arrancasteis. Los guardaremos aquí, dice abriendo una pequeña bolsa de cuero ¿La pulsera, Kwanda? Creo que el golpe te ha trastocado porque quedó en el apartamento como buen objeto de magia negra que era.
Y ahora ya me acerco con discreción a Luther y le hago una señal a Reno para que se acerque
- Escuchad. Sé que no estáis de acuerdo con todo lo que ha pasado. Pero ahora os necesito. No... no estoy bien y no sé cuanto voy a poder aguantar antes de que me desmaye. Necesito que me ayudéis a guiar a los más jóvenes a un lugar donde permanecer seguros hasta que sanen... sanemos... nuestras heridas. ¿Puedo contar con vosotros un par de días?
Si padrino, recojamos los dispositivos y nos marchamos. Apenas conocía a Sigrid, Reno, Luther, Diamond, o Dave ppero en momentos que tienes que confiar tu vida a unos desconocidos y responden las cosas se ven diferentes. Aprecio mucho a mi padrino y que venga a salvarnos pero Dave se ha sacrificado por todos y el resto cada uno lo ha dado todo por el grupo. Miro a mi padrino serio cuando terminamos de recoger todos los dispositivos y me acerco ayudarle a caminar que parece claramente agotado, a el y a Nel que esta peor que yo y que muchos. ¿Que son estos dispositivos y porque quieren matarnos por ellos?.
- Son Silenciadores. Nadie os quiere matar por ellos, sino por lo que sois, o por lo que podéis llegar a ser. Esos amuletos neutralizaban vuestro poder... y también que pudieran conocer de vuestra existencia. O eso pensábamos. Cuando las cosas se pusieron feas, no nos quedó otro remedio que quitaroslo para daros la oportunidad de defenderos. La discreción sigue siendo una prioridad, pero vuestras vidas lo son mucho más.
Esguince escupió sangre en el suelo.
Veo que este hombre sabe mucho sobre nosotros, no entiendo el por qué pero de momento voy a confiar en el ya que parece familia de Jacob y el está tan metido en el asunto como yo...
-Disculpe señor, como sabían de nosotros? que es eso de los dispositivos? qué me ha pasado antes?? estoy totalmente confundida me gustaría saber qué está pasando...
Escucho todo con mucha atención, pero no me estoy enterando de nada.
Bueno sí. TENGO PODERES!
En la situación en la que estoy, me es inevitable seguir a esta gente. Cuando esté lejos de este lugar del demonio, ya me plantearé ponerme en contacto con mi familia y descubrir qué significa esa sombra con cuernos que ha aparecido.
- Señor - digo dirigiéndome a Esguince-. Mi vecina Dolores está cerca de aquí, tomando café. Seguro que está muy preocupada. ¿Podríamos pasar a por ella antes de irnos? Tengo mucho miedo.
También miro a la chica que está al lado de Esguince.
¡Menuda vacaburra! Pero qué remedio, me tendré que hacer amiga de ella. Siempre viene bien tener amigos que te defiendan en momentos difíciles, sobre todo si el diámetro de su cuerpo es lo suficientemente grande como para esconderte detrás y que pare todas las balas. Jajaja.
En ese momento me siento algo mareada y siento un punzante dolor en las sienes, que me masajeo con una mueca de dolor.
¡¿Y estos lapsus de maldad?! Soy un poco descarada pero jamás me he metido con el físico de nadie.Será el golpe y el cansancio. Venga Diamond, sonríe a esta chica y muestra tu mejor cara.
Observo todo, cansado y de los nervios. Simplemente dejo que los demás se muevan, ignorandoles a medias y centrándome en mi cansancio, deseando llegar a casa para acostarme y dormir al menos tres días.
Cuando Reno comienza a irse llamándonos paletos le doy un grito -¿A quién llamas paleto, montón de basura?- camino hacia él cuando Esguince se acerca a mí y nos habla a ambos. Me calmo, dándome cuenta de que estoy de los nervios y asiento -Ahora mismo me iría con el mismo Demonio con tal de descansar y poder asimilar todo esto...
Escucho la pregunta de Sigrid al hombre y la miro -Yo creo que lo mejor es largarnos y hacer luego las preguntas, no quiero pasar aquí ni un minuto más
Comienzo a caminar hacia la salida con mis propias preguntas martilleando en mi mente.
- Sí, tío, estoy algo ido aún. Todo esto es muy raro para mí -digo a Esguince-. Oye, ¿qué es eso de los silenciadores? ¿Yo también llevo algo en mi cuerpo?
No me apetece nada que vean mi cuerpo lleno de esa piel escamosa que tanto sufrimiento me regala, pero no quiero nada raro dentro de mí. Y, ahora que he encontrado la música, mucho menos algo que se llame "silenciador".
Mientras salen por el túnel, intercambian unas pocas palabras más
Esguince le explica a Diamond que todo el vecindario parecía una zona de guerra. La policía ya habrá acordonado la zona. Lo mejor será que llame por teléfono a su tía y se invente alguna excusa. Lo mismo para el resto, ya que muchos de sus familiares sabían la dirección de la casa asaltada que ahora debe estar en todos los telediarios. Lo más creíble será que el Gobierno les ha rescatado y llevado a un cuartel secreto. Que suenen serenos y a salvo por teléfono y que volverán en un par de días. En esa parte no tendrán que mentir porque si logran llegar a dónde espera, podrán descansar y curar las heridas: Los hombros de Diamond y Reno necesitan de las gasas y los antibióticos que han cogido para el camino pero Nelkhael necesita asistencia hospitalaria urgente.
El propio Esguince parece débil y su camiseta negra ceñida no puede ocultar más la enorme herida que cubre y que le empapa de sangre de vez en cuando. Luther se da cuenta de eso. ¿Y si muere, como Henry... como Dave?
Brandon 2 corre feliz hacia la salida cuando el túnel de emergencia lleva a la comitiva a las afueras de Lexington Road. La luz de esa mañana cálida de Septiembre les devuelve algo de energía a todos. Diamond se imagina la cara de su tía cuando Dolores vuelva a Chicago sin ella. No puede evitar echar una carcajada.
Esguince entonces señala dos coches cercanos y apuntándolos con el dedo índice de su mano izquierda emite un rayo púrpura que abre las cerraduras de dos de ellos.
- No hay tiempo para consideraciones. Iremos en dos coches. ¿Reno, Luther, sabéis conducir? Coged uno cada uno y el resto nos repartiremos en los dos coches. De camino las llamadas a los familiares y las preguntas. También habrá que ir limpiando algunas heridas. En dos horas habremos llegado.
Nelkhael trata de entender qué son esos carruajes y cómo va a caber en ellos. Solo desea no morir antes de llegar a su destino y si lo hace, que sea al aire libre, como todos sus Hermanos.
- ¿Dónde vamos? - pregunta Sigrid tocándose su melena y sintiendo un escalofrío al mesar ahora su cabello.
- Al Adirondack, a esta dirección que os pongo en el GPS- dice refiriéndose al famoso Parque Nacional que hace frontera con Canadá.
Jacob recuerda un trekking hace mucho con su padrino. Eva nunca ha ido, pero tampoco le gusta mucho la montaña. Ni esa gente. Nadie se ha dirigido a ella ni le ha hecho sentirse bienvenida ¿se habrá equivocado viniendo?
Kwanda sonríe... Siempre ha oído que ese parque es un paraíso en otoño.
Y hasta aquí esta escena, ya no podéis escribir en ella, cuando empiece la siguiente estaréis repartidos en dos coches así que podéis ir decidiendo eso en el off topic. Se supone que solo será un breve trámite pero ya sabéis como va esto del rol cuando metes a 9 personas con poderes de ruta salvaje.
EPÍLOGO
Unos días después...
Los obreros aún trabajan en el cráter en que quedó convertida la mansión por eso ha tenido que venir de noche, escondido en su manto de pieles. Descendiendo con una cuerda ha llegado hasta los cascotes y allí, levantando algunas piedras, encuentra el cuerpo de Dave Nichols
- ¿Por que... no .... he muerto? - susurra con su cuerpo mutilado y destrozado por todas partes
- Porque eres inmortal, chico... Algo que no supieron ver, ni apreciar, pero con nosotros todo cambiará. Te daremos un nombre. Te daremos un motivo para vivir. Y para vengarte de los que te abandonaron en tu tumba de héroe.
Y un gigante agarra el cuerpo de Dave y busca una salida. Bajo la superficie