Partida Rol por web

JOHN Y EVA

Para llegar a Cala Yurei hay que salir de la planicie y volver a tomar escalinatas para desviarse en el descenso a la derecha. Luego ya es más complicado, porque la pendiente escarpada invita a atajar y no seguir el largo camino hacia abajo. Eva y John, explorando, se atreven a descender así, a través haciendo resistencia con las piernas para ir bajando, aunque pronto se dan cuenta que sin conocer bien el terreno van a tardar casi lo mismo que yendo por el camino principal. 

Es entonces cuando empiezan a oír voces abajo. Alrededor de un pequeño islote con un extraño totem un hombre observa como tres jóvenes están peleándose con palos largos, tanto en el remanso de mar que ha quedado atrapado, como en los alrededores de la cala. 

Uno de ellos golpea con fuerza la espalda desnuda de otro. El golpe hace eco en toda la cala y John y Eva detienen su marcha, sin querer acercarse más hasta no saber qué tipo de entrenamiento es este. El golpe hace al chico caer doblado de dolor y entonces su agresor vuelve a golpearle en la cabeza. Desde la distancia en la que están, no aciertan a valorar la gravedad de las lesiones. 

Entonces el tercer combatiente da un salto sobrehumano, casi volando y golpea por sorpresa y con igual ferocidad al que estaba ganando, tirándole entonces al agua antes de aprisionarle con el enorme palo sobre el cuello para que no pueda zafarse, ahogándole por asfixia y por el agua, hasta que cesa. 

El hombre al lado del totem no parece satisfecho. Pide algo al chico que ha ganado el combate pero este no quiere hacerlo. El hombre entonces grita y John y Eva pueden oírlo

- ¡Tienes que matarlo, ya sabes las normas! Solo gana quien arrebata la vida del enemigo

El chico se niega. John y Eva empiezan a descender otro tramo, casi instintivamente, para tratar de intervenir o para saber qué está ocurriendo. Pero el hombre avanza hacia el chico y sin mediar palabra y con un golpe fulminante saca una katana  y corta la cabeza del chico que había vencido. Su cuello decapitado expulsa un chorro de sangre antes de caer muerto a las aguas. Luego ayuda al que estaba seminconsciente por la estrangulación y levantando su brazo le proclama campeón. 

NELKHAEL

- Oh, Santuario en un tiempo volverá a ser sólo un lugar de refugio, esperemos que pronto Olimpo vuelva a resurgir de sus cenizas. Ese sí era un paraíso en esta tierra. Grandes bosques y manantiales de agua pura, construcciones humanas perfectas en su grandiosidad y belleza. Pero Olimpo fue destruido en un ataque traidor y brutal hace una década. Muchos de los nuestros murieron en la más trágica de las batallas, defendiendo como héroes el bastión de luz hacia los hombres que era el Consejo. Hemos estado dispersos desde entonces y toda la Tercera Génesis cogió al senado con el pie cambiado. Ahora las facciones se han polarizado y no está tan claro el camino como había estado en los últimos siglos.

... Yo soy la representante de todas las criaturas que no han nacido en la Tierra pero que también han acabado aquí, como la magia de los mythos. Mi posición siempre ha sido neutra respecto a los que opinan que debemos ser más beligerantes frente a los que creen que no debemos cruzar la barrera que nos distingue de La Sombra. Yo sólo quiero que los míos encuentren la paz del exiliado...

...Me alegra mucho tenerte por aquí, Nelkhael 

JOHN, EVA Y KWANDA

Un grito hace que John y Eva salgan de su ensimismado horror

- ¡John, Eva, ¿cómo se baja? 

Bajando fuera del camino principal por otra ladera, a cincuenta metros de ellos y algo más arriba ven a Kwanda. No tienen tiempo de reaccionar para pedirle que se mantenga en silencio y escondido cuando el africano vuelve a gritarles

- Joder, todavía me mato...¿Sabéis cómo...?

Demasiado tarde. El hombre de la catana ensangrentada dirige su mirada hacia él. Y es entonces cuando Kwanda descubre a los dos muertos hundiéndose rápidamente en las aguas. 

Me quedo de piedra al ver la escena: dos cuerpos sin vida hundiéndose en el agua, uno de ellos sin cabeza, y un hombre sujetando una espada oriental ensangrentada. Mi primer pensamiento es que el Ejército de las Tinieblas ha entrado en la isla, que ese hombre es el enemigo y que esas son su primeras víctimas. Miro a John y a Eva todavía alucinando y corro hasta donde están ellos.

- ¡Hay que dar la voz de alarma, chicos! ¡Hay que avisar al Consejo y a los habitantes de que el Ejército ha entrado en la isla!

John se fue agarrando como pudo mientras bajaban resbalando por aquellas escarpadas y peligrosas laderas. Si a medio trayecto ya se habia replanteado haber tomado la decisión de seguir la idea de Eva cuando llegaron por fin a la cala y presencíaron la sangrienta escena el arrepentimiento fue absoluto.

John se quedó con la boca abierta sin saber por unos segundo como reaccionar, como si su mente aun tratara de asimilar que lo que realmente habian visto habia sucedido de verdad. Finalmente se giró hacia Eva conteniendo el tono de su voz todo lo que pudo dado el estado de shok en el que se encontraba

- ¿Pero que co-jo-nes hace ese tio? le ha cortado la cabeza ! Creo que deberiamos irnos de aqui antes de que se de cuenta que...La Voz de Kwanda llamándolos a voces desde lo alto de los riscos hizo que john apretara los dientes y un sudor frio le recorriera la espalda al ser consciente que habia revelado su presencia al hombre de la katana.

No sabia que tipo de macabros juego se realizaba en ese lugar pero pocas ganas tenia de descubrirlo. Tampoco sabia como reaccionaria el asesino al descubrirles, asi que John se concentró por si las cosas se torcian y tenia que activar sus poderes.

Cuando Kwanda estuvo junto a ellos John le contestó mientras una gota de sudor le caia por la frente.

- Eva..corre! Usa tus poderes y regresa como dice Kwanda... Queria mantener las distancias con el tipo que les miraba desde el pequeño islote pero tampoco perderle de vista. ¿Seria alguien de la Sombra como decia Kwanda?

- John, yo creo que todo esto es un truc. Quiza en esta isla nadie muera...o algo asi. No es posible que el Ejercito de las Tinieblas haya sobrepasado estas barreras...Ademas, el tipo este ya no ha visto. Sera mejor que bajemos, estando alerta, eso si, por si hubiese que usar los poderes. 

Todo esto lo he dicho muy bajto y rapidamente para que el tio de la Katana no me oyese. Tampoco creo que me haya escuchado Kwanda pero sin esperar mas, inciso a descender hasta la playa con paso decidido y con calma. 

- Nooo,¿ Eva donde vas? Espérame. Mierda, espero que tenga razon.....pero si he de bajar ahi abajo voy ha hacerlo con algunas garantias. John se deja caer por la ladera tras los pasos de su amiga.

Mientras lo hace invoca sus dones y al pasar cerca de un arbusto( o roca o lo que sea) lo toca para emular lo que hizo sobre la cubierta del Oriente. Conseguir un arma y la habilidad para empuñarla.

JOHN, EVA Y KWANDA

John activa su poder, siente que se hace más ágil pero al mismo tiempo tropieza y se lleva por delante a Eva, los dos entonces se deslizan como si surfearan por la ladera del cráter hasta llegar a la cala, "como si bajaran en una película de Indiana Jones" añadiría más tarde Eva

JOHN, EVA y KWANDA

El hombre de la katana les mira serio y sombrío descender a toda velocidad y provocando una polvareda tras llegar abajo asombrosamente intactos los dos. Después señala con el dedo el camino principal que llegaba a la cala, si no hubieran acortado por la pendiente

- Deberíais haber entrado por ahí. Desde vuestra posición podéis haber visto lo que no debíais ver. ¡Baja tú también!- ordena con acento japonés a Kwanda. 

John dió gracias por que su traspiés no hubiera acabado peor. Tosió un poco ya que habia tragado algo de tierra tras levantar tamaña polvareda y levantó la vista del suelo para mirar de reojo al japonés. Parecia señalarles algo con el dedo.

- ¿Estas bien Eva? Dijo disculpándose mientras se sacudia la ropa, aunque su mente estaba realmente pendiente del problema que tenian frente a ellos.

- Fue un atajo… Pensaba que en Santuario estaban prohibidos este “tipo” de agresiones. ¿ Quien eres? Yo de ti no haria enfadar a mi amigo de ahí arriba..es un tipo muy peligroso y no tiene demasiada paciencia. Mintió marcándose un farol para ver si el rostro del japones, frio y seguro hasta ese momento mostraba algun atisbo de duda.

La tranquilidad con que ha hablado ese hombre, y su autoridad me desconciertan. ¿No debería, si perteneciera a la Sombra, sorprenderse? ¿Intentar escapar? Ariadna dijo que la cala era un sitio de entrenamiento especial, pero también que no podia decir por qué. Puede que el asesinato forme parte de algún tipo de ritual iniciático... si fuera así, mi idea sobre el Consejo estaría aún peor que antes.

Bajo despacio la pendiente para reunirme con mis compañeros y el oriental, tratando de serenarme, de respirar despacio. Y en mi cabeza repasando uno a uno todos los héroes sobre los que he leído, por si tuviéramos que combatir. Cuando llego abajo hablo al hombre muy enfadado.

- ¡¿Qué mierdas es esto?! ¿Quiénes son esos chicos y por qué están muertos?

JOHN, EVA Y KWANDA

- ¿Este es el "tipo muy peligroso"? No lo parece en absoluto- dice cuando Kwanda desciende. 

- ¡¿Qué mierdas es esto?! ¿Quiénes son esos chicos y por qué están muertos?

- Pero sí es muy mal hablado. Y debería cuidar más su barba

Kensei en un reflejo que no dura ni un pestañeo blande su espada desenfundada y da sendos tajos al aire alrededor de la cara de Kwanda que enmudece de golpe. Ni siquiera Eva ha sido tan rápida para parar el tiempo. Dejando la espada a dos centímetros de la boca de Kwanda dice:

- Mejor así

John y Eva observan como cae pelo por los hombros del africano. Le ha afeitado sin rozar su piel. 

- Nadie ha muerto. ¿Os pensáis que un maestro del Consejo es capaz de asesinar a sus propios alumnos? Fijaos, allí, al otro lado de la cala. 

Sin poder aún articular palabra los chicos se giran y allí, en la entrada natural que conforma el cráter donde se aloja la cala ven a los tres muchachos sentados sonriendo.

- Vosotros tampoco estáis aquí. Mirad arriba

Arriba en la ladera, de pie, como zombies y con la mirada perdida, están John y Eva. Y por el otro lado está Kwanda. 

- ¿Cómo?- dice Kwanda perplejo- Pero yo hablo aquí y yo... oh Dioses, esto me va a dar dolor de cabeza ¿verdad?

- Es como una especie de videojuego ¿verdad? Creo que he visto esto en una película- dice Eva que de nuevo ve la utilidad de su cultura televisiva. 

- Cala Yurei es un sitio único. Y la clave de este asentamiento que durante siglos fue mi hogar y que ahora es el del Consejo. Solo tu fantasma entra aquí, aunque puedes experimentar dolor y emociones. A todos los efectos es como si estuvieras de verdad hasta que sales de ella. O "mueres", y entonces vuelves a despertar fuera de la Cala. Nada puede dañarte en este sitio, por tanto. Y por ello es el mejor lugar para entrenar cualquier habilidad. Puedes saltar por los riscos y ver si vuelas o entrenar tu capacidad de combate. También has de saber lo que es el dolor y la obligación de arrebatar otra vida, si llega el momento... Es difícil matar a otro ser vivo aunque sepas que no es real, por eso el alumno fracasó en su lección de hoy y mi katana le sacó del juego.

- Entonces ¿nada de esto está pasando?- pregunta John

- Oh no. Todo sucede en el plano mental. Ocurre, tienes vivencias y memorias de ello, y por eso hay aprendizaje. Lo que no habrá nunca es consecuencias físicas. Tus músculos aquí no se harán más fuertes. Y temo que la barba de este chico siga igual de descuidada cuando despierte. 

¿Y bien? ¿Queréis hacer algo aquí o regresar a vuestros cuerpos? Tendréis que trepar por la ladera hasta llegar a ellos... O usar algún método más rápido... 

La verdad es que ya nada en esta isla podria sorprendere...tal vez por ello me arriesgue tanto bajando a la playa pero algo me decia que no era peligroso..

-Encantada, yo soy Eva. Y, si, me gustaria poder practicar mis poderes. No me hace tanta gracia lo de padecer el dolor que puede suponer que te corten la cabeza...Pero imagino que la resistencia al dolor tiene que ser otro de nuestros entrenamientos. 

- Frost, John Frost. Dijo como un acto reflejo tras Eva. El joven se dio cuenta que su presentación habia sonado como la de una peli de 007. Pero no habia sido esa su intención, seguia aun anodadado después de la demostracion con la Katana y no pensaba con demasiada claridad.

Verse fuera de su cuerpo tambien le habia sorprendido. Se preguntaba si el maestro del Consejo tambien estaria presente alli como espiritu, ya que no habia sabido ver su cuerpo en el exterior de la cala.

Miró el rostro de Kwanda y la verdad que le costaba reconocerle sin la tupida barba que solia acompañarle siempre.

- Por mi podemos entrenar tambien un poco....Dijo sin demasiada convicción. Fuera real o no, no le hacia mucha gracia que le cortaran la cabeza . Tampoco liarse a golpes con sus amigos. ¿ Que sugiere?

- Joder, eso ha sido cojonudo, tío. Siento haberle acusado de esa manera -digo inclinando levemente la cabeza-.

Repuesto del susto de la espada me toco la cara y sonrío, aún bastante alucinado. Me ha dado un buen subidón, y me apetecería entrenar, pero no sé muy bien cómo se "entrena" mi poder.

- A mí también me apetece entrenar. No sé si estará al tanto de nuestros poderes, pero yo no tengo muy claro cómo puedo hacerlo. Tranquilos, chicos, no os haré mucho daño -digo sonriendo a mis compañeros. Y si pierdo... lo he probado todo, religiones, meditación, drogas, pero esto sería una sensación, una experiencia... ¿cómo expresarlo?-. Maestro, al contrario que Eva... yo sí quiero aprender lo que es perder la cabeza.

JOHN, EVA Y KWANDA

- Lo ideal aquí es practicar los poderes pero para eso sería mejor que tuvierais el análisis de los mismos que Caronte os puede proporcionar y temo que ahora esté haciendo esa farsa de juicio absurdo al Cambiahuesos, así que tendrá que esperar... 

Veamos... Me gusta empezar desde el principio: Y vuestra llegada por la ladera, hasta que John activó sus poderes ha sido poco elegante. Estáis los tres en una horrible condición física. Practicaremos vuestra habilidad de escalada. Antes de llegar a la cala, las habilidades físicas y luego, bajo la influencia de la misma, podréis practicar un montón de veces por aquí sin riesgo alguno a mataros

Poneos los trajes de entrenamiento en aquella caseta de la entrada. Pólux, ayúdales- dice refiriéndose al chico que quedó en pie tras cargarse a uno y ser eliminado el que le venció a él. Tenemos tres largas horas antes de la reunión de la tarde en el Taijitu. Les diré que os traigan algo de comer aquí. Venga, vestíos, subiré para ir poniendo los arneses arriba. 

Y de tres saltos que abarcan decenas de metros, Kensei sube a lo alto del cráter, fuera de Cala Yurei.

JOHN, EVA Y KWANDA

- No busquéis su cuerpo. Él es el único que existe en ambos planos. Es mucho más que un maestro guerrero. Es el... bueno... el supersamurai, si eso os dice algo. Yo soy Pólux, encantado. Mi hermana Ariadna os dio la bienvenida.

Pólux camina hasta el borde de la Cala y entra en su cuerpo que estaba en trance, despertando fuera del mágico lugar. Tarda unos segundos en tomar control de nuevo de la realidad y luego os ayuda a cambiaros. 

Los trajes de entrenamiento son más parecidos a los que llevaría un tuarej o un ninja que al kimono ceremonial y pesado que porta Kensei. Pero es cómodo y liviano. 

- También tenéis más ropa en vuestras barracas. Serán más cómodas que las ropas de ciudad que traéis. 

La primera hora y media la pasan en el exterior del cráter, saltando, trepando y corriendo por el borde. Es extenuante. Pese a que el calor de la isla no es asfixiante pronto comienzan a sudar a mares.

Kensei se ocupa en persona de Eva, exigiéndola todo lo que pueda dar al ver que su condición física no es la mejor. Kwanda se esfuerza mucho, motivado por tener a un maestro que le ha impresionado en el exterior. A veces su temeridad parece que le hacen olvidar que fuera sí puede matarse, pero lo cierto es que aprovecha el tiempo y se lleva una felicitación del propio Kensei.

- Tienes destreza, pero se ve que nunca has usado los músculos. Debes ponerlos fuertes y serás un gran guerrero

A John todo aquello de correr le parece frustrante, sobre todo cuando le dijo que no podría usar sus poderes. Así que no lo aprovecha mucho

Tras un pequeño descanso donde les sirven una ensalada con pollo y fruta en unos cuencos, pasan al interior de la Cala justo donde estuvieron viendo la escena. Allí ya no son ellos mismos. Pueden verse observando. Es una sensación extraña y divertida pero es dolorosa. Cuando se caen sienten el dolor de verdad. Y al final del entrenamiento Eva rueda ladera abajo y se golpea la cabeza con una piedra. Al quedar inconsciente también se despierta fuera. Afortunadamente el dolor desaparece y sólo queda la misma sensación que se tiene cuando uno muere en una pesadilla y se despierta. 

El aprovechamiento ha sido muy bueno, así que muy cansados pero motivados y agradecidos dejan Cala Yure

- Rápido, tenéis pocos minutos para lavaros y venir limpios a la reunión de la tarde. 

John se quedo pensativo tras la palabras de Kensei. ¿Farsa de juicio al Cambiahuesos? A que se referirá?

- Igualmente, tambien conocimos a tu hermano hace poco en la Torre .Dijo contestando al joven de pelo rizado. John no hizo comentario alguno acerca de lo brusco y borde que habia sido su gemelo. Polux en cambio le pareció mas a su hermana en cuanto al carácter abierto y jovial.

Con aquel extraño atuendo comenzó el entrenamiento. Le frustaba pensar que habia venido a aprender a usar sus poderes y en cambio no hacia otra cosa que escalar rocas. Pese a toda la dureza de la prueba y pese a aquel sol asfixiante bajo el que estaban acabó agradecido con el maestro por haberles dedicado unas cuantas horas de su tiempo. Después se apresuró junto con sus compañeros para no hacer tarde a la reunión.

"...Me alegra mucho tenerte por aquí, Nelkhael"

Y a mi me alegra mucho estar por aquí, Jeliel. 

Me encantaría conocer más de la isla, la verdad es que cuándo me enteré que por aquí había Malaquitas no perdí el tiempo y vine a ponerme al día... Jaja!
¿Tienes mucho que hacer por aquí o puedes hacerme un tour privado?

Le preguntó el Malaquita a su congénere femenino.