Partida Rol por web

Reno García aparcó el coche que había alquilado en el JFK de Nueva York para desplazarse a las afueras. Lexington Road era una avenida de pequeñas casas señoriales, algo antigua y deshabitada en la actualidad. No era de extrañar puesto que no parecía estar muy indicada ni tener una buena conexión con la ciudad. El número 324 en cambio sí mostraba actividad aquella mañana de Septiembre. Reno contó al menos dos hombres apostados en las esquinas. Debían ser vigilantes. Probablemente contratados de alguna empresa privada por la poca discreción de su vigilancia y la poca cobertura que ofrecían desde sus posiciones. Otro más en la azotea. Reno no se alarmó. Esperaba algo así. 

Cuando se desabrochó la cazadora para subir los cuatro escalones de la puerta principal el motor de un precioso deportivo amarillo irrumpió en la calle frenando justo al llegar al 324 y casi golpeando el coche de alquiler de Reno al aparcar. De él salió Luther Von Falkenhorst vestido impecable con un traje negro y una camisa roja. Salió del porsche sonriente como quien pisa la alfombra roja en un estreno y dudó un instante en saludar a Reno pero finalmente le extendió la mano. 

- Me llamo Luther- dijo con acento alemán- ¿Vienes a la negociación? Los empresarios jóvenes deberíamos llevarnos bien, de entrada ¿no? - rió amigable- al menos de entrada. Bueno ¿pasamos dentro? 

Reno no dio la mano a Luther. Ambos eran altos y corpulentos pero estaba claro que no procedían del mismo sitio. Y que tampoco venían a lo mismo. 

Un hombre mayor les abrió la puerta sin que ellos llamaran. También iba en traje y les recibió animosamente

- Reno García y Luther Von Falkenhorst ¿verdad? ¡Soy Henry, adelante, por favor, les llevo al salón de espera!

Tras un breve recibidor con escaleras hacia arriba y hacia abajo, accedieron lo que parecía que era la única estancia de la planta. Un salón lleno de sillones de cuero rojos y estanterías de libros. Una alfombra tupida cubría el suelo desgastado y junto a los cuadros y un par de grandes macetas daban al salón un aire lujoso, clásico, a medio camino entre una sala de lectura y una de espera. 

Sentados en un sillón estaban un chico fibrado y callado llamado Jacob White Había llegado en el autobús de las 7 que salía de Nueva York y cuando había llegado a la casa nadie había querido responder a sus preguntas y él había obedecido dócil a esperar en la sala. Se le veía preocupado. 

Junto a él había otro chico, corpulento y con la cara quemada. Dolía ver su piel al rojo vivo, que no podía disimular del todo en su sudadera. Se llamaba Dave Nichols pero no había dicho a nadie su nombre, pese al venir en el mismo autobús que Jacob. Dave se había fijado que el chico ponía una atención extra a todo lo que hacía, como cuando leía los carteles y preguntaba cómo llegar aquí o como cuando repetía para sí lo que le habían dicho acerca de esperar hasta que llegara el resto. Dave, incómodo por las miradas, se levantó y pidió algo de beber a uno de los hombres que pululaban por la zona y que seguían las instrucciones de Henry. Le habían respondido que cuando llegaran todos servirían el desayuno y les explicarían qué hacer. 

Los cuatro hombres se sentaron en silencio. Reno observaba a los hombres dentro de la casa. Contó cuatro. Luther cogió uno de los libros y empezó a ojearlo.

Media hora de silencio dio para mucho pero no fue hasta entonces cuando Diamond Flowers y Sigrid Ostman entraron en el salón. Ambas habían venido juntas en el autobús de las 7:30 y habían llegado por los pelos, no calculando bien lo lejos que estaba la casa de la estación de autobús. Hacían una extraña pareja pero no habían venido ellas dos solas. Dolores, una señora de color había acompañado a la niña y a Sigrid por el camino, quejándose de la falta de organización del casting. Para colmo, Henry no la había dejado entrar y le había pedido que esperara fuera a que terminara la prueba indicándole un café a casi medio kilómetro de allí. Dolores y Diamond se habían quejado enormemente y sólo a cambio de que el perro sí pudiese pasar dentro con la niña y con que "acudiría de invitada a la primera gala" había accedido a abandonar el sitio. A Sigrid todo aquello le pareció raro. Había intercambiado algunas palabras con la niña en el autobús (como casi todo el resto del pasaje) pero en el camino a la casa estaba teniendo dudas de si estaban acudiendo a la misma prueba. Pero al ver a los otros cuatro chicos en la sala, tres atractivos y muy atléticos y uno con un aspecto peculiar, pensó que sí podían ser el elenco de algún extraño musical. 

Henry estaba nervioso y aunque trataba de disimularlo estaba seguro que sus seis invitados lo estaban notando. Los hombres tampoco ayudaban. ¿No tenían órdenes precisas de permanecer en las otras plantas hasta que empezara todo? Pero sabía que algo iba mal. Las 9:15 y faltaba parte del equipo y su jefe. No podía ser una casualidad con tanto en juego en la operación. 

Se dirigió a los chicos

- Disculpad el retraso. Estoy seguro que tienen muchas preguntas y están cansados de no obtener respuestas... Parte del equipo no ha venido aún y temo que con él traían el desayuno y todo lo que requeríamos. Les presento a... a Roger... Roger, ven aquí, quédate aquí con estos jóvenes por si necesitan algo. Yo voy a hacer unas llamadas y en seguida les atiendo. Gracias por su paciencia. 

Este es el salón (sin esta gente, claro está)

Reno se extraño desde el primer momento en qué entró en aquella sala. Le habían asignado una importante misión, y, en cambio, tan solo podía ver a un joven desafortunado, un rico egocéntrico que parecía sacado de una pasarela de modelos, un chico callado y que parecía tener muy pocas luces, una niña pequeña y una mujer que, por así decirlo, era lo más parecido a una persona que había en el grupo.

Durante el gran y opulento parlamento de sir Henry que se caracterizó por tenerlo todo excepto duración y consistencia miró con incredulidad lo que estaba pasando en aquella sala, formulándose mil y una preguntas que dirigidas al "selecto" público que tenía delante no quedarían nada más que en el aire.

-Empezaremos con algo fácil que hasta la niña, el cara quemada, el rico y el callado puedan responder, la dama supongo que tiene algo más de cabeza, decirme vuestros nombres y la razón por la que estáis aquí para ver si puedo sacar algo en claro... Y Roger... dame algo de beber si no te importa, gracias.

Tras tanto tiempo conduciendo, y tanta prisa, el hecho de que ese hombre llamado Reno no me diese la mano me crispó algo los nervios. Aunque sonrío con amabilidad, dando por sentado que se encontraba nervioso por la negociación.

Pasamos al recibidor y me siento lentamente, sonriente aún mientras paseo mi mirada por las personas que ya se encuentran allí. Jacob y Dave parecen demasiado fuera de lugar "Me extrañaría mucho que ambos fuesen a participar en la compra de acciones. Decidido a no pensar más en ello, actúo como un buen jugador de poker, ampliando levemente la sonrisa y ojeando los títulos de los libros, escogiendo uno al azar, leyéndolo sin demasiado interés.

Tras cierto rato de espera, escucho unos pasos. Se acercan una chica rubia y una niña afroamericana. Las observo a ambas con interés mientras pienso en que esto debe ser alguna especie de cámara oculta, pues resulta ya demasiado obvio que no hay ninguna compra de empresa.

Me pongo en pie justo cuando el tal Reno habla, preguntándonos porque estamos allí. Con sonrisa más leve comento en tono casual - Creo que es muy poco respetuoso dirigirse de esa forma a los presentes, Sr. Reno...pero como yo también quiero saber que pasa aquí te diré que había venido para cerrar un negocio hoy, uno muy importante

Vuelvo a sentarme y pido algo de agua, mientras espero las respuestas de los demás.

Bueno, no he domido un carajo en el autobús.

Me he sentado al lado de Dolores con Brandon 2 en mi regazo y la pobre mujer se ha pasado todo el viaje roncando, molestando al resto de pasajeros. Así que al otro lado he visto a una chica rubia,  muy guapa, que tampoco podía dormir y nos hemos pasado todo el viaje hablando.
Aunque parezca increíble, las dos nos presentábamos a la misma prueba, pero como ella es bailarina y yo cantante, no tenemos todavía claro qué tipo de programa quieren hacer y si participaremos juntas.
La cuestión es que nos hemos hecho muy amigas y a Brandon 2 parece caerle muy bien también y como al llegar al sitio donde tendremos que hacer las pruebas no han sido muy amigables con Dolores, al menos no he tenido que entrar sola a este sitio.
Me da algo de miedo este lugar. Está lleno de vigilancia y todo parece demasiado silencioso, y yo en cuanto dejo de oír sirenas, gente gritando y perros ladrando me pongo nerviosa.
Desde que entramos en esta sala no me separo de Sigrid. Apreto su mano con fuerza y me aseguro de que Brandon 2 sigue siempre a mi lado.
En estos momentos estoy sentada con cuatro hombres más.
Inmediatamente me fijo en el jovencito guapo con la camiseta de tirantes y le lanzo una sonrisita encantadora, por si las moscas y porque yo soy así de coqueta.
El resto me desagrada, dos de ellos han empezado a decir cosas que no entiendo y otro tiene toda la cara quemada.
Yo estoy completamente perdida.
¿Dónde están las cámaras? ¿Dónde está el jurado y dónde están el jodido cuerpo de baile?
Creo que me estoy metiendo en un buen lío y cuando se entere mi tía le va a dar un patatús, así que será mejor que...
AY!
AY, Dios mío!
¿Ese chico guapo de la camiseta de tirantes me ha devuelto la sonrisa o ha sido mi imaginación?

Llevo dándole vueltas a este asunto desde que entre en la estación... "¿por qué una citación para un espectáculo en una casa tan apartada? bueno, si no voy me arrepentiré..." (pensando eso Sigrid decidió subirse al autobus).

Durante el camino estuve supernerviosa, era mi primer casting probablemente importante y tenía que salir bien. Menos mal que una niña con un aspecto muy risueño y una facilidad de palabra increíble se sentó a mi lado.

Estuvimos hablando bastante, íbamos al mismo lugar pero no sabíamos exactamente si a lo mismo... puede que sí, total ella va a una prueba de canto, ¿me harán cantar? buffff eso no lo había pensado... ¿si es un musical entonces no tendré el papel protagonista?

En la entrada la tía de la niña se ha puesto loca porque no la dejaban pasar jaja me ha hecho mucha gracia sus formas, señalando con el dedo y diciendo todo el rato que quería hablar con el dueño del sitio, y ¡qué adorable la pequeña! como miraba a su tía sonriendo como si de alguna forma estuviera viendo una peli de dibujos animados xD

Al final le dije que yo me encargaría de ella, que esperaría a que hiciera el casting y que saldría con ella. La señora se ha tranquilizado y ha confiado en mí, no debo defraudarla.

A medida que avanzamos por la casa veo que el dueño debe ser un hombre ricachon, me asusta pensar para que quiere a dos chicas, ¿no hay chicos? ¡SI! 

Cuando entramos a la sala les vi, 3 chicos jóvenes... uno muy apuesto, otro muy elegante, hay otro que no tiene cara de muchos amigos y finalmente un señor más mayor que en cuanto entramos nos ha dicho que tenemos que disculparle que falta alguien... ¡pues muy bien!

-Diamond sientate aquí, voy a ver si Roger me dice algo ^.^

-Disculpe señor, ¿Roger verdad? no he podido fijarme en el aspecto del resto de personas de la habitación... ¿no me he equivocado de sitio no? ¿para qué clase de espectáculo voy a hacer las pruebas? si pudiese contestarmele estaría muy agradecida.

A esto que estoy preguntando a Roger se levanta uno de los chicos con aires de superioridad y nos pregunta de una forma muy poco amable nuestros nombres y por qué diablos estamos aquí...

(no contesto aún puesto que sería de mala educación preguntar a un hombre una cosa y responder mientras a otra)

Tras ir en el con un chico bastante curioso con la cara quemada, pobre me da pena porque se como debe sentirse cuando le miraban y veían la mayoría solo una cara quemada. Al llegar a la casa e siento junto a el esperando y esperando....cuando por fin nos atienden como es debido.

El tipo moreno rompe el silencio de los invitados que estamos allí dirigiéndose a todos sin ningún tipo de respeto y después el resto, de entre todos destaca la niña que parece que es la única que lleva una sonrisa a este lugar de gente tan seria, incluyéndome a mi mismo y respondo a su sonrisa con otra sonrisa amale, los niños siempre llevan alegría donde van.

Me levanto y miro al ese moreno...Reno si, Reno cuando hables con respeto te responderé.... digo casi del tirón tras haber sacado haberme mentalizado que esto va ser duro y no pensaba dar motivos a ese para que faltara el respeto a todos los que estábamos y mirando al resto y con una sonrisa me presento al resto, para el resto soy Jacob, encantado. is palabras suenan seguras y firmes aunque claramente tienen un fondo de inseguridad no muy tangible ya que he tenido tiempo suficiente para preparar la escena y mostrarme mas seguro y firme.

Ya llevaba un rato sentado en la sala de espera cuando empezaron a llegar mas personas. No sabía por qué estaban ahi, pero en el fondo no m importaban nada. No me fijé mucho en ellos, mas que nada porque por mi aspecto estaba llamando demasiado la atención y no quería hacerlo mas.

De repente un tipo se levantó y empezó a hablar. Al oirle llamarme "cara quemada", no pude soportarlo mas. Me levanté de golpe con los ojos inyectados en sangre y me puse a un palmo de su cara.

Tú payaso, hazle caso al rubito. Tengo la cara quemada, pero como lo vuelvas a decir... ¡te adorno el cerebro con tus propios dientes!...

Muy poco me importaba lo que dijeran los demás ni que hubiese seguridad por todas partes, pero como ése cretino volviese a soltar una estupidez, a la siguiente tendría que buscarse la lengua en el estómago para poder volver a hablar.

Roger no parece inmutarse ante las presentaciones de los chicos. Tampoco responde cuando le preguntan por las bebidas. Únicamente cuando Reno y Luther se levantan y se acercan los separa con la mano. 
Cuando Dave grita, avanza más hostil que nervioso. 

- Sentaos, y tranquilos todos eh. Cada uno a sus cosas y sin dar problemas ¿entendido? 

Este ni siquiera se esfuerza en parecer amable. Su aspecto se asemeja más a un matón que a cualquiera de los cargos que se quisieran aparentar en el 324 de Lexington Road.

Sigrid se da cuenta que Roger está demasiado ocupado con Reno y Luther así que decide acercarse lentamente hacia Jacob, observando a su paso como los otros dos medio discuten.

-Hola soy Sigrid, encantada (esboza una sonrisa par tranquilizar al muchacho)

a su vez le planta dos besos lentamente uno en cada mejilla, intentando arrebatarle esa tranquilidad que intentaba darle

Reno sonríe y se vuelve a sentar apaciblemente con una muesca de superioridad pero rápidamente la esconde y se ensancha en su silla, permanece unos segundos callado reflexionando en sus próximas palabras:

- Siento haber ofendido a más de un presente. Bien, entonces cada uno está por un motivo muy diferente aquí, así que no hay ninguna relación entre nosotros ni nada que nos de información sobre porque nos han citado, no os pica la curiosidad?-me dirijo a Roger-Dime, a qué estamos esperando, para qué nos han citado?

No puedo evitar sonrojarme cuando Sigrid me da los dos besos, es una chica bastante guapa. Encantado Sigrid respondo evidentemente nervioso,venias por una prueba, ¿para que prueba te gustaría presentarte?, no puedo evitar buscar la mirada de la chica, había aprendido en mayor o menor medida a buscar las intenciones o sentimientos de los demás porque han intentado dañarme demasiadas veces.

Las palabras de Jacob tienen un ligerísimo vacile forzado, que a la vez que denota un cierto deje de simpleza le confiere una ternura añadida a su sonrojo. 

"Qué adorable" pienso al instante

-He venido para una audición como bailarina para alguna clase de espectáculo que aún no tengo del todo claro jajaja ¿y vosotros?

Vuelvo junto a Diamond y me siento en el sofa

-Por cierto ella es Diamond, la conocí en el autobus

Yo la verdad....no lo se del todo pero me da que no vengo a una reunión de negocios y a una prueba....no me veo en una,bromeo mas relajado, pero se que es importante la reunión. Después miro a Diamond con una sonrisa relajándome y me acerco a ella, hola Diamond, ¿que edad tienes?, me muestro cercano a ella para intentar que no me vea de forma hostil, tanto lío debe hacer que se sienta incomoda.

Me quito la chaqueta del terno, doblándola, dejando ver la camisa de botones roja y la corbata blanca. Me siento nuevamente y saco mi móvil para comprobar la hora. Tras unos momentos en los que reviso mi correo, etc, vuelvo a coger un libro, ojeandolo sin demasiada intención de entablar conversación con el resto de los presentes.

"Debería estar encargándome de supervisar la instalación de esa nueva fundición, en vez de estar aquí haciendo el idiota". Tras fruncir unos segundos el entrecejo, sonrío nuevamente, jugueteando con el pesado sello de oro que llevo en el dedo corazón de la mano derecha.

"Me pregunto como estará el viejo..."