Partida Rol por web

El territorio del trueno es amplio, pero poco cambiante. Desde hace muchos años, sus aprendices a guerrero aprendieron a sobrevivir en tal destructor territorio.. Año tras año, el entrenamiento se intensifica, sobre todo en los años de pruebas para ascender a guerrero, para conseguir el ansiado título, y ser elegido para marchar hacia allí.

Es el caso de Echidna, una mujer en la edad de presentarse a aquellas pruebas, quien entrenó durante años para tener la oportunidad de viajar por el mundo y convertirse en una verdadera guerrera.

Ahora, en aquel Dojo, cercano a la capital y a donde se encontraba el jefe del territorio, ante los ojos de este, los futuros guerreros combaten entre ellos para ver quien logrará marchar, y quien se quedará un año mas allí. 

Echidna había pasado todas las rondas, igual que aquel joven que tenía de rival. Era la última batalla, y sabían que ambos se dirigirían a convertirse en guerreros. Pero no por ello era un combate menos importante: Se decidía el favorito.

Los truenos lejos de ellos, la luz del dojo, las miles de miradas que se centraban en ellos... Raiga fue obligada a vestir con un traje holgado por ultima vez, igual que aquel chico al que se enfrentaba. Lex, lo llamaban por allí, comenzaba a estirar y calentar. Habían dejado los zapatos fuera de allí: Se consideraba una afrenta al dojo si estuvieran dentro con ellas.

Así que, mientras todos esperaban, incluido el jefe, el árbitro se acercó a ellos, y los miró a ambos con una mirada muy amigable. 

-Futuros guerreros, esta última batalla es una cuestión de honor, el honor de ser el favorito del territorio del trueno, ante los ojos de Raiga. Esforzaos al máximo. Ya sabéis las reglas: Nada de armas blancas, ni golpes bajos. Si deseáis rendiros, tocad el suelo tres veces con la mano o con el pie, o no os levantéis del suelo.

El contacto de miradas entre aquel muchacho y la mujer parecía helar a toda la sala. El árbitro los miró a ambos y sonrió

-¿Preparados?

Lex vestía un ropaje diferente al de la muchacha: Su entrenamiento había sido distinto. Daba saltitos en el lugar, mientras respiraba profundamente, y sonreía.

-Eh, echidna, no me vayas a romper todos los huesos. ¡Tengo que llegar a ser un guerrero!

Su mirada estaba llena de alegría, y a la vez, de competencia sana. Después de reirse levemente, miró al árbitro y afirmó con la cabeza

-Estoy preparado.

Varias veces repito lo mismo: inspirar, tensar todos los músculos, expirar mientras se mantiene la tensión.

Al finalizar, crujo mi cuello a un lado y otro, y asiento al árbitro.

-Preparada.-

Me coloco en posición, levemente sobre la punta de mis pies, las piernas algo dobladas.

-No todos. Solo los que haga falta para que pierdas.- un leve guiño es la última muestra de humor. Tras ello, mi seriedad es absoluta.

Tras sonreir ante los comentarios de los chicos, el juez se pone en medio del campo mientras la distancia entre ambos chicos se ensancha

El hombre coloca un brazo estirado hacia adelante, y grita

-¡A luchar

Luego se retira a un lado, fuera del campo. Ahora solo quedaban el muchacho y la chica...

Empezaba el combate

Lex se preparó, tensó todos sus músculos, y cuando el juez dio la señal, inició una carrera que culminó cerca de la muchacha. 

No iba a dejar ni un momento de descanso: Sabía perfectamente quién era, y que no podía dejarla pensar. No lo permitiría: Usaría su velocidad a su favor.

-¡Falcon Kick!

Corrigió la postura de su cuerpo, mientras la palma de la mano izquierda se colocaba en el suelo y sus pierna izquierda se armaba, sosteniendo el peso del cuerpo completamente con el brazo de apoyo. Tanto este como la pierna se encontraban flexionadas, y cuando parecía que se caería contra la muchacha, estiró ambos miembros para dirigir un golpe ascendente hacia la barbilla de su oponente, con la suficiente potencia para desplazarla hacia atrás levemente, si lograba impactar.

Con todo desde el principio...él sabrá.

Echidna esperó hasta el último momento, para desplazarse apenasun centímetro hacia atrás. Lo suficiente para que la patada pasase justo por delante de ella. En esa posición, con solo el apoyo de una mano en el suelo y ambas piernas arriba, no podría evitar lo siguiente.

Se giró y con un los brazos sujetó ambas piernas a su hombro derecho. En el mismo movimiento se inclinó hacia delante y lanzó una patada hacia atrá y hacia arriba, destinada más a dar impulso que a hacer daño, a la par que tiraba con sus brazos de las piernas de Lex, hacia abajo, creando palanca.

-¡Coletazo del dragón de trueno!-

La combinación de impulso y palanca provocaría que este golpeara el suelo con fuerza. De cara, o si era avispado, cubriendose con los brazos.

De manera inevitable el muchacho cae contra el suelo de una manera estrepitosa. Consigue colocar las manos en el suelo , llevándose el golpe en los brazos.

Reprimiendo un grito de dolor, sale del agarre de la chica, tras estar en el suelo, girando hacia un lado, y tras alejarse varios metros de su posición, coloca una mano en el suelo. Respirando profundamente, observa a la chica. La sonrisa se había borrado en su cara. 

Estiró los dedos de las manos y volvió a respirar profundamente. Esta vez no se lanzó a por su oponente, sino que la esperó en posición de defensa. A su alrededor comenzó a observarse un aura de color celeste... Mientras tanto, sus puños se tensaban cada vez, igual que su anatomía.

Seguía respirando profundamente, dosificando la cantidad de aire que llegaban a sus pulmones, mientras el aire se volvía levemente pesado.

Aquí va a venir algo gordo...preparémonos.

Controlé también mi respiración, bajando mi centro de gravedad, preparandome para lo que vendrá.

Tengo que ver más allá. No ver dónde está, sino dónde estará...

El aura cada vez se volvió mas pesado.... Hasta que la figura del muchacho se perdió. 

En cuestión de milésimas de segundo alcanzó a la muchacha. Su cuerpo flexionado, su cadera giró y su puño también, mientras estiraba el brazo derecho para propinar un impacto de proporciones ciclópeas.  El golpe golpearía a la muchacha, pero no solo era eso: Llevaba tal potencia que si consiguiera impactarle, la haría salirse de la arena y golpearse contra el muro de aquel dojo.

Su anatomía había cambiado: Su cuerpo se encontraba completamente tenso, y su gesto se había convertido en frio, la determinación de un guerrero dándolo todo por impactar a su oponente.

-Phoenix....¡HIT!

¡Ahora!

-Drag...-

No me dió tiempo a acabar la frase, lo que daría un boost a mi concentración...recibo el fuerte golpe sin remedio, el cual me manda hacia atrás, disparada, hasta golpear contra la pared, fuera del circulo de combate. Algunos de los observadores se tuvieron que quitar para que no les golpease a ellos.

Auch

Me incorporé, crujiendo mi cuello de nuevo y girando un brazo.

-Buen golpe.-

Había sido un golpe duro, tendría un buen moratón. No obstante, sonreía. Comencé a correr hacia él.

-¡Dragon Assault!-

Si todo salía bien, Echidna se acercaría a toda velocidad hacia su rival, buscaría el hueco, y atraparía el brazo o la pierna...lo más vulnerable...aplicaríatorsión para causarle daño, y se dejaría caer, para hacer contra peso y lanzarlo al aire, solo un instante, pues enseguida saltaría ella misma, para atraparlo desde detrás, bloquear sus brazos, y provocar que caiga de cara, sumandole el propio peso de Echida al de Lex.

Hizo un gesto con las manos, llevándolas hacia abajo mientras respiraba profundamente. Sonrió a lo dicho por la muchacha, pero no dijo nada.

De repente, la chica emprendió una carrera hasta su posición. La podía ver perfectamente, así que se preparó para esquivar su acometida.

Sin embargo, no funcionó. La muchacha se agarró a su pierna, y el chico tuvo que reprimir el dolor de la torsión. Sin embargo, en aquel mismo momento salió volando, y la muchacha esperaba poder agarrarlo para terminar la maniobra.. Era la única opción que tenía de salir de allí sin estar destrozado...

Con un esfuerzo sobrehumano, logró sobreponerse al segundo golpe, y cuando la muchacha trata de agarrarlo, logra empujarla a un lado y con su impulso rectificar la posición en el aire.

Una vez toca el suelo, vuelve a la carga, y en una pequeña carrera (Cae al lado de ella) trata de volver a golpearla, esta vez con la rodilla en la barbilla, con un leve salto y el impulso de la pierna izquierda, con la derecha doblada hacia la zona de impacto.

-¡Falcon Rising!

Gritó con rabia, mientras ejecutaba la maniobra

Mierda...

Era muy rápido, se pudo recuperar en el aire y caer antes, para recibirla con un rodillazo capaz de hacer temblar a alguien más débil. Pero no a ella. Ni siquiera trató de bloquearlo, venía demasiado rápido. Optó por apretar los dientes y recibir el golpe, para así tener la pierna más cerca.

Ahora se la veía más seria aún, mientras transformaba lo que iba a ser un golpe demoledor en uno más suave, pero de mayor duración.

Tengo que dejarlo quieto.

-¡Dragon deadlock!-

Si salía bien,sujetaría la pierna elevada tras el golpe en su mandíbula, siraría sobre ella y lo desestabilizaría, para al caer al suelo, estar el bocaabajo en el suelo y ella sobre su espalda, bloqueando su pierna izquierda, mientras mantenía la derecha doblada hacia atrás, girando dolorosamente el tobillo.

Impresionante. La mujer aguantó el golpe, nisiquiera se molestó en bloquear el rodillazo, que alcanzó su barbilla. Pero entonces, la mujer trató de agarrarle la pierna. Desesperadamente trató de evitarlo.. 

pero no lo consiguió. Cayó estrepitosamente contra el suelo, mientras Echidna se colocaba sobre su espalda y le aplicaba una presa muy dolorosa en el pie, que inevitablemente le hizo gritar de dolor por un momento.

-¡AAAAAHH! 

Cerró los puños, y los ojos, tratando de aguantar el dolor, haciendo una mueca de dolor en el rostro..... 

Pero no pudo resistirlo. Tras unos segundos, dio 3 golpes en el suelo, señalizando que se rendía. Sin embargo, su pierna ya estaba dislocada..... El dolor era tal que al final se encontraba en silencio, casi en un estado de shock por el dolor. 

Suelto su pierna al ver al árbitro darme la victoria. Me incorporo, alzando un brazo, mientras con el otro me limpio la sangre que cae de mi labio roto.

Me agacho a su lado, aunque está medio ido.

-No te metascon los mayores ^^ Has hecho bien rindiéndote...te habría roto el tobillo en lugar de dislocarlo, si hubieras insistido. Es de sabios saber cuando retirarse.-

Le doy un pequeño beso en la mejilla. Sonoro, como una especie de "firma" tras vencerlo.

El muchacho, completamente humillado, calló, aguantándose todo, sintiendo aquel beso que aún lo humillaba mas... Poco a poco, tras ella, llegaron varias personas que con cuidado se llevaron al muchacho a algún lugar donde le pudieran vendar la pierna.

Frente a Echidna se encontraba ahora Raiga: Un individuo bastante alto, bastante mayor que ella, pero tampoco tan mayor. La miraba sonriendo

Aplaudió levemente, sonriendo a la muchacha

-Bravo, Echidna. Eres nuestra guerrera mas poderosa: Todos estamos al tanto del duro golpe que supuso la marcha de tu compañero... pero has sabido reponerte, y con ello, convertirte en una aspirante a guerrera muy poderosa. Estoy muy orgulloso de tu progreso.

Colocó ambas manos delante de el y las abrió: En su interior, un brazalete de color morado, con los símbolos del trueno

-Esto te identificará como la campeona de la región del trueno. Se te reconocerá allí donde vas, y se te tratará con distinción y deferencia. Es lo menos que podemos hacer para apoyar a una guerrera con tanto talento.

Esperó que lo agarrase, sonriendo.

-Gracias, Raiga.-

Sonrió, aceptando el brazalete y poniéndoselo en el tobillo. Allí la molestaría menos.

-Es un gran honor. ¿Se recuperará Lex de la dislocación a tiempo?-

Sonrió de nuevo, esta vez con algo más de picardía.

-¿Y de la humillación?-

El hombre sonrió algo mas.

-Espero que si. Ha demostrado ser un gran aspirante a guerrero, también. Algo impulsivo, pero si logra templar su carácter, podrá llegar a ser alguien. Estoy seguro

Luego le dio la mano, la miró a los ojos, profundamente, le sonrió y le dijo

-Espero que algún día me sirvas personalmente, luchando por todos nosotros.

Tras ello, se dio la vuelta y se marchó

-¡Recuerda, faltan dos semanas para la reunión en Askhadi! Entrena duro, y represéntanos con orgullo.

-Si, señor.-

Con un cabeceo respetuoso a los demás de la sala, se marchó a sus habitaciones, mejor aplicar la cataplasma ahora en los golpes, para evitar la salida de moratones.

A la mañana siguiente, comenzó el viaje.