Partida Rol por web

El susurro de aquel chico llevaba la razón. Tao estab muy cansada, y no podía mucho más. Tras una somanta palos intantánea, acabó tirada en el suelo, aunque su contrincante no estaba mejor, y ambos cayeron al suelo.

"Nyanyanya... Tao no puede más... Perdí..."

La chica gatuna estaba casi que ni se podía mover

Finalmente consiguió acertarle, tirándola al suelo. Sin embargo, no pudo hacer mucho más, ya que sus piernas flaquearon y acabo cayendo al suelo empapado de sudor. Estaba en las últimas, pero a pesar de todo podía sentir como si tuviera un corazón en el pecho palpitando de emoción. Era una sensación extraña, pero placentera a la vez.

Se dió cuenta de que Puntiagudo estaba a su lado, tan dañado como ella. De fuera del campo llego Litch, con una cesta de bollos de carne

"vaya Tao, desde luego te han arreado bien esta vez, ¿eh?" Le dió un bollo a Tao, loq ue hizo que se recuperara un poco.

"¡Gracias, Pechugona!" Se acercó a aquel chico extraño, de forma que su cara estaba encima de la suya, lo cual hacía que su cara fuera bastante siniestra. "¡Hey Puntiagudo, eso ha sido divertido! ¿Quieres un bollo de carne? ¡Están muy ricos y te llenarán de energía!"

Litch se acercó, y dijo a Roxas: "Has ganado a Tao, desde luego, eso es digno de mención"

En el estado en que estaba, no vio como se le acercaba Tao hasta tenerla prácticamente encima. Fue un gran susto, pero vio que le ofrecia un bollo de carne.

-Oh.. pues.. muchas gracias- Le respondió, cogiendo el bollo mientras se incorporaba y escuchaba el rugir de su estomago. 

-Tu también eres muy fuerte. Me hicistes llegar a las últimas- Le dijo, mientras le daba un gran bocado al bollo. Su cuerpo lo agradeció considerablemente.

Mientras él se comía uno, Tao ya había acabado con cerca de una docena. No parecía parar.

"¡Tao, tenemos que curarte esas heridas¡ !Tu también chico¡" gritó Litch mientras se iba.

"¡Ah, ya voy, Pechugona!" mientras se iba se dió la vuelta, para saludar a aquel chico una vez más "¡hey, Puntiagudo¡, Volvamos a hacerlo alguna vez, ¿vale? ¡hasta pronto, nya!"

-Claro, cuando quieras. ¿Por cierto te gustan los helados?. He quedado con una amiga para tormarme uno tras la batalla y pensé que te gustaría venir- Le ofreció. Empezaba a caerle mucho mejor ahora que no intentaba despedazarlo.

Oyó que alguien el ofrecía comida, y eso era mucho ya.

"¡Claro, cuando quieras, nya!... Aunque... tao no tiene dinero, nya..."

"TAO" se oyó en el estadio

"!Nynyanaya, ya voy, pechugona¡"

Y desapareció del mapa, auqnue seguramente le contraréis en la enfermería toda vendada más tarde

Roxas vio como Tao se alejaba sin darle apenas tiempo a responder. Pensando como le podía quedar aun tanta energía, levantó una espada al aire. En segundos, sus heridas sanaron con un brillo verde que lo rodeó.

Ya curado y mucho mejor, la espadas desaparecieron con dos brillos de la misma forma con la que aparecieron. A continuación, levantó una mano y un portal de oscuridad se abrió delante suya. No consiguió ver a xion entre la multitud, así que supuso que iría al lugar de siempre. Bueno, pues es hora de comprar los helados.

Una vez entró por el portal, desapareció del campo sin dejar rastro tampoco.