Partida Rol por web

— ¡Feech! — Exclamó Wistie enojado, y con un gruñido encendió su espada. — Acha. — Dijo en tono resignado volviendo a ponerse a gatas y reemprendiendo la marcha obedeciendo a lo que Kanuth le había pedido. — Bien... seguir.

Durante unos cuantos minutos se podía oir como Wistie, de vez en cuando, murmuraba repetidamente "feech" y otras cosas.

-No discutais. Wistie.- alcanza al ewok poniéndole una mano en el hombro y señala la espada láser encendida.-Tu apagar. Tu puedes usar la nariz- señala el hocico peludo del chico- nosotros usamos nuestros ojos.- señala los brillantes orbes de color rubí que destelleaban en la oscuridad- Es peligroso láser en un lugar tan pequeño- hace un gesto con las manos que viene a significar "pequeño". Trata de hacerle entender que entre los tres pueden orientarse haciendo uso de sus sentidos especiales.

-Tu confiar. Ir detrás de mi. Yo delante, Kanuth detrás.- mira ahora al chico chiss- Tu nos dices si hueles aire ¿vale? - Sena palmea el hombro del ewok y le ofrece una sonrisa tranquilizadora- Todo ir bien, pronto cenar pastel en el comedor. Y podremos contar a todos la aventura. ¿Vale? Los maestros nos felicitarán por nuestra valentía. Todo saldrá bien. Solo tenemos que confiar unos en otros.- afirma pasando la vista de Kanuth a Wistie y viceversa.- Estamos listos. Vamos.- y esperando que Wistie le haga caso en lo que apagar la espada para que no le corte las piernas, Aohozal emprende la marcha a gatas por el estrecho corredor.

Los nervios estaban a flor de piel. Wistie no quería avanzar, prefiriendo esperar a la luz del sol, pero Kanuth le hizo recapacitar y los tres pudísteis seguir por aquél estrecho conducto. Dos a la derecha, una a la izquierda, todo recto...

Los conductos se cruzaban y descruzaban. algunos acababan estrechándose tanto que ni una rata womp cabría por ellos, mientras que otros terminaban, simplemente. Wistie olfateaba el aire a cada tramo, pero no reconocía esos olores, o la ausencia de los mismos hasta que en un cruce olfateo algo y se detuvo.

Su cabeza comenzó a moverse a un lado y otro, arriba y abajo hasta que os indicó con su pequeña mano el conducto de la izquierda.
-Horal-. Os dijo en su lengua materna, aunque ya sabíais que significaba, pues así llamaba a los droides. Su olfato había detectado el olor de droides por aquél conducto, por lo que llevaría a algún lugar civilizado. 

Continuasteis durante dos intersecciones más mientras el conducto se hacía más grande. Ya casi podíais poneros de pie cuando notasteis una corriente de aire que os venía de frente. Algunos metros mas allá, un gran ventilador metálico que ocupaba todo el conducto os impedía el paso. Debía de ser el extractor, y  Wistie confirmó que el olor de un droide venía de allí cerca. Pero, ¿cómo detener el ventilador?

Si usabais los sables la descarga apagaría el ventilador, pero también inundaría el conducto metálico y os haríais daño a vosotros mismos. Debía de haber una solución. Un jedi siempre encontraba una solución.

—Debemos usar la Fuerza para detener el ventilador —dijo, tras unos segundos analizando la situación.

Su ánimo se había calmado después de que Wistie renunciara a su cabezonería y que, afortunadamente, Aohozal interviniera para mediar entre los dos. No le gustaba alterarse — no era propio de un chiss — pero la situación le había superado completamente. Quizás eso que acechaba en las ruinas también tuviera algo que ver. Deseaba, de todo corazón, que no fuera así.

Algo más de luz y aire fresco, añadido a no tener que seguir arrastrándose como sanguijuelas, terminaron por animar al muchacho que ya se veía dándose una ducha y cenando con los demás estudiantes mientras contaban su pequeña aventura. Con suerte, mientras veían cómo los maestros se llevaban a Targon lejos de allí.

—Juntos, concentrándonos, debemos detenerla sin tocarla.

Lo más importante de todo lo que le habían repetido e inculcado hasta el cansancio durante toda su vida era "no hagas nada en la noche, espera al día". Por lo tanto él estaba seguro de que lo mejor que podían hacer era usar la oscuridad para dormir. Que su compañero Kanuth se opusiera a esto de forma tan ninguneante e irritada hizo que Wistie se enojara bastante, pero lo segundo más importante que le habían enseñado toda su vida era "nunca te separes, y menos si estas perdido en la oscuridad". Por lo cual tuvo que hacer un gran esfuerzo por atragantarse con su ego herido y someterse al mando de Kanuth.
Sin embargo, la intervención de Sena ayudó bastante al ewok a calmarse. No le gustó que ella le pidiera que abandonara la primera posición, pero decidió dejarse llevar sin decir nada más, apagando el filo mágico de su espada.

Más adelante comenzó a percibir el olor antinatural que se podía sentir al oler a aquellas criaturas metalicas, y recordando al que solía acompañarle, les indicó la dirección de donde provenía este olor a sus compañeros.
Más tarde se encontraron frente a unas hojas metalicas giratorias, que arrojaban viento hacia ellos, que les impedía el paso.

— ¿"... para detener el ventilador"? — Repitió lo que Kanuth había dicho. Wistie volvió a mirar el obstaculo, sabía que recientemente habían aprendido a mover cosas sin tocarlas... pero apenas habían demostrado poder mover cosas pequeñas, además... ¿Como podrían pasar si estaban ocupados tratando de retener el movimiento del obstaculo? — No. — Dijo entonces Wistie. — Nosotros no poder. Dee fratta di ekla. Eso... eso es muy grande. Yo tener idea... mejor. — Dijo, y entonces se quitó los adornos tribales jedi que llevaba encima. Le tendió a Sena los que eran para el torso y sosteniendo en su mano el que era para cubrir sus piernas él activó su espada y se dio la vuelta alejandose del obstaculo varios metros. Wistie entonces se detuvo, colocó el adorno de piernas tendido sobre el suelo metalico y él se colocó encima de este. Allí mismo, exibiendo su bello pelaje suave color crema-café, completamente desnudo, a unos cuantos metros del obstaculo giratorio, se concentró para hacer levitar su espada mágica para entonces dirigir su filo contra el obstaculo.

Sena observa el ventilador y mira a Kanuth, poco convencida de su idea, aunque a ella tampoco se le ocurría nada mejor. Pero entonces Wistie pone en marcha su plan y la chica chiss ve venir el tremendo desastre que se avecina. No puede culpar al ewok, en su cultura no manejan electricidad a diario, no tiene ni idea del daño que puede hacer una descarga de un aparato tan grande. Tampoco tiene tiempo de explicar pormenorizadamente los detalles de las líneas de alta tensión y el significado de "incendio eléctrico" así que se levanta tanto como el hueco lo permite y se interpone entre la espada de Wistie y el ventilador.

-¡No! Nos quemaremos si haces eso.-afirma, tajante y muy segura- Haremos el plan de Kanuth, si no podemos pensaremos otra cosa pero así no.-recalca sin apartarse de la oquedad para que Wistie entienda que no va a permitirle hacerlo.

-Si lo logramos, Wistie pasará primero y que utilice la fuerza desde el otro lado, al ser más pequeño pasará antes si resulta que es demasiado para nosotros. Y en el peor de los casos, solo con que uno lo logre sería suficiente para ir a pedir ayuda.- pragmática y fría, Sena analizaba la situación con calma.

Kanuth presenció boquiabierto cómo Wistie ofrecía una mejor opción desnudándose y planteando que sus ropas sirvieran de aislante eléctrico. Y estuvo a punto de alzar la voz para explicarle el despropósito que eso significaba, pero una vez más, su compañera fue la voz de la razón y lo explicó con mejores modos de los que él estaba dispuesto a plantear.

—Yo lo intentaré primero, y nos vamos turnando para no agotarnos —dijo, cerrando los ojos para entrar en comunión con sus compañeros y visualizar las energías deteniendo el ventilador.

Pero era muy difícil. Estaba cansado y agotado. Y aquel ventilador era demasiado grande para él solo.

Kanuth lo había intentado, pero había fallado. Posiblemente era demasiado grande ese ventilador para alguien con vuestro nivel en el uso de la Fuerza.

Abatidos, comenzasteis a pensar en la posibilidad que Wistie había ideado, cuando una voz, que provenía de ninguna y de todas partes habló.

-No demasiado grande el ventilador es. Hacerlo pequeño en tu mente está-. La voz no parecía ofensiva, ni tampoco se parecía a ninguna que conocierais de los maestros de la academia. Estaba calmada, incluso parecía complacida y dispuesta a ayudar. No sabíais como, pero lo sabíais.
-Por el tamaño no debéis juzgar. La Fuerza poderoso aliado es, apoyado por amigos, maestros. Alrededor está, entre vosotros, entre las aspas, el conducto, vuestros sables. Con ellos fuerte vínculo desarrollado habéis. La piedra es el alma del sable, el sable, el alma del jedi-.

Como si de una fuerza renovadora se tratara, las palabras os habían infundido seguridad en vosotros, en vuestro vínculo con la fuerza, en vuestras habilidades. Sentíais que ahora mismo podríais acabar con todos los delincuentes de la galaxia.   

Wistie, poniendo mala cara, volvió a tomar los adornos tribales jedi colocandoselos de nuevo. Él siguió convencido de que su idea funcionaría, pero no quería hacer algo en contra de lo que sus compañeros querían.
Mientras Wistie se vestía pudo ver como Kanuth se concentraba para intentar detener el movimiento de las hojas giratorias, pero él no se molestó en apresurarse a vestirse.

Entonces, una voz se dejó oir, pareciendo hacer eco en todo el túnel, ¿O quizás no era a través del túnel por donde se transmitía la voz?

— ¡Naa! Naa... — Exclamó Wistie asustado, tomando a Sena de la mano. Pero, a medida que iba escuchando a aquella misteriosa voz, comenzó a perder un poco del miedo inicial. — ¿N...? ¿Espiritu?

Wistie entonces decidió intentar lo que la voz decía. Con una mano en su espada intentó sentir la "el espiritu" en su espada, el espiritu en él, a su alrededor... y en Kanuth.

Sena casi se había dejado llevar por la desesperanza, pero aquella avejentada y confiable voz pareció insuflar ánimo en su cansado corazón. A diferencia de otras interferencias en su mente, Sena no percibió aquella como una amenaza ni mucho menos. Era agradable, cálida...como la de un padre o un hermano mayor. La chiss cierra los ojos y alza su mano, notando como cada célula de su cuerpo, cada poro, cada cabello...todo parece fluir en una misma dirección...bajo una misma fuerza y con un mismo objetivo. Parar aquel ventilador.

Kanuth también oyó esa voz. Parecía sabia y diligente, haciendo hincapié en lo verdaderamente esencial.

-De acuerdo-. Pensó en Chiss. -No hay tamaño grande-.

La concentración de Kanuth se sumió en un estado que nunca pensó en poder llegar, al menos en este nivel de educación en la Fuerza. Era puro, casi inmaculado. Una fuerza viva que no tenía límites pudiendo afectar todo cuanto le rodea. Sintió las auras entre Wistie y Sena, conectándose a él, empujándolo como el viento a un barco de vela y surcando el espacio.

El ventilador ya no parecía tan grande, ni tan pesado. 

El ventilador se detuvo lentamente mientras la fuerza generada por el motor era contrarrestada por el poder combinado de los aprendices. Pronto el motor comenzó a temblar ligeramente hasta que una leve columna de humo salió de su centro y dejó de moverse, completamente.

Habíais superado una prueba que no lo hubierais creído de no estar allí, y ser vosotros quienes lo lograron. Vuestro maestro estaría muy orgulloso de cómo entrenó a sus futuros padawans.

Sin embargo, más allá el túnel del aire continuaba y el olor a circuito recalentado llegaba ahora incluso a vosotros. 

Kanuth respiró aliviado. No se había percatado que había mantenido el aliento en sus pulmones mientras el ventilador se iba deteniendo poco a poco, temiendo que reanudara su endiablado giro otra vez. Pero lo habían conseguido.

—¡Sí! —se permitió celebrar, mirando con una sonrisa a sus compañeros. Lo habían hecho. Y lo habían hecho en equipo. Tomó de nuevo la espada y avanzó en primer lugar. Si había algo peligroso ahí delante, quería ser él quien lo enfrentara en primer lugar. Pero si había que seguir el rastro, Wistie había demostrado ser más útil para la tarea que cualquier otro.

Wistie podía sentir, tan claramente como el día, la flama de Kanuth y como esta crecía a medida que él soplaba cuidadosamente hacia ella. Estaba tan concentrado en ello que apenas escuchó la exclamación de victoria de su compañero. Al voltearse Wistie pudo ver el obstaculo inmovil, y ahora pudo notar un repugnante y penetrante olor que emanaba de este.

Wistie se tapó la nariz y siguió a Kanuth más allá del obstaculo.

— Sena, Treek. — Dijo Wistie volteandose hacia Sena y haciendo un gesto con el brazo apremiandola a ir con ellos. — Vamos.

-Lo conseguimos.- dice Sena, con una alegría contenida pues no olvidaba que seguían en apuros y que no estaban más cerca de la salida que antes. Pero al menos habían superado un obstáculo. Se apresura a pasar bajo las aspas del ventilador.

-Sigamos como antes, Kanuth delante, yo detrás, nosotros podemos ver en la oscuridad y Wistie en medio, pon tu mano en el hombro de Kanuth para no perderlo.- le indica con un gesto lo que quería que el ewok hiciera- Y cuando notes una salida de aire que puedas seguir, se lo indicas a él para que vaya por donde sea ¿entendido? Venga, sigamos. Nos vamos a ganas una buena bronca como no salgamos pronto.

Wistie hace lo que Sena le pide, colocando su mano en el hombro de Kanuth, y así continuó dejandose guiar por este en la oscuridad del túnel.

— Naa. — Volvió a decir Wistie tras unos cuantos pasos. — Naa thek. Hay... espiritus aquí. Espiritus... que... no... que no están en el Kna Naa. Que vagan. Y hablan.

Wistie siguió guiándose a través de su olfato del peculiar olor a droide que se hacía mas fuerte a medida que avanzábais. En el último tramo, un tramo recto, incluso vosotros erais capaces de identificar ese olor a circuito quemado.  
Una luz ilumina parte del conducto arrojada desde una rejilla de ventilación situada a vuestros pies. A través de ella veis una sala pequeña, llena de ordenadores y computadoras. Un viejo droide astro mecánico tipo R4, lleno de abolladuras y carbonilla está conectado a ellas. El droide ha debido de sufrir mucho y funcionar mucho tiempo para estar en ese estado. Entonces la puerta se abre y aparece un soldado, con armadura blanca igual a las que habéis visto en las noticias, les llaman "El Resto Imperial" aunque ellos siguen llamándose imperio. Acto seguido, un oficial del Resto entra a la habitación. 

 -La información que ha proporcionado nos ha permitido llegar hasta aquí sin ser detectados, maestro Ukshun.- De pronto aparece vuestro maestro en el umbral de la puerta. No parece agitado o nervioso, aunque sin duda debe tratarse de un error. -Sin su ayuda no habríamos sido capaces de esconder aquí una pequeña fuerza imperial-.

 -¿Cuándo atacarán la academia?-. Pregunta vuestro maestro.

 -Dentro de un par de horas, la información la está compilando este...amago de droide,- dice con tono despectivo -y parece que su procesador no puede ir más deprisa. No se preocupe maestro Ukshun, nadie sabe de nuestra existencia. Los preparativos están hechos y solo nos falta la victoria sobre Skywalker. Una vez muera, la galaxia volverá a ser nuestra.

 -Mas le vale. Me juego mucho en esto.- Dándose la vuelta, vuestro maestro se detiene en seco, parece que siente vuestra presencia... pero tras unos angustiosos segundos se marcha, seguido del oficial, que se da la vuelta para dar una orden al soldado de asalto.

 -Encierre a este cubo de basura hasta que haya acabado la compilación y luego deshágase de él-.

-huuh-.El droide emite un bajo pitido, tímido podría decirse, y resignándose a su destino continúa compilando enganchado a lo que parece ser un centro de comunicaciones. El soldado imperial se apuesta al otro lado de la puerta, y sin mirar atrás, la cierra magnéticamente.