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Tormenta Azul 1: El vuelo del Icaro

Epílogo

Cargando editor
06/09/2008, 19:58
Director

El capítulo piloto de la saga Tormenta Azul llega a su fin...

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La evacuación se está realizando en perfecto orden, pese a que son casi doce mil almas las que ahora abandonan la base espacial. Hay cierta confusión, como es habitual en estos casos, y no pocos se preguntan el motivo de tan sorprendente orden. Y sin embargo no hay información alguna.

Una nave llama la atención de los evacuados. No tanto por la nave en sí - un crucero de lujo con capacidad de salto pero pocas plazas - si no por sus ocupantes. Un grupo de altos cargos de la Iglesia que estaban destinados en Tormenta Azul para velar por las almas de los tecnócratas se codean con varios Ingenieros del más alto rango. Las caras de todos son graves. Los acompaña una división de honor de la Legión Imperial, los marines más capacitados. La nave tiene una prioridad de viaje A, lo que quiere decir que será la primera que abandonará el sector a través del Portal de Salto. De alguna manera todos intuyen que su destino es Bizantium Secundus, donde probablemente se encuentren con el mismísimo Emperador para informarle de los motivos de la evacuación.

El resto de los hangares de Tormenta Azul están funcionando a pleno rendimiento. En algunas naves los viajeros irán más bien hacinados, pero todo indica que existe una prisa especial por sacarlos del sector. Los mercaderes que han conseguido un permiso para llegar hasta esta estación descubren consternados que sus mercancías deben quedarse en la base y en su lugar se llevarán  a más evacuados. No hay nada que discutir: el edicto Imperial del que pueden hacer uso los directores de Tormenta Azul es ley.

***

Uno de esos dos directores contempla ahora desde la Sala Central todos los paneles con las indicaciones de las órdenes de vuelo. El Maestro Ingeniero Hammerdon sigue el protocolo de una situación preparada de antemano. Sabían que tarde o temprano llegaría este momento. En su consola personal contempla otros indicadores: la energía de Tormenta Azul está en 80%. Si se siguen las pautas todo parece indicar que la Zona Oscura no se activará y todos los evacuados podrán salir sin incidencias del Sistema.
En la pantalla de comunicaciones aparece el rostro del mariscal Graves, capitán del Destructor que custodia el Portal de Salto.

- Señor ¿cuales son sus órdenes?

Hammerdon parece meditar un momento antes de contestar:

- La primera nave en abandonar el sistema sera el Aurora Prime. En ella va la delegación hacia Bizantium. Que abra el portal y el primer grupo de naves salte con ella. En total tendrán que realizarse tres saltos. Según nuestros análisis y teniendo en cuenta la aleatoriedad de la recarga del Portal de Salto como mejor escenario tendríamos los saltos finalizados en dos días y en el peor sería una semana. Por eso quiero que ustedes salten con la Aurora Prime. Se encargarán de defender el Portal de Salto al otro lado. Ninguna nave, repito, ninguna nave tiene permiso para entrar en Tormenta Azul hasta nuevo aviso. Consideren que el sistema entero está en cuarentena.

El mariscal Graves asiente. Es un viejo lobo de guerra, no hará preguntas y cumplirá las órdenes a la perfección. El Maestro Ingeniero Hammerdon apaga el terminal de comunicaciones y susurra para sí:

- Y espero que algún día se levante esa cuarentena...

***

En otro lugar de la base el Padre Kiros se sienta en su reflectorio particular. Piensa en todo lo que está sucediendo y se pregunta si no habrán tardado demasiado en tomar una decisión. Le ha sorprendido la reacción de los Ingenieros, jamás pensó que fueran a colaborar. No puede evitar preocuparse precisamente por esta predisposición repentina. ¿Ocultan algo más? Su habitual desconfianza siempre le ha mantenido con vida. Espera, por el Pancreator, que esta vez sea solo una paranoia. Después de todo los Ingenieros han accedido a que la Iglesia lleve la dirección de la nueva Comisión. La nueva Comisión... El Padre Kiros repasa el listado de nombres... ¿Quién será realmente válido? Todo es tan incierto... Hasta la luz del Pancreator parece más lejana en este condenado sector...

***

El Hermano Calmidorian revisa una y otra vez el listado de evacuación. Busca un solo nombre. Uno solo... Pero no está. Por un momento siente de nuevo la desolación que hace garra en su corazón. Y luego, como una inspiración del Pancreator, se le ocurre preguntar al adepto Kolbart:

- ¿Y la lista de personal que se quedará?

Sus ojos cansados recorren un nuevo listado. ¡Ahí está! ¡Su nombre! ¡Es su nombre!
Por un momento para el Hermano Calmidorian el futuro ya no luce tan oscuro...

Notas de juego

Continuará en Tormenta Azul 2: En la Oscuridad