Partida Rol por web

- Es evidente que los devotos tienen motivos más que suficientes para acudir a esta misión,- afirma Hammerdon - pero no puedo obligar a los demás a que acepten. Aunque pequeño Kuklo,- dice mirando al gannok - ¿te imaginas las maravillas técnicas que tendrías oportunidad de ver en la Zona Oscura? ¿Y las puertas que se abrirán para ti a tu regreso? Lo mismo digo a los señores Chambers y Kell. Esta es la oportunidad de encauzar su vida hacia donde siempre han soñado...

Seth observa arriba a su izquierda, en una exagerada representación de su perfil más reflexivo.

- Mmmmmm...no sé si debo estar de acuerdo en que meterme dentro de una zona espaciotemporalmente inestable que no han podido controlar hasta el momento es un buen ejemplo de "encauzamiento vital". Sin embargo, la situación va más allá de todo ello. Hay que solucionar un problema, y para ello no nos queda más remedio que entrar. Luego veremos si las visiones de sus sacerdotes son ciertas o responden a algo más empírico.
Ahora...¿vamos?

-Señor Hammerdon supongo que sabrá que está incitando a heregía a estos señores....

El caso es que debemos darnos prisa...

La mirada de Kuklo se vuelve más inteligente y calculadora a la mención de Hammerdon. Parece claro que, aunque sólo sea por estudiar sus experiencias, la vuelta de un lugar así le abriría muchas puertas. Tantas que merece la pena probar. Pero, aunque convencido, no está libre de temor.

- Kuklo está preparado, también. - informa, mientras juguetea con la hebilla de su mono.

-No tiene usted que convencerme, señor Hammerdon; ya he tomado una decisión. Iré, y no será por la promesa de tesoros ni de quimeras.

Calmidorian se estaba impacientando, cuando mas tardaran en aceptar su destino, mas tarde llegaria el suyo.
Pero no debia mostrar sentimientos innecesarios, tan solo esperar pacientemente una vez mas, antes de ponerse en marcha definitivamente.

Tras escuchar las ultimas palabras de convencimiento del hereje humano como la replica del sacerdote, una ironica sonrisa se dibujo en su rostro.

Acaso, nuestro querido sacerdote, ¿No se ha dado cuenta de que esta rodeado de herejes desde que entro en el mismo Icaro? Sin duda una muestra mas de la devilidad de su orden.-Penso mientras borraba la sincera sonrisa ironica y hablaba tras terminar de hacerlo el piloto de apellido Chambers.

-Muy bien, no perdamos mas tiempo entonces y enseñenos la entrada para que podamos subsanar el error que ustedes han cometido y demos fin a la atrocidad que rodea esta... singular sociedad.-Dijo tajantemente antes de volver a hablar-Y digan nos, como saldremos de alli una vez terminado nuestra mision.