Partida Rol por web

Meixar levanta la cabeza y habla...

- Creo que no hace falta que le recuerde Sr. Seth que si llega a ser por la Orden Eskatónica de la Iglesia ahora mismo usted hubiese formado ser parte de la energia que cada segundo consume esta estación, así pues creo que debería confiar un poco más en el Pancreator.
Por mi parte pienso que debemos esperar un segundo en dar a conocer lo que sucede en esta estación y la necesidad de que sea destruida, pues aunque aporte ayudas tecnologicas, la repercusión puede ser catastrófica.

Seth sonríe.

- Yo no confío, Sr. Meixar, pero soy suficientemente inteligente, sólo lo justo, para aprovechar oportunidades. No le pedí que me sacara de allí, así que no le debo nada.

Pero sin profundizar en la razón por la que yo debería confiar en una religión cuyo Dios condena a los que no son humanos, en el fondo, estoy de acuerdo en que no sería justo atacar esto sin más, prelado. ¿Ha pensado que quizá haya algún interés mayor por parte de los ingenieros de la base? Quizá ellos sepan más de lo que parece, y aún así estén dispuestos a continuar por alguna razón. No sería descabellado infiltrar a alguien para que averiguase hasta qué punto están tan locos de continuar alimentando una estación a sabiendas de que antes o después terminará digiriéndoles a ellos.

- Creo que..- comienza a decir el prelado antes de ser interrumpido.

La gran pantalla se enciende nuevamente y el rostro del padre Kiros aparece en ella. Se muestra tranquilo.

- Prelado Kolbart anule el Estado de Cargo de Conciencia. La situación está bajo control. Envíe a la Unidad Arcangel a la Sala de Monitoreo de la Zona Oscura.

Ante la sorpresa en el rostro de su subalterno el padre Kiros aclara la situación dándole un aire profético a las palabras de Seth:

- Hemos llegado a un acuerdo con los Ingenieros. En estos momentos se está preparando un plan de evacuación de Tormenta Azul. Todo el personal prescindible y los visitantes abandonarán la base en el plazo de tres días. Una comisión informará al Emperador y a la Iglesia de la situación. Una vez evacuada la gente los sistemas de soporte vital se reducirán a consumo mínimo para utilizar tan solo la energía ya almacenada mientras esperamos una contestación de nuestros superiores.

La mirada del padre Kiros se dirige al grupo que está ahora en la mesa reunido:

- Señores: su ayuda ha sido inestimable en todo este asunto. A partir de este momento existen dos opciones para cada uno de ustedes. Son los que más saben de lo que hay al otro lado de la Zona Oscura, ya que han ido y regresado. Pueden permanecer en la base formando parte de la Unidad de Control o bien pueden ir con la Comisión Informativa a Bizantium Secundus para narrar en primera persona lo que han visto. Cada uno de ustedes puede decidir que desea hacer. De cualquier modo les pediremos que dejen constancia de todas sus impresiones en una videograbación que acompañará al informe de la Comisión.

-Yo tomaré la opción en la que mi ayuda sea más necesaria, así pues creo que debe ser en esta estación, quizás mi conocimiento sobre los los caminos de la Zona Oscura sea util.

El camino se aclara para el ukar. Sin duda, debe replantearse a tenor de lo visto, su excepticismo ante las "intervenciones divinas". El padre Kiros ha abierto ante el un camino franco que no puede negarse a utilizar.

- Pues yo, padre, con toda humildad, solicito entrar en la unidad de control. Para eso he venido, en el fondo, antes de que se montara este desaguisado.

Podia verse la furia en los ojos de aquel hermano de batalla al escuchar las sucias palabras de aquel barbaro bastardo, no solo no sabia agradecer la bondad que mostro el padre Meixar a su absurda existencia dandole la oportunidad de salir de una muerte mas que segura, ademas ponia en duda una vez mas las intenciones de la iglesia con el pueblo. Si Calmidorian hubiera podido elegir, sin duda se hubiera quedado alli con su desagradecida personalidad y putreda existencia.

Cerro su puño derecho con fuerza, hasta que el rechinar metal sono de su guante de acero, alzo de nuevo la vista al aparecer en pantalla el padre Kiros.

-Es evidente que el Pancreator nos a puesto a todos en este lugar por alguna razon concreta, ademas irnos ahora no sirve de nada, si hemos de quedarnos para ayudar al resto que asi sea, yo al igual que el padre Meixar, deseo quedarme aqui y sere parte de la unidad de Control, pese a lo "sucia" que pueda llegar a ser.-Dijo una vez terminada la conexion y el hermano ponerles al dia de la actual situacion.
"¿Un acuerdo? Imposible, se que con ellos ya no valen palabras y mas cuando tienen algo entre manos desde hace tiempo... e de quedarme saber la verdad y solucionarla, tal vez asi..."

En ese momento la rabia desaparecia y volvio un antiguo y molesto sentimiento.
-Hermano Kolbart, tambien me gustaria hacer una peticion, gustaria de ver el informe de las personas que han de ser evacuadas de la Tormenta, se que seran decenas, miles... pero es vital para mi.

El prelado enarcó una ceja ante la petición del Hermano de Batalla:

- ¿Todos? Pueden ser un par de decenas de miles... ¿Busca a alguien en concreto?- no traslucía curiosidad en su pregunta, sino mera eficiencia.

Calmidorian simplemente asintio para luego despegar una vez mas los labios y hablar con serenidad.
-Pero los detalles prefiero darselos en privado, creo que al concretar, la lista bajara sustancialmente.
"Nadie me dijo realmente que estuviera aqui... nostante..."

Espero una respuesta afirmativa, no le gustaba excederse con las palabras en sus peticiones.

El prelado Kolbart asiente:

- Entiendo. Después hablaremos con el padre Kiros y el Maestro Hammerdon, pero supongo que no habrá inconveniente...

El padre meixar despues de sus palabras parece como obsorto como si solo estubiese él en la sala con los ojos casi blanco, parece un cuerpo inerte. Asi pues hace caso omiso a lo expuesto por el desgraciado Ukar

Volvio a asentir a las palabras del prelado, no sonrio o hizo gesto alguno simplemente se mantuvo sentado expectante, hasta que ese momento llegara. Mientras tanto su cabeza volvia a esos viejos recuerdos donde su rostro era mas claro, con la esperanza de poder concretar lo maximo posible, llegado el momento.