Partida Rol por web

Maxwell interpuso la varita con ambas manos, pero el haz brillante la atravesó limpiamente, golpeándole en el pecho. Le había hecho más daño que el anterior impacto, pero podía haber aguantado unos cuantos más como ese sin problemas. Sin embargo, dudaba que los jueces fueran a permitir que continuara el duelo. Arriesgarse a matarse en las clases de vuelo era correcto, darse pellizcos mágicos era jodidamente peligroso. No iba a sorprenderse a esas alturas de las estúpidas reglas de los adultos, de cualquier modo. Así que bajó la varita a la espera del veredicto.

Erasmus se apareció en el combate justo cuando Maxwell salía despedido por los aires para para ir a parar al suelo debido al potente conjuro de la chica serpiente.

-¡Magnífico querida! Has ganado por Kao, mis felicitaciones- Declaró satisfecho por la forma en que había concluido.

Binns abrió un poco más los ojos al ver el conjuro de chica Slytherin. Ese gesto, en el fantasma, significaba sorpresa. Hasta ahora pensaba que el tejón estaba por encima y no imaginaba ver un hechizo tan fuerte en una niña de primero.

- Excelente. Señorita Lestage, magnífico conjuro -De la emoción, que por supuesto no mostraba con su voz, ni se dio cuenta de que había vuelto a fallar el nombre de otro alumno-. Señor Alan, sintiéndolo mucho tengo que informarle de que, como bien ha dicho el Profesor Erasmus, ha perdido usted el combate contra su oponente.

Kendra sonrio en cuanto vio como su conjuro impactaba contra Maxwell y los jueces la declaraban vencedora del encuentro. Saludó, primero a su contrincante y luego al jurado, con una media sonrisa triunfal y satisfecha en los labios, buscando con la mirada en primer lugar a Ithan y luego a Asterope en la Grada.

-Buen duelo, Maxwell. Has estado a punto de ganarme. - le reconocio al chico, tendiendole la mano, como gesto de educación tras el duelo, antes de marcharse, dispuesta a prepararse para el siguiente duelo. 

Maxwell gruñó por lo bajo. Era difícil comprender el significado concreto de ese gruñido, pues era aproximadamente el mismo sonido que usaba para saludar y despedirse, para mostrar dolor, alegría, sorpresa o aburrimiento y, por resumir, para prácticamente todo.

Igual de indescifrable fue el gesto que hizo con la manos hacia Kendra. Probablemente quería decir: "para un puto día que nos dejan zurrarnos, podrían dejarnos zurrarnos un poco más". Sin embargo, el hecho de que fuera indescifrable impedía confirmar esa sospecha.