Partida Rol por web

Oliver caminó hacia el terreno de duelo, varita en mano. ¿Por qué, de entre todas las personas del colegio, tenia que haberle tocado Sam? Aquella niña no solo le daba miedo. Ademas, desde el primer dia tuvo claro que, en cuanto tuviera oportunidad de aprender una imperdonable, la primera iria dirigida a el.

Aun asi, tras cabecear, con una sonrisa, para saludar a los jueces, hizo lo mismo con ella, inclinandose ligeramente, siguiendo el protocolo- Suerte, Sam. - le dijo, a la espera de que comenzara el duelo.

Y, sin poder evitarlo, aparecio aquel gusanillo en el estomago.

Sam caminó lentamente hasta su posición en el duelo. Observó a Oliver como si no le conociera. De hecho, no había hablado con él nunca, y ésta vez no tendría que ser la primera. Que se divierta mientras me escucha lanzar conjuros pensó, mientras se sacaba la varita de la manga. La muchacha inclinó levemente la cabeza a modo de saludo. Aún no había ganado, así que no había que confiarse. Preparándose para el combate, Sam levantó la varita, apuntando a Oliver

No le sorprendio que Sam ni siquiera le dirigiera la palabra. Llevaba siendo asi dos años, no iba a cambiar ahora. Sin embargo, eso no le hizo ser peor, todo lo contrario. Con rapidez, su varita apunto a la Slytherin, y con decision, pronuncio el conjuro, contundente- ¡Aquus Guinae!- exclamo, y su voz resono en toda la sala.

La varita se sacudio ligeramente en su mano. Si, parecia que el conjuro habia salido con fuerza.

Oliver fue más rápido que la muchacha, pero ella no se dejó impresionar. Estaba claro que estaba nervioso, una rival como Sam le quedaba grande, o al menos eso pensaba la joven. Por los movimientos de la varita de Oliver, Sam adivinó el ataque, y comenzó el contraconjuro en el mismo instante.

Aquus Guinae respondió, provocando que el agua de ambas varitas chocaran en el aire, evitando que la muchacha sufriera ningún daño.

Sam ejecutó los movimientos de su varita con velocidad. Quizá esa pantalla semitransparente del agua le daba los segundos necesarios para conseguir golpear a Oliver.

Terrum fulminis dijo, provocando un terremoto que se dirigía al muchacho a gran velocidad.

Oliver no tuvo tiempo de apartarse, cuando Sam lanzó aquel conjuro contra él. Aun estaba concentrado en aquel rayo de agua que no llegó a impactar en la chica cuando, de repente, aquel montón de tierra se elevó bajo sus pies, haciendolo trastabillar, y provocándole un buen corte en uno de los gemelos.

Mierda, mierda. Oli, mierda.

Tenia que contraatacar. Y rapido.

Binns se acercó y se colocó entre los dos contendientes, uno de los cuales había acabado mal parado tras el último conjuro. Transparente como era él, tanto Oliver como Sam podían verse el uno al otro sin mucha dificultad-. Señorita Simwirth, gana usted este asalto contra el señor Bliswool ­–Se le había olvidado la lista de nombres en las gradas, así que no podía saber si los había dicho bien o mal-. Otro ataque como este y el duelo acabará no tardando. Por favor, continúen.

Erasmus apareció justo cuando el profesor Binn se encontraba dando el veredicto. Con el rostro serio miró a Sam, él como buen Gryffindor no podía evitar que le disgustaba los Slytering y más una alumna como ella.Sin embargo era amantes de las normas y lo único que podía hacer era corroborar el veredicto de su colega fantasmal.

-Ya habéis oído al profesor Binns, podéis continuar y Sam... procure usted no tardar tanto en replicar a su oponente o a pesar de la ventaja que lleva nos veremos obligados a descalificar la sin avisar... Señor Blackwood, animo.

Oliver asintió, enfadado consigo mismo y dolorido, después de recibir aquel golpe por parte de Sam. Y penso que, desde luego, era hora de devolverselo.

-Terrum fulminis - dijo entonces el chico, apuntando con su varita a la niña, con contundencia y decision.

Vamos Oli, vamos...

Sam bajó la varita ante la recriminación del juez. Le miró con bastante desprecio. Que se limite a observar y a callar, maldito sangre sucia... pensó la muchacha, desatendiendo el combate totalmente. Cuando quiso escuchar qué ocurría a su alrededor, era bastante tarde. Oliver había contraatacado con el mismo conjuro que ella.

Sam ya no podía hacer nada, aunque levantó la varita, preparada para intentar cualquier cosa. Si el Terrum funcionara de contraataque... pensó, con el ceño fruncido. Pero algo estaba pasando. El Terrum de Oliver, aunque poderoso al principio, parecía deshacerse lentamente... Sin llegar a la muchacha.

Terrum fulminis repitió, agitando la varita como segundos atrás.

No había duda, la serpiente se había comido al tejón sin piedad. Así que Binns no vio más motivo para retrasar el final del duelo-. La señorita de Slytherin gana este duelo tras un par de potentes conjuros. Por favor, pueden despejar la zona para dar paso al siguiente combate. 

Erasmus apareció abanicándose con el pañuelo, aquellos dos chicos habían armado una buena con la tierra estaba todo lleno de polvo.

- Cof...cof...cof... con lo bonitos que son los conjuros de fuego y se tienen que poner a lanzarse puñados de tierra... cof...cof... cof... señorita Seewoth gana usted... señor Blackwood- se acercó al chico y le aplicó el pañuelo sobre los hombros para tratar de liberarle de la tierra que tenía encima- creo que necesita usted un buen baño... ha sido usted muy valiente, muchas gracias por su colaboración

Con gran elegancia, Sam bajó la varita e hizo un leve movimiento de cabeza. Al girarse para salir de allí, no pudo evitar sonreír.

Qué sencillo ha resultado...