Erik devolvió el apretón de manos a Reddo. Un digno rival era aquél que asumía su derrota y felicitaba al vencedor por ello.
Nunca hay que dejar de estudiar, los pokémon son un mundo de misterios por resolver respondió, forzando una sonrisa (estaba claro que eso no lo había entrenado).
Espero volver a combatir contigo y ver lo mucho que has mejorado.