Partida Rol por web

No puedo contar mucho porque ahora está en manos de las autoridades, pero al parecer Milos pertenecía a alguna sociedad secreta que pretende quedarse con el poder, o por lo menos eso se rumorea.

El pobre Lucius parece un poco trastornado y a pesar de las curaciones a las que le hemos sometido, su cuerpo necesita descanso y su mente un poco más.

Si os quedáis por aquí estupendo, pero no sé si podréis aportar algo en esto al estar en manos de las autoridades, quizás el Sumo Sacerdote pueda interceder por vosotros ante la Guardia si se lo pido. 

Habéis salvado a mi amigo Lucius y os estaré eternamente agradecido. A parte de daros lo que queda de lo acordado. El gran sacrificio hecho por nuestros hermanos en reunir tal cantidad a merecido la pena.

Egil deja sobre la mesa unos cuantos saquitos en la mesa, uno para cada uno. 

Después se levantó para despedirse del joven Alucard y desearle suerte en su camino. Al volver ya no sentó.

Tengo que volver al templo, pero disfrutad de la cena y del vino, ya le he dicho que lo de esta noche corre todo de mi cuenta. En fin amigos, gracias por todo, me ha alegrado volver a veros y comprobar como habéis crecido y madurado hasta convertiros en lo que sois ahora. Para cualquier cosa que necesitéis estaré en el templo.

Egil se despidió de todos y cada uno de vosotros.

Os miráis a la cara recordando lo que habéis pasado juntos, bandidos, mercenarios, muertos vivientes, hombres serpientes, y vuestro corazón se siente orgullos de lo que habéis realizado.

Un primer paso para que vuestros nombres sean por siempre recordados. Pero esta noche no, esta noche tocaba celebrarlo. Con el recuerdo del pequeño Quink, de Monchito que se fue al salir de la casa y del valiente Alucard en vuestros corazones os disponéis a disfrutar de la noche, el vino, la comida y de los tesoros que habíais recogido.

Nunca habíais tenido tantas riquezas. 

Esa noche era para celebrarlo, y mañana... bueno, mañana ya será otra historia