Partida Rol por web

Hace unos cuantos días que os llegó una misiva inesperada. 

Provenía de Egil, un joven amigo vuestro con pinta de estudioso que pasó un tiempo en vuestros poblados y entablasteis amistad.

En ella os citaba en la ciudad de Freeport con una única frase que os preocupó.... NECESITO TU AYUDA

Junto a la misiva un billete con destino Freeport para un barco mercante.

Intrigados a la vez que preocupados cada uno de vosotros cogió su equipo y emprendió camino hasta el lugar de embarque.

El barco era un pequeño navío mercante y en seguida el capitán os informó de vuestros quehaceres diarios. No era un viaje de placer, aquello era un barco mercante donde todos arrimaban el hombro. Con ello pagaríais parte de vuestro billete que todavía quedaba por adeudar. Egil era un buen amigo pero un estudioso que no tenía muchas riquezas.

Freeport era una ciudad lejana y tardaríais varias semanas en arribar. 

Durante el trayecto os dais cuenta que varios de vosotros compartís destino y amistad.

El amigo Monchitos es un pícaro Mediano (que no un Mediano pícaro) con no muchos valores en la vida. Eso sí, los pocos que tiene, los lleva a rajatabla. Aún recuerda cómo, en el amanecer de un lluvioso día, su amigo Egil le salvó de perder las pocas tierras que había podido heredar de su familia, presentándose en casa con unas escrituras que le habían sido robadas. Nunca olvidará ese día, y por eso, seguro que iría hasta los confines del mundo para ayudar a ese bravo estudioso si lo necesitara. No es que le sobre fuerza, más bien al contrario, pero lo suple con una inusitada destreza e inteligencia, que le hace ser un magnífico tirador de flechas (y si ya le das un arco o una ballesta, ni te cuento...)

A Monchitos le gusta comer, y mucho mejor si es acompañado, pero en ningún momento os dejéis engañar por su aspecto inocente e inofensivo. Si no quiere que le veáis, no le veréis, si no quiere que le atrapeis, no le atraparéis, si es su voluntad escaparse, se escapará, y si le place en ese momento engañaros y obtener un beneficio, también lo hará, y no hay nada que podáis hacer al respecto. Es ágil como un galgo, y pica como una abeja. Tiene facilidad para falsificar documentos, y trepa a los sitios como una enredadera (o sea, lento de cojones...) Ah, no, ese es el Monchito de la vida real, éste trepa bien.

Se le da bien la oratoria; sobre todo si con ello puede ganar tiempo para descubrir lo que pasa alrededor en situaciones de peligro, y en campo abierto sus habilidades se multiplican. Es rápido, y muy hábil. Siempre alardea de que diez arqueros podrían estar toda una mañana tirándole flechas en el bosque sin ni si quiera acercarse al objetivo.

Seguramente se marée en el barco... sobre todo cuando tenga que hacer faenas de limpieza, y justo hasta la hora de desembarcar. Seguramente... a no ser que haya un motivo para no marearse, claro...

Me alegra saber que Egil tiene tantos buenos amigos, y tan variopintos. Es un misterio que nos haya convocado de esta manera solicitando ayuda, espero que esté bien. He pasado tantas horas con él, siempre estudiando y compartiendo conocimiento, que no entiendo en qué problemas puede estar inmerso. Es un buen hombre, y nunca le vi meterse en líos. Mi nombre es Seltyel, encantado de conoceros.

Seltyel, de madre elfa, y padre humano, había crecido junto a los elfos en las tierras boscosas del norte, aunque la curiosidad y las ganas de aventura y de aprender, hicieron que partiera joven hacia la tierra de los humanos. Allí conoció a Egil, con quien compartía el gusto por la naturaleza y los libros. También compartían su gusto por la cerveza y por las mujeres. El atractivo de ambos, su graciosa locuacidad, acompañado de un par de historias de cosas que sólo ellos conocían, y unos cuantos juegos de manos, más un poco de alcohol, les bastaba para acabar el día acompañados. 

Convivieron juntos durante varios años, hasta que Seltyel, en otro arrebato de búsqueda del saber, partió a la aventura de nuevo. Hacía unos tres años que no sabía nada de su amigo Egil.

Seltyel apareció en el barco vestido con la típica muda de viajero, una bolsa atada al cincho, y una mochila de viaje. Era alto, más que la media de los semielfos, aunque de estatura normal entre los humanos. Tenía la piel clara y el pelo rubio y largo, que lograba esconder sólo a veces sus orejas puntiagudas. Sus ojos eran verdes, típico de los elfos, pero su mirada le daba un toque extraño y enigmático.

A pesar de su juventud, mostraba una más que visible cojera, por lo que se ayudaba de un bastón para caminar. Algunos se burlaban de ello. Un semielfo lisiado. Además, portaba una ballesta y un carcaj, seguramente para cazar.

Esta lesión, y su incansable e inusitada capacidad para hacer cuerdas, anzuelos, y demás enseres, de forma artesanal, le habían servido para hacerse un hueco en uno de los camarotes. Una vez acabada la jornada de trabajo, dedicaba el tiempo a charlar con la tripulación y el resto de los pasajeros, pero sobretodo, a dormir y a leer.

Estoy ansioso por encontrarme con Egil. ¿Por qué habrá escrito la misma carta a todos?

He llegado a este barco acudiendo a llamada de auxilio de mi buen amigo Egil, con la duda de que le habrá ocurrido y el por qué de este modo de ponerse en contacto cuando siempre mandó a alguien en busca de mi familia o se presentó en persona...mis compañeros de viaje parece que desconfían de un joven artesano ataviado de coraza y armas, mirándome mientras se preguntan quién será ese joven humano. Voy a tener que dar un pequeño paso para que confíen en mi... intentaré ayudar en todo lo que pueda en el barco mientras nadie se escabulla del trabajo aprovechándose de ello, me gusta mantenerme en forma con el trabajo pero lo puedo hacer de otro modo si intentan utilizarme por ello.

Gwyddyon es un humano, recién llegado a su etapa adulta, bastante alto y corpulento para su raza, de aspecto agradable, pelo castaño y ojos marrones (que dan robustez al claro de su piel). Conoció a Egil cuando contaba con apenas 12 años y trabajaba como artesano con su padre, Ghethar, durante jornadas durísimas. Un trabajo que lejos de hacerlos ricos les ayudaba a sobrevivir en lo que él creía una vida tediosa hasta el mismo momento en que Egil apareció en su casa. Su madre había fallecido años atrás de motivos desconocidos, fue su padre quién la encontró muerta una mañana en su lecho, como si estuviese dormida, con la paz en su rostro.

Recuerda haberse preguntado quién era aquel a quién su padre trataba como amigo, con el que susurraban historias de una orden secreta entre cerveza y cerveza que hacían que Gwyddyon intentara por todos los medios conocer. Recuerda como el día cumplía 14 años y Egil se presentó en su casa al caer la noche, en la ya rutinaria situación de beber cervezas y contar historias mientras les servía una ronda Egil se dirigió a su padre con estas palabras: "Hoy es el día viejo amigo, sabes Ghethar que ha llegado el momento de que tu hijo conozca quién eres en realidad". Ante esas palabras y su cara de asombro una nueva vida surgió ante él...entendía por qué a su padre la gente de los alrededores siempre lo trataba con un inmenso respeto, como acudían desde que tuvo memoria mensajeros que provocaban que este se ausentara durante periodos de tiempo de su casa. Su padre era un guerrero, de una ancestral orden secreta, que Egil había descubierto y estudiado, que siempre acudía a la ayuda del oprimido.

Ahora las largas jornadas de trabajo eran completadas con horas de intenso entrenamiento en el uso de armas y destrezas de combate. Recuerda como desde aquel instante las contínuas visitas de Egil y sus largas charlas fueron forjando entre ellos una relación tan especial o más que la que tuvo Egil con su padre.

La fortaleza y habilidades del muchacho crecían a pasos agigantados y el día que con 17 años su padre no volvió era ya un joven fornido con buenas habilidades intimidatorias, una más que apreciable destreza y un conocimiento del trato con animales más allá del de cualquier persona común de su pueblo. Fue el mismo Egil quién portó la noticia y quién le desveló los últimos anhelos de Ghethar, fue él mismo quien le regaló aquella coraza y espada larga con la que ahora se embarcaba rumbo a su auxilio. El resto, sus utensilios de artesano junto con el arco largo y sus flechas eran el mejor recuerdo de Ghethar y sus interminables sesiones de caza.

Voy a presentarme al grupo donde el mediano y el semielfo que entablan conversación...

Saludos, mi nombre es Gwyddyon y voy en busca de un amigo que me está esperando.

Ser, Couk, gustar cerveza- JAJAJAJA- amar: hacha y furia- JAJAJAJA-amigo de EGIL.

Por su analfabetismo no sabe escribir mucho más. Couk, es un semiorco bárbaro, que abandonó a temprana edad los poblados orcos ya que llegó a ser uno de los bárbaros más aventajados en su preparación y con altas capacidades para la lucha y el exterminio. Su curiosidad por la aventura hizo conocer a,Egil. Egil nunca había visto a alguien como, Couk... la forma de conocerse no se puede explicar con palabras: Egil, vio de repente a su lado una sombra inmensa con un hacha tres veces él, se puso a temblar y a sudarle todo el cuerpo, miró a la cara de furia de, Couk, y este gruñó y.... empezó a reírse de una forma estrepitosa que nunca había escuchado, Egil, JAJAJAJAJAJA... empezaron a andar juntos... Egil, intentó enseñar a defenderse con las letras y la lectura a, Couk, y Couk, le enseño a defenderse con la espada y el hacha.

Couk, tiene el carácter innato de los semiorcos, pero podríamos decir que es el único que tiene sentimientos- si se puede decir- y pensamientos "diferentes". Su FURIA ES EXTERMINIO. Sus capacidades para la lucha son IMPRESIONANTES. Le encanta la cerveza y reír diciendo "brutalidades" que sólo él entiende aveces. Egil, le enseño palabras y lo único que pudo leer y entender de la carta es: Egil-AYUDA.

Couk, tiene sentimiento de equipo pero no le pidáis mucha reflexión y paciencia. Cuando se le mete algo en la cabeza no hay manera de borrarle la idea. Y desea sacar su HACHA a pasear en cualquier momento... está muy nervioso porque NO LE GUSTA VIAJAR EN BARCO. 

"Por Fharlanghn que grupo mas curioso a convocado el tal Egil, a diferencia de vosotros no conozco al tal Egil, pero era el mejor amigo de mi maestro y mentor y como pago por recogerme de aquel orfanato y enseñarme los secretos y sutilezas de la música acudiré yo al llamado de ayuda en nombre de mi maestro... además parace ser una aventura interensante y puede ser una buena oportunidad para aprender y pulir mis habilidades... y podría ser  muy divertido jajajajaja! Mi nombre es Quink y a partir de ahora viajaré con ustedes"

Lo primero que destaca de los gnomos es su pequeño cuerpo y ese aire que los rodea como divertido o travieso, Quink es bastante joven considerando la longevidad de los gnomos, con solo 72 años ya ha pasado la madurez de edad propia de la raza, pero aun mantiene ese toque infantil. Pero si nos fijamos mas... destaca mas la gran espada larga que cuelga en la espalda del gnomo junto su mandora, una especie de guitarra.

"Busco vivir aventuras y aprender de vosotros historias para hacer canciones que sean cantadas hasta el final de los tiempos... ya veremos de que estais hechos"

En cuanto Quink ve los marineros arrimar el hombro para trabajar, saca su mandora y empieza a evocar dulces melodías a veces y otras veces divertidas para amenizar y acortar el trabajo con la magia de sus notas...

"Los pequeños no trabajamos cuando hay grandes que lo hagan por ellos jajajaja"

Debo devolver la deuda que tengo pendiente cuando me ayudo a derrotar al mal en una aventura pasada. Esa es la misión que me ha traido a este barco y os aseguro que la cumpliré sea cual sea el cometido

Alucard es un paladín criado con las tres reglas grabadas en su mente "La compasión en la busqueda del bien, la voluntad para defender la ley y el poder para derrotar al mal". Tiene 33 años y  un cuerpo curtido a base de entrenamiento y aventuras la cúal utiliza para derrotar a todo ser que se aparte del "buen camino". No tolera actos mundanos o mezquinos a quienes estan con él.

Veo muchos rostros con la misma misión que yo, espero que seán todos honrados...

Siempre llegando tarde , pero lo importante es llegar , ver a un viejo amigo después de tantos años emociona. Tanta gente extraña en un mismo sitio simboliza algo inmenso , seguro que este viajé lo pasáremos bien , aunque los barcos no es lo mío. 

Aramoun es un enano que se crió duramente en las montañas ,no tuvo una infancia muy normal, se pasaba la vida huyendo de los que perseguían a los suyos hasta que llegaron al Yabal. Se implantaron todos allí y lo único que hacían era defenderse. Su madre desde muy pequeño le enseño que lo más importante era la fe que la creencia en su dios y su vehemencia hacia el era lo que lo podría salvar por los siglos de la siglos. Plantados allí fue creciendo , aprendiendo como usar su arma preferida un Martillo de guerrero , su padre lo preparaba siempre para las guerras, ya su abuelo y todos sus antecesores estaban preparados para ella. No eran una aldea de atacar , se dedicaban simplemente a defender , toda la aldea se unía , defendiéndolo con alma y cuerpo , el que se moría los dioses lo bendecían y los que quedaban vivos arrasaban con el enemigo.

No se quiénes sois pero veo que sois algo listos , quiere alguien decirme donde están las cervezas ?

Un poco más y no llego. Desde luego, ya le vale al bueno de Egil. Mira que enviarme una carta a la casa de mi padre sabiendo que no voy por el norte desde hace años. Menos mal que uno de sus abanderados pudo localizarme a tiempo y llegar a última hora al barco que me llevará hasta Freeport.

¿Que le habrá llevado hasta allí? conociéndolo, seguro que nada bueno. En fin, subamos e intentemos que esto pase pronto. 

Joder, cuanta gente. Encima esto. Además de tener que navegar (cosa que aborrezco) y tener que trabajar limpiando la mierda de los demás, me tocará compartir espacio con un conjunto de energúmenos a la cual más extraño. ¡¡¡ Pero si hay un horco y todo !!!. Egil, cuando llegue vas a tener que explicarme muchas cosas e invitarme a demasiadas pintas de hidromiel.

Para conocer mejor a Benjen Stark teneos que conocer su historia.

Nacido en una de las principales casas del norte y por lo tanto hijo de noble, Benjen es el menor de tres hermanos. De bien pequeñito conocía las normas de su padre, lo que le relegaba al ser el tercero a una vida de espiritualidad y recogimiento como prior en algún monasterio o a la servidumbre y obediencia de uno de sus hermanos. Adiestrado en el arte de la guerra, la espada y el arco desde que era un niño, ninguna de esas opciones le seducía, así que cumplidos los 18 años lo abandonó todo y se hizo a recorrer el mundo. Cambió las cómodas y cálidas estancias de su frío castillo por las misteriosas líneas que marca el horizonte; y los preciosos techos pintados con murales de su casa por un cielo pintado de estrellas.

Pero de eso ya hace mucho tiempo, exactamente 19 años. Durante este tiempo ha cambiado mucho. Sus ropas, su aspecto físico, incluso su carácter.

Aquel chico estúpido y "pijo" se a transformado en un hombre solitario y misterioso que huye de las aglomeraciones y que prefiere estar acompañado de animales que de hombres. Es feliz en campo abierto, rastreando, cazando y viviendo aventuras varias. Ahora mismo, cualquiera que lo vea pensaría que se trata de un "mendingo" si no fuera por la espada larga, el arco y la armadura que siempre lleva encima.

Físicamente no destaca mucho. De estatura normal, muy delgado pero atlético y con una resistencia física fuera de lo normal, se le reconoce fácilmente por su melena corta, negra y rizada y por una enorme cicatriz que adorna su pómulo derecho, recuerdo del encuentro con un oso. Eso si, el oso acabó bastante peor…

Conoce a Egil de alguna de sus aventuras. Juntos han leído planos y pergaminos, buscado tesoros, rescatado a alguna doncella y bebido demasiadas cervezas. Nunca se escribían o acordaban ir juntos, simplemente sus caminos se cruzaban y a base de cruzarse muchas veces surgió una bonita amistat; de hecho una de las pocas que tiene Benjen. De hecho, esto fue lo que le sorprendió, que Egil le escribiera y que encima enviara la carta a la casa de su padre a la que iba muy de vez en cuando en calidad de "visita". Egil sabía que su padre haría todo lo posible por encontrarlo, a pesar de lo poco que le gustaría esta situación a Benjen, lo que le hizo pensar que era urgente y correr hacia el barco que le llevaría a Freeport.

Por delante un trayecto de casi dos semanas de viaje en barco, de dura faena y de nuevos encuentros.

Con el paso de los días, poco a poco os vais conociendo. Ocho sois los que parece que el bueno de Egil a convocado, y cada uno no podía ser más diferente que el anterior.

Las noches se hacen cada vez más largas y no veis el momento de llegar.  Se mezclaban las ganas de pisar suelo firme con las de ayudar a vuestro amigo que tan misteriosamente había solicitado vuestra ayuda.

Una mañana el vigía avisa de la llegada al puerto de Freeport