Partida Rol por web

Adam trata de meterse en la habitación rápidamente para apartarse, tropezando con el cuerpo que está en el suelo y a duras penas logra sujetarse al resquicio de la puerta. Jack se echa contra la pared mientras observa a los piratas que están encaramándose a un muro. Apenas tiene tiempo de bajar el arma cuando José pasa por su lado aplastándolo contra la pared.

Franciso ya está en pie junto a la joven cuando José se planta en el patio con gesto rabioso y las armas en las manos, pero ya el último de los piratas está pasando al otro lado del muro y les perdeis de vista. Fanny se abraza con fuerza a Francisco mientras solloza, tapando su cara contra el cuerpo del español.

Abrazo con delicadeza a la joven mientras intentco consolar sus sollozos acariciando suávemente su cabeza

- Shhhh, shhhh, ya está, ya pasó, ahora estás a salvo de esos malnacidos - digo mientras, recuperado ya del aturdimiento provocado por mi contusión, oteo el entorno comprobando la huída de los piratas

Dolorido por el impacto, me acerco a José y le abofeteo...
-Compañero, ten cuidado la proxima vez,joder, que me estaba apartando. No pagues tu furia con tus compañeros.- le expeto con furia en mis ojos.

Al ver la escena desde lejos, la verdad es que sólo se me ocurre reír; jamás me habría imaginado que terminaría así pero está bien, al menos han salvado a la chica. Me acerco a José y le doy una palmada en el hombro.

-Bien hecho, muchacho, me ahorraste muchas maldiciones y uno que otro golpe...-sonrío.

Al ver la escena desde lejos, la verdad es que sólo se me ocurre reír; jamás me habría imaginado que terminaría así pero está bien, al menos han salvado a la chica. Me acerco a José y le doy una palmada en el hombro.

-Bien hecho, muchacho, me ahorraste muchas maldiciones y uno que otro golpe...-sonrío.

Miro la escena y sin hacer mas comentarios agarro por el brazo a Sabio y a la chica.

- No os quedeis ahí. Han saltado el maldito muro, pero nadie nos asegura que no vayan a volver. Ni que no lo hagan con mas hombres - mi cara es tremendamente seria. Es evidente para cualquiera que me conozca que estoy enfadado.- Dime, muchacha, ¿sabes de qué barco eran quienes te atacaron? - mientras hago la pregunta saco a ambos del patio en donde se medio encuentran

Lanzo una mirada furibunda a Rojo. Considero que la pobre chica está demasiado asustada para atender problemas políticos en este momento. No obstante, apaciguo mi semblante al tiempo que admito con un leve asentimiento al comprender que a mi compañero no le falta razón.

- Vámonos - le digo dulcemente a la chica - Debemos llevarte a un lugar seguro -

La muchacha comienza a mirar a todos todavia asustada, tranquilizándose un poco al ver a las mujeres, mira a Adam negando con la cabeza para contestar su pregunta. Luego entrecortada comienza a hablar...

Ellos... entraron rompiendo la puerta... mataron a mis padres... y luego, luego vinieron a por mi... querian ... - Y vuelve a apretar la cara contra el pecho de Francisco tapando el resto de palabras que salen de su boca.

Confirmais que hay dos cadaveres, un hombre y una mujer mayores heridos de muerte por alguna espada o cuchillo. En la casa no hay nada de valor y nadie parece interesarse por el asunto. Cuando se ha tranquilizado un poco Fanny os cuenta que ya no tiene a nadie y ante el ofrecimiento de Francisco os dice que ira con vosotros.

Aún con las manos crispadas por el asunto, Carmen envaina con rigidez su espada e intenta endulzar su rostro. No puede, así que con una mirada un tanto hosca, se acerca a Fanny, aunque sin la intención de asustarla. Creo que te sería bastante úlit llevar una daga. Y saber utilizarla... -le dice en un susurro quedo. Entonces, gira la cabeza hacia el lugar por donde los ladrones escaparon. Pero decide sacarse esos pensamientos de la cabeza.

Sin soltar el tranquilizador brazo que poso sobre los hombros de la joven muchacha con afectuosos proteccionismo, le hablo mientras nos dirigimos a la salida de su casa.

- Dime, ¿cómo te llamas? - le pregunto con la intención de averiguar su apellido, e intentar relacionarlo con el hecho de que hayan asaltado la casa sin intención aparente de robar nada

- Tal vez la propia chica fuese el objetivo de esos maleantes -

Miro a la joven y asiento.
- Voy a examinar qué ha pasado aquí - digo pensativo- Sabio, quédate con la joven... ¿cómo te llamas? Estad atentos, pues podemos ser atacados

Tras estas palabras paseo por la casa, registrandola minuciosamente. Hay algo que no encaja. ¿Por qué ese ataque? No parecía haber nada de valor, y si los piratas se hubieran encapricado de ella, la chica al menos sabría algo de ellos. Pero dice no saber nada. Es extraño. Mucho.

Miro a todos con cierto enfado, parece que al final lo echamos todo a perder porque meternos donde nos llamaban. ¡Ah sí! Salvaron a la pequeña, bueno, al menos eso. Veo a Adam alejarse en busca de pruebas mientras yo me asomo por la puerta para cuidar que nadie venga, después de todo, no los matamos, sólo los asustamos.

Le contesto a Kat:

-Bleh, la proxima vez que los vea no se escaparán de nuevo.

Completamente enfadado por la situación le pegué una piña a la pared, pero le pegué muy fuerte y me dolió bastante por lo que maldije como un verdadero animal, sin olvidarme de la madre de ninguno.

Guardo mis armas y me acerco al muro para ver si veo a los piratas correr o algo. Sin intenciones de perseguirles. No vale la pena gastar energía en larvas.

-¡Diablos, José! Vaya susto me has pegado... No sabía qué mole era esa que me había aventado hacia un lado. La próxima vez asegurate de no darle un golpe o tendré que usar mi espada...

Sonreí ante la broma amenazante, después de todo era sólo eso.

Yo también me uno a Cat y al sabio en la zona donde está el muro que los piratas saltaron en su huída, y lo examino, encaramándome un poco para ver si es fácil saltarlo desde el otro lado, para colarse en la casa desde este punto.
¡Qué lata! me hubiera gustado tener un poco de acción, darles su merecido a esa panda de bellacos. No sé si se les ocurrirá volver, pero salvo que el Rojo diga otra cosa, aquí estamos para darles lo suyo si vuelven.

-Fanny,cariño, una pregunta importante....Donde guardais el ron? porque me vendria de perlas tomarme algo.- la espeto guardando mis armas.

Explorais la casa sin encontrar nada de interés, se trata de una vivienda algo antigua y bastante pobre. Nada de ron a la vista para infortunio de algunos de vosotros.

El muro es bastante alto en el lado de la calle, pero puede ser escalado, aunque por las señales los piratas entraron por la puerta. Por supuesto, ya no veis nada, los asaltantes se han perdido rápidamente por las callejuleas.

Fanny se sorprende al ver el interés por su nombre familiar, el nombre de mi familia es Ducket comenta... Mientras actuais ella recoge unas cosas de la casa y se para unos instantes frente a la puerta donde yacen los cadaveres, pero sin llegar a mirarlos. Os dice que está lista para irse. Cuando os dais cuenta de que ya ha anochecido y todavia teneis que encontrar la taberna donde os citó Morgan, Daniel dice conocerla y os llevará ahí, de pasada os recuerda la cena que le habiais prometido.

- Ya anochece - digo con fastidio- Vayamos a ver a Morgan. Daniel, llevanos

Y si nadie se opone nos largamos del lugar

pongo una mueca de fastidio -Sin ron, sin acción....bueno, vayamos pues a la taberna.- digo al final con una sonrisa.

Fanny os cuenta que su padre era un fabricante de velas retirado, los piratas se llevaron las pocas cosas de valor que tenia en casa. Su padre les dio lo que querian, pero quiso impedir que mi hiciesen daño, murio por protegerme... El triste relato de la muchacha os acompaña hasta la taberna, ella es reacia a entrar, pero al ver a las otras dos mujeres no tener miedo accede.