Jack salia de la taberna decidido a ir solo, mientras tanto Fanny aceptaba acompañaros a la zona noble. El grupo que habia quedado tenia su aprobación, con las ropas adecuadas no habria problemas en acceder a la zona noble de la colonia.
-Conozco un sitio donde podremos conseguir la ropa apropiada por poco dinero- comenta esperando a que la sigais.
Dejándo al resto del grupo atrás sales de la taberna. La colonia vuelva a cobrar la intensidad de la actividad diaria. Por las transitadas calles se habla sobre todo de los incidentes de la noche anterior y la preocupación se refleja en todos los rostros.
Averiguas la dirección hacia la zona noble, está relativamente cerca hacia el interior de la colonia.
Vamos pues, Fanny. -le sonríe Carmen y deja que las guíe. Después de todo, Fanny conoce mejor Port Royal que ellas. Al andar por a calle va mirando a los piratas con los que se cruza y empieza a sentirse como en casa. No hizo mucho tiempo que escapó de su acomodada vida, pero parecía haberse acostumbrado a esto. Por un momento se deja llevar por sus pensamientos, aunque recuerda algo.
Tenemos que inventar alguna cosa para poder ver al cura, y algo para que no le parezca raro que le llevemos el texto... Tenés alguna idea? -les pregunta a sus compañeras.
Miro a la Española ante su duda, mientras la pienso por un momento, para concluir:
- Tengo una idea, podemos pedirle Confesión al padre. Si nos remiten a cualquier otro sacerdote, nos inventamos una historia sobre nuestra noble cuna, y la necesidad solícita de un alto miembro del clero para los menesteres religiosos de tan altas personas. ¿os parece bien... chicas? -
Me quedo solo con todas las mujeres del grupo! Objetivo conseguido! Muahahaha
Miro al Sabio, la idea no es mala de hecho creo que es lo mejor que podemos hacer. Espero que todo salga bien, además, dudo mucho que duden de nosotros si vamos bien ataviados.
-Pues manos a la obra, muchachos... Vayamos por esa ropa. ¿Sabio, estás seguro que quieres ir con nosotros?-pregunto con una sonrisa maliciosa.
xD Sorry, Sabio querido, no lo pude evitar :P
Voy para allá con paso decidido.
Cuando llegue...-Disculpe señor guardia, vengo a ver al capellan, es urgente.-
Fanny os conduce por las callejuelas hasta una pequeña vivienda. En el interior os recibe una mujer mayor que saluda a Fanny y os invita a entrar. La mujer se fija con detenimiento en Carmen y no deja de mirarla durante el rato que estais dentro.
Os muestra unos cuantos vestidos que, si bien no son nuevos, pueden servir para cambiar vuestro aspecto masculino. Por desgracia Fanny tiene unas pocas monedas y no os llega para comprarlos, tal vez tengais algún objeto que pueda servir para compensar el pago, ya que ninguno de vosotros lleva dinero.
Mirar vuestro equipo, podeis regatear o buscar otras opciones. Os piden unos 5 pesos.
Los guardias que están en el acceso a la zona noble no parecen dispuestos a dejarte pasar, tras echarte un vistazo se ponen a la defensiva y en tensión.
-Ya, muchos pecados que confesar ehhh - comenta uno de ellos mientras los demás se rien socarronamente.
-Será mejor que vayas a la capilla del puerto, el viejo parroco está acostumbrado a perdonar vuestras fechorias, je je- dice con desdén.
Recuerdas haber pasado una pequeña iglesia de madera en tu camino.
-Realmente lo que importa es que sepa Latín...- Pienso.-Gracias valerosa guardia. Me habeis ayudado mucho.- digo con sarcasmo.
Me voy a la iglesia que me indican.
Al llegar a la pequeña iglesia de madera compruebas que la puerta está abierta. Dentro tan solo un par de ancianas parecen estar inmersas en sus rezos, ni rastro del parroco.
La iglesia es austera y carece de adornos de valor. En el altar hay una puerta que posiblemente lleve a la vivienda del parroco.
-A la paz de dios.- digo a las señoras, voy a la puerta y llamo, la empujo y si esta abierta, entro.
Nadie contesta a tu saludo y llamada, la puerta permanece cerrada. No ves cerradura alguna sin embargo algo parece bloquear la puerta.
No marques a los demás, estás solo de momento.
Mirando disimuladamente empujo con fuerza la puerta hasta abrirla, si veo que es imposible, salgo y rodeo la iglesia, buscando una ventana.
Carmen se da cuenta de la intensa mirada de la anciana. Por un momento se pregunta si esta anciana la conocerá, aunque es una tontería. Claro que nadie la conoce en Port Royal. Al recibir los vestidos y darse cuenta de que les falta dinero, se da cuenta de la situación. Pero no es momento de echarse atrás, es hora de dejar su pasado atrás.
Por ese motivo, acaricia inconscientemente la cruz de oro que cuelga de su cuello. Sin arrepentirse, lo tiende a la anciana para que lo examine. Esto debería poder pagar nuestros vestidos, es del mejor oro, se lo aseguro. -le dice Carmen a la buena mujer, mirándola con seguridad.
Según mis notas a cruz vale 5. Son 5 pesos? Lo digo porque si vale mas me pensaría mejor el cambiarlo por 3 vestidos xD
La mujer coge el colgante de Carmen y parece sopesar su valor. En esto que se acerca a ella y le habla susurrando.
-Sabes que podrias ganar mucho dinero...- te dice al oido en un susurro.
Si, el colgante tiene un valor aproximado de cinco pesos.
Empujas con fuerza la puerta y esta se abre con un ruido seco. En el interior hay una pequeña estancia con los enseres básicos y en un catre un hombre tumbado que parece desperezarse ante tu entrada.
-Ehhh... que pasa, ¿quien eres tu?- masculla con los ojos medio cerrados e incorporandose lentamente.
En el suelo ves varias botellas medio vacias.
-Tranquilo hombre de dios, solo quiero hablar, y quizás compartir una botella de Ron....Sabes latín?- digo con una sonrisa sincera.
Su mirada cobra vida cuando oye la invitación a un trago. - ¿Latín?... Si, claro que conozco la lengua. ¿Por qué lo preguntas? - pregunta mientras te mira de arriba a abajo.