Caminais por los pasillos hasta que una valquiria os indica que vais justo en direccion contrariaa.
Siguiendo su indicacion y en unos minutos dais con el cuarto de Fenja.
La habitacion es espaciosa y bien iluminada, con una cama enorme recubierta por suaves pieles de animales. El suelo muestra una magnifica alfombra y las cortinas son de una gran calidad.
A los pies de la cama hay un baul para guardar sus pertenencias y un armario para la ropa. En un rincon un tocador con un hermoso espejo y cepellos de nacar.
Cuando entro, no puedo creer lo que ven mis ojos. Por un instante me olvido de todo y me quedo tratando de asimilar el lugar. ¿Esta es Mi Habitación? Guaaaau, es digna de reyes... Hasta un espejo... ¡¡¡Para mi!!! Es la estancia personal más impresionante que he visto en toda mi vida.
Giro para ver más detalles y mi vista se encuentra con tu mirada. Ahí vuelvo al mundo real... Y la timidez me invade. De pronto, me siento como una chiquilla en la noche de su boda... Idiota, como si nunca lo hubieses hecho...
Aún mi cabeza da algunas vueltas, pero el efecto mas duro del alcohol está pasando y ahí recuerdo que te has declarado un berserker lo cual me atemoriza un poco...
-¿Serás tan amable como hasta ahora? ¿tu furia sólo se desata en la batalla?- Aún tengo el sabor de tus besos en mi boca y mi cuerpo desea sentir el tuyo, pero no me atrevo hasta no estar segura de quién eres en realidad
Bueh, parece q sigo tomando la delantera :P
Reconozco que la habitacion es acorde con las bellas y grandes estructuras de Valhalla, realmente se tienen todas las comodidades, esto me hace pensar que las batallas deben ser terriblemente duras
Veo a Fenja ilusionada con su alcoba, su pregunta ademas de mostrar prudencia y cierto respeto a mi posible estado de berserk la asusta
Me acerco despacio a ella, le doy un suave y dulce beso en los labios -Solo es en batalla y cuando la sangre del rival o de un compañero caido me salpica en la cara-
La rodeo con mis brazos por la cintura mientras la beso y camino junto a ella hasta tumbarla en la cama, la sujeto por las muñecas flojamente con mis manos mientras bajo por su cuello dando suaves besos y pasando la punta de mi lengua suavemente alternando con ligeras succiones -Te prometo ser tan amable como hasta ahora, nada de brusquedad- le susurro mientras le doy un beso jugueteando con su lengua con la mia y descuidadamente empiezo acariciar su cuerpo con una de mis manos, para finalmente meterla por debajo de su camisa y acariciar tan solo su bientre
Tu respuesta me conforma. Te creo, o al menos quiero creerte. Ya la adrenalina se ha apoderado de mi y no hay vuelta atrás. Tu suavidad me conmueve. Los besos y las caricias van incrementando mi estado de éxtasis. Al sentir tus manos sobre mi piel, un suave escalofrío recorre mi cuerpo. Oh Dioses, cuanto hace que no me sentía así.
La ropa comienza a resultar molesta. Mis manos se deslizan por debajo de tu camisa, siguiendo la línea de tu columna hasta llegar hasta el cuello. Suavemente, las bajo un poco y te aparto apenas lo suficiente para poder quitártela.
Antes de atraerte nuevamente hacia mí, contemplo tu pecho. Delgadas líneas de piel más claras lo recorren. Vestigios de batallas pasadas. ¿Mi cuerpo se verá así también?
Nuevamente vuelvo a besarte, con mucha intensidad, saboreando cada roce de tu lengua contra la mía.
Con movimientos suaves, comienzo a desatar el lazo de tus pantalones...
Me quitas la camiseta dejando mi troso completamnete desnudo, comienzas a jugar con tu lengua mientras deshaces el nudo la cuerda de mis pantalones, no es justo...
Aparto tus manos de los cordones y adesatados dejand ver parte de mi pelvis, deseo fervosamente ver tus pechos, te pego contra mi para seguir besandote para inmovilizarte cogiendo los bajos de tu camisa para poder quitartelo. Tus pechos protegidos y sujetos por las telas no son obstaculo para mi, con rapidez tiro de las cuerdas de la prenda, liberandolas sujetandolas con ambas manos para que no te molesten al caer. Me encantan sendos senos los masajeo con mis manos suavemente, mientras paso mi lengua alrededor de tus pezones pezones y succionando un par de veces cada uno.
Recorro el resto de tu torso con mi lengua, me paro unos instantes para jugar con tu ombligo, desde luego tu torso, piel suave digna de una mujer, marcados levemente tus abdominales que te hacen mas apeticible y sugerente, no puedo evitar ocultarte mi pene erecto, continuo recorriendo tu torso con mi lengua hasta llegar a la pelvis, mi boca sirve para tirar de los cordones de tu pantalon mientras mis manos sirven para avivar tu excitacion, una vez me libro de los cordones con mis manos te quito los pantalones y junto a ellos tu ropa intima dejandote desnuda para mi haciendo la ropa a un lado en el suelo de la habitacion
Ahora son tus ìernas quienes me atraen tanto como tus pechos, recorro con mi mano derecah una el interior de una de tus piernas mientras mi lengua se entretiene con la ingle, pasar la lengua rapidamente y con suavidad es lo que hago intentando robarte un gemido
Bueno....esta vez fui algo impetuoso XDDD
-Oh, Dioses!- no puedo reprimir la exclamación que surge de mis labios. Mis pesones están erectos, mi vientre parece de fuego, mis muslos se sienten húmedos... Ya no puedo esperar más. Tomo tu pene suavemente y termino de avivar tu erección. Vaya... es... GRANDE.
Sin mucho reparo, te atraigo hacia mi y te beso intensamente, mientras te envuelvo con mis piernas, ayudándote a encontrar el camino.
Una explosión de placer invade mi cabeza cuando me penetras. Suavemente comienzo a mover mis caderas, acompasándolas a las tuyas.
Mi boca no puede dejar de besarte. Busco tu oreja, tu cuello, vuelvo a tus labios, mientras nuestros cuerpos siguen con su danza.
Mis manos se aferran a tu espalda. Necesito más intensidad, mas velocidad. Mi pelvis así te lo indica. Me das lo que pido. Estoy alcanzando un estado de éxtasis insospechado. Tus manos siguen buscando mis pechos mientras nos movemos. Eso me enloquece. Creo que en cualquier momento voy a explotar. No puedo evitar gemir... y eso te exita aún más. No quiero que acabe, pero cada vez me resultamás difícil no dejarme ir...
Bueno, creo que te dejo para que acabes ;)
PD: Perdón por la demora, este finde ue de locos!
Tus manos aprietan con fuerza mi espalda al giual que tus piernas me empujan hacia ti, tu deseo cada vez es mas fuerte necesitas mayor intensidad no dudo en dartelo. Noto tu orgasmo, me impulsa a continuar con mas rapidez y excitacion
Acario la piel de tus piernas mietras disfruto de tu cuerpo mi lengua recorre tu cuello a veces juguetea en tu boca peor el orgasmo me llega, por la excitacion y las ganas de correrme aumento la intensidad de mi movimiento pelvico hasta llegar al fin en tu interior
Me quedo unos instantes sobre ti, escuchando los latidos de tu corazon, recupero las suficientes fuerzas echarme a un lado de la cama, boca arriba recuperando el aliento, te miro directamente a los ojos, sonrio levemente, miro al techo de la habitacion -Te dije....que encontrariamos tu habitacion...-
No pasa na, es comprensible yo tampoco estube en casa XDDDD
-Jajaja- no puedo reprimir la risa que provoca tu comentario... -Estoy agotada. Necesito dormir un rato. ¿Quieres descansar acá o prefieres ir en busca de tu propio lugar?- Ofrezco en forma amistosa. -Sin compromisos- aclaro mientras te miro con una sonrisa.
Asiento tranquilamente agradeciendo tu oferta te sonrio -Creo que...- veo tu sonris ala que me hace dudar -...me ire en busca de mi habitacion, asi podras descansar mas tranquila...sin compromisos- le devuelvo la sonrisa
Mientras se viste no para de mirarla -He disfrutado mucho...espero que volvamos a repetirlo una noche mas...- te doy un ultimo beso en los labios -...de despedida...que descanses-
Una vez que estoy junto a la puerta -Si no encuentro mi habitacion me pasare por aqui y si la encuentro ¿Aceptarias visitarla una noche conmigo?- digo sonriente esperando a su respuesta antes de abandonarla
Acepto el beso, apenas incorporándome sobre un codo te saludo. -La puerta permanecerá abierta- te digo, guiñandote un ojo. -Y estaré encantada de conocer tu habitación una vez que la halles. Que descanses, fue una hermosa bienvenida a este paraíso-
Te veo partir, aún no se me borra la sonrisa de la cara. Casi sin darme cuenta voy sumiéndome en el sueño. La llegada al Valhalla ha sido más intensa de lo que me imaginaba.
Después de dormir varias horas sin soñar, mi cuerpo comienza a despertarse. En un gesto mecánico e inconsciente, mi mano busca, a mi lado, mi espada. El sitio está vacío. Una alarma se dispara en mi cabeza. ¡Estoy en peligro!
La certeza de saberme vulnerable e indefensa me trae a la vigilia en un segundo. Al siguiente instante, reconozco el lugar y los recuerdos afloran como un torrente. Mujer estúpida, ya estás muerta, ya alcanzaste el Valhalla. Un suspiro de alivio escapa de mi pecho. Igualmente, ésto no debe volver a ocurrir. Debo encontrar la armería lo antes posible.
Más tranquila, me voy desperezando mientras recapitulo sobre los sucesos de la noche pasada. No puedo evitar sonreirme al pensar en Xhartas y el intenso encuentro que tuvimos... ¡Gariam! ¿qué habrá sido de ella? ¿Realmente era el amor de Xhartas? No quiero lastimar a esta mujer más de lo que ya lo está, apenas la conozco pero no puedo evitar sentir cierta simpatía por ella. ¿Será que me recuerda a la que alguna vez fui? Mmmm, creo que por ahora sería prudente mantenerme alejada del guerrero.
Me levanto y comienzo a vestirme con la ropa que traía puesta mientras termino de recorrer la habitación con la mirada.
Luego, me dirijo hasta una especie de armario que hay allí y descubro que tengo varias mudas de ropa hechas a medida. Elijo unos pantalones color sangre, con una camisa que hace juego. Ja, como siempre me gustaron, lo suficientemente sueltas como para poder maniobrar tranquila, pero lo bastante ceñidas como para evitar que el enemigo pueda sacar provecho del exceso de tela. Tomo un par de botas de cuero suave y decido ir a asearme.
-Necesito tomar un buen baño. Luego podré ver dónde está la armería y dónde puedo entrenar- Me gusta hablar conmigo misma cuando nadie me ve. Me hace sentir viva. Vaya ironía, no sé si puedo seguir considerándome viva. El pensamiento me hace gracia.
Estoy por salir de la habitación cuando mi mirada se posa en el espejo. Un dejo de vanidad me empuja a acercarme a él y contemplar mi actual aspecto, pero mi voluntad se impone. Ya habrá tiempo más tarde, ahora debo ocuparme de cosas más importantes.
Bueno, pues creo que las acciones están declaradas.
Voy a los baños en primera instancia y si no hay nada relevante para el juego que hacer allí, voy en busca de un arma para entrenar.