Vosotros, los que mueren en batalla
por tierra y mar se os lleva
a través del puente de arco iris a Valhalla
Odín os espera
En su trono con un abrigo de hielo
Atravesando Asgard
os contemplan los antes caidos
a cargo de valquirias los valiente llegareis
pues al Salón de los Héroes se os llevara
y el festejo alfin comenzara...
Todos perdisteis la vida mostrando gran honor, orgullo y valor. Las valquirias, bellas mujeres que despertarian los instintos del hombre frio, observaron vuestro interior, reconocieron vuestro sacrificio y os llevaron con ellas hasta las puertas de Asgar, la morada de los dioses. El lugar donde cualquier guerrero sueña con pisar tras su muerte.
Ahora os encontrais ante sus puertas y la valquiria que os acompaña, como si se tratase de una prueba de fuego, os pide con un susurro en vuestro oido.
- Decid vuestro nombre.
Al pronunciarlo las puertas se abren permitiendoos el paso. Odin os reconoce como uno de sus elegidos y su hijo Bragi sale a recibiros con una copa de hidromiel entre las manos.
Ciertamente en la hora de mi muerte nunca pensé que abriría los ojos en los salones del padre Odin. Hasta el viaje hasta allí junto a la Valkirya esta un poco borroso en mi memoria.
Bueno...supongo que es normal, si no recuerdo mal, lo ultimo que paso por mi cabeza antes del final fue el hacha de un rival a punto de arder en llamas.
Me rió entre dientes al recordar que gracias a dicha acción, mi clan sera el predominante en los fiordos cercanos y dominara a 5 clanes vecinos a su antojo.
Mi padre me puso Grendel al nacer, Gran Padre...y luego se me conoció como el afortunado, aunque nunca di mucho pie a ello.
Antes de entrar, miro a los compañeros que estan a mi lado. Con una amplia sonrisa....me presento;
-Me llamo Harald Gunnarsson, Jarl (Jefe) del "Clan del Oso Blanco". Encantado de compartir este momento con vosotros...Tiendo mi mano a los hombres...y beso la mano de las damas (Si se dejan...claro)
¡Bueno camaradas!. Entremos...¡Odin, nos espera!.-Dejo pasar a la gente. Sonrio a la bella Valkiria y sigo a mis nuevos compañeros hasta Bragi.
Mientras camino, observo los detalles del "hall". Cuando llego junto a ellos me presento a este.
-Es un honor conocerle...le tiendo la mano...Harald Gunnarsson, y estoy a su servicio.
Si ofrece una copa de hidromiel la cojo...
No puedo creer que este alli. Mi mano todavia se mantiene en el lugar donde el acero me traspaso, como si la herida siguiera abierta, pese a que ya no siento dolor. Miro a todos lados con la boca abierta .-No puede ser cierto, esto debe ser una bruma cruel de algun dios perverso que pretende reirse de mi- pienso, no obstante no puedo dejar de sonreir mientras contemplo la enorme puerta, con cada uno de sus perciosos adornos.
De repente soy consciente de que no me hallo sola, dos hombres se presentan y una mujer mas se encuentra alli, ella si tiene el porte de una guerrera.
Casi con miedo contesto, seria una descortesia no hacerlo.- Soy Gariam, hija de Garom el herrero.- digo con humildad al verme ante autenticos guerreros. - Oh, no señor, no soy una guerrera como vos.- Afirmo ante el hombre que pretende besar mi mano.- Yo debo estar aqui por error, yo con una espada en la mano hago poco mas que el ridiculo, os lo aseguro.
Miro mis ropas, un vestido bastante raido, de fuerte tela marron. Nisiquiera mi aspecto es digno de estar alli.
Bragi me tiende la copa. ¿Como no beber la copa que te ofrece el hijo de Odin? Mis labios se posan en el borde y doy un sorbo a la bebida mas deliciosa que jamas he saboreado. Despues devuelvo la copa y me quedo esperando a mis compañeros, no quiero ser la primera en cruzar ese arco...mi valor tampoco es la mayor de mis virtudes.
Al poder ver lo que me rodea, no puedo evitar que el asombro aflore a mi rostro. Todo allí es mil veces mejor que los que cantan los bardos. Me encuentro todavía asímilando lo que veo cuando mis acompañantes comienzan a presentarse. Harald intenta besar mi mano, pero con la otra sujeto la suya para detenerlo, en un gesto suave y amistoso, y sonrío.
-Harald Gunnarsson agradezco tu gesto pero no soy de noble cuna. Además, si mis compañeros de armas me vieran, se reirían de mí por el resto de la eternidad - aclaro y comienzo a reir.
Luego le tiendo mi mano, como un hombre, y me presento. - Fenja Larsdother -
Saludo al resto de la misma manera y le digo a Gariam - Tu valor es lo que cuenta. Por eso estás aquí -
Luego, me vuelvo hacia Bagi, acepto la copa y aguardo a conocer al último integrante de nuestro grupo para cruzar al interior.
Llego ante la Valquiria y me inclino de rodillas dejando mi martillo a sus pies.
He aquí el leal servidor de Tyr curtido por un sinfín de batallas y muertos en acción, por la culpa de sucias artimañas. Mi nombre es ¡STEIN GODI! - Alzo la voz al pronunciar mi nombre y sigo – He demostrado mi valía por lo que puedo apreciar. La experiencia de morir no fue agradable, pero si lo fue en nombre de mi señor y me siento halagado.
Luego me levantó sin levantar la vista. Al final miro a los que me rodean y luego paso la vista a la valquiria, una sonrisa equiparable a la de un loco aparece en mi cara.
- Os agradezco el cumplido.- digo a la mujer, quien estoy segura de que es una autentica guerrera por su porte y sus formas.- Mas os aseguro que es inmerecido, yo solo hice lo que cualquiera haria si viera peligrar a quien es su sangre. No me mal interpreten, mi corazon rebosa alegria de ver Vanhalla con mis propios ojos mas dudo de que servicio puedo ofrecer entre guerreros de renombre... Supongo que hasta Odin necesitara que laven los platos de sus banquetes pues si no es por eso poco se me ocurre que pueda hacer.
Entonces un hombre grita su nombre con orgullo y no puedo evitar una amplia sonrisa, me recuerda a uno de mis hermanos, el mas impetuoso y ruidoso de los cinco, incluso esa sonrisa es similar. Asusta a muchos con ella pero yo se que es pleno gozo tan solo, de quien ama la batalla como a su misma esposa.
-No estoy de acuerdo contigo...Gariam.-La sonrio amigablemente.
-No te subestimes... Odin, es sabio en elegir quien debe acompañarle.
No se es mas guerrero por empuñar un gran hacha. El corazon y la valentia es la verdadera arma del guerrero...la inteligencia es la mano que la dirige.
He visto a guerreros quedarse helados sin saber que hacer y a campesinos luchar con tanto arrojo como un berseker.-Cada vez que recuerdo este suceso...se me erizan los vellos de la nuca. Aquel campesino al ver morir a sus parientes. Cogio una Hazada y con un grito de rabia se lanzo hacia los cuatro hombres.
Mato a los cuatro con una simple arma campesina. Cuando termino, se arrodillo con sangre en sus manos y se desplomo. Aquello me marcó
Si estas aqui, es porque has demostrado tu valia...Como cualquiera de nosotros.
Esta bella mujer podria haber hecho algo parecido al campesino que vi matar a cuatro de mis hombres. Dentro de ella hay un autentico guerrero...aunque aun no lo sabe...
Bajo la cabeza sin entender como pueden valorarme sin conocerme. Miro atras, esperando tanto encontrar alli a mis hermanos como no encontrarlos... Mis ojos se dirigene entonces hacia la puerta y su arco consciente de que si yo he llegado, ellos que son mucho mas valientes pasaran por esta misma puerta y se sorprenderan enormemente de encontrarme aqui. Sonrio. No se que hice para llegar hasta aqui pero hare lo posible por ser digna de ello.
- Entremos pues, me siento ansiosa por preguntar sobre tales motivos.- digo sonriente, esperando que alguien se mueva pues tengo reparos en ser la primera en entrar.
Pasais las puertas y os encontrais en un enorme patio interior desde el cual nace el autentico Vanhalla. Los cuentos de que se alzaba sobre lanzas y sus paderes eran de oro quedan ensombrecidos ante los muros de marmol y la magestuosidad de la construccion. Solo los dioses podrian construir algo asi.
Mientras vuestros ojos contemplan tal marivilla una voz os habla a vuestra espalda. Una hermosa mujer de dorados cabellos se situa con paso corto junto a su marido.
- Saludos hermanos.- dice con tono calido pero firme.- Sed bienvenidos a la que sera vuestra morada. Habeis ganado con vuestra sangre el estar aqui y tened por seguro que grandes placeres os aguardan pero tambien soportareis un pesado deber. Las fuerzas del enemigo cada dia pisan con mas dureza los campos de batalla, detenerlos es crucial pues si vosotros desfalleceis y Vanhalla cae, no habra salvacion para la tierra.
Bragi mira a su esposa y asiente ante sus palabras pero enseguida añade, con un tono mucho mas alegre.- El combate para el guerrero es un placer, para un guerrero de Odin es el mayor de los placeres, entrad pues y disfrutar, la mesa esa servida. ¡Por Odin! No habeis subido hasta el Vanhalla para comer jabali frio.
Saludo con un gesto y una inclinación a la bella mujer de dorados cabellos que nos recibe como si fuéramos gratos invitados en su hogar.
Aun sigo algo descolocado por los últimos sucesos inesperados y no se que decir. Pese a todas las leyendas acerca del Valhalla, nunca creí demasiado en el...ni en los dioses a decir verdad, así que esto esta siendo todo un choque para mi.
Os agradecemos a ambos vuestra hospitalidad, mi señor, mi señora...trataremos de no daros mas trabajo del necesario.
Me giro para observarla y devuelvo el saludo a la mujer de Bragi, con una sonrisa...Ni en mis mejores sueños...pense que esto fuera asi. Siento mi corazon galopar de placer...
Con un gesto amable, invito a las damas a pasar primero..
Cuando entro en la siguiente estancia, me paro a un lado para observar mejor....
-¡Por Odin y Tyr!- Me maravillo ante lo que ve mi ojo, puede ver....Huele estupendamente ese jabali, no tenia mucho hambre...pero la boca se me hace agua...
-Esto sin duda, es mejor de lo que hubiera imaginado nunca....-Lo digo en general, pero miro a Bragi y su mujer. Me siento embriagado...una mezcla extraña de sentimientos se arremolinan en mi interior.
Siento pena por no volver a ver a mi familia,amigos y compañeros....me consuelo al saber que tarde o temprano volvere a verlos.
La alegria por estar donde estoy ahora, puede mas. Disfruto de todo lo que oigo, veo, toco y huelo...No quiero perderme nada. Saborear esta experiencia era una meta desde que naci...
Mire a mis compañeros, algunos me parecían fuera de lugar pero no pensaba estropear el momento sin algunas jarras de hidromiel encima. Hice una reverencia y me di un golpe en el pecho ante el saludo de la diosa.
Que ni el hidromiel pierda el sabor ni el jabalí se enfrié, seria una ofensa a los dioses. No nos hemos ganado un lugar en el Valhalla por morir en la cama, agradezco estar aquí y demostrare el respeto a vuestra hospitalidad.
Como era clérigo, siempre fui ceremonioso aunque en algunos puntos demasiado. Era aceptado en el lugar de mis sueños y era lo único que se me ocurría. Cuando uno de mis compañeros nombro a Tyr no pude evitar darme un golpe en el pecho, signo de respeto a mi señor.
Todo me parece maravilloso, sigo absorviendo lo que más puedo con mis sentidos. Al hacer mención de la batalla, algo se revuelve en mi interior... ¿Tedré oportunidad de redimirme? ¿Conseguiré por fin acabar aquí con mi sombrío deseo de venganza?
No presto demasiada atención a lo que dicen los demás, ya que mis propios pensamientos me pierden.
Avanzo casi automáticamente, haciendo una pequeña inclinación de cabeza al pasar frente a Bagi y su esposa y me dispongo a buscar un lugar dónde ubicarme para el banquete.