Los dias pasaron en aquella fortaleza y ya todos os conociais mucho mejor, habias incluso echo pequeños torneos de batalla para divertiros. La Valkiria que se os habia asignado, era de lo mas cortes y servicial pero siempre remarcando su duro caracter, una cosa era que os cuidaran y otra que las usarais como esclavas.
La mañana del septimo dia abristes los ojos con un delicioso olor en tu habitacion. La viste alli sonriendo y abriendo las persianas, dejando una bandeja en una mesa.
Gunther se despertó tras el chorro de luz que inundó su estancia, aún así, se llevó una mano a los ojos en forma de visera hasta que estos empezaron a ver bien.
Estaba enmedio de su cómoda y enorme cama, con una sábana de seda cubriendo desde justo debajo de su ombligo al suelo de la cama. Siempre dormía desnudo, más cómodo así.
Em.. gracias. - le dice a la hermosa Valkiria con una sonrisa e intentando verla por estar la chica a contraluz.
Se incorporó, se despejó un poco la cara con sus dos manos y de paso se hechó su pequeña melena hacia atrás dejando ver su rostro. Se levantó de la cama sin queres aparentar nada pero dejando ver su cicatrizado y fibrado cuerpo, con las sábanas alrededor de su cintura a modo de falda que arrastró hasta la mesa dónde le habían servido la comida.
La joven se gira y te sonrie, era un mujer muy hermosa, con largos cabellos pelirrojos y preciosos ojos color cielo... siempre iban armadas con una espada cosa que a veces se hacia un poco violento... Pero realmente habia sido de lo mas cordial y agradable contigo. No sabias si por obligacion o porque ella era asi.
- Acaba de amanecer - Te informa mientras de una jarra te sirve un poco de zumo - ¿Habeis dormido bien? Thor a dispuesto que nos encarguemos de vosotros hoy como nunca esta noche tiene algo que contaros. - Comenta sin poder evitar recorrer tu cuerpo con la mirada antes de que te sientes.
Asiente a la pelirroja por su preocupación y el zumo.
Como siempre, muy profundamente.. Responde con una media sonrisa al ver que la chica lo miraba de arriba a bajo, para después pegar un trago a la copa que la vacía de golpe y la deja de nuevo en la mesa.
¿Y qué es eso tan importante que desea contarnos nuestro señor? Pregunta ahora siendo él el que la observa.
Ella niega con la cabeza y se apoya en la mesa acomodandose mientras te habla - Pues no lo se, a primera hora nos han reunido y nos han ordenaro cuidaros muy bien este dia, y acompañaros a la cena, nada mas - Se aparta el pelo de la cara clavando sus ojos azules en los tuyos.
- Algo me dice que dentro de poco tendreis que luchar - Comenta como si un presentimiento la invadiera.
Gun empieza a comer, atendiendo a las palabras de aquella chica.
Y.. ¿qué problema hay con eso?.. le pregunta sorprendiéndose un poco de la manera tan directa con que se lo dijo. Creía que nos han traído aquí para luchar. Recalca con una media sonrisa.
Si te esta posteando la otra master es que si.. estas en su grupo ^^... suerte con ella.
Gracias Raiza, puedes apostar a que sí tengo suerte de tenerla como máster ;) jeje
- Lo se... es solo... que.. - Te mira y no te cuesta ver la preocupacion en sus ojos - Si moriis aqui ireis al eHlherim... y Hela no es muy agradable... ademas de que su padre perturbaria vuestros sueños... - Se aparta el pelo de la cara y coge una pequeña fruta rojiza de la bandeja que te trajo y se la lleva a la boca.
- No te desearia eso... - Sonrie tristemente y suspira de nuevo incorporandose - ¿Que deseas hacer tras el desayuno? - Pregunta intentando quitarse esos pensamientos de la cabeza.
Gun sigue sorprendido, por la manera en que se preocupaba por él aquella hermosa mujer.
No te preocupes.. - dice mientras copia a la mujer cojendo otra fruta. - No pienso morir aquí. - sonríe antes de pegar un mordisco a esa pieza dulce.
Tengo demasiadas cosas que hacer antes de que se me lleven al infierno.. - suelta un par de risillas. Ahora, aun con la fruta en la mano, se estira como desperezándose.. estaba algo entumecido de dormir tan plácidamente.
Ah, pues no sé querida. - responde - Ya me dirás, porque de aqui a la cena.. tenemos todo un día por hacer lo que queramos. - Te estaba hablando de él y sus compañeros, pero leyendo entre líneas, podías ver claramente como se refería a ti y a él mismo.. por la manera en la que te miraba y la media sonrisa que se le escapaba al decirlo.
Sus mejillas se rosaron con tus palabras y aparto un segundo la mirada - Podemos hacer todo lo que deseeis mi señor - Murmuro para despues volver a mirarte.
No era algo sencillo, pues habias estado con mujeres, peor aldeanas, ella era una guerrera, la mas hermosa que habias visto sin duda, pero no creias que fuera a servir un cortejo tan sencillo como el de cualquier mujer aunque sus mejillas rosadas demostraban tambien interes por su parte, cosa que te dejaba la puerta abierta.