Baños termales
En lo mas ondo de Vanhalla se encuentra unos baños termanales que fueron divididos dejando una zona para los hombres y otra para que las mujer pudieran bañarse con total tranquilidad, relajas sus cuerpos tras la batalla y discutir entre ellas todo tipo de temas, desde extrategias militares hasta temas mas intimos sin la intromision de los varones.
Hundra te lleva hasta las termanas.- Entrar en el agua, os sentara bien.- dice mientras se va despojando de sus ropas para entrar contigo.- Supongo que esto para vos es un castigo y no una bendicion como lo es para el resto. Mereceis pues una explicacion. Vuestros dioses no os han abandonado.
Ayudada por Hundra, la Valkiria, Aylwen, agotada por su arrebato y aun algo mareada por la bebida, se dejó guiar por la gentil valkiria y se sumergió hasta el pecho en las cálidas aguas de los baños.
Escuchó las palabras de la divinidad y la miró con una expresión anhelante.
—Lo sabía, sabía que mis padres no me habían engañado. Sí existen los dioses de mis ancestros —cogió la mano de la valkiria y la apretoó con fuerza—. ¿Dónde están? ¿Dónde está la dulce Eidan, que cabalga en la noche de los sueños o el fuerte Cernunnos que da virilidad a los hombres y hace fértiles a las mujeres? ¿Dónde está Toutatis, el que desgarra los cielos? ¿Qué desean de mí?
Aclaro algo sobre las creencias de Aylwen que debí comentar antes: Cuando ella habla de la “Nueva Vida” se refiere a la reencarnación. Los celtas no creían en un lugar específico en el más allá, donde fueran las almas de los muertos. Pensaban que reencarnaban inmediatamente al morir. Es por eso que la sorpresa de Aylwen al encontrarse en Valhala es todavía mayor que la que se llevaría alguien de otra religión pagana europea. Eso no debería pasarle a ella. Ni siquiera debería estar en un paraíso equivocado. Simplemente debería reencarnarse. El sistema falló por completo. :D
Hundra se sumergio hasta tu altura.- Que seas fuerte.- te susurra por respuesta antes de explicarse mejor.- El mundo que tu conoces...Gaia le llamais si no me equivoco... aqui se llama Midgar, es la tierra donde viven los hombres. Ese lugar esta amenazado, seres de increible maldad lo desean y son comandadas por un oscuro señor. No podemos permitir que llegen alli, por tu gente y por la nuestra.
Hace un alto en su voz para sumergirse completamente y luego volver a salir con el pelo empapado.- Nosotras solo traemos aqui a los elegidos. Odin te sañalo con el dedo y tus dioses permitieron que te recogieramos, pues son conscientes que si Asgar cae todo Midgar sera arruino y sometido. Cuando el peligro pase yo misma te llevare ante aquella que sera tu nueva madre. Eres muy especial Aylwem, la magia fluye por tus venas como lo hace el agua por los rios...Si te hubieras reencarndo en ese momento ese poder se habria perdido contigo.. y lo necesitamos.
Aylwen miró a la valkiria con una expresión de desconcierto y sorpresa.
—Pensé que estaban enojados conmigo por haber aprendido las artes prohibidos de los druidas y ahora me dices que es precisamente por eso por lo que me han enviado aquí —pareció reflexionar un momento y meneó la cabeza—. Pero, ¿por qué? Hay muchos sabios druidas en mi tierra. Grandes magos para a los que los mundos de hombres y dioses no tienen secretos —Sumergió la cabeza el agua y volvió a emerger. Miró a la valkiria con aire de desconfianza—. ¿Por qué los dioses me elegirían a mí?
Fueron los hombres quienes se ofendieron, en su infinita arrogancia no quisieron aceptar que una mujer pudiera tener mas poder que ellos. Para ti hubiera sido mas facil la existencia olvidando la magia pero no lo hicistes, llegaste hasta sus ultimas consecuencias.- dice la valquiria con su dulce voz.- ¿Por que tu? muchos se hacen esa pregunta cuando llegan aqui, eso solo los dioses pueden saberlo... tal vez por eso mismo, por ser tu.
Odin esta algo molesto por tu actitud pero no va a castigarte, comprende que para ti adaptarte va a ser mas complicado que para el resto. Ya esperaba una reaccion asi. Si vuelves a sentirte ofendida puedes retar a ese guerrero a un duelo, los duelos estan permitidos.
Una mujer entre en el baño con aspecto de haber bebido demasiado. En el agua dos mujeres conversan mientras se relajan en el agua caliente.
La valquiria hace un gesto a la chica peliroja para que las acompañe en el agua.- Venir, el baño os sentara bien, estas aguas tienen el poder de purificar el cuerpo.
-No me vendría mal, gracias-
La tentación me puede por lo que me empizó a quitar la ropa.Me da cosa dejarle tirado pero bueno...Me mento en el agua mientras sonrio a las dos mujer.
-Me llamo Lenneth-
Me relajo en las termas durante un rato pero pronto el cansancio me invita a salir y buscar una cama donde dormir.
-Bueno me agrado vuestra compañia, pero tengo que disculparme- dicho esto me empizo a vestir.
Salí de baño sabiendo que Saetos se habría marchado por esperarme tanto rato. Espero que no este enfadado. Sera mejor que vuelva al banquete y pregunte donde esta mi habitación, no quiero encontrarme con una escena.
Aylwen hizo un gesto escéptico ante la alabanzas a su determinación que prodigó la valkiria.
—Eso dices tú, pero si hubiera sido menos curiosa ahora tendría nueva vida y no estaría aquí —pareció reflexionar un momento—. Por otra parte, si los hombres del Concejo me hubieran escuchado, ahora todos estaríamos vivos —se encogió de hombros—. Supongo que tienes razón. No es mi culpa por usar la Magia. Es la culpa de esos viejos cabezas duras, por no querer hacerme caso.
La valkiria le comentó sobre la contrariedad de Odín debida a sus acciones durante el banquete.
La picta soltó una risilla.
—¿Un dios de lo vikingos al que le inquieta un poco de follón y una flaca gritando en cueros? Deberías cambiar de dios. En su lugar, Dagda se hubiera reído mucho.
Una mujer de largos cabellos rojos entró en los baños y se presentó como Lenneth. Aylwen no respondió a su saludo y se limitó a observarla con curiosidad y desconfianza.
Hundra, la valkiria, le explicó que podría cobrar venganza desafiando a duelo a quienes la hubieran ofendido.
Aylwen negó con la cabeza.
—Para vengar a mi pueblo, debería matar a demasiados vikingos. Además, ¿qué caso tendría matarlos si van a revivir enseguida? No: Mi gente sólo combate poseída por el Ríastrad, el frenesí de la batalla. No podemos planificar un duelo, cómo vosotros. Nuestra ira es tan intensa como efímera.
La valquiria niega con la cabeza pone las manos en tus hombros y te unde en el agua a modo de broma.- No se que cultura tiene tu pueblo que hace a las mujeres tan peculiares pero no te rias de Odin, que ademas de dios es mi padre.- te dice con una sonrisa.- Si, es raro aveces pero aunque no lo creas es bueno y justo. No le culpes a el por lo que hacen los hombres, como no puedes culpar a tus dioses de que te intentaran quemar viva los ancianos de tu pueblo.
Aylwen emergió y escupió un chorro de agua. Miró a la Valkiria con cierto disgusto.
—¿Cómo cuantos hijos tiene tu padre? —sonrió levemente—. Le debe gustar follar más que al propio Cernunnos.
Todas las vlaquirias somos sus hijas, ademas de Tyr que es el señor de la guerra, Bragi, al que ya conoces, Thor dios de trueno... cada uno de una madre diferente...Somos una gran familia.- te responde con una sonrisa.- Aqui follar, como tu dices, no es delito ni pecado, es algo que se hace con el cuerpo y se disfruta.
Aylwen rió con ganas.
—¿Y con qué quieres follar si no es con el cuerpo?
Suspiró profundamente y salió del agua.
—Ya estoy calmada. Prometo no atacar a nadie —pareció pensárselo por un instante—. Al menos en lo que queda del día.
Se miró el cuerpo. Su piel húmeda, cubierta de tatuajes, brillaba a la luz de las antorchas.
—¿Tienes algo con lo que cubrirme? A las mujeres de mi tuatha* no les molesta mostrar lo que Eidan nos ha dado, pero no quiero que tu padre me vea así y le venga alguna idea.
*Tribu
Mi padre ya te a visto asi y siento decirte que ni se movio del sitio.- Replico la valquiria saliendo el agua.- Tranquila, te traere algo, creo que tenia unas tunicas de lino...- la chica mira dentro de una cesta de mimbre.- Si aqui estan. Toma.- te dice tendiendotela.
Si quieres te dire cual es tu habitacion... aunque tambien puedes volver a la fiesta o visitar algun compañero que este ahora en su cuarto... si te apetece. El entrenamiento empezara mañana, seras avisada, no te preocupes.
Aylwen sonrió con actitud altanera.
—¿Ah, si? Pues tu padre, el dios, no sabe lo que se pierde.
— Si quieres te diré cual es tu habitación... —propuso la Valkiria—. Aunque también puedes volver a la fiesta o visitar algún compañero que este ahora en su cuarto... si te apetece.
Aylwen la miró con expresión inquisitiva.
—“¿Visitar en su cuarto?” —meneó la cabeza con incredulidad—. Acabas de proponerme que mate a un vikingo y ahora me dices que puedo ir a follarme uno. ¿Es que no tenéis términos medios en este lugar? —reflexionó un momento—. Volveré al banquete. No quiero que esos vikingos piensen que me he escabullido, porque les tengo miedo. Además quiero hablar con tu dios padre, para saber qué es lo que quiere con tantos guerreros.
— El entrenamiento empezara mañana —agregó Hundra—. Serás avisada, no te preocupes.
Aylwen la observó con curiosidad.
— ¿Qué es lo que vais a enseñarme? La magia de los vikingos no se compara a la de mi pueblo.